La aparición de Gonzalo resulta providencial. El maléfico peregrino había conseguido deshacerse de los ataques de Hicham pero, cuando ya le tenía en su punto de mira y estaba a punto de acuchillarle igual que lo hizo con el judío, una brutal estocada del cazador con su espada en la parte de los riñones le hace tambalear y, finalmente, desplomarse.
Después de perder unos segundos en recuperar el aliento, todos miran a su alrededor, asustados, sin saber de dónde podrá venir el siguiente envite del destino ni si la siguiente vez será la última. Todos se miran con desconfianza sin tener muy claro qué hacer o qué decir. La noche es cada vez más opresora y una sensación de miedo y descontrol invade las mentes de todos los presentes.
Mientras tanto, los monjes siguen cantando.
Tomás ha aparecido también de entre las brumas.
Hicham al ver como el peregrino cae, corre en auxilio de su compañero y ya amigo Abraham.
Se agacha a su lado y apresurado saca de su bolsa vendajes y un poco del ungüento que había usado con el peregrino.
-"Tranquilo amigo, no es nada, te recuperarás enseguida"
Comienza delicadamente a limpiarle las heridas y cerrarlas con vendaje, despues de haberlas cosido.
Tiro primeros auxilios o algo?
Sí, claro, tira. Pero quiero que quede claro que eso que quieres hacer no es un chiki-chak de dos segundos y te costará un buen rato coser las dos puñaladas que lleva Abraham, curarlas y vendarlas.
Tirada: 1d100
Motivo: Primeros Auxilios Abe
Dificultad: 90-
Resultado: 78 (Exito)
Ya supongo que no sera un "sana sana culito de rana...", el tiempo es lo de menos lo importante es que quede bien :D
-¿Por fin creéis lo que os dije?- pregunta Tomás furioso-. Pues espero que las cuchilladas os sirvieran bien.
Se adelanta y agarra a María de un brazo.
-Y ahora, mi señora, ¿nos haréis el honor de contarnos a qué tanta prisa con meternos en la iglesia? Está claro que aquella mujer discrepa sobre la buena compañía de los curas.-señala a Sara.
Abraham se queda totalmente desorientado sobre las palabras de Tomás, ¿qué tendrá que ver un loco ladrón que les ataca con la absurda idea de que los edificios se están comiendo a la gente? Realmente ha sido el uso más estúpido del "Te lo dije" que ha visto en su vida.
La nube del dolor que le invade no experimentaba el más mínimo alivio gracias a los cuidados de Hicham y sentía que el mundo daba vueltas a su alrededor. Parecía rodeado por la insania, entre la guardesa increpando contra los monjes, los extraños María y Gonzalo que buscaba la protección de los mismos, las aseveraciones de Tomás, el agua convertida en sangre y el poseído peregrino probablemente castigado por robar en la Iglesia. El mundo racional se precipitaba con rapidez a su alrededor y parecía caer en un agujero oscuro y profundo.
-Eh tú, especie de babosa caminante. No se te ocurra volver a hablar así a la señora en lo que te queda de tu triste vida, que puede ser muy poco, por otro lado. Nosotros hemos salido de la protección de la iglesia para ver si corríais peligro, tanto vosotros como Sara, a la que escuchamos gritar, y nos hemos enfrentado a esta criatura mientras tú estabas quién sabe donde. Así que modera tu lenguaje o te cortaré la lengua.
Digo en un arrebato de furia, totalmente fuera de mí tras el combate con este ser de las sombras, y ardiendo de rabia al escuchar al supuesto escolta, que no sería capaz de proteger ni a los parásitos de su mismo culo.
-Mujer -digo dirigiendome a Sara-. Explícate. Qué es eso de que los curas son los culpables de todo, allí solo hacen rezar.
María se ha zafado de un tirón de la mano de Tomás, fulminándolo con la mirada ante tamaña osadía. Iba a proferir una respuesta indignada, cuando Gonzalo lo ha hecho por ella.
