Partida Rol por web

El Segundo Advenimiento.

1. El Monasterio de Caedus - Orígenes.

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15/08/2012, 01:10
Aclamado Director

Elohim se había quitado uno de los guantes por obligación para que aquella mujer le pinchase como a todos los demás y le extrajese una gota de su sangre.

Lo curioso fue que, al hacerlo, Elohim había dejado al descubierto su mano desnuda, la cual tenía grabada una cicatriz en forma de cruz. Pero no una cruz cualquiera, una cruz cristiana.

A pesar del bullicio, podía verse. No todos lo verían, pero algunos, por una u otra razón, pudieron hacerlo.

- Tiradas (6)
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15/08/2012, 01:19
Dariel

Dariel miró interesado a Elohim, pero enseguida bajó la mirada avergonzado ante el comentario de Richard. Sin embargo, al ver que el niño de pelo negro se dirigía a otro, sus ojos buscaron al compañero que entendía lo horrible que había sido- Han sido muy malas... -aportó, moviéndose hasta estar junto a Kael- No sé por qué nos tienen que pinchar si nosotros no queremos... -su voz intentaba parecer disgustada, pero no acababa de atreverse a quejarse frente a alguien que ni siquiera había gritado, y finalmente se quedó callado esperando que Richard no se riera de él.

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15/08/2012, 01:21
Dariel

Debe de ser muy fuerte... no soy un llorica, no tengo la culpa de que Richard sea tan fuerte. Que no se meta conmigo... no soy un llorica...

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15/08/2012, 01:28
Aclamado Director

Charlotte, atenta como estaba al proceso que la mujer del maletín realizaba, descubrió que, después de que la gota de sangre cayese en el vial, se vertía un líquido ámbar en el mismo y luego se cerraba la entrada y salida con un tapón de corcho. El líquido ámbar adquiría una apariencia parecida a la miel, y la gota de sangre se quedaba flotando en el medio, suspendida. El color rojo contrastaba con el naranja que le rodeaba.

Una etiqueta con las iniciales C.B. reposaba sobre la tapa del corcho.

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15/08/2012, 01:34
Renata

- ¿Y quién se supone que es nuestro tutor?- preguntó Juliette con una mueca de duda en su rostro- La verdad que si lo digeron no me acuerdo, lo siento.

Renata, por respuesta, sonrió de par en par y levantó una mano en horizontal, estirando el dedo índice y señalando a la mujer situada al lado de Owen, Judith.

- La mujer de cabello negro y ojos verdes- dijo-. Judtih, se llama. Owen es el tutor de los varones. A vosotras os corresponde una mujer.

Y les hizo una señal para que se marchasen de la cola, dejando espacio a los demás. Los alumnos tras las pequeñas compensaban a impacientarse. Uno, arrogante e infantiloide, incluso le hizo burla a Juliette por su exagerada muestra de dolor.

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15/08/2012, 01:50
Aclamado Director

Richard, atento como estaba al proceso que la mujer del maletín realizaba, descubrió que, después de que la gota de sangre cayese en el vial, se vertía un líquido ámbar en el mismo y luego se cerraba la entrada y salida con un tapón de corcho. El líquido ámbar adquiría una apariencia parecida a la miel, y la gota de sangre se quedaba flotando en el medio, suspendida. El color rojo contrastaba con el naranja que le rodeaba.

Una etiqueta con dos iniciales reposaba sobre la tapa del corcho.

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15/08/2012, 01:52
Aclamado Director

Uno a uno, todos los niños se reunieron alrededor de Owen y Judith, los tutores de aquellos varones y de las gemelas respectivamente. Uno de los niños, al llegar, hizo una pregunta.

- ¿Y por qué nos sacan sangre? ¿Es una especie de prueba para entrar aquí?

Era la voz de Ace, el rubio de ojos azules que tanto miraba a Elohim.

Owen y Judith se miraron. Un segundo después, la mujer abrió la boca para contestar.

- Es por vuestra salud- mintió-. Los médicos quieren ver vuestra sangre para saber si estáis enfermos, y, si lo estáis, solucionarlo.

Ni en Lucrecio existían los análisis de sangre por aquella época. Quizá un análisis sobrenatural fuese posible, pero, ¿analizar a tantos? Suerte que los niños eran jóvenes e inocentes.

Cuando Elohim se acercó al grupo de chiquillos, el ojo de Owen volvió a centellear como si fuese un espejo, reflectando la luz. Cuando el ojo volvió a la normalidad, el joven miró a su compañera, y ella asintió.

Pero ahí no acabó la situación. Richard fue el penúltimo en acercarse, y solamente quedaba Dirke por ser pinchado y reunirse con el grupo. Tuvo suerte de no estar cerca, porque lo que ocurrió no fue agradable.

