Partida Rol por web

El Segundo Advenimiento.

2. El Monasterio de Caedus - Informal.

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26/11/2012, 14:57
Leonardo

Entiendo.
Creo.
Quieres algo que te mantenga vinculada de alguna forma a tu hermana, ¿no es así? Algo simbólico.
¿Dos colgantes? ¿Un corazón que pueda partirse por la mitad?
Podríamos hacer algo, sí.
Si hablase con Alexander y Severus quizá podría... da igual.
Leona podría haceros un retrato. No pinta mal, creo.
Podríamos ponerlos dentro del broche.

Pausa.

Divago, perdona.
¿Tienes ya más o menos claro qué hacer o te estoy liando más?

Se notaba que el pobre hacía lo que podía. La mayoría iban a hacer algo sencillo, generalmente armas, aunque hubo uno que incluso pidió hacerse un vaso con tapadera, para poder guardar el agua, y otro, bueno, el otro quería comenzar a construirse por piezas un cabalga-vientos.

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26/11/2012, 16:51
Richard Wivernfall

A Richard no le cuadraba la idea de la serpiente. Petros parecía demasiado habil y astuto como para dejarse morder, en un lugar tan concreto por un simple lagarto. 

-Seguro. Viendo cuales son sus compañías- Dijo refiriendose a MJ - no parece el tipo de persona que viva su tiempo libre sin cometer travesuras-

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26/11/2012, 16:55
Richard Wivernfall

Escena: visita a Leonardo.

El velo enigmático se tendía sobre todos cada vez que la pequeña Charlotte actuaba. Los poderes de la mente era algo que Richard no comprendía. Ni siquiera estaba seguro de cuando hacía gala de ellos. Ahora mismo podía estar diciéndole mentalmente cualquier cosa a Leo. Nunca lo sabría. La calma y sosiego que percibía de su aspecto exterior chocaba con lo que él imaginaba que sería su cerebro, zumbando y en constante movimiento como un panal de abejas. 

Su hermana, pese a tener las mismas cualidades, era muy distinta. Con Juliette podía relacionarse bien, algo que no sabía como hacer con Charlotte a pesar de querer intentarlo. Hacia Juliette se dirigió en bajo cuando terminó de hablar con el profesor.

-¿Agujas? Es una idea aún mejor que la mía para esconder. El único inconveniente es que no servirían igual en el cuerpo a cuerpo.-

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26/11/2012, 17:04
Richard Wivernfall

Una tarde soleada de Octubre, en el patio

-Vaya, ¿has conseguido que Maestro te deje todas estas armas para entrenar? Te has ganado bien su confianza- Habló mientras continuaba con los ejercicios tratando de no perder el equilibrio y aún más importante, la concentración. -Pensaba que el único que tenía algo de cercanía con él era Gilbe.- 

Era algo obvio desde el primer día la pequeña escena del comedor, que ya había quedado atrás, pero sirvió para dejar claro que tenían algún tipo de relación.

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26/11/2012, 20:42
Kael

-Y nosotros tampoco, ¿no? -dijo Kael con una sonrisilla de complicidad- la verdad es que hacen buena pareja, no crees?.

Tras eso le dió un toque en el hombro a Richard y le indicó que volvieran a la mesa- me apetece tomarme algo... ahora estoy bastante más tranquilo, no se porqué -dijo sonriendo

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27/11/2012, 09:33
Charlotte Bourgeois

Charlotte parecía complacida con su nueva idea, pese a conservar algunas dudas todavía sobre la misma y muchísimas otras sobre todo lo demás.

...Si, un broche que pueda dividirse en dos mitades idénticas, así podré hacerle un regalo a Juliette...

Lo miró dubitativa un instante.

...Con respecto a su utilidad...

Volvió a hacer una pausa, pensando las palabras a utilizar.

...¿Me equivocaría al pensar que esos pequeños cristales de los que hablaba cuando mencionó al señor Alexander...no son cristales comunes? Aunque bueno...¿qué serían si no? ¿cristales mágicos? qué tontería...

Parecía estar manteniendo una conversación consigo misma, suspiró desairada.

