Partida Rol por web

Yuuka Yuzaki, la chica con garras metálicas y súper regeneración, Rachel Reckless, una chica capaz de acelerar la objetos orgánicos, Logan June, un estudiante con sentidos superiores incluso a los de los animales, Alan Crowell, el chico perfecto, William Parker, el chico de las barreras indestructibles, Jay Jorvath, el chico cuya sombra vivía independiente a él, James Garner, el hombre de plata, Alex Jeung, la chica capaz de tomar prestado cualquier poder, Nataly Reckless, la chica que también era Nate Reckless y Brooke Sullivan, la chica capaz de crear una dimensión con reglas propias, se reunieron con una sola cosa en mente, acabar con Viper. Aunque también tenían un problema añadido, el espía de Viper que era capaz de robar poderes y mataba neohumanos.

Tras reunirse, Jay les contó su plan: necesitaban cinco poderosos artefactos y cinco de ellos eran de los pocos capaces de usarlos. La armadura de Lunion, capaz de generar gravedad, para James. Los guantes de Myah, capaces de minimizar y bloquear poderes para Alex. El casco de Friggnos, capaz de intercambiar capacidades para Nataly. Los brazaletes de los gemelos Resbuss, que permiten mayor control de las leyes físicas para Brooke y el bastón de Ignuss, capaz de convertir en ceniza todo lo que toca.

Tras la reunión y repartir Jay unos libros, las hermanas Reckless se fueron, Alan se puso a hacer el vago y el resto de dividieron para buscar al espía. El grupo formado por Alex, James y William volvió a casa de Alex, pero allí se encontraron con el ejército pero James se puso a la defensiva y la tensión de los soldados causó que todos dispararan a los chicos y estos acabaron arrestados.

James despertó en una habitación en la cual fue interrogado. El soldado comenzó a hacer varias preguntas, algunas relacionadas con los acontecimientos y otras que parecían más aleatorias. Tras aquello, le metieron en una celda con solo algunas de sus pertenencias, entre ellas el libro y sin nada más que hacer o forma de hacer cambiar de idea a los soldados, comenzó a leer.

Lunion siempre fue poderosa, aunque no era muy consciente de su poder, sabía que era una persona resistente y dura, pero el día que las bestias llegaron a nuestra dimensión descubrió que aquella descripción no era la correcta, se quemó, se cayó desde decenas de metros de altura, le cortaron y decenas de golpes distintos que con tan solo uno una persona normal habría muerto. Pero ella no, ella estaba ilesa, nada le había hecho el más mínimo rasguño y armada con su coraje intentó enfrentar a las bestias, pero fue incapaz de hacerlo, no tenía el poder para dañarles.

Entonces lo encontró, una brillante coraza que parecía venir de ninguna parte. A pesar de que, con su poder, aquello sería lo que menos necesitaba, le llamó la atención y acabó por ponérsela, a fin de cuentas ¿Qué malo podría pasarle? Tras aquello descubrió el poder que tenía, podía aumentar la gravedad a su alrededor, y aunque a ella también le afectaba, llegando incluso a tumbarla en el suelo al usarla, usó el poder para limpiar la ciudad.

Recorrió la ciudad una y otra vez, limpiándola de todas las bestias que se acercaban hasta que se le ocurrió una idea y levantó un muro de gravedad alrededor de la ciudad para protegerla. Al principio, aquello parecía la solución, pero al paso del tiempo la gente superviviente comenzó a darse cuenta de que, encerrados en la ciudad, no tenian acceso a agua y comida y con el paso de los días, aquello se convirtió en una batalla por la supervivencia.

Al principio, Lunion se preocupó y discutió con ellos, quería convencerlos de que era lo mejor, pero al final acabó tan enfadado que mató a algunas de las personas. Con el tiempo, comenzó a ver aquello de otra forma, comenzó a disfrutarlo, a disfrutarlo de tal forma que aisló a varios pueblos cuando su ciudad se quedó sin gente para entretenerse.

Tras aburrirse de ello y con su poder, decidió autodenominarse la diosa de la luna y que había bajado a la tierra a matar infieles. Viajó de pueblo en pueblo, dejando que los fieles fuesen con ella y matando a los infieles hasta que finalmente se asentó y una ciudad se asentó a su alrededor.

