Partida Rol por web

Subís la escalera que lleva al piso superior evitando el lodo verde. Una vez arriba observáis que el suelo está podrido y un gran agujero se se asoma al nivel inferior. El techo también está destruido. Un mínimo de presión puede colapsar el suelo. Al este y al sur hay dos puertas que conducen a la contramuralla del castillo.

Ajeno a la peligrosa ascensión de sus compañeros por aquella rampa de madera, Rashaniel se había arrodillado junto al lodo verdoso con expresión curiosa. Era la misma expresión que Groland, Brand y Greinh habían podido ver en el semielfo mientras caminaban en dirección a Fairhill. La expresión de alguien que reconoce algo que ha leído y que por fin puede echárselo a la cara.

Con movimientos rápidos y emocionados, Rashaniel sacó uno de los viales de su mochila y metió algo de lodo en él, mirando a trasluz y sonriendo como un niño pequeño.

- Tal y como suponía, es una variedad muy agresiva de lodo - dijo, alzando la voz para que sus compañeros pudieran escucharle, mientras cogía un trozo de madera del suelo y lo acercaba a la viscosa sustancia del suelo. Al momento, el trozo de madera empezó a descomponerse - Corroe madera, metal y, por supuesto, carne. Yo que vosotros tendría mucho cuidado de no caerme dentro.

una vez en el piso superior, y después de escuchar las palabras de Rashaniel solo se me ocurre decir: -Pues entonces sera mejor no pasar por el medio de la habitación y permanecer en las paredes, con suerte aguantara.
Miro las dos puertas que hay y digo a mis amigos: - Por cual vamos? o nos separamos?, seguramente esas puertas llevaran a las almenas., una a la puerta principal y otra por la muralla.
Si nadie dice nada, tirare una moneda y si sale cara iré por el este y si sale cruz por el sur

Por la puerta que daba al piso superior ya no podría haberse colado ni una puñetera rata: Groland, Kerri, Brand, Arue y Greinh se apelotonaban y turnaban en lo alto de la escalera para analizar la sala a través del vano de la puerta, sin pisar en ningún caso lo poco que quedaba del podrido suelo de madera.

-Tomamos nota, Rash -avisó el hombretón a su compañero, que todavía estaba en el piso inferior. Al final es el único sensato, se reprochó: al fin y al cabo, el semielfo, a escasas pulgadas del moco corrosivo, tenía muchas menos posibilidades de caer en él que sus cinco estúpidos compañeros haciendo equilibrios varias yardas por encima.

Apartando el codo de Greinh y usando a Brand como apoyo, consiguió alcanzar de nuevo la escalera.

-Deberíamos mirar qué hay al otro lado de cada puerta -opinió el guerrero, estirándose-, empezando por la puerta del centinela que Arue liquidó. Yo mismo me ofrezco para inspeccionar una de ellas -añadió-. Si dan a la antemuralla, tendremos que salir al descubierto. -Groland echó un vistazo calculador al lodo verde.- En tal caso, mi escudo me permitiría salvar el pellejo avanzando en primera posición... -Se quedó pensativo unos segundos.- Pero primero lo primero: ¿quién inspeccionará la otra puerta?

al ver que Groland tomaba la iniciativa, mi espiritu aventurero me impulso a decir: - Yo ,misma, tambien tengo escudo, pero alguien tendria que venir con nosotros para abrir la puerta mientras nos asomamos. Y dicho esto va pegada a la pared hacia la puerta que le toca.

El paladin hace un gesto a Kerri.

- Voy contigo.

Y avanza pegado a la pared, dispuesto a abrir la puerta o a enfrentarse a lo que haya detrás.

Asintiendo firmemente tras darse cuenta de que había sido muy útil y se guardó el tubito en sus pertenencias con sumo cuidado. Nunca se sabía para qué podrían usarlo, quizás para abrir una cerradura. Así que empezó a subir tras sus compañeros, fijándose en cómo pasaban pegados a la pared para evitar caer en la fosa mortal. ¿Cómo habría llegado eso allí? No pensaba que los orcos pudieran invocar o criar algo así sin encontrar decenas de cadáveres alrededor... quién sabía.