...Igual este proyecto no tiene nada de utilidad más allá de la estética, lamentaría mucho decepcionarle, trataré de pensar en otra cosa...

Apartó la mirada, cabizbaja, esperando una respuesta del gentil Leo.

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27/11/2012, 13:49
Leonardo

Supongo que Alexander no os los habrá explicado todavía, me temo. Es algo complejo. En realidad, ni yo sé muy bien cómo funciona, porque están cargados con energía subterránea, parecida a la que generan las placas de tierra.

...

Confusión.

Bueno, que es complejo.

Es poco probable que consiga permiso, y además, podría ser peligroso. Sé que pueden potenciar el cerebro, pero tiene sus riesgos. Mi espíritu de científico dice una cosa, pero es verte, tan pequeña y vulnerable, que me echo para atrás.

No sucede nada porque no tenga utilidad práctica. Quiero enseñaros a forjar, no daros un arma. Lo demás, depende de vosotros. Sólo os quiero motivados..

El hombre no parecía saber muy bien como pensar hacia fuera. Su voz era bastante monótona, y su rostro parecía de concentración. Atípicamente, sólo se oía el pensamiento consciente del profesor, pues aquellas lagunas de tiempo indicaban que, si bien seguía pensando, las palabras no llegaban hasta Charlotte.

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27/11/2012, 14:56
Aenea Hollen

 

- ¡Vaya que si enseñan bien! - exclamó - Aioria me enseñó magia y Verena me enseñó modales y a cantar. Y creo que lo hago bien, ¿Verdad? Dahlia me enseñó cosas como historia y lengua... y otras me enseñaron cosas más practicas, como hacer galletas o remendar un calcetín.

- Pues... Ellas son Sheeles... Son así de altas - dijo, poniendo las manos ante ella separadas unos quince centímetros - y son muy bonitas, además cada una tiene distintos poderes mágicos. Pero en lo de la personalidad, son como cualquier persona... Cada una es distinta. Aioria era altiva y estricta, Dahlia era estricta también... pero a la vez divertida, y Verena era como una mamá pequeña - sonrió.

- Sobre lo de la enfermería... Verena sabía curar a la gente... Pero si te refieres a aquí, yo no he visto ninguna. 

Pero seguro que tu también tuviste gente que te enseñó y te cuidó. ¿Verdad?

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27/11/2012, 20:16
Ace Velvet

Una tarde soleada de Octubre, en el patio

Ace sonrió al escuchar la respuesta de Gilbe. Le dio algo de lástima que no pudiera verla. Miró a Richard, que hacía posturas de Tai Chi. 

- Bueno, la verdad es que creo que se las dejaría a cualquiera. Aunque para eso tienes que demostrarle que eres... res... respa... responsable - sonrió - Tampoco es que tengamos mucha confianza, pero supongo que tampoco le caigo mal. 

Apoyó la espada de madera en el suelo, parecía algo grande para un niño, pero era una de las que más se veían por ahí. Parecía que muchos inquisidores sabían usarlas. Era la preferida del maestro de Ace. 

- Entrenar solo es aburrido. ¿Y si jugamos a algo? - su mirada se perdió y una sonrisa afloró en su rostro, como si estuviera evocando un agradable recuerdo - O también podemos entrenar juntos si queréis. Tengo entendido que para ser Inquisidor se te tiene que dar muy muy bien. Mi maestro me dijo una vez que aquí se entrenan los más valientes y fuertes luchadores. ¿Creéis que será verdad?

La curiosidad de Ace no iba más allá de la ilusión infantil de luchar contra dragones y rescatar princesas encerradas en torres. Aunque aquel sentimiento quizá se acabaría desvaneciendo del todo con el tiempo.

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28/11/2012, 01:02
Gilbe Klimb

Escena: charlando entre las sombras

Gilbe había oído ya en varias ocasiones a cerca del adjunto ciego de la profesora Cone, lo cierto es que se moría de ganas de conocerle. Lo único que realmente daba sentido a su entrenamiento, lo que le hacía pensar que el mundo no se había vuelto loco dejándole a él, un ciego, estar en un lugar tan especial, era ese hombre.