Turquia, allí fue donde se fue a vivir y transformó el mausoleo de Halicarnaso en su casa, un lugar donde nunca nadie podría acceder con un escudo de gravedad y donde fue vista por última vez hace años. Aunque probablemente esté muerta, el poder de la armadura protege el sitio y sus seguidores, convertidos en una secta, protegen la ciudad que construyeron a su alrededor y el propio mausoleo con sus vidas.

Ya que Alex no tenía realmente nada que hacer se puso a leer el libro, la historia era interesante, por lo que pudo leer los poderes de esa mujer eran increíbles y e recordaron un poco a los suyos propios y a los del tipo que perseguía, sobre todo a los de este, estaba claro que esa clase de poder podría ser realmente peligroso, pero también muy útil para ellos.

-Entonces si no he entendido mal tengo que ir al Amazonas y descubrir donde están esos jardines flotantes... Bueno, si consigo salir de aquí... A ver....

Yuuka Yuzaki, la chica con garras metálicas y súper regeneración, Rachel Reckless, una chica capaz de acelerar la objetos orgánicos, Logan June, un estudiante con sentidos superiores incluso a los de los animales, Alan Crowell, el chico perfecto, William Parker, el chico de las barreras indestructibles, Jay Jorvath, el chico cuya sombra vivía independiente a él, James Garner, el hombre de plata, Alex Jeung, la chica capaz de tomar prestado cualquier poder, Nataly Reckless, la chica que también era Nate Reckless y Brooke Sullivan, la chica capaz de crear una dimensión con reglas propias, se reunieron con una sola cosa en mente, acabar con Viper. Aunque también tenían un problema añadido, el espía de Viper que era capaz de robar poderes y mataba neohumanos.

Tras reunirse, Jay les contó su plan: necesitaban cinco poderosos artefactos y cinco de ellos eran de los pocos capaces de usarlos. La armadura de Lunion, capaz de generar gravedad, para James. Los guantes de Myah, capaces de minimizar y bloquear poderes para Alex. El casco de Friggnos, capaz de intercambiar capacidades para Nataly. Los brazaletes de los gemelos Resbuss, que permiten mayor control de las leyes físicas para Brooke y el bastón de Ignuss, capaz de convertir en ceniza todo lo que toca.

Tras la reunión y repartir Jay unos libros, las hermanas Reckless se fueron, Alan se puso a hacer el vago y el resto de dividieron para buscar al espía. El grupo formado por Brooke, Jay, Yuuzuka y Logan no logró mucho éxito y finalmente se separaron, yéndose las dos chicas a casa de Brooke.

Yuuka suspiró, pensaba que Brooke sería más amigable y puso morritos al ver la reacción de Brooke ¡Solo quería asegurar que no le pasase nada! Pero allí estaba ella echándole la bronca - Vale vale… ¡Que antipática! - y se fue a la cocina a ver que había que pudiese hacer para cenar.

Poco después, con una pizza y nada que hablar entre ellas, Brooke comenzó a leerse el libro que hablaba sobre los gemelos Resbuss.

Inseparables, los gemelos siempre iban juntos a todos lados. Jana y Jay eran sus nombres pero su sincronía les hacía parecer un solo ente, era imposible ver a uno sin el otro, por lo que todos se referían a ellos siempre como los gemelos. El día en el que las bestias llegaron a nuestra dimensión, les pilló por sorpresa en medio de la ciudad, pero gracias al poder de Jay, que tenía habilidades de teletransporte, viajaron lejos de allí, dando saltos espaciales, pero todo estaba destruido… y ellos necesitaban suministros, no eran muy buenos en buscarse la vida, lo que ambos amaban eran los conocimientos.

Un dia, solo necesitaban un dia. Y fue el poder de Jana el que les ayudó, retrocediendo un dia atrás en el tiempo y permitiéndoles comprar una furgoneta y suministros para una larga temporada. Continuaron su viaje por unos días, pero finalmente una bestia les atacó. Jana volvió a saltar en el tiempo con Jay un dia, pero la bestia volvía a encontrarles… una semana… dos semanas… el salto espacial de Jay… pero no importaba a donde fuesen, la bestia les seguía y siempre les encontraba hasta que un dia se encontraron una montaña de cadáveres y en el medio, un altar con dos brazaletes.

