Partida Rol por web

No se quejó cuando Nate se lanzó en plancha y la hizo aterrizar de vuelta a la cama. Era difícil que alguien como ellos, acostumbrados a los golpes y a las heridas, fuera a protestar como una adolescente tonta por ser tirado sobre una superficie blanda como era la cama. Posiblemente ni siquiera lo hubiera hecho si la hubiera tirado al suelo. Lo que sí hizo fue aprovechar el gesto para rodear su cintura con las piernas.

- No, créeme, no son masocas, sólo idiotas - lo sabía porque se había propuesto acabar el curso haciendo llorar a todos los chulitos. Tenía que admitir que de momento su porcentaje de éxitos alcanzaba el cien por cien -. Van a ser una generación de mierda - acabó por decir con una risa maliciosa antes de que Nate empezara con las insinuaciones. ¡Insinuaciones! El alcohol la volvía lenta, estaba claro, cuando la vencían en su propio juego -. Algún día lo haremos - no podía decir que no se le hubiera ocurrido la idea, pero aún no la había llevado nunca a cabo -. Una dimensión pervertida donde follar. Pero empiezo a estar borracha y saldrían cosas chungas, además, no creo que la pudiera aguantar mucho - al contrario que Nataly, si Brooke utilizaba mucho su poder acababa cansada. Aquella era una de las cosas que más le fastidiaba de ser profesora, que se había acostumbrado a estar permanentemente agotada. Elevó la pelvis hasta quedar con la cadera pegada a Nate, todavía en ropa interior -. Pero puedo aguantar otra ronda aquí. No lo he hecho con un tío desde que lo dejamos.

No sabía qué le sorprendía más. Si que ella aceptara lo de entrar en su dimensión algún día, que quisiera acostarse nuevamente con él/ella o que admitiera que no se había vuelto a acostar con ningún tío desde que lo "dejaron". Sonrió como toda respuesta, pues no quería que se mostrara su sorpresa y sí su felicidad. 

Las piernas y la cadera de Brooke tan cerca empezaban a hacer efecto en él, que pasó de mirar a los ojos a Brooke a repasarla con la mirada, alzando momentáneamente una de las cejas.

- Sabes que no puedo negarme ni aún sabiendo que estás borracha.- bromeó.Como tenía más fuerza, mucha más, que siendo Nataly, fue capaz de levantar a Brooke del colchón y colocarla en vertical, pegada a él.- Empieza la cuarta ronda.

— Tú sí que sabes como motivar a alguien. Venga, nos vemos cuando haya reunido al equipo. — Acto seguido se despidió con un gesto de mano y abandonó la instancia.

Durante su acogedor paseo por unos callejones estrechos y oscuros Jay lo tuvo bastante claro, lo mejor era irse a casa y descansar de una buena vez, el cansancio de la misión empezó a pasarle factura hace ya un rato y no se veía con mucho ánimo de volver al colíseo para tomar algo más o disfrutar de algún enfrentamiento. Asimilar todo esto no le resultó difícil en lo absoluto, toda la información que le había proporcionado Rend parecía muy cierta y en general Jay no destacaba por ser alguien que se pensara demasiado las cosas. Lo único que no le gustaba de todo esto era tener que currárselo tanto para acabar con el mayor villanos de sus tiempos, pero la recompensaba le entusiasmaba y le proporcionaría todas las fuerzas necesarias para cumplir su objetivo con éxito.

Brooke y Nate, tras una agotadora noche compuesta por varias sesiones de sexo de distintos tipos, cayeron rendidos y durmieron sin siquiera vestirse hasta que el alba les despertó desnudos entre las sabanas. Tras despertarse con agujetas y algo adormiladas aún, pudieron comprobar que Sandra no había vuelto a casa en toda la noche, por lo que probablemente estaría en alguna misión o durmiendo en casa de otra persona, la verdad es que Nate, que ahora volvía a ser Nataly, comenzaba ya a sospechar sobre si se hubiese empezado últimamente a verse con alguien.

Tras desayunar lo primero que encontraron por la cocina y darse una revitalizante ducha, ambas salieron de allí en dirección al club puño de fuego. Aunque eran temprano, a algunos de los estudiantes les gustaba entrenar un rato antes de la primera hora de clases y Nataly como la actual dueña del club, tenía la obligación de tener el club abierto para entonces, aunque últimamente se había ido acostumbrando a madrugar al empezar esto a volverse una costumbre.