-Más vale que tengáis una buena razón para justificar vuestro desvarío, Tomás, porque este comportamiento sólo presagia algo tan malo como lo que nos rodea. ¿Acaso estáis poseído también? Y se persigna, intentando (ya ha quedado claro anteriormente que del todo inutilmente) apartar de ella al maligno. Y responded a lo que se os ha preguntado, Sara. Esta tarde os pregunté por los monjes, os dije que me parecían obrar extrañamente, y, sin embargo, dijísteis que no era así, que los considerábais hombres santos. Ahora no... ¿mentís ahora, mentíais antes, o algo habéis descubierto...? ¡Hablad!
Ellos rezan.... siiiiiii.... ellos están rezando.... pero al Diablo...
Para todos es evidente que el estado, tanto físico como mental, de Sara es deplorable y que no está en condiciones de razonar demasiado ni de mantener una coversación demasiado coherente.
Mientras Gonzalo y María se enfrentan a Tomás, el curandero se afana por intentar taponar las dos heridas profundas que ha dejado el peregrino en la espalda de Abraham. Le hace quitarse sus ropas y con unos paños de gasa que portaba y unas vendas cubre las heridas de la mejor forma de la que es capaz.
+1 de vida, Abraham y eso es lo que hay hasta que no descanses.
Yo, como Dama, sé que el canto gregoriano que me has puesto es perfectamente pío y "católico". ¿Eso lo detecta también María? Es decir, si esos monjes están rezando al diablo, no pueden usar oraciones de culto normal, no? Y lo que anteriormente me has dado como letra de los cánticos, la traducción del latín (que ella domina bastante bien) también es de contenido sacro normal, ¿cierto? Digo, que por lo que María sabe, Sara está claramente en un error... ¿lo confirmas?
-Por lo más sagrado -digo poniendome verde en un momento-. Ahora vuelvo, necesito... evacuar y en seguida.
Con esas pocas palabras cojo el recodo más cercano, y en cuanto un muro me quite de la visión de resto...
bajada célere de calzón y plantación de pino, para volver junto al resto lo antes posible.
Hazme una tirada de latín.
(Por joder básicamente)
Tirada: 1d100
Motivo: Latín
Dificultad: 65-
Resultado: 47 (Exito)
¡Serás jodío!
:D
(Conste que ya la tenía hecha, y pasada...)
Tomás fulmina con la mirada a Gonzalo cuando este se da la vuelta. Ese niñato no sabe con quien se está metiendo. Mientras se va, contesta a su señora con voz gélida por el desdén.
-No sé si lo habéis oído, pero lo que viene a decir la guardesa es, una vez más, que los monjes tienen la culpa. Ahora bien, si no habéis querido contestar a mi pregunta quizás es porque vos estáis de acuerdo con esos rezos.
-Si me permitís, creo que yo también necesito evacuar.
Se da la vuelta y se va sin más.
Como considero que mi personaje no se anda con chiquitas, voy a seguir a Gonzalo, y cuando le vea agachado y vulnerable, le clavo la espada por la espalda.
Dime qué tiro.
María está bastante convencida de que lo que cantan los monjes no tiene ningún significado oculto, ni menciona al Diablo, ni es mínimamente impío.
Ah, esa tirada era para otra cosa ;)
Hicham se sienta al lado de Abraham e intenta incorporarlo un poco, con cuidado para no abrirle los puntos que le acaba de coser.
-"Se que duele...tranquilo, a ver si puedes ponerte de pie y apoyandote en mi llegar hasta el comedor"
Ayuda al pobre Abraham a levantarse con mimo y cuidado sin prestarle la más mínima atención a ninguno de las personas que allí estaban.
Lo dicho quiero ir a cubierto hacia el comedor o la cocina.
María se gira hacia Gonzalo, y luego hacia Tomás. Ambos se han ido corriendo, con aspecto enfermo, y, según han dicho, a evacuar...
-Creo que algo han comido que les ha afectado. Y lo mismo cabe decir, ahora que lo pienso... de...
Mira a los conversos con algo de recelo. Y sin añadir palabra, se da la vuelta, y se va corriendo.
Retrocede, corriedo, hacia la Iglesia. Busca, desesperadamente, una puerta por la que entrar...
Pues eso. Sí, sola. Ahora ya no me fío más que de los Monjes, errada o no.Pero sé que sus cánticos son píos, así que, busco de nuevo su protección. Hay más puertas para entrar en la Iglesia, las he visto cuando estaba dentro, así que las busco.