Ambos se miraron, por regla general hubiesen huido de allí pero esos brazaletes les llamaban y, sin poderes resistirse, Jay se acercó a por ellos teletransportandose de ida y vuelta. Se pusieron uno cada uno y entonces lo sintieron… sintieron como el poder les recorría y se dieron cuenta que aquella enorme bestia que les seguía no era nada comparada con ellos. La esperaron, y no tardó mucho en llegar y casi parecía sonreír al ver que los habia alcanzado, Jana y Jay estaban agotados de usar tanto sus poderes y esas parecían las intenciones de la bestia, agotarlos y degustarlos.

Pero los hermanos implemente levantaron cada uno la mano del brazalete y la apuntó hacia la bestia… y ambos atacaron. Jay uso su poder para aumentar la distancia entre las células de su cuerpo a la vez que Jana hacia que el tiempo pasase a toda velocidad para la criatura, transformándola en polvo entre ambos en un instante.

Tras aquello, se fueron de allí y comenzaron a viajar, pero no solo por distintos lugares del mundo, si no del pasado… y el futuro. Quien sabe cuánto tiempo estuvieron haciéndolo o si quiera ellos mismos lo saben, lo único cierto es que volvieron como ancianos, unos ancianos que tenían la respuesta de todo. Decidieron que les apetecía vivir en tranquilidad el resto de años de vida que les quedaban, por lo que se fueron a los restos de Alejandría y entre sus ruinas se internaron en los túneles subterráneos que había en los restos de la ciudad. Tras aquello, nadie ha vuelto a saber nada de ellos.

Yuuka Yuzaki, la chica con garras metálicas y súper regeneración, Rachel Reckless, una chica capaz de acelerar la objetos orgánicos, Logan June, un estudiante con sentidos superiores incluso a los de los animales, Alan Crowell, el chico perfecto, William Parker, el chico de las barreras indestructibles, Jay Jorvath, el chico cuya sombra vivía independiente a él, James Garner, el hombre de plata, Alex Jeung, la chica capaz de tomar prestado cualquier poder, Nataly Reckless, la chica que también era Nate Reckless y Brooke Sullivan, la chica capaz de crear una dimensión con reglas propias, se reunieron con una sola cosa en mente, acabar con Viper. Aunque también tenían un problema añadido, el espía de Viper que era capaz de robar poderes y mataba neohumanos.

Tras reunirse, Jay les contó su plan: necesitaban cinco poderosos artefactos y cinco de ellos eran de los pocos capaces de usarlos. La armadura de Lunion, capaz de generar gravedad, para James. Los guantes de Myah, capaces de minimizar y bloquear poderes para Alex. El casco de Friggnos, capaz de intercambiar capacidades para Nataly. Los brazaletes de los gemelos Resbuss, que permiten mayor control de las leyes físicas para Brooke y el bastón de Ignuss, capaz de convertir en ceniza todo lo que toca.

Tras la reunión y repartir Jay unos libros, las hermanas Reckless se fueron de vuelta a casa, pero por el camino fueron en búsqueda de Astrid, pero la encontraron con Frank y al hablar con ellos Nataly los convenció de que la ayudasen a ir en búsqueda del casco de Friggnos y tras leerse el libro todos partieron hacia la gran pirámide de Guiza.

El viaje fue breve y al atardecer ya habían llegado al lugar. A lo lejos se veía la pirámide y alrededor de esta estaba la la ciudad donde habian vivido los adoradores de Friggnos y que ahora parecía una ciudad fantasma, si no fuese por alguna silueta que podía verse de vez en cuando.

Estaban lo suficientemente lejos para que estos no los viesen. Los minotauros miden alrededor de los tres metros y medio y tienen fuerza suficiente para levantar hasta un par de tonelada. Su inteligencia está por debajo de la media de un ser humano pero lo suficientemente desarrollado para que puedan hablar ligeramente. Recibir una carga de una bestia de estas es algo que puede costar la vida, se recomienda evitarlo.

