Partida Rol por web

El hombre que está detrás de la barra os mira mientras limpia una jarra. Escupe en su interior y os gruñe.

¿Qué queréis?

Bryzz propina un pequeño golpe en la espalda del chamán, instándolo a responder.

Esta de donde habrá salido,. pensaba Karen ante el comportamiento de aquella chica.

Entonces un cosquilleo le recorrió la nuca, como si algo o alguien les vigilara. Se quedó quieta en el sitio y observó a sus alrededores.

Cesare parpadeó repetidamente hasta que sus pupilas recobraron la normalidad. Indudablemente, la máscara era un objeto normal, pero no siempre había sido así. Sonrió con confianza a Karen, dándole a entender que no había peligro, y se acuclilló junto a los restos, examinándolos detenidamente.

—Los huesos —dijo, recogiendo la máscara del suelo y sacudiéndole el polvo—, pertenecen de un esqueleto reanimado por nigromancia. Y la máscara emite una tenue aura de magia residual. Me atrevo a aventurar que procede de un encantamiento menor gastado, aunque no dispongo de los medios para identificarlo apropiadamente.

Por su parte, la desequilibrada de Lis se dedicó a investigar en el resto de la casa, tarareando una inquietante melodía. Cesare se puso en pie y regresó junto a Karen.

—¿Has visto algo así antes? —preguntó, tendiéndole la máscara—. Creo que mi hipótesis inicial era errónea. Ese esqueleto, y quizás alguno más lucharon aquí. Puede que Ambrosh tuviera conocimientos de nigromancia, o que el no muerto no fuera controlado por él, o incluso que fuera el atacante, o al menos uno de ellos. De cualquier modo, una máscara de teatro en un esqueleto es una referencia demasiado obvia a ese Teatro de los Huesos como para ignorarla. La pista de Piotran es buena.

Una sarta de los habituales improperios de Lis interrumpió la reflexión en voz alta de Cesare, y un jarrón de cerámica pasó volando entre los dos, rompiéndose en pedazos al estrellarse contra la pared, desvelando su contenido: varias bolsas llenas de una sustancia negra, de finísimo grano.

Cuando se agachaba a recoger una de las bolsitas —Ambrosh era un supuesto narcotraficante, ¿es algún tipo de droga?—, se fijó en que el cuerpo de Karen se tensaba, y la mujer se ponía en alerta.

—¿Qué ocurre?

No estoy segura. Tengo la sensación de que nos vigilan.

Karen flexionó las rodillas mientras sujetaba las armas con fuerza dispuesta a reaccionar ante cualquier amenaza. 

Todos eso años en los bosques habían agudizado bastante sus sentidos y había aprendido a confiar en su instinto

Oh, sí, espero que no te equivoques. Cesare se colocó espalda contra espalda con Karen y deshizo el nudo corredizo que sujetaba el arma a su cinturón. Dejó que la cadena se deslizara contra su pierna hasta el suelo, agarrándola por uno de los eslabones gruesos, y con un rápido movimiento la extendió en toda su longitud.

—Solo somos una parejita indefensa —bromeó Cesare a quienquiera que les estuviese vigilando, si es que había alguien—, ¿de qué tienes miedo?

Hola Byron. Que hay? Estos amigos andan buscando a unos amigos que han desaparecido. Les he dicho que nadie viene a la ciudad sin pasar por aqui y probar lo que ofreces. Van a quedarse unas semanas y seguro que si les echas una mano elegiran a La Dama como lugar de reposo.

Mi amiga te dira sus nombres.

La elfa no pudo disimular la cara de sorpresa cuando Pyos anunció que ella les presentaría.-Ehh, nuestros nombres..son Bzakk señor del metal y Bryzz Singerleaf es el de una servidora que ameniza las mentes y los corazones con baladas y cantos.-El final fue acompañado de una reverencia. 

Me referia a los nombres de tus amigos. A los que buscas...

-Aahh...claro, mis amigos.-Una risilla se apoderó de la elfa finamente disimulada con la mano.-Pues sus nombres son Seahan el explorador, Chenni la joven, el gran guerrero Ferrel Hass y Ennic Karatalos un sacerdote de Aluvan. Ellos forman el grupo conocido como los...vigilantes arbóreos.-Bryzz arrugó la nariz cuando recibió otra oleada del olor que impregnaba la taberna.-¿Los habéis visto en estos días?.

A pesar de haber notado algo, no veis nada, así que quizá sólo había sido una pequeña sensación por la situación

Lis sale de la habitación como si nada hubiera pasado. Recoge las bolsitas y se las guardas.

Mmmm... Este fantasma era malo, sí, muy malo. En las otras habitaciones no hay nada más. ¿Qué hacemos ahora?

No los he visto dijo casi antes de que terminaras. Y si los hubiera visto, tampoco ganaba nada diciéndotelo. Si no vais a consumir, fuera de una vez, que esto es un negocio.

Byron, no seas obtuso. Estamos hablando de un grupo de 8 personas que se quedaria aqui (consumiciones incluidas)durante su estancia en la ciudad. Piensalo bien, hombre. Eso ES negocio.