Se removió en la silla tan pronto la escuchó y agarró con sus manitas la paja trenzada de su asiento... Pero aunque él quería seguir pareciendo un joven más que un niño, no pudo resistir la tentación de preguntar.

- ¿Es verdad entonces que su adjunto es ciego? Oí que era el mejor espía del mundo... Me gustaría mucho conocerle, profesora Cone.- otro niño se lo hubiera pedido por favor, con pucheros inclusive, y si no fuera algo que le atenía personalmente tal vez lo hubiera hecho, hubiera actuado como hacía para pedir. Pero para estaba hablando con una profesora de un asunto serio, no iba a rebajarse. -Mire, le he traído un regalo. Creo que es útil, ya que dicen que se pueden utilizar para escribir, o para rellenar almohadas y colchones... Ésta puede que tenga algún otro uso, ya que le pertencía a un ángel.

Gilbe sacó con una floritura la pluma de Elohim. Todavía no sabía realmente si era un ángel, no creía que lo supiera nunca, pero entonces y ahora le pareció una buena forma de mostrar sus habilidades. 

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28/11/2012, 01:13
Gilbe Klimb

Richard le susurró a Juliette una apreciación sobre el arma que había escogido. Gilbe pensaba que la idea de Juliette era buena, al fin y al cabo nadie tiene un arma que quiere ocultar para luego luchar cuerpo a cuerpo, seguramente querría usarlo de manera furtiva, desde lejos, sin asumir riesgos. Entendía el planteamiento de la chiquilla, pero no creía que fuera capaz de herir a alguien cuando en las clases de Maestro no conseguía siquiera atacar a su propia hermana.

En cualquier caso, Gilbe pensó que Leonardo y Charlotte ya habrían acabado de hablar, y no tenían tampoco todo el día para pasarlo en su despacho... Además, había una última cosa que quería hacer. Por eso dijo:

- Bueno chicos, tendremos que irnos... No querría que nos castigaran por llegar tarde a clase o a comer. ¿Nos vamos?

Gilbe encaró la puerta y girando un poco la cabeza le dijo al profesor:

- Muchas gracias, profesor Leonardo, ha sido muy amable. Pensaré sobre lo que me ha dicho.

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28/11/2012, 01:18
Gilbe Klimb

Luchadores y magos... Lo que decía Ace era verdad, al menos a medias, pues como sabía muchos de sus compañeros eran fuertes pero no por saber esgrimir un arma. El comentario le dolió un poco a Gilbe quien, sin ser un luchador nefasto, dejaba mucho que desear.

Llevaba un tiempo pensando en ello, ¿en qué quería destacar? Y lo que era más importante, ¿en qué querrían sus maestros que destacara? ¿Era mejor estudiar mucho, o practicar Tai Chi?

- Tenemos sólo dos asignaturas de pelea, hay muchas más cosas importantes para ser inquisidor... ¿No? Además, ¿de qué sirven las espadas contra el profesor Remigton? Que sí creo que tenemos que practicar mucho, pero a veces pienso que convertirnos en maestros de la espada es mucho menos útil que lo que algunos compañeros pueden llegar a hacer. 

Richard le había ayudado en ocasiones anteriores, sin ir más lejos favoreciendo que descubriera aquella noche a Kael entrenando en los jardines, pero Gilbe no estaba del mejor humor, por lo que dejó su respuesta un poco a medias.

- Maestro fue quien me trajo al monasterio, así que nos conocíamos de antes de empezar las clases.

De nuevo esperó que fueran sus compañeros quienes decidieran a qué jugar, no había jugado a demasiadas cosas en su vida hasta el monasterio, y no quería parecer un bicho raro proponiendo el "adivina qué comemos hoy" o el de ver quién conseguía más dinero mendigando, los juegos que practicaba con su padre.

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28/11/2012, 02:14
Elohim

Elohim volvió a torcer el gesto. No estaba enfadado, pero le hacía gracia la puntería de la chiquilla.

