Partida Rol por web

Una vez descubierto el "método", conseguís despertar a cuatro de los hombres de armas objeto de la compulsión. Los demás ya habían llegado a las turbulentas aguas, y no hay nada que hacer.

Volvéis a la posada, donde el resto de los huéspedes se hacen cruces de lo que ha pasado 8todos se han despertado a la vez al oír la llamada), y los comentarios duran hasta bien entrada la madrugada.

A todo esto, la tormenta sigue rugiendo, y el agua sigue cayendo a manta.

¿Alguna otra cosa?

- Puedo hacer guardia por la posada mientras la gente descansa - se ofrece Sariel al ver a todos agotados.

No puedo dejar de pensar en lo ocurrido. Tal vez esto sea lo más extraño que me haya ocurrido nunca. He luchado contra infinidad de criaturas, incluso de muertos vivientes... Pero esto es algo que me desconcierta. Ahora mismo, no puedo explicar exactamente qué ha ocurrido, ni cuál sería su causa. Es... Inquietante.

Mientras pienso en esto, miro al resto de mis compañeros. Parecen tan desconcertados como yo, incluso más. No obstante, ahora mismo, el sueño empieza a apoderarse de mí. No es que sea un gran pensador, pero reflexionar con sueño, no es muy productivo. No obstante... ¿Quién puede dormir tras lo ocurrido?.

Creo que será mejor descansar. No creo que esto vuelva a pasar esta noche. -Esto último, lo digo en un tono tranquilizador, pero tal vez, esté intentando convencerme a mí mismo de que podré descansar tranquilo esta noche.- Mañana investigaremos lo ocurrido.

Asiente a las palabras de Jenn, sin duda tenían que descubrir el origen de todo esto pero cansados y algo trastornados por lo ocurrido no serían de mucha ayuda así que lo mejor era descansar por hoy. La enana miraba distraída por la ventana viendo como caía la lluvia pensando sobre lo ocurrido, se habían encontrado con muchas cosas en sus anteriores aventuras pero esto era muy extraño y a gran escala.

Tendrían que ir con sumo cuidado.

Tras la incesante lluvia y las nubes gruesas como piedras, la iluminación del cielo con la llegada del alba es casi imperceptible. Sin embargo, el día ha llegado y Ashenport debería levantarse también.

Pero no es así. Incluso pasada la primera hora de la mañana, la población permanece en silencio. No se oye el batir de puertas, no hay tenderos apresurándose a abrir sus negocios bajo la lluvia. Aparte de vosotros y de los otros foráneos, no se mueve ni un alma. Los únicos signos de vida son unas cuantas gaviotas de gran tamaño, impertérritas ante la lluvia, posadas en los tejados, como moscas que convergieran hacia un cadáver abotargado.

- Quizá podamos preguntar a la gente de la posada qué es lo que ocurre, comenta Sariel a sus compñaeros.

- Yo creo que deberíamos salir a dar una vuelta por el pueblo y ver lo que esta ocurriendo - dijo la enana a sus compañeros - Si nos quedamos encerrados en la posada no podremos seguir investigando - dijo refiriéndose al encargo por el cual venían. No quería nombrarlo para no alarmar a nadie que estubiera escuchando.

El caso es que el personal de la posada tampoco aparece.

- Cojamos nuestras cosas y vayamos a la calle, añade Sariel preocupada cuando no encuentra a nadie del personal de la posada.

La enana se equipa con todas sus cosas y se dispone a salir de la posada. Al ver la tromba de agua que sigue cayendo se ajusta bien la capa y se pone la capucha.

- Propongo de ir hacía el puerto. Quizá los pescadores o gente que viva ahí cerca hayan visto algo en la playa o en el mar que nos pueda dar alguna pista. - dijo señalando hacía la orilla. Aunque realmente también se quería asegurar que las gentes de la costa estuvieran bien, ya que si allí también hubo el mismo suceso lo tendrían mas fácil para haber caído al agua.

Me paro un momento a reflexionar. Ir al puerto tal vez sea buena idea, allí encontraremos a la mayor parte de la población del lugar, y supongo que también sabrán todo lo relacionado con la mar, que era lo que los atrajo anoche.

No obstante, por mi mente también se cruza una idea- También deberíamos preguntar en el templo.

Mi tono es seco, y mis palabras breves, como siempre. No obstante, no es tan mala idea. Esto parece alguna clase de embrujo y hechizo, y seguro que en el templo tendrán una visión distinta a lo que tengan los aldeanos. Aunque, distinta, no siempre significa mejor....

Veamos si captáis la situación: no hay nadie por la calle.

No hay nadie en el puerto.

No hay nadie en la posada (aparte los otros huéspedes, que están MUY nerviosos)

No hay nadie por ninguna parte.

Estáis solos.

- Deberíamos ver dónde se ha metido toda la gente ¿no os parece? Intentemos buscar huellas, no pueden haberse teleportado todos, propone Sariel.

- Se me ocurre que todo el mundo haya sucumbido a esa magia y hayan ido al agua. - dice la enana, visiblemente mas preocupada al empezar a entender en la situación que se encontraban.

- Tiene que haber huellas, en todo caso, en dirección a la costa ¿no? - supuso, aunque dejo trabajar a Sariel, pensando que ella sería mas capaz de rastrear cualquier pista.