Partida Rol por web

El Segundo Advenimiento.

1. El Monasterio de Caedus - Orígenes.

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23/08/2012, 15:48
Aclamado Director

El hombre, por alguna razón, estaba cubierto por diversas runas marcadas con tonos oscuros y apagados. Danzaban a su alrededor, contoneándose. Parecían alguna especie de protección sobrenatural, sin embargo, no parecían tener sentido sentido alguno, si bien era cierto que parecían seguir algún tipo de patrón.

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23/08/2012, 15:51
Leona

Leona iba a adelantarse y ocupar su asiento en la mesa de profesores, pero en el umbral de la puerta de aquella sala de estar, Dariel la detuvo con una pregunta. La mujer, pensativa, se mordió el labio, pero en seguida se puso en cuclillas para quedar a la altura del niño. Sus ojos estaban al mismo nivel, aunque las faldas de la mujer caían por el suelo como una campana, cubriéndolo.

En voz muy baja, con una sonrisa, le respondió. Mientras tanto, Dariel únicamente era capaz de mirarla a los ojos, como si lo tuviese atrapado.

- Significa... que tienes que averiguar con quien compartes misión sin que nadie más se entere. Pero aún así, no puedes hacer trampas- miró por un segundo el aire, sobre Dariel, pero no pareció encontrar lo que buscaba y volvió a mirar al chico-. Tengo entendido que tienes una amiga, Arleene- le sonreía, como si tener una amiga así fuese algo bueno-. No puedo verla, pero dile que no te ayude. Válete sólo de tus propios medios, ¿vale? Y sé bueno. Puedes espiar y ver lo que hacen tus compañeros, pero no puedes robarles su carta.

Cogió por los hombros al chico, lo giró en redondo, y con una palmada en la espalda le indicó que pusiese rumbo al gran comedor.

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23/08/2012, 17:34
Resha

Balanceaba los pies en el aire, rozando con la punta el suelo, las coletas turquesa se deslizaban por la espalda colgando desde el asiento hasta el suelo casi. Sus compañeros de carruaje, aunque algo extraños, eran relativamente silenciosos y estaba casi segura de que el otro grupo de niños no se habían enterado  de que habían entrado tras ellos  a la sala de la señora Lea ni de que habían salido antes.

Había elegido el último asiento, lo más alejado posible de la niña que le daba miedo y entonces los niños del otro grupo llegaron. Sonrió abiertamente con algo de rubor en las mejillas e iba a decir algo cuando el señor mayor del parche habló, intimidándola en cierta forma, haciéndola encogerse un poco y girarse hacia él tan bruscamente que las coletas dieron a quienes tenía a ambos lados.

-...Su desconocimiento no exime de su cumplimiento, y el mismo está por encima de cualquier discusión- asintió con la cabeza Próspero-. Buen provecho.

-Buen Provecho-dijo con dulzura inclinando la cabeza con educación, entonces se giró hacia los niños del otro grupo y volvió a sonreír con una candidez abrumadora, única en los niños pequeños- ¡¡Hola, soy Resha!!-se presentó cantarina.

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23/08/2012, 18:46
Kael

Kael se quedó embobado mirando al hombre mayor, la verdad es que parecía ser el que dirigía todo... entonces escuchó una voz que venía de cerca de su mesa, era una chica que no había venido en el carruaje con ellos pero se les estaba presentando, y parecía simpática.

-Hola, soy Kael -dijo con voz alegre mirando a los demás compañeros, entonces decidió atacar el primero a la comida sirviéndose algo de fruta- la fruta siempre me recuerda a casa- dijo un poco cabizbajo y entonces decidió cambiar de tema.

-¿Qué os han parecido las clases que nos han presentado? yo me quedé estupefacto con la demostración de Leo, ¿y vosotros?

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23/08/2012, 20:29
Gilbe Klimb

Normas... Esto creo que es lo más importante que han dicho hasta el momento. Tendré que hablar con Theresia e informarme...

