Partida Rol por web

- Bien. - Digo colocándome a la espalda de Anne, aunque sin poder evitarlo, sigo asomando la cabeza por encima de su hombro. No estaba asustada en este momento, pero sí algo nerviosa. - Oye prefieres que la abra yo y tu apuntas con tu arma por si hay alguien detrás?

-No te preocupes- le digo, mientras bajo la voz para que no me oiga el resto- Si podemos aguantar a Abbot**, podemos enfrentarnos a cualquier cosa sin miedo.

Empujo la puerta con suavidad, apuntando con el arma con firmeza. Espero que la señorita Adams enfoque bien con la lámpara cuando la puerta se abra, para ver qué hay dentro.

-En fin... Vamos allá- ahora sí, de un empujoncito, deslizo la puerta, abriendo para ver la sala que se esconde tras la puerta***.

- En eso tienes toda la razón.. - murmuro mientras una sonrisa divertida se dibuja en mis labios. - Es tan desagradable con un grano en el trasero. - Me permito hablar con total libertad delante de la señorita Bradstreet, aunque al ver como comienza a empujar la puerta de nuevo guardo silencio, espectante.

La habitación se ilumina al abrir la puerta. Al otro lado hay una estancia pequeña, de unos cuatro metros de ancho por dos metros de alto y seis de largo. En ambas paredes hay libros y pequeños objetos muy antiguos en estanterías herméticamente cerradas, de madera y cristal que ocupan cerca de medio metro del ancho a cada extremo. En el centro, hay tres pedestales bajos, y otro algo más grande y alto. En todos ellos hay un cojín rojo, y en el techo hay unas gemas que proyectan luz justo encima de ellos.

Rodeando la superficie de los pedestales hay relieves, pero debido a su antiguedad y falta de conservación no se puede saber qué representan.

El suelo es de baldosas de marmol blanco y sobre su superficie hay labradas letras, posiblemente hebreas.

Observo la estancia que se haya ante nosotros y al no ver nada que pueda ser peligroso, me dirijo al interior para seguir curioseando todo lo que alberga. Lo hago sin tocar nada, tan sólo miro, que aunque no se vea nada peligroso era mejor no forzar a la suerte.
Lo que más logra llamar mi atención, como no, son los pedestales. Los libros pues bueno, la verdad es que quitando en viajes o alguna vez que tenía algo de insomnio, no eran mi fuerte.

- Vaya, aquí todo son libros o cosas que brillan.. Es como un poco monótono todo esto. El decorador era muy malo o es que tiene algún sentido que aún no le he encontrado. - Digo acercándome con curiosidad.

Entro en la estancia tras la actriz, a ver si veo algo que llame mi atención. Ciertamente, aquí había libros como para parar un vagón. Me pregunto si podría agenciarme buena parte de ellos para mi biblioteca particular cuando todo esto acabe. Eso sí, no me llevaría ninguno que hablase.

Me acerco también a los pedestales, echando un buen vistazo a todo lo que veo a mi alrededor.

Aunque no entra dentro de tu campo de interés, ves que algunas piezas - tanto libros como objetos - son de coleccionista, muy valorados y buscados.

Por lo demás, no hay nada más que te llame la atención.

Ambas sentis el ambiente místico que rodea la sala. Aparte de eso, os percatais que faltan las piezas -sea lo que sea- que hubiera encima de los cojines.

-Hum... Tanto miedo para nada... En el fondo, creo que todos hemos estado sometidos a mucha tensión últimamente, que nos sobresaltamos por todo. En cuanto a estos pedestales... ¿Les sugieren algo a ustedes? No parece el lugar más apropiado para ellos- digo, mientras tomo uno de los cojines en mis manos, sujetándolo con la mano que tengo libre.

William sonrie ante los comentarios de sus dos compañeras y se limita a seguirles con tranquilidad y parsimonia. -Oh, me encanta, me ha costado mucho "pelar" las multiples capas de educacion, refineria y buen gusto, pero ahora por fin puedo saborear dos buenas frutas, jejeje.-

Una vez han entrado en la sala, abbott cruza tambien el portico y, tras unos instantes examinando el lugar, les comenta con su particular timbre de voz sabihondo y prepotente:

- Se que ustedes no creen en estas cosas "esotericas", pero veo justo y necesario comentarles que en algunos rituales los hexagramas y otros dibujos mágicos protegían a su portador del influjo de demonios y espíritus maléficos. Claro esta, podemos dilucidar que en este caso también pueden servir para proteger a un individuo en una sala, tal como lo es esta. No se sienten ahora .... mas seguras?- Una jocosa sonrisa da por finalizado su discurso y acto seguido Abbott comienza a examinar la sala con detalle, como si buscara algo en particular -Estamos en una sala de culto, parece bastante obvio, quizas haya alguna relacion o referencia con la extraña figura de Ganesha?-

-Sinceramente, Abbot, he de reconocer que me importa un cuerno- le digo, sólo por chinchar- Ahora díganos algo interesante. ¿Ve algo que le llame la atención?

Una vez más William sonrie ante los comentarios de la señorita Anne, como si verdaderamente le gustara que le dijeran las cosas con total y absoluta sinceridad. Luego cierra uno de los libros que estaba hojeando y clavando su mirada en ella, le dice:

-Oh, ya que muestra interes, mi querida señorita Adams, le comentare mis impresiones- hace una pequeña pausa y luego se dirige a las dos mujeres -Creo que estamos en una sala de culto. Hace unas horas encontre unas referencias en uno de los diarios de Daniel acerca de un extraño Dios, cuya representacion es una figura mitad humana/mitad elefante.... le suena la figura? Pues no esta muy lejos de aqui, je. Esta en el escaparate de la tienda. Si de verdad desean ayudar, en vez de valorar la decoracion de la sala o comentar su estado de animo, quizas puedan buscar alguna referencia a este Dios, examinar o traer la susodicha estatua o descubrir que tipo de ceremonia se desarrollaba en esta sala, que les parece?- Sin esperar respuesta, William vuelve a abstraerse mientras continua hojeando los libros y, de vez en cuando, da vueltas por la sala examinando los diagramas y dibujos de la misma.

- Creo que se está equivocando de persona Señor Abbot! Quizás sea la edad.. - Le respondo mientras sigo cotilleando por la estancia, sin darle más importancia a que sea un estúpido, total, a esa conclusión ya había llegado hace bastante rato.

-¿Y puedo preguntar qué demonios quiere que haga con la figura esa? ¿Qué más dará que el fallecido señor Hough hablase de una estatua de Ganesha? Eso no tiene nada de relevante, tenía muchas figuras y una infinidad de libros. Puede referirse a ella por cualquier motivo. ¿O es que nos está ocultando algo?

-Bueno, dejemos de pelearnos como críos- le digo a Abbot, harta ya de esta situación- Por mi parte, no volverá a encontrarme si lo que busca es una nueva batalla verbal. Centrémonos en lo que sucede aquí- les digo a los dos- ¿Qué sugieren hacer a continuación? O bien seguimos investigando en esta sala, o bien nos pasamos a la siguiente. Parece que hay unas cuantas, ¿no es así? Yo voy armada, ¿y ustedes? Es conveniente llevar algo que nos permita defendernos, por si las moscas.

- Creo que esos libros tienen que valer dinero, parecen de coleccionista o alguna cosa así, pero no veo nada más que sea demasiado útil. Tampoco nada para hacer un ritual ni quemar brujas.. - Digo estas últimas frases con algo de sarcasmo, por lo del hexagrama que tan asustado tenía al señor Abbot.