- Yo... os espero aquí - dijo, sin saber qué esperaba tras las puertas.

El hechicero sopesa sus opciones rápidamente y decide ir con Groland, sintiendose mas a gusto con el guerrero. No tenía nada en contra de los demás, pero no conocía mucho a Kerri y los repentinos cambios de humor de Greith le habían vuelto cauto sobre el paladín, prefiriendo a sus otros compañeros para guardarle la espalda.

-Yo me iré con Groland- informa el elfo al resto antes de pasar al otro lado pisando por la cornisa con cuidado, después de lo cual se da la vuelta y se dirige al mago-. Venga Rash, no te acobardes. ¿Que prefieres, adentrarte en lo desconocido con tus compañeros a tu lado o quedarte en la entrada de un castillo ocupado con orcos solo?

Kerri y Greinh, Brand y él. Perfecto. Groland confiaba plenamente en el paladín y la clériga, y el elfo había acabado convirtiéndose en una compañía agradable, pese a todo. No duró mucho tiempo: el hechicero le había adelantado por la cornisa sólo para pararse y gritar a Rash. En medio del puto castillo, en medio de las escaleras... ¡En medio de la puñetera cornisa!

-Tira pa'alante, elfo -gruñó el guerrero-. Veamos que hay detrás de esa puerta -añadió señalando la puerta sur de la primera sala.

Una vez en la puerta, el hombretón le pidió a su colega que abriese lenta e imperceptiblemente la hoja, mientras él mismo atendía con su maza presta a todo lo que pudiese entrar por allí. Brand comenzó a abrir la puerta.*

No estaba segura de cuál era la mejor opción. Mi costumbre era ir hacia donde los instintos me llamaban sigilosamente, sopesar la situación y actuar en consecuencia. En grupo... No se podía hacer eso de la misma manera, y viendo que se dividían supuse que las estrategias eran muy diferentes a las de la exploradora solitaria.

- Rash - susurré al elfo - Como Brand ha ido con Groland tal vez deberías ir tu con Greinh, así ambos tenemos un mago. 

Abris la puerta con mucho sigilo y observáis una única sala de grandes dimensiones. En el centro de la sala, por encima del pasaje principal, se encuentran los "agujeros de la muerte", que permitían a los defensores del castillo verter pez hirviente u otros líquidos sobre los intrusos. Asimismo, esta sala contiene los dos tornos que se utilizaban para subir y bajar los rastrillos que bloquean la entrada. Además esta sala contine una puerta al fondo. Cerráis la puerta.

Abrís la puerta con mucho sigilo y observáis el campanario donde yace el centinela orco. El centinela tiene un cuerno que podía soplar en caso de peligro y manejaba un escorpión (una gran ballesta de asedio montada sobre el parapeto) que apunta hacia el patio principal, al sur. En el centro del campanario hay una trampilla en el suelo. Cerráis la puerta.

Hago señas al otro grupo y susurro.

- Despejado. Una puerta

Al joven mago apenas le habían dado tiempo a mirar dentro de la habitación cuando ya tuvo que echarse atrás. Era una decepción que aquello no llevara a ningún sitio.

- Uhm... al menos tenemos claro dónde se abren los rastrillos...

- venga digamoselo, para ver por donde vamos, de todas maneras, por aqui se puede ir a algun sitio tambien, volvamos a ver que hab averiguado ellos.

Cuando me junto con el otro grupo les digo: - hemos encontrado una única sala de grandes dimensiones. En el centro de la sala, por encima del pasaje principal, se encuentran los "agujeros de la muerte", que permitían a los defensores del castillo verter pez hirviente u otros líquidos sobre los intrusos. Asimismo, esta sala contiene los dos tornos que se utilizaban para subir y bajar los rastrillos que bloquean la entrada. Además esta sala contiene una puerta al fondo.

