Partida Rol por web

Karen se recostó en la silla, con la cantidad de oro que habían sacado de esta aventura tenían de sobra para aguantar bastante tiempo. Además quería buscar a aquella perra para hablar con ella, quizás con las bajas que les habían ocasionado podrían necesitar de sus servicios.

¿Dónde habría que ir a buscar a esa gente desaparecida y de cuanta recompensa estamos hablando?

Cesare le da la vuelta al cartel y lo desliza por la superficie de la mesa hasta dejarlo frente a las narices de la mujer. En él solo se puede leer una escueta declaración:

Desaparecidos:

cuatro compañeros fieles y amigos

de toda la gente bienintencionada de la ciudad.

Se ofrece una considerable recompensa en oro por su hallazgo.

Preguntad a Piotran Lorestrae en la Hoja Azul.

—Piotran no especificó más que lo que pone ahí —responde, reposando los brazos sobre la mesa—, pero podemos dar un paseo hasta La Hoja Azul y preguntarle directamente.

Asi es. Nuestra labor no es mas que encontrar gente capaz e interesada. A juzgar por lo escuchado, diria que cumplis con ambos requisitos. No perdeis nada por venir y escuchar su oferta. Igual que nosotros. Tanto Cesare como yo buscamos trabajo y por eso aceptamos el encargo medio a ciegas pero si vosotros no lo necesitais, libres sois de negaros. Faltaria mas.

Aun asi, siento que es nuestro destino encontrarnos esta noche. Siento que es el poder de los dragones el que intenta ligarnos, como el fuego a la roca. Creo que esta es una oportunidad irrepetible de empezar algo excepcional. Algo que puede ser el primer paso en un camino a grandes cosas.

Miro el papel.

-La oferta parece interesante, pero todavia faltan los detalles.Antes de decidir nada yo quiero saber donde vamos a acabar.

Mi cara permanece tan impasible como antes pero por un momento en la superficie agrietada de los ojos del forjado brilla algo que parece miedo.

Pues me parece poca información. ¿Dónde fueron vistos por última vez?¿Quienes son? Algo por donde poder comenzar.

Un brillo le pasó por los ojos cuando leyó lo de la considerable recompensa

-Son buenas preguntas. Para nuestro empleador, no para nosotros. Venid con nosotros y preguntadle lo que querais. Si no os gusta, os volveis.

Cesare resopló y se levantó de la silla. Dejó caer sobre la mesa unas piezas de cobre y recogió los carteles. Le gustaría observar con más detenimiento al forjado, pero necesitaba el dinero.

—Vámonos, Pyon —dijo, poniendo una mano sobre el hombro del chamán—. Aún están disfrutando de las ganancias del trabajillo del que ha cantado la elfa y no les interesa el trabajo. Aún nos quedan varias tabernas que comprobar, o pensar alguna manera para convencer a Piotran de que podemos encargarnos por nuestra cuenta.

Karen iba a aceptar acompañar a aquellos dos a hablar con el tal Piotran pero de repente y sin venir a cuento el del pelo rapado se levantó dispuesto a irse.

Parece que tu amigo no piensa igual que tú en eso de que los dragones intentan ligarnos. Nadie ha dicho que no lo aceptemos, sólo que necesitamos más información, bien por vosotros, bien por el tal Piotran. Como bien habéis dicho aceptasteis el encargo sin la debida información. 

La chica se levantó 

No encontraréis a nadie mejor preparados que nosotros aquí, pero si queréis perder el tiempo buscando por ahí adelante. Quizás vayamos mientras cuenta a La Hoja Azul a informarnos mejor sobre el trabajo, o podéis esperar a que apuremos nuestros vasos y vayamos todos a hablar con vuestro benefactor.