A la llegada, el lugar estaba aún vacío, pero mientras Nataly abría las puertas y comenzaba a colocar las cosas en su sitio, más por costumbre que por alguna otra razón en particular, tres estudiantes llegaron al lugar, que aunque se sorprendieron por la presencia de Brooke, no dijeron nada al respecto y comenzaron a realizar distintos ejercicios de calentamiento para posteriormente, como de costumbre, hacer algunos ejercicios en la parte equipada con maquinaria de gimnasio.

Tras preparar todo, Nataly no tenía la obligación de quedarse allí encerrada todo el día, el club se llenaría y siempre habría alguien hasta por la noche, por lo que salió de allí con Brooke en busca de Logan, al cual encontraron tras pasear un rato por el lugar en un banco de un parque, disfrutando tranquilamente de su desayuno, sin percatarse de que las dos chicas le observaban.

Aquello era nuevo para ella y aunque le costaría un poco acostumbrarse, lo haría rápido. Tras el postre se dieron de la mano y pasearon de camino al cine, pero aquel beso que le pilló por sorpresa le sorprendió… al principio no sabía muy bien que hacer, pero tras un par de segundos de duda, simplemente se concentró en disfrutar de aquello y dejarse llevar. Tras aquel apasionado beso y soltar un suspiro con el que salió del aturdimiento, le dedicó una dulce sonrisa a su novio.

Tras aquello, entraron en el cine finalmente y pudieron disfrutar de la película tranquilamente mientras se daban la mano, aunque había bastante gente. Tras la película y dar un tranquilo paseo dados de la mano e intercambiando besos y zalamerías, el tiempo pasó volando y al darse cuenta de la hora que era.

- Que pena… que rápido ha pasado la tarde - dijo Diana mientras  miraba la hora como si fuese a cambar si la mirase mucho - pero hay que cumplir nuestras obligaciones - se acercó a James y le dio un largo beso, se había ido acostumbrando a lo largo de la noche - ¡Hasta mañana! - se despidió con una sonrisa, y se fue volando a su casa, aquello de volar le era muy útil.

Cuando Alex puso los pies en el suelo, la sensación fue casi como estar en la nieve al notar crujir los restos de escarcha bajo sus pies, toda su habitación estaba cubierta de aquello y tras salir al pasillo pudo comprobar que prácticamente era su casa la que estaba cubierta de aquello. Caminó en dirección al salón, para ver cómo se encontraba Segey, pero lo que encontró en él era algo que difícilmente alguien podría olvidar.

Por un lado, Segey se encontraba tirado en el suelo, lleno de escarcha y con un tono que indicaban que estaba completamente congelado y por otro lado, el techo estaba roto y colgaban los cables, de estos había cuatro figuras congeladas más colgando por el cuello mientras que un quinto cable recolgaba con restos de escarcha y el suelo estaba lleno de trozos de persona congelada… probablemente al romperse el cuello y caer al suelo, era el ruido que la había despertado.

Reconoció la cara de uno de los que aún estaban colgando, y por referencia la del resto, menos del que se encontraba hecho polvo por el suelo, aunque era fácil adivinar quién era ya que el reconocido iba con cuatro "Esbirros".

Era tarde cuando llegó a casa, pero su compañero de piso no estaba. Probablemente estaría en alguna misión o aprovechándose de alguna nueva estudiante de primero y convirtiéndola en su "juguete sexual" hasta que se aburriera de él. Aunque a pesar de todo aquello, su comportamiento como compañero de piso era excepcional, siempre hacia sus partes de limpieza y nunca dejaba nada suyo de por medio, lo único destacable es que tenía su habitación cerrada con llave y Jay era consciente de que si la forzase él se enteraría y es probable que le dejase un recuerdo que no se fuese en mucho tiempo a modo de herida.

A la mañana siguiente continuaba solo en casa, tenía mucho trabajo de por medio y si no se daba prisa, la situación actual de la ciudad la llevaría a la autodestrucción y eso causaría que nadie le pagaría por todo el trabajo que hubiese hecho hasta entonces y que probablemente, estuviese muerto. Por suerte, si pensaba empezar por Rachel, tenía su número de teléfono, al igual del de Alex, aquellas costumbres de clase de incluir en grupos sociales a todos los compañeros que acababan arrastrando hasta al más raro de la clase y que uno acababa manteniendo por curiosidad y pereza de borrarlo.

A pesar de la intensa noche, tras una buena ducha conjunta y un desayuno de lo más completo, Nataly se sentía como nueva. Salieron de casa sin ver a Sandra- ¿dónde se habría metido esa chica?- y juntas, como novias, salieron en busca de Logan. A sabiendas de que a Brooke no le gustaba la cháchara matinal - no es que tuviera un buenísimo despertar- Nataly intentó permanecer callada gran parte del trayecto. Eso sí, entreteniéndose en tararear canciones. A veces la miraba de reojo y evitaba sonreír. Qué increíblemente atractiva era su... novia.

