Partida Rol por web

Al morder el pan, el sabor del queso inunda tu boca, mezclado con diversas hierbas que no logras identificar por su sabor, dado el hambre que tienes y lo rápido que te comes esos deliciosos "bocaditos calientes", también notas un deje de vino blanco....pero no logras distinguir las proporciones....eso sí, te han parecido exquisitos....no sabes si ha sido el hambre o que realmente estaban deliciosos....

hermano, paga a ese señor lo que le debemos. Que para esto tu sabes contar bien.

No es que no supiera contar, sino ya tenia su hermano para eso y otras cosas.

No hay nada más rácano en este mundo que un mago. ¡Tacaño! ¡Agarrado!

Claro hermano. Perdona, pero estuve centrado en copi... ehm... degustar los bocaditos calientes, y no presté atención a lo que comías. Yo, por ejemplo, tomé una cerveza y tres especiales. Ttttrrrrreeeesssss, repite conmigo-y le dió más énfasis mostrando el índice, corazón y anular de la misma mano-: tttttrrrreeeessss. Tttttrrrreeeessss. No te ofusques si no lo consigues a la primera. Madre se esforzó mucho para que yo aprendiera los números. Tttt... tttt... Vamos, puedes hacerlo. Tttttrrrreeeessss...

Estragón iba a pagar lo suyo y pedirle a Shagar que sacara los aros metálicos de su bolsa para el resto. Pero lo primero es lo primero. Su hermano tenía que aprender los números, y el dos ya lo tenían más que repasado los tres últimos meses.

Ulthor, al parecer, era un elfo acostumbrado a viajar bastante, así que, dadas las instrucciones de Corian, no tardó mucho en retirarse. Sólo se había pedido un estofado, algo de pan y lo había regado todo con un poco de vino de la casa. Lo comió todo en silencio y centrado en sus pensamientos, ajeno a las conversaciones de los demás, a la vez que vigilante respecto de sus movimientos. Justa acabada la cena echó una mirada a los remolones y, en su línea, no dijo nada, sólo se retiró a su habitación. Mañana había que madrugar y prefería despertarse con tiempo y poderse estirar y despejar un poco antes de comenzar la jornada.

Sapo estaba preparando las monedas para pagar cuando el posadero le tocó el hombro, lo cual le dejó tieso como un palo, ahí plantado.  No le gustaba que lo tocaran. Él sólo quería intimidad en su espacio. Las tres moneditas rodaron por el suelo de la taberna y el gnomo salió corriendo a por ellas. Las dejó apiladas sobre la mesa y señaló al tabernero que allí podía cogerlas.

- Un plato de estofado pequeño, una cerveza, tres puntas. ¡TRES!- Miró a los enormes hermanos y luego al resto. Parecía que el grupo de aventureros de Corian ya estaba formado.-Me llaman Sapo, aunque mis padres lo hacían de otra forma. Yo puedo ayudarte a enseñárselos. Los números es lo mio. Tendremos tiempo.- Sonrió con todas sus fuerzas, de manera artificial, aunque sin mostrar los dientes. Le parecía increíble que alguien no conociera al número 3. Se fijó de nuevo en el niño que había estado llorando. Ahora con más tiempo ya no le parecía tan joven, aunque como no era gnomo, pues no sabría decir bien qué edad tenía.- ¿Carpintero? eso quiero verlo.- Los oficios manuales siempre habían llamado la atención del curioso Sapo, pues él mismo, se consideraba un artesano.

hermano que a nosotros nos invitaba a la primera, no es la tercera pero si la primera ronda. recuerdalo. Con rintintin por el tema de los numeros. Era vago mentalmente no tonto.

Que sí, que sí... cerveza gratis, Shagar. No me he olvidado, no te preocupes-Estragón niega con la cabeza, con gesto condescendiente-. Como se nota que estás atascado en el tres, que me cambias de conversación. No le des más vueltas, de momento. Céntrate. Intenta recordar... ¿qué tomaste en este local? Dime los platos y trata de recordar si repetiste. Despacio, no quiero que luego te duela la cabeza.

La verdad, Sapo, me vendrá bien tu ayuda. Yo le intento enseñar, y sé que mi hermano, en el fondo, muy en el fondo, es inteligente... Pero es vago para aprender cosas nuevas, y le cuesta retener las que ya sabe. Yo ya no sé qué hacer con él. Se debió enroscar el cordón umbilical alrededor del pescuezo. Por cierto, con un cordón umbilical puedo hacer unas salchichas que te chupas los dedos. A ver si en la torre abandonada esa encontramos alguna preñada.

Vamos, hermano, haz un esfuerzo... Tranquilo, te ayudaré. En tu lado de la mesa hay un plato grande... Uuuuunnnno... Y otro plato grande... Dddddooooosssss... El dos lo conoces. Acuérdate, dos son el número de dedos que tienes cuando haces la señal de la victoria. Ahora, para pagar la comida necesito que me des dos círculos metálicos de cobre... Ddddooosss... Cuando tenga los dos círculos metálicos de cobre, quiero que vuelvas a ver en tu bolsa y que me vuelvas a dar otros dos círculos metálicos de cobre. ¿Lo has entendido?