Y espero a ver que me cuentan

-La torre con el centinela muerto y una trampilla bajo sus pies. - contesté directa a Kerri. -Podemos entrar por la puerta de la sala que habéis visitado, pero tal vez sea meterse en la boca del lobo, con toda esa defensa. La otra opción es ir por la trampilla, pero eso quiere decir bajar de uno en uno, y las armaduras de algunos pueden ser bastante molestas. 

Esperé a ver que decían los "grandes estrategas" con experiencia en los ataques en grupo. Yo tenía claro que esi estuviese sola iría por la trampilla. Lo más probable es que acabase en alguna sala de espera para los cambios de la guardia, con lo que habría un par de orcos con los que podría acabar con facilidad tal vez incluso antes de que se diesen cuenta de quién había en la trampilla. Pero claro, no iba sola.

Groland escuchó el informe de Kerri sin perder detalle, asintiendo a la información útil, y quedó satisfecho; pero al hablar de sus descubrimiento la drow simplemente comentó que la sala que habían explorado era sólo una torrecilla con una trampilla en el suelo y el orco vigía que acababan de matar. Groland se apresuró a dar los detalles.

-En la sala también había un escorpión* dirigido hacia el patio principal del castillo. -El guerrero había pensado mucho sobre eso cuando había inspeccionado el artefacto: ¿Por qué un arma DE ASEDIO estaba DENTRO DE un castillo? ¿A qué apuntan los orcos? ¿O es anterior? ¿Motines? ¿Fue la fortaleza una prisión, o lo es? ¿Y para quiénes... o quién? Todas aquellas preguntas daban vueltas en su cabeza.- También encontramos esto -añadió poniendo frente a sí el cuerno del enemigo caído, que había cogido y ahora llevaba al hombro con una cinta-. Entre otras cosas, claro...*

Y tras explicar lo que había encontrado en el cuerpo sin vida del pielverde.

-Así que, tal y como yo lo veo -reflexionó en voz alta-, no sólo hemos encontrado dos posibles caminos a seguir e investigar, sino también una forma de crear una falsa alarma (el cuerno), un arma de gran calibre con la que causar daños entre los orcos si conseguimos sacarlos al patio principal (el escorpión y el control de las dos salidas del castillo (el rastrillo). -Meditó unos instantes.- Aunque es más que probable que no necesitemos más que el clásico avanzar-y-rajar... Dejemos algún mueble pesado sobre la trampilla del campanario, para cubrirnos las espaldas y que nadie pueda subir, y seguir por el camino de Kerri.

Dejasteis una gran piedra sobre la trampilla del campanario y continuasteis por la puerta que abrió el grupo de Kerri. Os encaminasteis hacia la puerta que se encontraba al fondo de la sala dejando atrás los "agujeros de la muerte" y los tornos de los rastrillos de la entrada principal. Abris la puerta que conduce a la torre noreste del castillo. El suelo está podrido por completo, al igual que en la otra torre, y una escalera de piedra conduce al primer piso. A través de los agujeros del suelo observais que el primer piso está lleno de restos y escombros, muebles rotos y tapices desgarrados. Entre ellos dos arañas monstruosas inteligentes de tamaño mediano se mueven con agilidad. El ruido de la puerta al abrirse las pone sobre aviso y comienzan a subir en busca de comida.

Al final se decide ir por la puerta principal, pero antes de ponernos en camino digo: -Creo que cuando vayamos a pasar por el patio, alguien debería estar en el escorpión, para cubrirnos desde allí, o en su defecto anular su posible uso contra nosotros.
Nos ponemos en marcha y dejando atrás la puerta principal nos adentramos en otra torre, pero nuestra incursión en ella no es bien recibida, apareciendo ante nuestras narices un comité de bienvenida de dos arañas mal encaradas.
Mientras suben por las escaleras me ajusto el escudo y comento: -Bueno, aquí viene un comité de bienvenida, no les hagamos esperar amigos.