Apuró de un trago su vaso y esperó la respuesta de aquellos dos 

El poder de los dragones... Por si no te has dado cuenta, este tipo probablemente tiene sueños húmedos con dragones. Pero no lo dijo en voz alta. Las frases para iniciar gresca le venían a la mente con facilidad, y seguro que alguna se le escaparía en el peor momento. De todos modos, había conseguido que la mujer se decidiera por fin, levantara su bonito culo del asiento, y esperaba que el resto de culos, carnosos y metálicos, fueran detrás.

—Ya podríamos estar allí, cariño —respondió, mirando a Karen con gesto divertido—, unos minutos más cerca de la pasta de lo que estamos ahora.

Karen devolvió la sonrisa al pelado.

Hombres, siempre haciendo las cosas con prisa y mal

Se giró y miró a sus dos compañeros.... Qué, ¿vemos de que se trata el trabajo y si es bueno para que Bryzz componga otra de sus canciones?

Había pasado poco tiempo pero la chica ya empezaba a echar de menos la sensación de la adrenalina recorriendo sus venas

Calmaos, amigos. No hay razon para sacar las garras. Aqui somos todos colegas y profesionales, no? Actuemos como tal. Me alegro de que acepteis venir. Cada uno tiene sus creencias pero yo vivo por las mias y algo me dice que es nuestro destino colaborar juntos. Incluso vosotros dos, que teneis las personalidades mas fuertes.

Y, si no me creeis, tiempo al tiempo - dijo levantandose por fin de su taburete.

-Siii.-Bryzz palmeó un par de veces al escuchar la oferta de Karen y la emoción embriagó su cuerpo. Esto era lo que buscaba a toda costa, aventuras y componerlas para que su nombre y sus obras perduraran en el tiempo, como los grandes artistas de antaño. Comenzó a enrollar las hojas de papel y tapar el tintero.-Otra aventura con mucho oro. Quién sabe Zaky, tal vez podamos encontrar y pagar los servicios de alguien que te deje como nuevo.- 

En mi cara aparece una expresión de felicidad al escuchar  lo de repararme, o por lo menos lo parece, o no, o simplemente es una mueca que hubiera querido ser una sonrisa..

-Ahora te escucho, además como en esta ciudad parece que se encuentran fabricantes de forjados debe de haber recambios.No serán caros pero cualquier trabajo es bueno. Vamos a ver donde nos mandan.

Con un desagradabe chirrido me levanto de la silla.

-Perdón, el óxido es lo que tiene.Me pongo un poco de aceite en la juntura culpable

Bien pues decidido. Os acompañaremos a ver a vuestro benefactor.

Karen se ajustó la capa y se dispuso a seguir a los que prometían ser nuevos compañeros de aventura.

Si hay tiempo me gustaría pasar por un maestro armero para comprar una nueva espada

Yo soy de aquí y conozco a la persona adecuada. -dijo Pyos levantando con un dedo la hermosa vana de su propio estoque. Podemos verle de camino. 

Camináis hasta la tienda del armero y compráis lo que necesitáis. Después, tras salir de allí, os dirigís a La Hoja Azul.

La Hoja Azul es una amplia taberna, construida con madera de vivos colores que se mantiene bien encerada y limpia. Parece que la clientela se compone de elfos y humanos a partes iguales. Gran parte de quienes comen y beben aquí parecen recién salidos del bosque; las pieles de animales son tan comunes como la ropa comprada en tiendas, y las ramitas u hojas adornan el cabello revuelto y despeinado de tantos parroquianos como las joyas convencionales. El vino élfico se sirve con tanta ligereza como la cerveza fuerte, y la comida es abundante y bien especiada con todo tipo de hierbas, a juzgar por el olor que llega de las cocinas.

En una de sus paredes estaba el cartel que llevaban Cesare y Pyos. En el centro de la sala, hay dos mujeres hablando. Una de estatura mediana y pelirroja, la otra una alta humana muy bella de cabellos rubios. Cesare y Pyos reconocen a la pelirroja como la hija de Piotran, el elfo propietario de la taberna. A la otra mujer no la reconocen.