Pero ahora no iban a matar minotauros, si no a infiltrarse en la pirámide - Creo que - comenzó a decir Rachel - podríamos esperar hasta la noche, y usar las sombras para infiltrarnos.

Pero la voz robótica de Astrid le interrumpió - Su fuerte es el olfato y son lo suficientemente listo para hacer turnos de guardia, infiltrarnos por la noche será peor para nosotros, que no podremos verlos, mejor ahora, probablemente con la puesta de sol hagan los cambios de guardia.

Y Frank también quiso aportar su grano de arena - Tu misma lo has dicho, su olfato, con este calor probablemente no podamos colarnos sin que nos huelan, creo que lo mejor es que uno de nosotros cree una distracción y el resto aproveche para entrar, aunque uno tenga que perderlos y quedarse fuera, es lo más sensato. Que nos sigan dentro solo logrará que estemos entre la espada y la pared.

Jay se quedó sumergido en la lectura. En algún momento de esta Alan se fue a su cuarto, probablemente a dormir, pero el continuó leyendo durante unas horas hasta que de pronto, el ruido de metal chocando le despertó.

- Oh ¿Te he despertado? Bueno, voy a ver si como algo - anunció Alan con dos sartenes, una en cada mano que se fue de vuelta a la cocina ¿Qué hora sería? Por las ventanas se veía luz, y no la luz del amanecer, sino de un día que había empezado hacía varias horas. Recordaba haberse terminado el libro, pero el cansancio le había podido al llegar al final y había caído dormido.

- ¿Desde cuando eres de los que estudia hasta quedarse dormido? - dijo su propia sombra, que se hecho la mano a la cara y negó con la cabeza - Estas cambiando en cuanto te has visto rodeado de mujeres… ya no te reconozco - continuó burlándose de él - ahora come algo, que yo también noto tu falta de energía ¿Recuerdas? Y tienes que recuperar una cena, un desayuno y comer.

Se despertó sobresaltada. Había tenido una pesadilla con aquella sonrisa que se ocultaba bajo la capucha del asesino y su ritmo cardiaco se había acelerado. Miró a su alrededor y vio que ya era de día, se había quedado dormida tras leerse el libro. Se fijó entonces en que le había despertado, se trataba de un soldado abriendo la puerta de su celda, para posteriormente acercarse a ella y quitarle el collarín.

- Vete, por ahora puedes continuar haciendo vida normal. Pero ya no puedes volver a la casa en la que vivías, solo tienes permitido pasar hoy para recoger tu equipo de misiones y las cosas de mayor valor sentimental y todo supervisado por los solados. El resto, tendrás que compártelo de nuevo.

Tras aquello, la acompaño a la salida y allí se encontró con dos caras conocidas, pero no se trataba ni de James ni de William, si no de Arturo y de Cassandra, su hermana. Ambos parecían preocupados por ella y se acercaron rápidamente hacia ella, preocupados.

- ¿Estas bien? - preguntó su hermana mientras la abrazaba, preocupada y con lágrimas en los ojos - ¿Qué ocurrió? - preguntó Arturo, con cara de preocupación.

El metálico estruendo hizo que Jay alzara de un sobresalto la cabeza y pronunciara una palabras ininteligibles. La primera visión borrosa a causa de los ojos legañosos fue la de un Alan sujetando dos sartenes, quiso decir algo al respecto pero su cabeza era incapaz de formular una frase completa con coherencia. En su lugar optó por secar con la manga del jersey la baba que colgaba desde sus labios hasta la barbilla. Frente a él se encontraba el libro sobre el artefacto y al cabo de unos segundos recordó que después de horas fue capaz de leerlo al completo. Los conocimientos adquiridos eran borrosos y era incapaz de recordarlo todo, pero la información más importante seguía ahí y la conclusión que pudo sacar de todo aquello era clara: Ignuss era el puto amo. ¿Un drogadicto masoquista que descubre sus poderes al querer dejarse consumir por las llamas? Qué tío... Sabiendo aquello y confirmando la localización que le había dado Alan ya podía olvidarse de leer nada más durante un buen tiempo. Se dio cuenta de que en la contraportada del libro también había rastros de su saliva pero pensó que al ser más grueso que una hoja no dejaría marca, así que no le dio real importancia. Quiso darse unos segundos más para despejarse, pero de aquello se encargó una muy familiar voz.