Una vez abrió el club y dejó las cosas en orden, regresó junto a Brooke, quitándose el polvo de las manos, pues les había hecho una rápida demostración a los novatillos. 

- ¡Lista!- Y detrás de ella pudo observar a Logan. Sonrió con cara de "¡eureka!" y le señaló con la cabeza.- Ahí le tenemos. ¿Qué decías de dejarme hacer trueque favor por... favor con él?- bromeó y justo en ese momento comenzó a caminar hacia el chico, evitando dar muchos saltitos de felicidad pero siempre con el tarareo.- ¡Eh, Logan! Te estaba buscando.  ¿Qué tal? ¿A que me harías un favor?

Llegó a él y se agachó un poco, con una sonrisa agradable y amistosa que el chico no debía de haber visto jamás de los jamases. 

Logan se sorprendió al escuchar como le llamaban y miró en la dirección de la que venía la voz con una ceja alzaba, pues no entendía quien podía querer algo de él tan temprano. Se atragantó y comenzó a toser al ver que se trataba de Nataly ¡Nataly! Por un momento pensó que se había metido en algún problema, pero cuando le preguntó qué tal estaba con una voz animada se pasó aquel susto. Tras eso la sorpresa fue la agradable sonrisa y el amistoso tono de Nataly, no es que fuese una chica animada, que lo era, si no que con él normalmente tendía a ser dura y cuando la veía en el club, mucho más.

Sin responder a la primera pregunta mientras asimilaba la segunda, tras unos segundos respondió - eh, si claro… claro - dijo con un tono más firme la segunda vez - Lo que sea, ¿Qué tengo que hacer? - Mientras lo decía se levantaba del banco y se sacudió las migas, preparándose para lo que le fuese a pedir Nataly.

-Hasta mañana. Responde James con una gran sonrisa antes de ver como Diana se alejaba volando. Ella no fue lo único que voló esa noche, pues el tiempo también pasó desapercibido y ya era bastante tarde. Había sido un largo día lleno de emociones, así que estaba cansando. El trayecto hasta su casa era de uno veinte minutos, pero James lo hizo en treinta, ya que fue todo el camino recordando con alegría lo que había ocurrido. 

Llegó a su apartamento y entró tratando de hacer el menor ruido posible, ya que no quería despertar a William, aunque tenía muchas ganas de contarle todo lo que había pasado. Se cambió y se fue a dormir. Mañana sería un día muy importante, así que debían estar descansados y frescos si querían lograr persuadir a las autoridades. De eso podría depender la estabilidad de la ciudad, la cual ya estaba colgando de un hilo. 

Algo aturdida se pone de pie, realmente no se esperaba aquello que estaba por llegar, el frio suelo lo nota en sus pies cuando pone el pie en el suelo, aquello ya estaba empezando a asustarle, fue cuando salió al salón que vio aquel espectáculo que se quedó con la boca abierta y en shock durante unos momentos, aquella destrucción.

Rápidamente se acerca a donde estaba Sergei y le toca mientras dice:

• ¿Estas… estas bien?... que ha pasado?

Trata de ver cómo está el chico, realmente no sabía que era lo que había sucedido allí, pero parecía que aquellos chicos les habían atacado en su casa, pero habían acabado con ellos

• Alex espera… piensa… que es lo que ha pasado? Pero… pero como ha podido pasar esto… como me he dormido y no me he dado cuenta de nada…. ¿Qué hago?... claro… tengo que llamar a alguien… a las autoridades… a emergencias

Rápidamente trata de comunicarse con las autoridades y las emergencias.

Estaba cansada. La noche anterior había sido demasiado movidita para su gusto y no debido al sexo. A pesar de haber logrado mantener sus recelos apartados durante la noche, había tenido un sueño intranquilo y levantarse resacosa no había ayudado precisamente.

Así que tras una ducha que había suavizado su aspecto malhumorado - sobre todo por ser compartida - y un desayuno que apenas había tocado por riesgo a echarlo todo, se dirigieron, demasiado temprano para su gusto, hacia el club de Maze, actualmente de Nataly.

- Joder, Ene, deja de cantar un ratito que me va a petar la cabeza - gruñó mientras llegaban al club. Por lo menos la ventaja de la resaca era que seguía manteniendo alejados los pensamientos sobre su nueva relación.