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15/08/2012, 02:00
Owen

La voz de Richard sonó conforme se acercaba al grupo.

- ¿Os ha dolido chicos? ¿Quién puede tenerle miedo a un pinchacito de nada? Jajajaja. Vamos pelirrojo, anímate que ya ha pasado.

Era una broma posiblemente inocente, pues, a pesar de la carcajada y la descalificación, al final dijo "anímate".

Y, paradójicamente, Owen, el adulto, fue el que menos temple demostró.

Al escucharlo, los músculos del cuello del Inquisidor Novel se tensaron, marcando la musculatura superior del joven. Antes de que nadie se pudiese dar cuenta, algo silbó en el aire. Al mirar, podía verse como de la muñeca derecha de Owen había surgido un filo, largo como una espada corta y afilado como un puñal. Era de color amarillo, y brillaba suavemente como si tuviese luz propia. No parecía hecho de metal, sino de energía. Emitía una suave vibración sonora ligeramente molesta.

Con la mano izquierda, aquella que no había exteriorizado un arma sobrenatural, aferró a Kael y a Dariel como si su brazo fuese un ala.

- ¿Sabes qué?- dijo enfatizando las palabras, conteniendo ira y escupiendo autocontrol- Pasé los primeros años de mi vida en un agujero oscuro, a merced de un científico que me torturó por "amor a la ciencia"- conforme hablaba, acercaba lentamente el rostro al de Richard- ESTO- dijo balanceando su brazo derecho en el aire, obligando al filo que brotaba del mismo a seguir el compás-, es un regalo de su parte- compuso una mueca de tensión, como si estuviese tratando de reprimir un recuerdo-. Cuando llegué aquí, había padecido tanto dolor en mi vida que el mero hecho de ver la aguja me horrorizó. Tuvieron que sujetarme para poder sacarme la sangre- su ceja derecha tembló ligeramente-. Por aquel entonces la fuente no existía. Me pincharon en la enfermería. Patee con tanta fuerza que rompí un frasco de medicina. Me castigaron, y con razón- el filo se ocultó en brazo tal y como había salido, dejando tras de sí una estela de diminutas estrellas brillantes que se diluyeron en el aire como si nada-. ¿Y preguntas que quien le puede tener miedo a un pinchacito de nada? Pues YO.

Una lágrima brotó del ojo azul de Owen. Soltó a los dos alumnos que tenía agarrados, se giró y miró a Judith. Dos segundos después había echado a caminar a paso ligero en dirección al jardín. Su mano izquierda estaba ante su rostro, frotando. Respiraba entrecortadamente, como si no pudiese coger aire con normalidad.

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15/08/2012, 02:16
Judith

Judith, mirando a alguien perdido entre las masas, levantó el dedo pulgar, indicando que todo estaba bajo control y que no le hacía falta un reemplazo temporal para Owen.

Miró a los alumnos y verbalizó una disculpa.

- Disculpad a Owen. Como todos, tiene sus propios demonios- tenía una mirada triste, y hablaba con un tono de voz lacónico. Se giró hacia Richard-. No se lo tengas en cuenta, es un tema que le toca la fibra sensible.

Miró a Elohim y se señaló una mano. Levantó una ceja.

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15/08/2012, 03:43
Elohim

Elohim cerró los ojos con fuerza y los puños con violencia mientras negaba con la cabeza. Pequeñas gotas de sudor comenzaban a correr por su faz y hubiera caído de rodillas de haber estado más tiempo ahí de pie. El chico lo estaba pasando mal, eso era obvio. Algo le afectaba...

¿tan dañina había sido la aguja?

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15/08/2012, 03:46
Elohim

Pero antes de que todo eso pasara, antes de que se materializara todo lo que estaba por llegar movió los labios en dirección a Judith. Era más una súplica que una petición, una última esperanza antes de que aquella bendición se desencadenara.

Esperando que lo viera, con perlas cayendo desde sus ojos y deseando que acabara pronto susurró:

Sacame de aquí...

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15/08/2012, 09:07
Aclamado Director

Pero antes de que todo eso pasara, antes de que se materializara todo lo que estaba por llegar, Elohim movió los labios en dirección a Judith. Era más una súplica que una petición, una última esperanza antes de que aquella bendición se desencadenara.

Esperando que lo viera, con perlas cayendo desde sus ojos y deseando que acabara pronto susurró:

Sacame de aquí...

- Tiradas (6)
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15/08/2012, 09:14
Aclamado Director

Judith miró a Elohim como si el chico estuviese tratando de decirlo algo, y, segundos después, asintió con la cabeza, llamando a Kamus, el guardia del escudo que tanto empeño había puesto en animar a los pequeños.