Se acercó a la zona desde donde Kael había hablado, esperando por el olor encontrar algo que comer... Al inhalar hondo encontró en el aire el menú del día, se decidió por el queso y el pan, no le traían buenos recuerdos pues pocas veces comía otra cosa que pan duro cuando vivía en los caminos, sin embargo los malos recuerdos eran los que le habían mantenido hasta ahora con vida, no se desprendería de ellos fácilmente...

Buscó a tientas la comida, se lamentó, si alguien miraba cómo movía su mano se daría cuenta... Decidió girar la cabeza hacia la niña que se había presentado y saludarle para que, para quien estuviera observándole, pareciera que no atinaba a coger la comida dado que no la estaba mirando.

- Así que te llamas Resha... - Por un instante pensó que Kael le estaba gastando una nueva broma y la comida no estaba allí, alargó su intervención -No ibas en nuestro coche, no estoy seguro de que podamos interactuar con gente de fuera de nuestro grupo. - Si sonó brusco no fue su intención, pero realmente le inquietaba el tema de las normas, no quería ser expulsado por culpa de una niña.

¡Aquí estáis! Cogio una de las hogazas de pan, rompió un trozo y lo acompañó con un trozo de queso. Ambos estaban increíblemente blandos, no les daban de comer sobras, se sentía algo aturdido...

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24/08/2012, 00:00
Richard Wivernfall

Mientras iban caminando no dejaba de darle vueltas a todos sus deberes nuevos.

- Primero las tareas para aprobar ciencia y forja, luego la mision de la señorita Lea. ¡Ahora nos dicen que los horarios y las tareas programadas iran cambiando cada poco! Oh, si, sin olvidar las normas de conducta, ojalá no sean muchas. Espero acordarme de todo. ¡Centrate chico, centrate!-o

Según foueron llegando al comedor cogió asiento por orden en la mesa justo al lado de Gilbe como había hecho este tras Kael.

A pesar de lo inquieto de su naturaleza Richard no se movió ni un pelo hasta que el señor Reinhold terminó de hablar. No sabía gran cosa sobre modales y saber estar, lo que puede conocer un niño de 8 años en ese campo. Pero lo que si tenía muy claro y lo había aprendido de sus padres es que nunca has de empezar a comer hasta que el anfitrión así lo autorice. Después de eso y viendo que todos empezaban ya a comer, se avalanzó sobre una manzana roja y brillante.o y le pegó un enorme bocado.

-Wuau, esta sabrosísima. ¿A ti no te gusta la fruta Gilbe?- Le preguntó a la vez que se inclinaba ligeramente sobre él para ver mejor con quién estaba hablando Kael. - ¿Le puedo dar un poco de comida a.....? mmmm... no me acuerdo del nombre de tu perro.-

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24/08/2012, 00:17
Richard Wivernfall

Aprovechó el acercarse a Gilbe para susurrarle al oído.

-Ahora que por fin estamos un poco a nuestro aire, cuando lleguen todos me gustaría comentar algo que me tiene preocupado sobre el grupo-

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24/08/2012, 10:34
Gilbe Klimb

Gilbe sólo había probado la fruta que encontraba en la basura o la que robaba en tiendas o árboles... Pocas veces alguien le había regalado una y comprarla estaba fuera de sus posibilidades... Si comiera una fruta delante de todos se sentiría como si le estuvieran viendo robar.

- Se llama Altaír, seguramente tendrá hambre, pero no le des pan, dale una manzana, es fresquita y le dejará buen aliento. A mí... Es que la fruta me sienta mal al estómago - mintió - Quiero estar fuerte por si todavía queda alguna otra clase. Por cierto, ¿sabéis si tenemos que hacer algo luego? 