Cuando por fin llegaron, se dejó caer en un rincón con los ojos cerrados, intentando dormir un poco más mientras Nataly ponía todo en orden y hacía una exhibición matutina. Por desgracia sólo pudo conciliar el sueño cinco minutos cuando la chica llegó, repleta de vitalidad. Brooke le dirigió una mirada con los ojos casi cerrados.

- ¿Tienes un botón para bajar la intensidad, pelirroja? - murmuró en tono de humor antes de levantarse y situarse a su lado -. Bueno, si quieres una relación, nada de folleteo con otros - contestó ante su comentario sobre trueques antes de seguirla hacia donde estaba el tal Logan. Ese mocoso le sonaba. No había hablado con él pero ahora que lo pensaba, si que lo había visto rondando a Nataly en más de una ocasión.

El chaval cedió de inmediato, lo que la llevó a alzar una ceja con diversión, pero dejó que fuera Nataly la que llevara la conversación, al fin y al cabo, el chaval parecía dispuesto a cumplir porque ella se lo había pedido. Esperaba que pudiera rastrear los mechones, quien fuera que hubiera entrado en su casa e incluso la espada de Rose.

"Relación". ¡Qué felicidad que Brooke admitiera eso! No hizo comentario sobre ello para no incomodarla, pero Brooke no debía de ser consciente de lo feliz que la había hecho.

En cuanto Logan aceptó, la ya amplia sonrisa de Nataly aumentó. Estuvo a punto de darle unos golpecitos en la cabeza y decirle "buen chico", pero se lo ahorró. No fuera a ser que se desmayara o algo ante su contacto.

- ¡Genial!- señaló a Brooke, que tenía una cara pálida y de sueño que no podía con ella, con el dedo.- Ella es Brooke. Aunque ya la conoces supongo. Te habrá dado clase.- Y ya está. No más presentaciones porque tenían asuntos importantes que atender.- Queremos que nos ayudes con un rastreo. Tu poder es genial para eso y es muy, muy, muy importante.- Le explicó, ahora de cuclillas y con los brazos apoyados en las piernas.- Tenemos un mechón de pelo y quiero que nos lleves directamente a quien le pertenece. ¿De acuerdo?

Había permanecido al lado de Nataly escuchando la conversación con aspecto aburrido mientras bostezaba sin disimulo, hasta que ella mencionó que quizás lo hubiera tenido de alumno. Entrecerró los ojos, intentando hacer memoria, pero lo cierto era que no se acordaba. Tendía a borrar de la mente a todos esos niñatos, tanto era así que normalmente ni siquiera los llamaba por el nombre o apellido, sino por sus apodos ingeniosos - o no tan ingeniosos -, que, según ella, se ganaban a pulso.

- Dime una cosa, chaval - le preguntó con una cara de absoluta seriedad que no pegaba con ella. Aunque Nataly pudo ver que hacía esfuerzos por contener una sonrisa -. ¿Prefieres Lassie o Rex?

En cuanto Jay llegó a casa dejó las llaves de la puerta en un cuenco de la entrada y su abrigo en el sofá del comedor.

— Buenas Alan. — Saludó al aire esperando una respuesta que nunca llegó, así que se respondió a sí mismo. — Buenas Jay. — Como de costumbre su compañero no estaba en casa, seguramente estaría por ahí coqueteando con alguna novatilla, o igual ya había ido al grano y estaba follándosela. Jay estaba convencidísimo de que juntos podrían pasarlo mucho mejor, pero si solo tenía ojos para los chochos él se lo perdía. Durante estos pensamientos se quedó empanado mirando a la nada pero como de costumbre tenía ahí a su querida réplica para sacarle del trance.

— Bueno, ¿qué? ¿Vas a preparar algo para cenar o voy a tener que comerme los mocos?

Durante unos instantes Jay miró en silencio a su réplica. — Tú ve calentando el horno, yo elijo la pizza. — Y con un gesto de cabeza ambos se pusieron en camino a realizar con éxito tan arduas tareas. Al final la pizza ganadora fue la de atún con beicon, la cual nunca aborrecían por mucho que la comieran. Pese a que la réplica no tenía la necesidad de alimentarse, Jay tenía que recuperar energías o sino la sombra no podría materializarse por el agotamiento, era por ello que a veces Jay II se veía obligado a actuar como una madre.

Finalizada la cena siguió una noche de merecido descanso y un nuevo día. Al despertarse Jay se sirvió el menú de la mañana; una cerveza y un cigarro de una cajetilla —la cual deja en casa para no crear una adicción de la que preocuparse — que mantenía un equilibrio perfecto entre calidad-precio. Y con el piti en mano se dispuso a llamar primero a Rachel.

