Partida Rol por web

En un rincón mastico la comida en silencio, disgustado. Mi actuación en el combate ha sido miserable, me siento viejo e inútil, y no entiendo qué mierda de dios puede haberse interesado en un deshecho como yo.

Intento relajarme un poco con los pescadores y, desde mi esquina, presto atención a su respuesta a las preguntas de Abdala.

Agradezco a los pescadores sus halagos, no es para menos, ahora mismo me siento una heroina capaz de cualquier cosa.
Crecida por el combate se me ocurre una idea.
-Yo tambien tengo curiosidad por saber que era lo que sacaban del rio, es mas, creo que voy a volver a preguntarlo.- fijo la mirada en Takeshi- Quiero que me acompañes. Estaremos de vuelta para ir a ver al sacerdote.

Takeshi intenta dejarles todo el mérito a sus 3 acompañantes. Con un perfil bajo y callado, mirando a sus 3 compañeros cada vez que le preguntan por algo, sin hablar mucho. Tanta atención el perturbaba y le ponía nervioso. No era de extrañar que cuando Ludovica le dijo de acompañarla a preguntar por aquella extraña estatua, Takeshi se puso de pie enseguida. Se veía que tenía ganas de salir de toda aquella festividad.

Takeshi, obediente como siempre se pone en pie y acto seguido hago lo mismo mientras mastico y trago el ultimo bocado.
-No creo que tardemos mucho. Quiero saber que estan buscando y que es lo que sacaban. Sin decir nada mas salgo de la cabaña y busco un lugar donde cambiarme de ropa. Lavar y conservar mi ropa de noble fue un acierto. Despues de acicalarme, me pongo en camino junto con el sirviente rumbo al rio.

Nos dirijimos hacia el lugar donde los lunares sacaron la estraña estatua. Una vez alli, busco con la mirada a alguna persona que tenga pinta de dirigir o mandar a los demas.

Mezclarme con la gente y sacar información siempre había sido algo natural como mayordomo. No era una obligación, ni algo inherente en su calidad de esclavo, más bien sus funciones como mayordomo siempre le hacían hablar, cotillear, para informar a sus amos de cualquier cosa que pudiese ser de su interés. A veces no era nada más que una bajada de precios en algún producto, otras veces era que un simple mercader con telas exóticas visitaba la ciudad, pero a veces, los chismorreos le habían llegado a proporcionar información muy interesante.

- Señora, si me da 10 minutos, intentaré sacar algo de información de los plebeyos. Normalmente son menos discretos en estos temas.

Con esto, salgo a la "caza" de información. Intentando no llamar demasiado la atención, y sin mostrar mis manos, intento meterme en una conversación mundana en la que pueda decir algo y con tacto saco el tema del río que nos ocupa.

Los pescadores parecen sentirse tan seguros a vuestro lado que a pesar de que Ludovica y su sirviente oriental acaban de marcharse sin dar demasiadas explicaciones, éstos hablan y rien sin miedo, dejando oir sus críticas al imperio lunar, al señor de Corflu y a loscomerciantes Esrolianos que atracan continuamente en el puerto.
Por lo visto los habitantes primitivos de Corflu eran de origen orlanthi y otras pequeñas culturas nomadas que se asentaron en el lugar para aprovechar sus recursos. Después llegaron los lunares e hicieron de Corflu la pequeña ciudad que es ahora, mucho más segura y ordenada, aunque la sangre orlanthi de los pescadores les impedía tener buenas relaciones con ellos.
Una vez Corflu s ehabía convertido en un punto de acceso comercial importante para la ciudad de Nueva Pavis, comenzaron a llegar barcos de Esrolia y sus tripulantes no trataban con demasiado afecto a los nativos. Lentamente las tensiones comenzaron a crecer hasta dejar a los nativos en una incómoda segunda posición, lo cual unido a la escasez de pescado ha convertido a la zona de los muelles en un pequeño polvorín que en cualquier momento podría estallar en una rebelión.
Todo ello en conjunto os hace comprender el porqué de su admiración hacia vosotros, ya que a pesar de todo los pescadores se veían abocados a luchar una guerra que no podían ganar. Ahora que habéis aparecido, parecen convencidos de que lo vais a arreglar todo por ellos.
En cualquier caso y a pesar del tiepo que pasáis con los pescadores, no parecen saber nada acerca de la actividad d elos lunares y las extrañas piedras en el río.

Cuando os acercáis a la zona donde han sacado la enorme pierda descubrís que no sois los únicos curiosos que se han acercado al lugar. Además de los soldados lunares, entre los cuales se halla algún oficial de alto rango y los tritonidos que trabaan en el lugar, se han acercado varios pescadores, así como marineros extranjeros que observan las operaciones que se realizan ahora a base de cuerdas, poleas y animales de tiro.
Lo que veis una vez el enorme bloque sale del agua y lo limpian un poco, es una gigantesca cabeza de aspecto monstruoso con una boca repleta de grandes dientes y un único ojo en el centro. Su aspecto es realmente amenazador y por el tamaño podríais pensar que la estatua al completo mediría cientos de metros.