- Tiradas (1)
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24/08/2012, 10:50
Gilbe Klimb

Al susurro de Richard contestó:

- Yo todavía no sé muy bien de qué va esto... ¿Va a haber clases que hagamos en grupo? ¿O simplemente hemos venido juntos? Porque entonces no sé que hace la niña esta aquí... ¿Tú sabes algo?

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24/08/2012, 11:21
Ace Velvet

 

El comedor era alucinante. Bueno, como todo en aquel lugar. Los niños andaron por los interminables pasillos y desembocaron en el comedor. Ace avanzaba junto a Elohim, dándole vueltas al papel amarillo que tenía en las manos, ansioso por abrirlo.

Llegaron al comedor y Ace procuró sentarse junto al otro niño rubio, aunque también junto al resto de compañeros de carruaje. Durante el discurso del rector se pudo ver como Ace miraba fijamente a aquel hombre. Parecía buscar a consciencia algo… algo que se le escapaba. Volvió a brillar en su mirada, esa tenue luz etérea.

Sus compañeros se pusieron a hablar entonces con una niña desconocida. Vaya, ¡iban a hacer más amigos!

Ace sonrió a Resha y le habló también.

- ¡Hola Resha! Yo soy Ace.

Luego miró la comida.

- Vaya, me muero de hambre… - dijo, como si se acabara de dar cuenta de que hacía ya mucho rato que no comía. Su cara prácticamente cambió al ver la comida, iluminándose de nuevo. Tomó algunas cosas para dejarlas en su plato y luego volvió a alzar la vista, mirando a Gilbe – Yo creo que sí que podemos relacionarnos con el resto de niños. Sería muy raro que no nos dejasen relacionarnos con todos, ¿no? – entonces hice un gesto, abarcando todo el comedor - ¡Mira cuántos hay aquí! Si no nos dejasen relacionarnos entre nosotros esto sería… sería… ¡Un aburrimiento!

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24/08/2012, 11:22
Richard Wivernfall

- Pues no se, pero espero que nos den un respiro. Hemos conocido demasiada gente en lo que va de día, eso sin contar los deberes que tenemos ya todos.-

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24/08/2012, 11:26
Kael

-No creo que nos den muchos respiros, ¿no ves que todos nos dan cosas para nuestro "tiempo libre"? 

Según decía eso le vino a la cabeza la duda, ¿sería una prueba?¿si invertías más tiempo en jugar no llegarías a ser un miembro?

Entonces un roce en el hombro le hizo volver a la realidad, era Resha que al moverse le daba con esas super coletas en el hombro

-¿De donde sois? -pregunto a todos -¿venís de muy lejos?

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24/08/2012, 11:29
Richard Wivernfall

Continuando con su conversación privada respondió a Gilbe

- De eso precisamente quería hablar. Mira, no puedo ser el único que se haya dado cuenta. Desde que llegamos aquí todas las pruebas que nos están poniendo parece que pretenden volvernos unos contra otros y no me gusta. No entiendo por qué. El primero que descubra el secreto de la tablilla aprueva, la pelea por hacerse con los sillones cómodos y para rematar el detalle de la señorita Lea de descubrir los secretos de los demás. Tú qué opinas

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24/08/2012, 11:30
Richard Wivernfall

-¡Hola! Yo me llamo Richard- Espetó súbitamente hacia la chica de las coletas asomandose tras las dos cabezas que estaban delante suyo. Despues se dirigió a todos en un tono mas general. -Pues yo siempre he vivido en estas tierras, aunque bastante lejos de aquí y nunca en una ciudad tan grande como esta, Kael-

Diciendo esto cogió otra manzana y se la dio con suavidad a Altair para que no desconfiase de él. El elegante can olió su mano con cierta desconfianza al principio, natural, y luego de un bocado, cogió la manzana y se la llevo al suelo para continuar comiéndosela tranquilamente

- Tiradas (1)
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24/08/2012, 12:44
Resha

Mientras los niños de su "grupo" cuchicheaban ella encajaba como podía la frialdad del niño que tanteaba la comida.