-Gente que me enseñó, por supuesto. Aunque la verdad es que he sido siempre muy auto... ¿esa palabra que significa que lo haces tú? muy... bueno. Eso... Y gente que me cuidara... sí. No lo he pasado mal, no me malinterpretes.-sí, lo he pasado mal, pero no físicamente... bueno, también...- sólo que nunca he tenido a nadie con quien compartir juegos, risas y tonterías. Amigos...

Elohim seguía mirando al cielo, contemplando como una nube tomaba forma de dragón, otra de ángel a su lado, y parecía que iban a combatir.

-¡Pero da igual! Ahora todo ha cambiado, y aunque sea duro, siempre hay alguien dispuesto a dedicarte una sonrisa. Además, Evangeline es fantástica, y Maestro es todo un hombre duro. Es... mucho mejor de lo que esperaba, aunque acabe mucho en la enfermería.

Dejó un segundo de silencio.

-Tampoco es un lugar extraño para mi.

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28/11/2012, 02:28
Aenea Hollen

 

Parecía que Aenea no daba una. Dos preguntas y ambas habían oscurecido la mirada de Elohim.

- Bueno. Lo importante es que aproveches esta oportunidad para hacer amigos. - Sonrió la niña, intentando reconfortarle - Te llevas bien con Ace, ¿no? Y, en realidad, a mí también me gustaría llevarme bien contigo. Todos en general me caen bien, aunque algunos niños no parezcan muy... amigables, de todas formas quiero intentar conocerlos a todos. Para mí tambien es bastante nuevo lo de estar rodeada de niños como yo. Y tú eres mucho más simpatico de lo que te piensas.

También pensó entonces en Shelinne, aquella niña tímida con la que Aenea tenía ganas de entablar amistad, y lograr que abriera su alma. Pero a quien tenía delante también le tenía un espacio reservado en el corazón. Elohim le había llamado la atención desde el primer día, primero por las similitudes entre ellos... Ambos eran usuarios del Don, pero luego lo que más le interesó de Elohim era él mismo. Poco importaba que tuviese alas, fuera un angel, un santo o lo que fuera. Elohim tenía sus propias ideas sobre  todo y aunque a veces chocaban con las de Aenea, a ella le gustaba compartirlas.

- Si quieres, cuando acabemos de estudiar en el monasterio, iremos a ver a mi padre en Moth. - le dijo - Allí conocerás al mejor de los inquisidores: ¡mi papá Leonard! - anunció, con orgullo - Y te presentaré a Aioria, Dhalia y todas las otras. Verás cómo son las Sheeles, y comeremos las galletas de Aioria en el jardín bajo el árbol.

Aenea extendió entonces la mano hacia Elohim, queriendo sellar la promesa.

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28/11/2012, 14:02
Jared

Escena: charlando entre las sombras

- No soy tan bueno, pero sé pasar desapercibido- habló una voz a la izquierda de dónde debía estar la puerta. Era la voz de un hombre, sin duda. De un hombre tranquilo y seguro, como si nada importase o fuese motivo de preocupación-. Acabo de llegar, como quien dice. Tú debes ser Gilbe Klimb- una mano, áspera y ligeramente grande, se posó sobre el hombro izquierdo del muchacho tras el sonido de un par de pisadas. Zapatos limpios-. Maestro me ha hablado de ti. La verdad, estoy gratamente sorprendido. Yo tuve una infancia más fácil que la tuya. Yo era príncipe, por los desiertos. Hecho de menos el incienso y las plantas, la verdad- divagó.

Mientras tanto, el sonido del cuero restregándose contra una mesa se escuchó al fondo, y en el mismo punto, después, un golpe de zapato. Mary Jane sentándose a mirar, por supuesto. La pluma despareció en manos de Gilbe, al tiempo que aquel hombre elevaba la suya hacia el cráneo.

- No tienes que demostrar nada, aunque te agradezco la buena intención. He oído que te gusta esta asignatura, y este sitio. Me alegro. Si te aplicas como hasta ahora, te auguro un buen futuro. Dentro de tus posibilidades, claro- apuntilló, a sabiendas de que un ciego no tendría el mismo potencial de combate directo que un vidente-. Bueno, querías conocerme. Aquí me tienes.