Estaba contento de poder ayudar a Nataly, pero la presencia de Brooke era un tanto molesta, aquella actitud que tenía… aunque ya la conocía de clase por lo que no era nada nuevo. Tras la sorpresa inicial, decidió prestar su atención en Nataly e ignoró la pregunta de Brooke pues, aunque iba a rastrear como lo haría un perro, aquello le habría resultado notablemente ofensivo y era algo que podía leerse en su rostro.

Logan asintió y recibir de las chicas los mechones se concentró durante unos segundos con los ojos cerrados para activar su poder. A pesar que su poder apenas le cansaba, solía desactivarlo debido a que le resultaba bastante molesto escuchar todo amplificado y notar tantos olores a su alrededor.

Olió el mechón de pelo durante unos segundos, para memorizar los olores que tenían y sus ojos se abrieron como platos mientras miraba sorprendido el mechón.

- He notado varios olores pero… los más predominantes son un olor a quemado y olor a muerte.

No añadió nada más, continuaría con la búsqueda tal como le habían pedido, pero su rostro se tornó mucho más serio y concentrado. Tras unos segundos comenzó a andar - por aquí - añadió mientras comenzaban a caminar por la ciudad - Hay el olor de una persona que es de aquí… me resulta conocido además, así que ha de haber estado cerca de mí cuando activo mi habilidad y más de una vez.

Continuaban caminando y el camino parecía ser un poco oscilante, ya que volvían incluso a pasar por algunos sitios más de una vez - esto lo deja más claro, ha pasado por aquí varias veces y recientemente… - finalmente, tras un rato de paseo, llegaron a la zona residencial y los pasos de Logan comenzaban a volverse más ligeros y directos, cada vez iba encontrando un rastro más  fuerte. Entraron en el edificio, subieron un par de pisos y finalmente Logan se quedó frente a una de las puertas.

Muerto.  Segey estaba frio como un tempano y estaba muerto, su cuerpo estaba completamente congelado y el resto estaban también claramente muertos. Se giró, asustada, para dirigirse a su habitación para coger su móvil y llamar a las autoridades, tenía que hacer algo, habían asesinado a seis personas en su salón mientras ella dormía pero ¿Cómo no se había enterado? Pero al girarse se encontró con que no estaba sola en casa.

Un varón vestido completamente con ropas negras y encapuchado, con una brillante sonrisa felina le observaba a escasos metros de distancia - Tu tendrías que continuar durmiendo y terminar de morir ¿Sabes? Y no estoy de humor, Segey destruyó se mató a si mismo antes de que pudiere llevarme su habilidad. Pero bueno, ahora te tocará morir…

William despertó al día siguiente a James - ¡Venga dormilón! Cuéntame que es lo que pasó ayer con todo lujo de detalles - insistía mientras agitaba al pobre James, que se llevó un susto por aquel despertar y no golpeó por los pelos a su amigo. Tras molestar a James, agarró la silla y se sentó, a la espera de que su amigo comenzase a contarle. Aunque una parte de él no había dejado de pensar en Alex y Segey desde la noche anterior ¿Estarían bien? Ya que sabían por dónde Vivian, quizá no sería mala idea acercarse después a verles.

- Lo que me sorprende es que no te hayas comprado ninguna píldora con alas o las alas artificiales ¿Nunca te lo has planteado?

Tenía curiosidad por saber cómo evolucionaría a partir de ahora la relación de su amigo.

Rachel se encontraba estudiando geografía y climatología, una elección extraña como opción de ocupación para primera hora de la mañana, pero tenía sus razones para estar haciendo aquello, necesitaba saber qué lugares serían los más probables para ser aquel que su sobrina había visto. De pronto el teléfono comenzó a sonarle y era ni más ni menos que Jay, más temprano de lo que se habría imaginado.

- ¿Si? - respondió sorprendida, sin saber muy bien a que se debía la llamada - ¿Qué haces a estas horas despierto? ¿No deberías estar durmiendo la mona? Ohhh… ya se, ¡Aún estas por ahí de fiesta! - añadió finalmente como si fuese la opción más factible y sin tono alguno de burla.

Al tocar al chico se da cuenta de que estaba muerto, aquello no era algo que se esperase, mientras tanto susurra:

• Pero… pero que es lo que ha pasado aquí…

Entonces fue cuando se giró y vio a aquel tipo, lo que decía no tenía sentido, le mira mientras dice:

• ¿Que? Quitar habilidades…

Parecía que le tipo quería acabar con ella, la situación era realmente mala, no tenía ningún arma ni píldora cerca y no podía contar con su poder