— Ya ves, al final voy a volverme un lumbreras. — Aunque a poder ser preferiría no volver a tocar un libro en lo que le restaba de vida. — Igual la compañía de un hombre podría devolverme a como soy realmente. — Dijo con una sonrisa burlona, levantándose de la silla y pegándose más de la cuenta a su propia réplica. Y de haber sido por él le hubiera gustado seguir con la broma —Tontear con uno mismo era uno de los placeres que poca gente como él podía permitirse —pero en cuanto la sombra hizo mención a las comidas que se había saltado su estómago rugió con fuerza, reclamando el ansiado sustento para mantenerle en pie tanto a él como a su réplica.

Así que con un objetivo bastante claro se dirigió a la cocina en busca de algo que pudiera calentar y empezar a comer en menos de diez minutos, a no ser que Alan le sorprendiera frente a los fogones preparándole la comida con un adorable delantal rosa con volantes. Algún día podría usar su habilidad para convertirse en la perfecta esposa, pero Jay dudaba de que aquella situación fuera a darse en ningún momento.

Suspiro profundamente cuando escucho lo que le dijo el soldado, esperaba que tarde o temprano la liberaran, era demasiado evidente que ella no habría hecho eso,  pero el hecho de no poder volver a su casa le molesto, pero no podía hacer mucho más. Lo que si le animo un poco fue ver a su hermana y a Arturo fuera, respondió el abrazo de su hermana de la misma forma y le acaricia la cabeza mientras le dice:

• No te preocupes estoy bien… ¿y tu, como estas?

Después mira a Arturo y le empieza a contar lo sucedido, a fin de cuentas eran las dos personas en las que más confiaba:

• Realmente es un poco complicado… y no lo vayáis contando por ahí para no asustar a la gente, pero… anoche intercedí en una pelea querían prácticamente linchar al chico que puede leer las mentes, le protegí y le lleve a mi casa para que pudiera estar a salvo ya que estábamos al lado, pero cuando me desperté por la mañana estaba cubierta de hielo y cuando fue al salón tanto ese chico como los que le amenazaron también estaban allí muertos y congelados y un tipo encapuchado trato de atacarme, era el que los había matado, por suerte llegaron as compañeros y le hicimos huir… supongo que todo lo de los soldados ha sido porque pensaban que había sido yo la culpable por estar en mi casa.

Poco le importaba que Yuuka la tachara de antipática mientras pasaba páginas del libro, mordisqueando un trozo de pizza. Al principio sólo halló información insignificante y pesada, nada de interés, detalles de cómo había sido la vida de esos dos gemelos antes de que llegaran las bestias. Brooke no tardó en saber cada cuántas páginas tenía que volver a echar un vistazo para ver si por fin habían pasado a algo importante.

Fuerzas políticas, blablabla, héroes y villanos peleando, blablabla...Bestias. Frunció el ceño mientras se explicaba cómo habían escapado de las bestias a costa de permitir que los demás cayeran. Otra persona habría encontrado esa actitud despreciable por no tratar de salvar cuantos más mejor pero a ella le parecía de lo más humana. Las personas estaban llenas de principios morales que incumplían a la mínima, por lo menos ahí estaba una muestra de realidad sin maquillaje.

- Mmmm - musitó para sí al terminar la historia a la vez que prendía uno de sus cigarros.

Aquello suscitaba muchas preguntas. Para empezar, ¿quién había sido el biógrafo? ¿de quién habían sido los brazaletes en primer lugar? ¿habría alguna posibilidad de que siguieran vivos? Y si lo sabían todo...¿por qué no detener a las bestias? Vale que no salvaran a la gente cuando era cuestión de vida o muerte para ellos también pero cuando a ellos no les importaba... Además, ¿por qué Alejandría? Y la pregunta más importante...

- Oye tú, ¿dónde está Alejandría?