El hombre, a paso ligero a pesar de estar enfundado en una pesada armadura, se puso a la altura de Elohim y arqueó las cejas, levantando la cabeza en señal de pregunta.

- Lleva a Elohim a la enfermería- fue todo lo que dijo Judith.

Kamus, el guardia, sin hacer preguntas, como se esperaba de alguien con esa profesión, levantó al chico por la cintura como si fuese un saco de patatas y echó a andar a paso ligero jardín a través.

Elohim había dejado de formar parte del grupo.

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15/08/2012, 09:20
Aclamado Director

A mitad de camino, sucedió.

Kamus se había llevado a Elohim a un ritmo lo suficientemente rápido como para cubrir grandes distancias en poco tiempo, pero lo suficientemente lento como para no hacer girar demasiadas cabezas. Un guardia corriendo al galope con un chico al hombro hubiese llamado demasiado la atención a pesar de todo aquel bullicio.

Con un grito de dolor, Elohim se vio obligado a aporrear la espaldera del guardia.

Al notarlo, el hombre no pudo sino soltar al muchacho y depositarlo con cuidado en el suelo, en mitad de aquel rosal.

Otro chillido rasgó el aire, y de haber podido, hasta El Velo.

Al escucharlo, Kamus levantó una de las manos y tapó las fauces del muchacho, amortiguando el sonido que provocaba al gritar. El tacto de la manopla negra era frío y duro.

Las cruces en las palmas de Elohim comenzaron a brillar, y unas gotas de sangre salpicaron el suelo.

En el interior de los zapatos del muchacho comenzaron a acumularse gotas de sangre, estropeándolos.

Bajo su cabellera, sobre los ojos, el relieve de una corona de espinas decoró su frente, y su coronilla. Se grabó alrededor del cráneo 360º, en la piel. Hileras de sangre comenzaron a descender también por la nuca, el interior de las orejas, y los ojos, nublando la visión del joven.

La camisa se manchó de sangre.

...

Dolió, y las lágrimas carmesíes brotaron de los océanos que Elohim tenía por ojos.

...

Mordió el guante de metal que tenía sobre las fauces. De haber podido, hubiese mordido también la mano de Kamus.

...

...

Y tarde o temprano paró, aunque el pobre Elohim estaba destrozado.

Al hacerlo, Kamus, con la pena grabada en el rostro, aunque ligeramente sorprendido, levantó al muchacho y volvió a cargárselo al hombro como si fuese un saco, aunque esta vez, con más tacto.

Elohim todavía parecía sentir el dolor, como si el recuerdo fuese más que suficiente y se negase a abandonar el espíritu del chico. Además, aquello le había dejado extenuado.

Recuerda haber visto oscuridad, y armaduras, y columnas, y una mujer desvistiéndole. Recuerda agua fría por todo el cuerpo y recuerda abandonarse al sueño.

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15/08/2012, 10:16
Ace Velvet

Ace se quedó allí de pie, tremendamente sorprendido. Vio como el señor del escudo se llevaba en volandas a Elohim, y sintió algo extraño. Era como si en el poco tiempo que había estado en aquel carruaje con el otro niño rubio un extraño hilo se hubiese atado entre ellos dos. Y ahora que se alejaban el hilo se tensaba y se tensaba, estirándose hasta límites insospechados. Pero finalmente el hilo se rompió, y el alegre Ace sintió un vacío interior que jamás había sentido.

La situación lo había dejado un poco traspuesto, y simplemente se quedó callado, pensando sobre lo que acababa de pasar.

A medida que pasaban los segundos se fue sintiendo mucho mejor, como si todo hubiese sido un hechizo que se desvanecía con el tiempo. No había de qué preocuparse, seguro que en la enfermería se harían cargo de Elohim. ¿Pero por qué se había preocupado tanto por él, si casi ni se conocían?

Ya no se sentía inquieto, ni nervioso. Todo había acabado. Volvía a ser el Ace de siempre.

- ¿Y qué tendremos que hacer ahora? – preguntó, con una vocecilla inocente. Su tutor se había marchado a la fuga y uno de sus compañeros había tenido que ir a la enfermería, así que se podría decir que no había sido un paseo tranquilo y sin incidentes. 

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15/08/2012, 10:50
Richard Wivernfall

Richard palideció con la reacción de Owen. Jamás hubiese esperado que un comentario jocoso como ese pudiera hacer perder el control a un adulto, más a uno como Owen, entrenado y curtido cuya primera impresión era de autocontrol. Demasiadas cosas en éste lugar eran muy distintas a lo que parecían: Una cárcel disfrazada de edén con jardines; inocentes niños con escoltas personales; las "rutinarias" muestras de sangre; y para colmar el vaso, la atención especial que le prestaron al chico rubio que se llevaron a la enfermería. Su cara no era la que pondría un niño enfermo, no... Era otra cosa.