Espere aquí, Lis, avisaré a mi padre que quiere ayudar a buscar a esos hombres desaparecidos.

Muchas gracias contesta la muchacha llamada Lis con una leve inclinación de cabeza.

Tras hacer una breve parada en el armero recomendado por Pyos, el grupo llegó a La Hoja Azul. Cesare esperaba que el grupo de cinco fuera suficiente como para que el elfo se decidiera por fin a informarles adecuadamente sobre la búsqueda. Si es que realmente quería encontrar a quienesquiera que fuesen esos desaparecidos.

Nada más penetrar en la caldeada taberna, se fijó en que la hija de Piotran estaba sentada con una humana rubia, bastante hermosa y vestida con un atuendo donde las transparencias eran protagonistas. Cesare trató de mirar hacia otro lado, de igual modo que había procurado caminar por delante de sus nuevas compañeras. Pasada la fascinación por encontrarse con un forjado antiguo, las debilidades habituales volvían a tirar de él en direcciones que no le convenían lo más mínimo.

La situación cambió, empero, cuando la pelirroja se puso en pie y se marchó a buscar a su padre, y escucharon que la rubia estaba interesada en el mismo trabajo que ellos. En ese caso, no podía permitirse ignorarla. Cesare giró noventa grados y se dirigió directamente a la mesa en la que esperaba la mujer.

—Precisamente veníamos a hablar con Piotran sobre las desapariciones —dijo, sentándose pesadamente en la silla que acababa de dejar libre la elfa y aprovechando para lanzar una mirada furtiva al escote de la mujer que tenía enfrente—. ¿Los conocías o estás buscando trabajo como nosotros?

Cesare se dio cuenta de que se estaba olvidando de algo que solía decirse cuando se forzaba la presencia propia a otra persona, pero no estaba seguro de qué se trataba.

—Por cierto, soy Cesare —saludó al fin, dándose un golpecito en la frente con los nudillos, tras dedicar unos instantes a pensar en ello—. Hola.

Pyos se sento junto a sus compañeros y, sumido en sus propias reflexiones, al principio no se dio cuenta de la presencia de aquel bellezon. Las mujeres no estaban dentro de sus 10 primeros puestos en su lista de prioridades pero aquella, sencillamente, no podia ser ignorada. Inconscientemente, el chaman se estiro el pelo hacia atras mientras observaba a su socio levantarse y presentarse a la mujer.

-krraaj ignak shuuck ipmel! - un mumuro de admiracion en draconico se escapo de sus labios

Lis sonrió dulce e inocentemente a lo dos hombres que acababan de hablar.

Mi nombre es Lis dijo con una voz sensual. El tono de su voz no parecía fingido, así que esa sensualidad y seducción era natural en ella. Vi esos carteles al llegar a la ciudad y he venido a intentar ayudar a esos pobres perdidos. Sus familiares y amigos tienen que estar muy apenados, y a mi no me gusta que la gente sufra las últimas palabras las susurró. Su mirada se desvió hacia el suelo mientras unos brillos acudían a sus ojos, denotando lo sensible que era esa bella mujer.

Bzzak observa a los dos hombres, él, que tiene el intinto sexual de una piedra   pero ha tratado bastante con humanos para entender un poco sus ideales de belleza no puede evitar soltar una ligera risita( o algo parecido) al ver como actuan ambos.Estos humanos siempre piensa en lo mismo   " insertar ficha A en ranura B".

Entonces escucho lo que dice la mujer.Eso es bueno, siempre se debe procurar ayudar a la gente. Buenos dias, mi nombre es Bzzak, estas són Karen, Bryzz y este es Pyos, Cesare ya se ha presentado.Si esta es tu intención estaremos encantados de tener tu ayuda.

Su cara muestra un gesto que según el forjado es de cordialidad pero que para el resto del mundo es un completo enigma.