No quiero introducirle todavía al mundo del cuatro-susurró de nuevo a Sapo-hasta que no se haya familiarizado con el tres.

- El cuatro no es complicado pues es dos veces dos. - Levantó sus manitas, cada uno con la señal de la victoria  y sonreía. Solía pasar que, aquellos con un cuerpo como esculpido en mármol,  no eran duchos en  matemáticas. ¿Cómo podían ser tan diferentes dos hermanos?. Aquella bola de sebo debía haber pasado bastante tiempo estudiando además de entre fogones. Sapo, a pesar de tener una inteligencia superior, tenía una gran carencia en sentido común, por lo que su maestro le había advertido muchísimas veces que jactarse de su superioridad intelectual no solía traer buenas respuesta de la gente. Así que pensaba detenidamente cada frase antes de pronunciarla.- ¿Has probado con un ábaco? Es más visual. A lo mejor el carpintero puede fabricar uno sencillo, si tu hermano no da para más.

Al alba entonces.

Dejando tan solo una punta en el mostrador, sale unos segundos a comprobar que su bestia de carga siga en sus sitio y sube a su habitación con todo su equipaje.

Heian se quedó sorprendido al ver como su contratista se negaba a sellar el pacto con la mano. Aquello no le había hecho ninguna gracia y le había dado en qué pensar. Quizá todo sea una trampa y por eso se ha visto incapaz de darme la mano. ¡Habrá que andarse con cuidado! El joven ya era de naturaleza desconfiada, pero aquel gesto no lo había pasado por alto. Y fue aún peor cuando insinuó que sus habilidades no valdrían para nada.

¿Juzgar por las apariencias? Este tipo quizá se merezca un escarmiento. Pensó el joven del sombrero.

Corian había sido descortés e incluso antipático con él, ayudarle no estaría entre sus preferencias, pero si allá dónde decía que iban, habría tesoros, quizá mereciese la pena el viaje. Quizá entre ellos podría encontrar un sombrero magnífico, pero un sombrero de verdad.

Después miró al posadero que ya les invitaba a irse y le entregó las puntas que correspondían a lo que había tomado. Luego contempló las tonterías de los semiorcos, hasta que el gnomo le sacó de su estado.

¿Carpintero? Bueno, sí. Eso ha dicho este tío. Pero yo soy un artesano, uno de la corte, de los que hacen objetos preciosos y maravillosas estatuas para mi señor. Me sé más de un truquillo que va más allá de cortar troncos y buscar leña. Dijo sonriendo a Sapo como si aquello que había dicho Corian no le hubiese importado. Y se marchó a su habitación a descansar.

Mientras estáis hablando, se escucha una puerta abrirse y en la puerta del local se perfila una figura encapuchada, mirando a izquierda y derecha. Con una voz profunda y poderosa pregunta en voz alta "¿Quién es Corian?" 

Corian, arriba de la escalera, se gira y mira al recién llegado con suspicacia "¿Quién quiere saberlo?" pregunta, mientras el posadero se acerca a la figura...que adelanta un paso y se mete en el local, quedando dentro de las luces y mostrandoos lo que no habíais podido ver. Es un hombre, de complexión alta y fuerte, con armadura de escamas, escudo de madera y mochila en la espalda, una estrella de la mañana y una ballesta pesada colgando del cinto y un símbolo colgando de su cuello....el símbolo de Tyr. El mismo símbolo está pintado en su escudo también. 

Al contestar Corian, el hombre se acerca a las escaleras, mirando al posadero a los ojos, el cual se paraliza en el sitio, dejándolo entrar sin decir nada. "Mi nombre es Galdar, y vengo a hablar con vos. Dadme un minuto de vuestro tiempo, si tras eso, queréis que me vaya, me iré." 

Corian lo mira a los ojos y tras un momento de duda, asiente. Ambos hombres desaparecen en la segunda planta....volviendo el tal "Galdar" apenas un par de minutos después. 

Bajando las escaleras, se presenta a los que queden en la mesa....."Me ha dicho Corian que vosotros también vais con él. Encantado. Soy Galdar, clérigo de Tyr. Seremos compañeros de viaje." tras deciros eso, se sienta en una de las sillas y pide un plato de cena y una cerveza al posadero. 

El posadero, que apenas se ha movido para ir a cerrar la puerta y barrer el barro del camino que el hombre a traído consigo, se pone en movimiento pidiendo disculpas..."Oh señor, perdone, no nos queda casi comida de hoy....tendrá que conformarse con un poco de embutido y pan algo duro....creo que puedo ponerle una ración, si se espera un poco, se la puedo calentar......niña...niña ¡¡¡  pon el fuego en marcha ¡¡¡" 

Tras varios minutos, el hombre ha comido y bebido y parece satisfecho.....no ha hablado con vosotros, se ha limitado a observaros y a comer. Ahora, una vez ha terminado, parece que está recogiendo sus cosas..."bien....creo que lo mejor será irse a dormir pronto....mañana podremos charlar durante el camino...." durante un momento, permanece a la expectativa, esperando preguntas o algún tipo de contestación.....