Tras un desayuno tardío, todo parecía estar muy tranquilo ¿Dónde estaría el resto? Alan por su parte era difícil saber si estaba ocupado haciendo cosas en su habitación y saliendo de vez en cuando o solo se aburría y se impacientaba por ir ya de misión, la teoría no era lo suyo, todo era mucho más fácil si iban, tomaban el bastón y se iban, finalmente, acabó acercándose a Jay.

- Y bueno ¿Ahora qué? Vámonos ya de aquí, ¿No? Llámalos y vayámonos de viaje, estar buscando a alguien que puede que ni aparezca es una gran tontería y si es un espía de Viper, probablemente se muestre él solo así que, ¿no sería más fácil tenerle una sorpresa para entonces?

La paciencia no era su fuerte a pesar de que estaba completamente relajado mientras fumaba algo que por su aspecto y olor, probablemente no sería tabaco, o al menos, solo tabaco.

Tanto Cassandra como Arturo comenzaron a preocuparse a medida que Alex iba avanzando en su historia, aquello no era para tomárselo a broma el que matasen a gente en su casa, y más peligroso si había sido solo una persona. Arturo estaba muy preocupado y antes de que Cassandra pudiese decir nada, comenzó a hablar él.

- Vente a mi casa, allí te mantendré segura, no te preocupes, con mi compañero de piso es imposible que nadie se acerque a menos de cincuenta metros sin que él lo sepa, puedes quedarte allí hasta que encuentren a ese maldito psicopata.

Cassandra se quedó sorprendia, ella misma iba a ofrecerle lo mismo por lo que se quedó mirando a Arturo unos segundos, luego miró a su hermana, si no fuese porque estaba preocupada, le habría dado unos codazos amistosos, pero sin pensar en aquello simplemente añadió.

- Yo también voy, si puede matar a varias personas a la vez no hay que infravalorarlo, cuantos más, mejor.- Ninguno de los dos parecía dispuesto a dejar sola a Alex bajo ninguna condición.

Yuuka, que se había quedado dormida, se despertó de golpe y miró algo aturdida en todas direcciones - ¿Alejandría? - ordenó sus ideas unos segundos, no era muy estudiosa de por sí, pero en aquella situación su cerebro estaba funcionando más despacio, pero tras unos segundos para situarse y entender la pregunta, respondió.

- Esa ciudad fue destruida hace mucho ¿No? Está en los libros de historia pero ni si quiera se sabe cómo era en realidad. En teoría estaba cerca del mar y del rio, por lo que tendría que estar en donde desemboca el Nilo, ¿No?

Se sonrió a sí misma, orgullosa de su razonamiento y entonces se dio cuenta de que, si Brooke preguntaba por un lugar es que ya sabía por dónde ir, por lo que comenzó a estirar los músculos - ¿Nos vamos ya entonces? Cuanto antes ¡Mejor! Aunque tenemos que pasar por mi casa a por mí equipamiento, que voy con lo básico ahora mismo.

Estar encarcelado era frustrante, no había hecho nada malo como para estar en una situación así pero allí estaba y no tenía escapatoria. Por suerte tenía el libro que Jay me había dado, el tiempo que estaría en prisión no sería tiempo malgastado, pues lo aprovecharía para leer y ubicar la famosa armadura que me ayudaría a detener a Viper. 

Tras aquello descubrió el poder que tenía, podía aumentar la gravedad a su alrededor, y aunque a ella también le afectaba, llegando incluso a tumbarla en el suelo al usarla, usó el poder para limpiar la ciudad

Es justo lo que necesito para hacer la diferencia, ésta armadura podría poner fin a la impotencia que siento para cambiar la situación.  

Turquia, allí fue donde se fue a vivir y transformó el mausoleo de Halicarnaso en su casa, un lugar donde nunca nadie podría acceder con un escudo de gravedad y donde fue vista por última vez hace años. Aunque probablemente esté muerta, el poder de la armadura protege el sitio y sus seguidores, convertidos en una secta, protegen la ciudad que construyeron a su alrededor y el propio mausoleo con sus vidas.

