Partida Rol por web

Dando un paso para atrás me asomo sin apartar la vista del tipo. - Aquí hay algo que deberíais ver, un mago como tu diciendo tonterías Sestar. - Tyfan no sabía como proceder, pero si el hombre no atacaba podría no ser una amenaza y sólo los más sabios de su grupo podrían desentrañar sus palabras.

 Etaliun termina de ascender a la plataforma en la que descansa la cabaña, sintiendo curiosidad por las palabras de Tyfan. Con esfuerzo, por ascender enfundado en la coraza de metal que le encorseta, el guerrero termina por ascender y da un vistazo a lo que allí les aguardaban.

La pequeña casa tiene una sola habitación. Más de dos docenas de linternas cuelgan de clavijas en la pared y puestas sobre el deformado piso de madera, inundando la habitación con luz. A la derecha de la puerta, unas cajas cerradas se amontonan unas con otras contra la pared. Hay un barril destapado al lado de las cajas.

En el centro de la habitación, enfrente de la puerta, hay un joven. Esta sentado en el suelo dentro de circulo de cinco lámparas llameantes, con sus grandes y negros ojos fijos  en algún punto de la puerta. El joven es inusualmente delgado y está muy pálido; su largo, rubio y lacio  cabello cuelga sobre sus hombros. Tiene aspecto de haber sido torturado. La camisa y los pantalones que viste están limpios y nuevos.

Sostiene un libro pequeño sobre su regazo, pero no hace movimiento alguno para levantarse o saludarte, excepto por una incomprensible frase que dice lentamente y con dificultad. Los males descenderán sobre la tierra en la noche, embrujando a esta cuando las señales estén a mano. Luego vuelve a su extraño estado, sin hablar o responder de forma alguna.

Al escuchar las palabras de Tyfan subo rápidamente detrás de Etaliun, para encontrarme con la extraña escena. La frase del tipo de la casa no ayuda a aclarar lo que pasa.

Primero de todo echo un vistazo a las lámparas, a ver si me suena algún tipo de ritual o conjuro que necesite de una preparación como esta. Algo que involucre torturar gente, también.

Me rasco la cabeza, pensativo. - Buenas noches, señor. ¿Nos puedes decir qué estás haciendo aquí, si es posible?

Si no contesta ni saco nada en claro, añado dirigiéndome a Fronchens - ¿Tú que opinas, compañero?

Acaso hemos entrado en una dimensión paralela en que nada ni nadie es normal?

Miro alrededor de la estancia y al sujeto por si descubro algo sobre su "actividad"

Estas seguro que no es ningún ritual mágico, la disposición de las lámparas es al azar y no hay ningún componente de conjuro a mayores en la sala. Además el libro que sostiene el joven es demasiado pequeño para tratarse de un libro de conjuros, ni siquiera un libro de conjuros de viaje es tan pequeño.

No estás seguro de si es un ritual mágico o no, al igual que con los vistani, podría tratarse de otro tipo de magia.

El joven pálido mira a Sestar con cara inexpresiva, sus ojos no muestran ninguna emoción. No pronuncia ninguna palabra ni hace ningún gesto

Lo siento Sestar, yo lo único que puedo decir es que todo este espectáculo no es arcano. Mas bien parece como un ritual, pero esto es una suposición mía.

Por cierto está anocheciendo y la idea de descansar aquí no me entusiasma demasiado la verdad...

 Todo aquello apestaba a brujería de la mala, no la de los feriantes y tahúres, sinó de la de sacrificio de pollos y esas cosas. Etaliun entró en la casa con las mandíbulas apretads, tragándose sus reparos y con la punta de la espada que desenvainó fuer retirando las linternas que rodeaban al tipo ese.

 - Sacad al tipo de aquí.

Yo creo que si le atamos para asegurarnos de que no hace nada mientras descansamos...- Dicho esto Tyfan saca su daga y comienza a acercarse al hombre. - Sólo voy a atarte por nuestra seguridad - Dice sacando un trozo de cuerda - No es nada personal pero no nos podemos fiar de nadie aquí.

- No, tranquilo, si yo estoy igual. No entiendo nada. - respondo a Fronchens.

Antes de que Etaliun empiece a separar las lámparas, me acerco e intento leer un poco del libro que el tipo pálido tiene en sus manos, sin llegar a tocarlo. Si lo tiene cerrado, y fuera no se ve nada escrito, lo cojo. - ¿Me dejas echarle un ojo a esto? No creo que te importe, ¿verdad?

