Partida Rol por web

Veis como las arañas se retiran hacia los árboles. Sin una "madre" que las guíe parece que pierden el interés en el combate desapareciendo con ágiles saltos y movimientos. La araña mas grande también desaparece desplazándose hacia la oscuridad de la noche perdiéndose en el bosque. Pronto os quedais solos y la oscuridad pone a prueba vuestros nervios con los sonidos de la noche. 
La luz mágica de Gerbo comienza a extinguirse iluminando los capullos de seda blanca colgados de los árboles. 

- ¡Si! ¡Huid por donde habéis venido, bichos inmundos! - gritó Gerbo con el puño levantado.- Será posible...

El gnomo se sacudió las ropas con la mano eliminando todo resto de aquellas molestas arañas y después volvió a centrar su atención en los bultos que colgaban de los árboles.

- ¡Ahí va! Casi me había olvidado de esos - señaló a las copas de los árboles.- Bueno, pues sigamos con el plan, treparé para cortar las ataduras, que alguien esté atento para cogerlos cuando caigan.

Gerbo volvió a sacar su fiel equipo de escalada y se lo colocó debidamente, ya estaba listo para trepar a aquellos árboles.

Al ver como las arañas desaparecen, me lleno de una mezcla entre enfado y orgullo, enfado porque podriamos haberlas eliminado sin mayor problema de haber tenido un poco mas de tiempo y orgullo por vencer a tan formidables contrincantes y sobre todo por vencer al miedo que les tengo. Veo como Gerbo intenta trepar para descolgar los capullos a lo que le digo.

Gnomo creo que ya quedamos quedamos en que eso de descolgarlos y recogerlos a la caida seria practicamente imposible pues de la velocidad que adquiriria en la bajada le romperia los brazos al que lo recogiera y lo mas problable es que se rompiera la espalda si son los humanos desapericidos o se destrozora de ser cualquier otra cosa.

Una vez acabada la explicacion que dirijo hacia Gerbo me dirijo hacia el resto.

Pero lo que mas me preocupa es que vamos ha hacer con la araña monstruosa esa, deberiamos acabar con ella, pero el instinto de supervivencia me dice que lo dejemos correr y que no entremos en su territorio, seria como entrar en la boca del lobo.

- Si, Cyrus, tienes razón - dijo el gnomo, terminando de atarse el arnés.- con el asunto este de las arañas casi me había olvida del plan inicial... Verás, lo que voy a hacer es trepar al árbol, después voy a atar una cuerda alrededor de uno de esos bultos, pasaré la cuerda por una rama recia a modo de polea y dos de vosotros sujetareis uno de los extremos. Cuando suelte el bulto de sus ataduras no tenéis más que sujetar la cuerda para vencer el peso y después ir bajándolo poco a poco. Será un proceso lento pero seguro - Gerbo se ató la última correa del equipo de escalada.- Pues yo ya estoy listo, cuando queráis.

Si asi fucionaria bien, pero tambien tendria que haber alguien vigilando para que no nos volvieran a pillar por sorpresa - dicho eso añado -yo mismo me ofrezco a sujetar la cuerda, y creo que el imprescindible en esta tarea seria nuestro barbaro y con un poco de suerte podriamos acelarar las cosas pues podrias pasar dos cuerdas si las tienes y que Genericus use su caballo como fuerza para bajar dos bultos de una vez.

Yo me quedaré vigilando, y a quien quiera acercarse se llevará una flecha entre los ojos, independientemente de cuántos tenga - Hablando fríamente, da la espalda al grupo y saca una flecha de su carcaj para cargarla en su arco, que tan buenos resultados había dado a lo largo de esa tarde.

Durante ese día había tenido buena suerte con el arco contra todo tipo de enemigos, esperaba que al final del día, consiguiera mantenerla.

Tras haberse ocupado de todos los bichos, y alegrarse de que las criaturas hubiesen emprendido la retirada, Genericus pudo descansar de las armas 8que habían empezado a resentirse sus manos) y, tras comprobar que todos estaban bien, se había agachado a comprobar las patas de Garañón. Eran igual de fuertes y magníficas que siempre... pero, lo más importante, no parecía que hubiera heridas por las que hubiera que lamentarse luego, sólo un par de patas aquí y allí que apartó con apenas un dedo.

-Muy bien, chico, te has portado muuuy bien... -levantó la cabeza, al verse interpelado; no se lo había esperado- ¿Qué? Sí, claro, si fuera necesario no veo problema.

Poco a poco, con Gerbo arriba y Garañón manejado por Genericus, bajáis los bultos envueltos en seda. De vez en cuando noáis como muchos ojos os vigilan.
Ya sabiendo que dentro puede haber mas arañas os preparais cortando la seda de los capullos. Las caras de los hombres aparecen sin color, pálidos como fantasmas a la luz de las antorchas. Solo uno de los hermanos sigue con vida, aunque muy débilmente. 

- Poco más podemos hacer aqui asi que cojamos a este y vayamonos - gruño el barbaro mientras miraba atento hacia todas partes - Lo mejor sera dar aviso de la plaga que asola esta zona y asi lso campesinos estaran prevenidos la proxima vez -

Gerbo esperó pacientemente a ver si alguno de sus compañeros más hábiles en las artes de la curación daba un diagnóstico definitivo del que parecía aún vivo. Aunque a los ojos del gnomo, vivo o no, duraría poco si no hacían algo.