Como imaginé no será tan fácil, habrá que superar a esos fanáticos si es que quiero llegar a la armadura y quizás a la mismísima Lunion si es que la leyenda es cierta. 

Ya sabía que tenía que ir a Turquía, ahora el asunto era no permanecer más tiempo en prisión, debía encontrar la manera de salir de allí aunque me volviera un fugitivo por ello, yo sabía que lo que iba a hacer era lo correcto por el bien de todos. 

Después del desayuno Jay se recompensó a sí mismo con una rápida ducha. Antes de meterse bajo el agua trató de convencer a su sombra para que le lavara la espalda para ganar tiempo, pero ésta se negó con un tajante "ni de coña". Tal y como se prometió a sí mismo el baño fue realmente rápido y solo llegó a enjabonarse la cabeza, con los restos de jabón que caían por el cuerpo sintió que ya era suficiente, y si no lo era lo compensaría con una ingente cantidad de desodorante. Y una vez se había secado, embadurnado con dos tipos de desodorante —Uno de bola y otro de spray— y vestido un impaciente Alan acabó acudiendo a él con ganas de acción.

— Por mí genial, no quiero estar dando más vueltas paranoico por la ciudad. — Por un instante el olor a porro le distrajo, pero pronto centró su atención en el teléfono móvil para revisar si tenía algún mensaje nuevo y a quien podría contactar para que les acompañarán. En su lista de contactos solo figuraban los números de Rachel y Alex.

— ¿Llamo a Rachel o a Alex? — Preguntó, pero antes de recibir una respuesta ya había empezado a llamar a su compañera pelirroja. Con un poco de suerte Yuuka también estaría con ella y con algo más de suerte su hermana Nataly o bien la acompañaría o al menos no trataría de detenerla.

Agotado tras leerse el libro y mientras pensaba en su siguiente movimiento, James se quedó dormido y fue el sonido de la puerta de su celda le despertó de golpe. Por un momento pensó que irían a soltarlo tras tenerlo allí toda la noche por castigo por intentar rebelarse, pero cuando abrió los ojos descubrió que al parecer tenía un nuevo compañero de celda que estaba dando golpecitos a los barrotes con un palo haciendo un molesto ruido.

- ¿Te he despertado? - preguntó curioso, como si fuese la primera vez que se percataba de la presencia de James. Era la primera vez que James veía a esta persona, no le resultaba familiar su rostro - Que mal esto de estar encerrado - miró entonces el libro de James - Parece de lo más… ¿Interesante? No descansas ni en la cárcel ¿Eh? Y todo para acabar muriendo todos por aquellos a los que como se te ocurra mirar te meten aquí…

Sacó un pequeño puñado de gominolas de su bolsillo y agarrando una con dos dedos se la metió en la boca y se la tragó. Entonces pareció desaparecer para aparecer de pronto en el pasillo de al lado, libre de encierro - Bueno, yo por mi parte no tengo planeado quedarme aquí a vivir a salvar unos simplones que me tratan como un arma - se apoyó en la celda - ¿Qué planes tienes tú? ¿Esperar a ver si te salen raíces, a que te perdonen y les lamas el culo o esperar a que sea tu novia la que la palme?

Jay, tras comprobar que nadie había intentado contactar con él, comenzó a llamar a Rachel, que respondió más para evitar el ruido del móvil que porque quisiera responder - Mierda… con las prisas no lo apagué… - pensó maldiciéndose a sí misma.

- Eeeeeh, hola Jay - respondió hablando alto, el sonido de los motores de lo que probablemente sería un Jet se escuchaba de fondo - Mi hermana y yo estamos un poco… ¿Indispuestas? Bueno, vale, nos hemos adelantado y estamos en territorio de bestias ¿Vale? Ya te contaré cuando volvamos.

Tras aquello y sin escuchar lo que Jay quisiese decirle, colgó el teléfono y lo apagó. Parece ser que ambas habían decidido ir por libres y a saberse con quien más se habían ido.

Jay abrió la boca tratando de decir algo, pero tanto Rachel como el rudio de unos motores le obligaron a callar. Sin darle ni la más mínima oportunidad de hablar su no-tan-compañera-pelirroja le confesó que se habían escabullido ya en tierras de bestias para seguramente ir a por alguno de los artefactos. Se quedó en esa posición durante unos segundos hasta que asimiló lo que acababa de pasar.