Husmeando por ahí te encuentras con un grupo de pescadores ya entrados en años que parecen discutir intensamente sobre lo que están viendo.
Aprovechando tus dotes para pasar desapercibido logras meterte en la conversación y a pesar de que hay múltiples teorías de qué podría ser esa enorme cabeza (desde que es la cabeza de un gigante real fosilizada hasta que es un fragmento de un dios muerto en la era de las tormentas), uno de los pescadores, el más anciano, dice algo que capta tu atención por su verosimilitud.
-Recuerdo que me contaba mi abuelo que cuando él era niño había en algún lugar cerca de aquí dos enormes pies de granito, uno a cada orilla del río. Contaba que según los ancianos de esa época pertenecían a lo que quedaba del Vigilante, una enorme estátua construida por los mismos dioses y que controlaba los barcos que salían al mar. Según contaban, era capaz de juzgar si éstos eran merecedores de salir al mar y si no era así, los destruia con sus colosales brazos.
Por supuesto, tal teoría no queda exenta de protestas y preguntas, como dónde esta´n los restos de la estatua si tan grande era y porqué no han encntrado restos de barcos hundidos en el delta, pero a pesar de eso, el cuento del viejo sigue siendo el más lógico de cuantos escuchas.

Me acerco con seguridad,directamente hacia el oficial y me presento como la sobrina del mandamas del pueblo.
-Soy Celina Tolkazzi, he oido que estabais trabajando aqui y mi tio me ha autorizado para venir y echar un vistazo, siempre es bueno tener una version no oficial de como van los trabajos. -lo miro con aire autoritario y sonrio levemente al oficial- -No se si eso es lo que estabais buscando, que es esa estatua que habeis sacado? Esperais encontrar algo mas? A mi tio le gustara saber que me has atendido bien.
Despues de hacer varias preguntas espero a que el oficial responda.

Me extraña que no aprecien mis servicio de explorador, pero creo que esos dos pueden hacer grandes cosas juntos, se mueven muy rápido en combate.
Me va a sentir bien que los pescadores me aleguen y me cuiden.
Habrá que emborracharse un poco con el amigo Fiddler y hablar de nuestras batallitas.
-¿Me pueden echar más de ese licor tan rico?

Escucho a los pescadores, un poco preocupado por el papel que parece habernos deparado el destino. Los lunares llevan ya tanto tiempo en Prax que parecen parte del paisaje, así que supongo que me había vuelto realista al respecto. No puedo evitar pensar qué diría Ludovica sobre los comentarios de esta gente.

- ¿Y cuál creéis...? -toso un poco- ¿que va a ser nuestro próximo movimiento?

Miro nervioso las marcas de mi mano. Me da la sensación de que son estas cosas las que nos están llevando de un lugar a otro, como siguiendo un camino predefinido... como un entrenamiento o algo así.

El soldado lunar al que te diriges parece ser un oficial de bajo rango y te mira sorprendido, aunque no se atreve a contradecirte.
-Si, señora Celina... Todo va según lo previsto. Hemos localizado varias partes del Vigilante y en cuanto las tengamos todas, comenzaremos con la reconstrucción. Siento no poder darle más datos sobre el proceso, pero eto será cosa de los hechiceros que vengan de Pavis. En cualquier aso puede informar a su tio de que no hay contratiempo alguno en el trabajo.

Mientras Abdala disfruta de las comodidades que os ofrecen los pescadores, Fiddler parece más preocupado por el extraño giro que ha tomado su vida en estos últimos dias y trata de indagar sobre cómom actuar a partir de ahora.

-Deberíais escuchar al reverendo Sa'Ar. Él sabe más que ninguno de nosotros y además tiene esas... Visiones. Si el reverendo no sabe cual es vuestrod estino, nadie lo sabrá, excepto los dioses quizás.

Tras las averiguaciones me voy en busca de Takeshi. Espero que no ande muy lejos. En la cabaña deben estar impacientes por que regresemos.

-Vamos a ver que nos dice este reverendo antes de que nos emborrachemos más.
Este licor es fuerte y hace tiempo que no consumo alcohol, no tenía mucho que celebrar.
-¿Vienes conmigo Fiddler a ver este reverendo? Estas runas me están matando.
Me preparo para salir de la cabaña.

Me rasco la barba pensativo.

- Creo que será mejor esperar a los demás e ir todos juntos...

Una vez descubierto todas aquellas opiniones, me reservo y despido de los presentes cordialmente.

Tras esto, voy a buscar a mi señora para dirigirnos de nuevo a la cabaña.