Pero si hemos estado todo el tiempo ahí..., pensó dolida.

-Ouh, encantada Ace, pawaa~an-dijo sonriendo conciliadora, deshechando cualquier pensamiento triste-¿entonces eres de aquí, Richard?

Se puso de pie y colocando una rodilla sobre la silla para alzarse se pilló una coleta dándose un tirón de pelo considerable que le hizo agachar la cabeza.

-¡Ah!-se asustó por el autotirón de pelo más que por el dolor-Pawa~an -medio lloriquéo avergonzada poniéndose colorada con los ojos vidriosos, recolocándose la coleta con un gruñidito parecido a un ronroneo lastimero.

Intentando no pensar que los niños se podrían reir de ella por la torpeza, se cogio ambas coletas haciendo una especie de lazo por detrás de la cabeza y volvió a apoyar la rodilla sobre la silla, esta vez sin ningún percance, y tanteó con los dedos una bandejita con fresas, y otros frutos rojos. La levantó y se sirvió unos pocos, tendiendo después la bandeja a Kael.

-¿queréis?-miró a Kael esperando que cogiera la bandeja y que los niños quisieran probar esas frutas-yo soy de un pueblecito de Alberia, cuando me perdía a veces encontraba zarzas con moras, me encantan-dijo con un temblorcillo en la voz a la vez que los grandes ojos turquesa se oscurecían tornándose casi azules, le estaba entrando la morriña.

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24/08/2012, 13:00
Kael

Kael cogió la bandeja que le ofrecía aunque se le tambaleó al decir de donde era ¿Alberia?

-¿En serio? yo también soy de allí, aunque claro, como los pueblos y casas son tan dispersos... mi casita estaba junto a un río -cogió un par de fresas que se llevo a la boca y siguió pasando la bandeja- ¿quereis? están buenísimas

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24/08/2012, 13:38
Elohim

El otro niño rubio acudía junto a todo el mundo a la par que Ace. Desde el momento que se habían sentado juntos no habían dejado al otro de lado, era demasiado extraño el magnetismo que sentían. Una mirada azulada brillante recibía Ace, de vez en cuando, proveniente de los ojos de Elohim, pero al parecer la conversación resultaba complicada.

Cada una de las miradas estaban cargadas de misticismo. Goteaban interés y olían a impaciencia, pero el chiquillo no estaba decidido del todo a abrir la boca. Le costaba, le costaba mucho, como nunca antes. Sin embargo sabía que iba a hacerlo. Tarde o temprano comenzaría una conversación con Ace.

Si es que, para un niño, cualquier empresa, por simple o irrelevante que parezca, puede convertirse en toda una aventura.

Cuando llegaron al comedor, Elohim tomó asiento al lado de Ace y esperó pacientemente a que el Rector terminara su parlamento. Su estómago rugía de hambre pero se contuvo un segundo antes de empezar a comer. Quieto, mirando a la comida, el pequeño juntó las palmas de ambas manos delante de él y cerró los ojos, mientras recitaba una pequeña letanía.

Bendícenos, Señor, y bendice estos alimentos que por tu bondad vamos a tomar. Amen.

Una vez realizado el ritual necesario antes de las comidas, cogió una pequeña manzana y comenzó a comérsela, callado. Mirando en derredor con sus pequeños ojos azules, escuchando todo lo que pasaba esperaba conocer más a sus amigos. Sin embargo no pudo contener más su curiosidad.

-Ace... ¿habías estado aquí antes? Me refiero a la isla... 

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24/08/2012, 19:37
Dariel

Azuzado por la visión de la comida después de una mañana tan larga, Dariel había rodeado rápidamente la mesa para sentarse frente a Kael, pero en el último momento sus manos habían sido detenidas por una potente voz. Pese a la tentación, el pequeño aguantó estoicamente mientras el rector se presentaba y decía unas palabras de bienvenida.

