Partida Rol por web

Aunque mi idea era buscar información en otra parte menos peligrosa, al fin y al cabo estamos aquí y el chico se presta voluntario.

Me encojo de hombros.

- Tu funeral, amigo -me meso la barba evaluando su tamaño- Creo que deberíamos atarte una cuerda a la cintura para subirte rápido si tuviéramos un problema...

Asiento con la cabeza, pero intuyo que tendremos que tirarnos al agua para combatir con nuestras fuerzas y nuestras marcas a la criatura.
-Esto va a ser difícil, pero parece que las marcas nos han traído aquí y creo que aquí ha acabado el viaje.
Cojo mis armas y preparo para lo que haga falta.

Sonrió, miro al frente y dejo que el aire se escape entre mis dientes lentamente. Acomodo cada una de las piezas de mi armadura, acaricio mi escudo y mis pendientes, hago girar el martillo un par de veces, compruebo que tenga la cuerda bien atada a la cintura. – Mi padre solía decir que en la vida no hay victorias, solo la batalla, y que a lo mejor a lo que podía aspirar era encontrar un sitio en el que pelear, este es mi sitio y estoy orgulloso de que sea vuestro lado. Si no vuelvo, prended el pozo, será mi pira funeraria.

Con el máximo cuidado desciendo lentamente, estrato a estrato, contando el número de criaturas que habitan la estancia, observando sus movimientos, buscando una senda libre hasta el pozo. – si se necesitara la fuerza conjunta de las tres runas de la armonía espero que puedan enviarme su fuerza a través de la cuerda – Con el pelo de punta, escucho el sonido de la arena al deslizarse a cada paso firme, noto el balanceo de las criaturas -  Si algún dios no asiste hoy en esta hora oscura…¡Sé mi valedor, yo seré tu arma!.

Si encuentro el espacio iniciaré una carga contra el lago para descargar contra él, con mi martillo, todo el poder de las runas de la armonía, como cuando forjaba espadas sobre el yunque para la milicia de Ronegarth.

Las pequeñas criaturas de la parte exterior del pozo parecen ponerse nerviosas ante la presencia de Gornak, peor no s emuestran hostiles. No es hasta que un par de ellas caen al agua y parecen ser arrastrada sal fondo por algún tipo de fuerza cuando parecen enloquecer y dirigir su atención hacia el recién llegado, atacando con sus pequeños dientes y garras.

Los pequeños engendros no son rivales para un guerrero como Gornak, pero su número les convierte en una amenaza a tener en cuenta. Al principio practicamente se dejan matar, pero a medida que éstos se ponene nervisos parecen contagiarse de un estado de furia rabiosa y comienzan a lanzar dentelladas y arañazos que el guerrero apenas puede contener. Las armas arrojadizas de Abdala y Fiddler impiden que Gornak sea totalmente superado y la batalla se prolonga a medida que aparecen más y mas criaturas para sustituir a las que han caído derrotadas o simplemente se han sumergido en el agua oscura del pozo, la cual cada vez se agita más, como si algo estuviese hirviendo en su interior.
Finalmente cae el último enemigo y Gornak, auqnue solo ha sifrido heridas superficiales, está agotado por el ejercicio. Es hora de respirar porque algo parece que va a aparecer en cualquier momento.

- ¡Sea lo que sea lo que salga por ahí podemos vencer! Aun puedo resistir, pero seria bueno poner en aprietos lo que salga para que no pueda atacarnos con todas sus fuerzas.- Preparado, guardo silencio para recuperar el aliento después del combate.

Hago una mueca y escupo a un lado. El chico está agotado, salta a la vista, y no parece que vaya a ser rival para lo que sea que aparezca por el pozo.

Ha llegado el momento de hacer valer estas canas. Y esta armadura. Y este escudo. Con un solo enemigo lo que sea que surja del agua podrá centrarse en él, pero siendo dos tal vez desviemos su atención.

Preparo mi lanza y apresto el escudo y me tiro donde está el chaval.

- Creo que necesitas un poco de ayuda con lo que sea que vaya a salir, muchacho -justo antes de saltar giro la cabeza y aviso a Abdala- ¡Cúbrenos, cazador!

De pronto algo emerge del agua.
Algo oscuro y terrible más allá de vuestra imaginación.
Al principio está tan cubierto de agua espesa y turbia que cuestra distinguirlo, pero cuando lograis ver lo que es, se os hiela la sangre.
Se trata de una criatura humanoide de gran tamaño, aunque sus piernas (o lo que tenga ahí) están sumergidas en el pozo. La parte superior se asemeja vagamente a un humano retorcido y degenerado, con una enorme boca repleta de dientes y brazos terminados en garras. Varios tentáculos aparecen y desaparecen de su cuerpo, restallando como látigos.
Su boca emite un rugido que termina en una palabra que os resulta familiar:
-¡Pocharngo!*

La montruosa criatura se lanza contra Gornak, por ser éste el primer blanco a la vista.
Con un gorgoteo demente lanza un manotazo contra él, esgrimientdo unas largas uñas afiladas como espadas y que supuran algún tipo de sustáncia viscosa.

Tengo que tomar la iniciativa porque el chaval está cansado de tanto batirse. Doy varios pasos laterales e intento acorralar a esa extraña criatura. Espero que el leve fulgor que emana de mi marca y parece extenderse a mi alrededor sirva de algo contra ese engendro de la Corrupción.

- Intentad que esa criatura no os toque -gruño- Eso que ha dicho no es muy halagüeño

Mierda mal momento para fallar.
Tendré que echar el resto.

Vuestro primer ataque resulta estar bien coordinado y mientras que Fiddler distrae a la masa de tentáculos que emergen de su cuerpo, Gornak se concentra en evitar sus garras y contraatacar.
A pesar de que elnataque de Abdala falla, parece que lleváis cierta ventaja, hasta que Oll parece crecer ante vuestros ojos.

El monstruoso humanoide parece enfurecer al recibir el primer golpe. Sus facciones pasan de la furia a la locura mas absoluta y con un chillido hace que de su cuerpo surjan más tentáculos.