- Voy a tener que empezar a tener más cuidado con lo que digo, y sobre todo a quién. Todos son desconocidos aquí.


Por otro lado, sintió un cosquilleo en su cuerpo al ver esa arma aparecer y desvanecerse mágicamente de manos de Owen. Para el chico era una maldición. A Richard sin embargo le parecía hermoso en cierto modo

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15/08/2012, 11:02
Judith

Judith clavó las esmeraldas que tenía por ojos en el pequeño Ace y despegó los labios.

- Esperar- dijo con inerte sin mover los ojos-. Cuando todos hayan pasado por la fuente entraremos en el monasterio.

Echó un vistazo de reojo por donde se habían ido Owen, Kamus y Elohim. Se mordió el labio inferior y arrugó las cejas. Estaba preocupada. La pregunta era, ¿por quién de todos?

Mientras tanto, los niños seguían pasando por la cola. Llamaba la atención lo variopinta que resultaba la estampa. Niños de hasta una decena de años que no parecían tener nada que ver entre sí. La mayoría, aunque tenían actitudes y cuerpos diferentes, podían considerarse normales, pero otros en cambio llamaban la atención. Un pequeño lagarto alado a hombros de uno. Una pantera negra a los pies de otro. Un collar negro, con pinchos metálicos, en el cuello de un tercero. Y la variedad sumaba y seguía.

Hacía calor, y las gotas de sudor comenzaban a resbalar por la frente de los niños.

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15/08/2012, 11:08
Kael

Kael estaba con los ojos cerrados con fuerza y mirando al suelo, se había asustado con lo que hizo Owen y después se habían llevado al tal Elohim a la enfermería... creía haber visto algo raro en el niño y en Owen sacó ese "arma" cerró los ojos con fuerza, ya que comenzaba a ver las cosas como eran.

Respira hondo, céntrate y relájate, no quieres que te tachen de monstruo

Un rato después volvió a abrir los ojos, que tenían una pupila muy pequeña, podría ser por la luz... podría.

Miro a la chica mayor y no pudo más que asentir ante lo dicho, no tenía problemas de paciencia, asique se quedó de pie, contemplando todo con curiosidad y callado y en silencio, tenía que centrarse.

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15/08/2012, 13:10
Gilbe Klimb

El viaje había sido esencialmente aburrido. El juego del hombre Oriente podría haber sido divertido si la situación hubiera sido diferente, pero no lo era. Estaban allí todos, desconocidos, yendo a un lugar también desconocido para hacer algo que no sabían, los demás podían divertirse, pero él estaba tenso.

Cuando llegaron estuvo atento a qué decía cada cual intentando saber dónde estaba. Oyó muchas voces, y el repiqueteo del metal, claro sonido de gente armada. Voces de niños y hombres sonaban por doquier, el hombre sonriente les mandó salir y ponerse en fila, salió el ultimo del carruaje y recogió el objeto que había oído caerse a los pies de una de las niñas y nadie había recogido. Resultó ser un libro, qué ironía, pensó mientras lo guardaba.

Avanzó el último de los niños, andando con fingida seguridad. Situarse al final le aseguraba que no le empujarían por detrás y que siempre sabría por donde pisar. Por lo que había dicho el sonriente y oyendo al resto de los niños y la respuesta de la señora que esperaba al principio de la fila, debían estar hhaciéndoles algo que les dolía.

Hasta que le tocó su turno oyó como se llevaban a uno de los niños, por enfermedad entendió, y también le sorprendió el arrebato de ira y movimiento del sonriente, que zumbando algo junto a él había terminado por irse con paso rápido. Todo muy raro, aunque estando ya suspicaz le pareció todo dentro de lo normal. 

En su turno avanzó un paso chocando levemente con lo que parecía una mesa frente a él, y dijo.

- Sea lo que sea que queréis hacer, hacedlo rápido, me están esperando.


Tomaron su mano y sintió un inesperado pinchazo en su dedo. Sin inmutarse fue hacia el grupo que le estaba esperando.

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15/08/2012, 13:32
Altaír

Gilbe notó algo rozar su pierna derecha. Tardó un instante, pero en seguida lo reconoció como Altaír, su animal de compañía y su amigo. Se había rozado a propósito, para facilitarle a su dueño la tarea de reconocerle a su lado, aunque tampoco era una tarea difícil, por el olor que desprendía a animal y por los sonidos que producía esporádicamente a través de los dientes. Respiración pesada.

Algún Guardia debió haber acompañado al animal, pero eso no importaba. Lo importante era que estaba ahí, a su lado, después de siete horas de separación.