Sestar se acerca al joven de pelo rubio, está tranquilo miran algún punto de la habitación, no presta atención al mago cuando este coge el libro, tampoco pronuncia ninguna palabra.  Luego Etaliun retira las lámparas con cuidado, el desconocido no se inmuta, sigue sentado, ahora con la fija en el libro que sostiene Setar.

Tampoco presta atención a la figura del mediano que se acerca con la daga desenvainada. En el exterior la nubes que amenazan tormenta siguen acumulándose sobre el pantano, son negras pero aún no ha empezado llover.

Al retirar las lámparas reparas en unas cajas que hay en un lateral de la habitación, contienen comida fresca. Las reservas son considerables; hay fruta, huevos, leche, queso, pan y miel en grandes cantidades. Y justo al lado de las cajas hay un barril contiene agua fresca.

No se resiste a que le quiten el libro que sostiene en el regazo, es una colección de poemas infantiles.  Cada poema es una rima corta, sin importancia, del tipo:

Sobre el techo está mi gato.
No usa botas,
ni zapatos.
 

Tres yardas tiene de rabo.
No es de cuento,
ni de trapo.
 

No está gordo, ni está flaco.
Y de raza, es puro sato.
 

Toma su leche en el plato.
Hace purrrr, a cada rato.
 

Señores, así es mi gato.
Le he pintado su retrato.

 La primera página del libro contiene una dedicatoria:

Para Luc, mi querido hermano

Firmada por "Marcel."

 Mientras aparta las lámparas, el guerrero se queda parado mirando hacia unas cajas.

 - ¿Y eso?

 Se acerca a ellas y muestra su contenido al resto de compañeros.

 - Provisiones, fruta, huevos, leche, queso, pan y miel... y en grandes cantidades. ¿Qué significa eso? Este tipo tiene pinta de todo menos de ir a por provisiones. Alguien se las debe haber traído.- Dice olisqueando la leche, producto que se deteriora rápidamente.- No hace mucho que alguien las ha traído.

 Viendo que Sestara tiene el libro entre las manos, pregunta.

 - ¿Qué pone en la página por la que está abierto?

!!! Alguien mas debe de vivir aquí. Deberíamos estar alerta...

El enano acaba subiendo tras oir tanto parloteo de sus compañeros, en cuanto llega arriba y ve el espectáculo piensa en que deidad podría ser el patrón de ese ser con ese extraño ritual. Luego embraza su escudo con fuerza y saca su maza pesada por si las cosas se ponen feas. Cuando escucha que hay comida dice:

- Mmm no deberíamos fiarnos, quizá debería probarla primero la rata larga de Sestar a ver si está envenenada o maldita, como este lugar.

El mediano se sobresaltó cuando Fronchens dijo que podía haber alguien más ahí, decidió que aún acercarse sería peligroso y desenvainó el estoque. Se quedó mirando al hombre sentado listo a saltarle encima si hacía algo raro. - Ves algo ahí Sestar? quien es este tío y de verdad está solo?- Sus nervios comenzaban a estar a flor de piel.

- Son poemas para niños. - digo ojeando el libro, patidifuso - Es un jodido libro de poemas para niños. - recito algunos de los poemas.

Sobre el techo está mi gato.
No usa botas,
ni zapatos.

Tres yardas tiene de rabo.
No es de cuento,
ni de trapo.

No está gordo, ni está flaco.
Y de raza, es puro sato.

Toma su leche en el plato.
Hace purrrr, a cada rato.

Señores, así es mi gato.
Le he pintado su retrato.

No entiendo nada...Pero espera, aquí parece que hay una dedicatoria. "Para Luc, mi querido hermano. Firmada por Marcel". ¿Eres tú Luc? - le digo al tipo rubio - ¿Es Marcel tu hermano? ¿Dónde está Marcel?

Cuando Bjorn dice que Chip ejerza de catadora, le contesto. - Tranquilo Bjorn. De momento la comida no es un problema. Mañana podré preparar algún conjuro que nos ayude a determinar si esta comida es o no comestible.

Vuelvo a mirar al callado extraño con las manos en jarras. - Pues no me gusta nada, pero creo que debemos atarle. O eso, o hacer guardias dobles y que siempre haya una persona vigilándole. No sé, igual tiene algún problema mental, a saber si el pobre puede ser peligroso. Es muy raro, no...no tengo ni idea del sentido de todo esto, no me gusta.