Muchacho... Sabemos que eres clérigo. ¿Armadura gruesa, ballesta al cinto y maza de armas? ¿Y más con colgante al cuello? Rezumas cleriguidad por los cuatro costados. Eres un tópico viviente-dice el humanoide de gorro de cocinero en la cabeza y mandil en la cintura.

Espera... ¿Ya te vas? Por el camino no podré preguntarte algo con el patrón delante... Antes de irte a dormir dime cual va a ser tu recompensa. No quiero sufrir agravios comparativos y enterarme de que los hay que van a recibir más que yo por el mismo trabajo.

El dinero seguía siendo la cuestión principal para Estragón.

Hermano, cuando termines con el.... bueno ya vendras. Voy pasando.

Shagar recogio sus cosas y empezo a subir las escaleras. Luego se paro en seco, retrocedio un par de escalones.

POSADERO! preparame para mañana un par de raciones de viaje.

Galdar mira a Estragón, como sopesando sus palabras. Una sonrisa aparece en su semblante, mientras termina de recoger y sube por las escaleras......"Pobre de ti, que te mueves por el vil metal....mi recompensa me la da Tyr, así que siempre sufrirás agravio comparativo, amigo.....y no, no he aceptado nada de Corian, antes de que lo vuelvas a preguntar." 

El posadero asiente con la cabeza hacia Shagar a la vez que bosteza..."sí señor....por supuesto señor...."

- ¡Muy bien!- Fue lo que soltó Sapo pro su boquita ante el recién incorporado al grupo. Cuantos más mejor, mientras no fueran magos.- Al alba entonces.- Repitió las palabras del humano. Saltó de la silla se puso la capucha sobre su despeinado pelo y se quedó mirando lo más fijamente que pudo al posadero, para que le comentara por donde estaba su habitación.

Frascacio se queda mirando unos instantes a Sapo, como preguntándose interiormente qué mosca le habrá picado.....finalmente parece que la luz se hace en su mente y le dice..."ah...ah...por aquí señor.....sígame." mientras sube por las escaleras..."mejor..siganme todos....les llevaré a sus habitaciones..."

Estúpidos santurrones que se juegan la vida por amor al arte...

¡Ajá! ¡Lo sabía! ¿Y ese Tyr cuánto te paga? ¿Crees que necesitaría los servicios de un cocinero? ¡Ey! ¡No me dejes atrás!

Estragón subió con los demás a las habitaciones, y por el pasillo trató de alcanzar a Frascacio. No es que el semiorco hubiese perdido interés en un segundo pagador, más bien había una prioridad antes.

Pssst... posadero, yo quiero habitación individual. Es que sino mi hermano me da codazos mientras duerme.

En realidad Shagar le daba codazos despierto, para que Estragón dejase de roncar. ¿Pero qué importa quién iniciara esa guerra?

El posadero os lleva a vuestras habitaciones, donde podéis dormir razonablemente bien.

No son las mejores habitaciones del mundo, desde luego, apenas hay un catre para dormir con un colchón que aparenta ser del año de la fundación del calendario de los valles, recubierto por sabanas y una manta que deben de haber visto tiempos mejores, aunque están limpios. Al lado del cabezal hay una banqueta que hace las veces de mesita y de asiento para poderos vestir. Unos clavos en la pared hacen las veces de percha, excepto en el cuarto de Shagar, que tiene una especie de trozo de madera sobresaliendo de la pared, parece hasta una percha y todo. En un rincón podéis ver un bacinete de cobre limpio, junto a una jarra con agua y un trozo de jabón al lado de una toalla algo vieja pero limpia, e inclusive en el cuarto de Sapo hay una caja de madera con una tapa (y varios agujeros en ella), que hace las veces de "arcón" a los pies de la cama.

Las ventanas no cierran del todo bien, y un poco del viento de fuera entra, provocando un pequeño silbido semi-constante que os acompaña casi toda la noche, además de mantener relativamente fresca la habitación. Pero con todo, se duerme mucho mejor bajo techo que a la intemperie. 

La noche pasa sin incidentes y la mañana llega. El posadero, Frascacio, os despierta temprano y al bajar a la sala principal de la posada podéis ver que tenéis un desayuno consistente en fuentes de pan tostado, manteca, mermelada y algunos trozos de carnes, huevos y tortillas, todo remojado con leche, cerveza o agua, dependiendo del gusto de cada uno. 

Tras desayunar, y sin mucha dilación, salís todos juntos en dirección hacia....hacia donde sea que os lleve Corian, pero se encamina hacia el Oeste, hacia la costa del Mar de las Espadas....