¡Ahora! aulló mentalmente cuando -al fin- Próspero se sentó, y empezó a servirse pan y queso de los platos cercanos. El primer bocado le confirmó que, efectivamente, la comida era bastante buena, y a partir de ahí empezó a prepararse varias rebanadas con generosas raciones de lácteo. Fue ligeramente consciente de que una de las niñas de otro grupo se les presentaba, pero no levantó la vista del todo hasta que oyó una leve exclamación.

¿Se habrá hecho daño? se preguntó algo preocupado, aunque como la niña no llegó a decir nada al respecto decidió que lo mejor era no mencionarlo- Pásame alguna -contestó sonriendo a Kael, al tiempo que cogía un buen puñado de moras de la bandeja Quizás todo esto va ser demasiado... Procurando -sin mucho éxito- actuar con naturalidad, el pequeño volvió a dejar una de la rebanadas que había cogido en el cuenco del pan.

Ah, yo me llamo Dariel -se acordó de presentarse a la niña de pelo turquesa- Creo que pasé alguna vez por Alberia con mis padres, pero no me acuerdo muy bien... -su mente intentó bucear en los recuerdos durante unos instantes, pero al ver el esfuerzo que le suponía se decidió por otros temas más cercanos.

¿Has llegado a mirar tu papel? -le preguntó a Kael mientras su tono de voz bajaba al nivel de las conspiraciones- Yo no he podido aguantarme -se le escapó una risita despreocupada, para después pasear su mirada hasta la niña- ¿Y tú, Resha? -pronunció con cuidado su nombre para demostrar que se lo había aprendido- ¿A ti también te han dado un papel de esos?

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24/08/2012, 23:30
Ace Velvet

Elohim y Ace habían mantenido una especie de tensión en la que no cabían más palabras que escuetas preguntas retóricas y preguntas sin importancia. Pero ahora, en el comedor, Elohim había roto por fin la última barrera que los separaba: la conversación. Había sido una pregunta casi banal, típica incluso entre niños que acaban de conocerse, pero a Ace se le encendió la mirada y se quedó unos momentos aturdido, sin saber bien cómo reaccionar. Pero segundos mas tarde volvió a armarse de su extroversión habitual, y respondió.

- Pues la verdad es que no, nunca antes había estado aquí - hablaba alegremente, balanceando hacia delante y hacia atrás las piernas que le colgaban de la silla, sin poder llegar al suelo - Aunque mi maestro sí que ha estado aquí. En algunas ocasiones me ha hablado del monasterio, me dijo cosas buenas y... - y malas, muy malas. Pero si él me había enviado aquí sería por algo, ¿no? Seguro que había sido por algo bueno - y no tan buenas. Pero me alegro de estar aquí. De algún modo pienso que en el monasterio podré convertirme en un hombre hecho y derecho, como él. 

El niño rubio asintió con decisión, reforzando sus palabras. 

- También me ha enseñado algunas cosas como... manejar una espada. ¿Tú sabes esgrima, Elohim?

Elohim... Elohim... Su nombre tenía un sonido especial. Una pronunciación que te dejaba una extraña sensación cuando el nombre ya resonaba en tu cabeza. ¿Qué secretos escondía aquel nombre? ¿Por qué era tan... especial?

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25/08/2012, 10:45
Gilbe Klimb

Gilbe fue acumulando datos en su memoria: la procedencia de Kael, la fe de Elohim, la familia trashumante de Dariel, la habilidad con la espada de Ace... También estudió a la niña nueva, por los ruidos que hacía tal vez fuese extranjera, pero estaba claro que era una persona energética.

Las voces de todo un comedor lleno no llegaban a ser atronadoras, pero sí eran un poco molestas. Mientras comía sin unirse a la conversación, aunque la escuchaba, y pensaba en qué le depararía el futuro en el monasterio. De tanto en cuanto se giraba hacia Richard para intercambiar un par de frases en un volumen reservado.