— Será hija de puta. — Murmuró para sí mismo, pero Alan pudo oírle perfectamente. — Rachel ya se ha ido por ahí de juerga. Seguramente su hermana ha ido con ella. Y si Nataly está por ahí también estará Brooke y quizá el chico al que trataban como a un perro. — Miró de nuevo su teléfono móvil y marcó el número de Alex. — Como sea, ve preparando tus cosas, nos espera un viaje a las islas de Rodas, ¿no? 

Dicho eso se fue en dirección a su habitación para recoger todo aquello que pudiera necesitar durante el viaje.

Los minotauros en la primera prueba, externa incluso a la pirámide. Nataly observó el poblado en silencio, escuchando a los demás. Estaban de acuerdo en que debían pasar aquella barrera de día y que habría que crear una distracción. 

- Mmmm...

Estaba pensando. Había bastantes estrategias que se le ocurrían, pero todas parecían peligrosas. Además, no quería dejar a nadie atrás. Todos serían necesarios en el interior de la pirámide. Por un momento se le ocurrió que Rachel jugara con su poder, de ese modo podría distraerlos si es que había algo orgánico útil en aquel poblado. Pero, ¿y si era descubierta y se acercaban a ella? No tendría poder ni destreza suficiente para librarse de todos esos minotauros.

Por otro lado pensó en Frank y sus explosiones, pero recordó que "solo" podía estallar su cuerpo y que además eso le dolía una barbaridad. A pesar de regenerarse, quedaría muy débil para salir de una emboscada cuando los minotauros dejaran de asustarse. 

Y el último de los planes que no sería complicado en sí, de no ser porque tendría que pedirle a Astrid algo que seguramente no le gustara. 

- El mejor plan que se me ocurre para no dejar a nadie atrás y pasar sin problemas es que intentemos pasar desapercibidos y si somos descubiertos que Astrid use su voz.- Miró a los demás antes que a Astrid. Le daba miedo porque no sabía cómo iba a reaccionar. Pero finalmente fijó la mirada en ella.- Deberíamos ponernos protección en los oídos antes de llegar, te quitas la máscara y podrías dejarlos KO sin problemas. Así podríamos llegar los cuatro a la pirámide sin necesidad de perder a nadie por el camino.

Alex escucha lo que dicen los dos y les mira mientras saca su móvil tenía que ver si había recibido alguna llamada o algo:

- Gracias Arturo, supongo que no puedo volver a mi casa, Casandra tu ten mucho cuidado porque no sabemos quién puede ser ese tipo y si, es muy poderoso por lo que, si alguien te ataca no luches sola contra él y escapa lo antes posible a algún lugar con más gente, no te intentes hacer la heroína.

Le dijo a su hermana bastante preocupada mientras leía los mensajes del móvil, se queda unos momentos pensando y finalmente dice:

- Arturo, quien es tu compañero, ten en cuenta que Nicolai no pudo detectarlo... Bueno, o eso creo.

Decía mientras escribía un mensaje de vuelta

Perdona no he podido responder antes, ¿habéis averiguado algo más?

Lo del Nilo le sonaba ligeramente aunque Brooke nunca había demostrado mucho interés en materias como Historia o Geografía. ¿Para qué? Estaban confinados a una pequeña zona del globo terrestre pero aún así, ¿de qué servía distribuir el territorio en países o ciudades que ya no existían? Que hubieran mantenido esa forma arcaica de referirse a las regiones era algo que no entendía y que siempre le había parecido inútil. Algo semejante le pasaba con la historia.

- Eso está en... - pensó un momento -. ¿Egipto? - ¿ahí no era donde había esas pirámides super antiguas? Bueno, o donde había habido esas pirámides, a saber qué habría ahora. ¿No era donde iba Nataly? -. ¿Se supone que te enchufas conmigo otra vez, fierecilla? - ahogó un suspiro pero luego se encogió de hombros. Mejor ella y el perro que el idiota -. No sé si dejar al intruso aquí es la mejor idea.