- ¡Venga! ¿Es que lo tengo que hacer todo yo? - dijo el gnomo con tono enfadado.- Vale, ya lo he entendido ¡Qué no se muevan los señoritos, no vayan a herniarse! Maldita sea...

Con el ceño fruncido se agachó para observar de cerca al muchacho que aún parecía conservar algo de energía. Parecía dormido o inconsciente, de modo que le dio un par de cachetes en la cara.

- ¡Despierta! - se acercó a la oreja y puso las manos alrededor de la boca para amplificar su voz.- ¡DESPIERTA!

Si hubo alguna reacción, el gnomo no la percibió, y a punto estuvo de darle por muerto hasta que escuché su débil respiración. En ese momento, y dado que nadie hacía nada, decidió sacar una de sus pociones de curación y hacérsela beber al muchacho. Vertió el contenido en la boca, se la cerró con una mano y con otra le masajeó la garganta hasta que tragó todo.

- Y luego querréis cobrar... - dijo entre dientes.- ¡Hum! Eso me recuerda algo... ¡Dinero!

Y acto seguido, mientras la poción hacía efecto, se dedicó a rebuscar entre los muertos por si había algo de val... alguna pista, errr, si... una pista, claaaro. Y ya de paso miró a ver si había algún otro que estuviera vivo.

- Bien hecho Gerbo que asi no tendremos que cargar con el muchacho todo el camino de vuelta. Cuando este un poco recuperado podemos ponernos a caminar y salir de aqui que yo ya he visto bastantes arañas por hoy, y matar alimañas no creo que nos de mucha gloria -

Duncan era el que se había mantenido aparte de todo aquello, con aire circunspecto. Daba igual lo voluntarioso que uno fuera, si no tenía ni idea de la materia y además iba enfundado en acero, lo mejor era no tocar a nadie, no importa los nobles sentimientos que te empujen.

-Gracias, Gerbo. Has salvado una vida...

Y él no había sabido qué hacer. ¡Valiente caballero! ¿No debería ser una de esas cosas que aprender a hacer? ¿Y si Garañón se ponía enfermo por la comida, o quienquiera que le acompañase por la dura vida de los caminos, o él mismo? ¿Seguro que era responsable limitarse a decir "no sé" y dejar que yazgan ahín con el estómago reventado, muerte indigna?

-Cuidado... -dijo, acercándose a él, ayudándole- Monta en mi caballo. te llevaremos a un sitio más seguro, tiene que haber sido horrible.

El joven poco a poco vuelve en si, emitiendo algún gruñido al moverlo. Aunque su aspecto todavía esta pálido y demacrado puede verse que se aferra a la esperanza, pero unas venas ennegrecidas os preocupan.

Durante el camino de vuelta al pueblo, el grupo estuvo mas callado de lo normal. La preocupación por el incidente y la atención de la vida del muchacho era el único tema de conversación mientras volvíais y Gael tuvo que utilizar su curación para salvarlo un par de veces. 

Los ruidos nocturnos del bosque os ponian los pelos de punta y aferrabais las armas con fuerza esperando un ataque, pero al alba llegasteis al pueblo sin incidentes entregando enseguida el chico a la sacerdotisa.

-Rápido posarlo en esa cama.-Marien recoje un tarro de una balda cercana y acerca una lámpara de aceite a la cara del chico.

No estaba seguro de querer volver a la aldea de esa manera, dejando a la araña más grande viva, no se había interesado ni siquiera por los del interior de los capullos de seda, realmente no era una persona a quien le importara la vida y la muerte de los demás más allá de sí mismo. 

Caminó tras el grupo, con la mirada perdida, sin la urgencia del resto, mirando hacia los lados en busca de monstruos y posibles objetivos de su arco.Cuando llegó a la casa de Marien, se mantuvo en todo momento callado, distante, mirando al muchacho nada más que de reojo de vez en cuando, mientras los demás colocaban el cuerpo del muchacho sobre la mesa.

- ¡Venga, ya la habéis oído! ¡A la cama! ¡A la cama! - dijo el gnomo gesticulando con los brazos.- ¿No esperaréis que sea yo el que cargue con él? Pues vais listos...

Una vez el muchacho reposaba en la cama la sacerdotisa comenzó a examinarle y Gerbo supuso que terminaría por sanarle de todos sus males, al fin y al cabo eso era lo que hacían los sacerdotes además de rezar y todo eso. Gerbo se dedicó a observar con detenimiento lo que hacía, siempre es un buen momento para aprender alguna que otra técnica secreta, mientras esperaba el momento propicio para hablar de lo que importaba: ¡El dinero! La cosa no había salido como esperaba, confiaba en volver con un carro lleno de apestosas cabezas de lobo pero la cosa había ido por otros derroteros y la paga ya no estaba asegurada.

"Espero que esta señora tenga el bolsillo suelto porque si no me parece a mi que no hemos hecho más que una obra de caridad - pensó.- Aunque quizás yo pueda endulzar la historia un poco..."

Tras darle a beber un líquido verduzco, Marien oró a Selûne para que le devolviera la belleza al rostro de aquél joven. Y como su Diosa le otorga la bendición. La piel antes pálida y grisácea torna poco a poco a un color mas rosado, los labios se hinchan y su cuerpo vuelve a su constitución normal. Marien os mira con auténtica alegría y tristeza a la vez.-¿Era el único que estaba vivo verdad?. Decidme,¿que ocurrió?.-