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28/11/2012, 14:14
Leonardo

Leonardo se había quedado en trance, o algo parecido. Había estado mirando a Charlotte todo el rato, y eso debía de significar con toda probabilidad que estaban "hablando", o algo parecido. Sin embargo, el hombre parecía concentrado, como si necesitase obligarse a hablar con la chica, o le costase hacerlo sin poner de su parte. Algo atípico, pues el poder de Charlotte era bastante simple.

Sea como fuere, el hombre salió de su estado, pasando a mirar a todos los chicos.

- Sí, sí, claro- respondió algo nervioso, como era habitual en él cuando le pillaban despistado-. Ha sido un placer. Cualquier cosa más que necesitéis, aquí me tenéis para lo que queráis.

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28/11/2012, 23:13
Resha

Resha caminó por los pasillos apoyándose en las puntas de los pies tirando de la capa. Cuando consideró que no había peligro hizo un pequeño ruidito parecido al de un palomo.

Gilbe llegó hasta ella y se adelantó de nuevo, cogiéndole de la mano y tirando de él por instinto, sin ningún titubeo que indicara que lo hacía para tener algún tipo de consideración con él.

-Ahí están... creo-musitó cuando creyó oir la vocecilla aflautada de ...¿ese era Kael?

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28/11/2012, 23:18
Kael

-En parte Gilbe tiene razón, pero no creo que el que tengas poderes mentales te haga mejor que el que tiene habilidades marciales, me explico -dijo parando de hablar para coger aire- el caso es que puede que el Profesor Remington sea mejor porque él es poderoso... pero creo que le costaría mucho enfrentarse con Pietros... o sus poderes no servirían de mucho si Severus lo envenena, o si MJ lo pilla durmiendo.

Kael se encogió ligeramente de hombros- Creo que todo depende de la circustancia y de la persona, no porque tengas tales habilidades ya vas a ser mejor que otro que no las tenga, y Gilbe es un caso. El no puede ver; pero no le he visto flaquear ni llevar un ritmo inferior, ¿porqué? -mira a Gilbe- porque el tiene la determinación.

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28/11/2012, 23:16
Resha

Resha se puso de puntillas encaramándose sobre la camilla en la que se sentó Elohim. Le pasó una mano por la frente y le retiró el pelo , revolviéndoselo un poco sin querer.

-¿Una plegaria de esas no hace lo mismo que un poco de magia, Elohim?-preguntó Resha inocentemente deslizando la mano hasta las alas de Elohim rozando las plumas con fascinación.

Cuando quiso darse cuenta estaba casi subida a la camilla con las coletas azuladas a medio hacer desparramándose sobre la camilla a su alrededor y alrededor del dulce angel rubio.

-Ella seguro que está contenta con que seas tan bueno-dijo encogiéndose un poco de hombros sin especificar a quién se refería con Ella.

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28/11/2012, 23:21
Kael

Una noche cualquiera - Jadín de las Rosas

 

Kael no podía dormir de nuevo y, como todas las noches así, se iba al Jardín de las Rosas a meditar y hacer algo entretenido. Al menos ahí podía estar bajo el cielo nocturno.

Tras varios minutos tumbado mirando las estrellas, Kael se puso en pie y comenzó a practicar los movimientos de las katas que les enseñaba Pietros. No forzaba las posiciones ni las bajaba mucho, pues ya estaba cansado del día anterior y como para cansarse más antes de otro día de clases y entrenamientos.

Imitaba las posiciones de forma vaga; pero intentaba hacer las transiciones de una a otra de forma fluida y elegante, como intentando imitar a Salieri pero sin llegar a acercarse a la sombra de su elegancia y fluidez. Aun así eso le mantenía distraído de los pensamientos oscuros.

-Así no se hace, tonto -se increpaba a sí mismo- tiene que ser fluido, rápido y fuerte, y como si no costara nada... tiene que ser como respirar -se decía a sí mismo antes de volver a empezar la secuencia y reprenderse de nuevo.