Partida Rol por web

me acerco al osgo, colocándome con poca dificultad, pero toscamente, a su izquierda.

(nº 2) y .... le acierto un ataque , que tardará en olvidar.

El ataque de la lanza había fallado, así que maldiciendo entre dientes saqué mi espada corta ya que el escudo siempre lo tenía en mi mano izquierda, y me dispuse a rodear al osgo que estaba luchando con Armon nuestro capitán.

Brand observó como uno de los Osgos se colocaba a su lado, a escasos centímetros de él. Aún así, aunque precavido con ese nuevo enemigo, decidió seguir atacando al Osgo que tenía frente a él. Ya debía quedarle poco de vida, y cuanto antes lo matara antes podría dedicarse plenamente a ese nuevo osgo.

Así pues alzó su lanza y soltó una estocada hacia el abdomen de su enemigo. Por desgracia, el osgo fue capaz de esquivarlo.. pasando su lanza a escasos centímetros de la piel de aquel ser.

Maldición..

 Silcer vio como el otro grupo tenía mayores dificultades que el suyo. Estaba dudando si ayudarles o no, pero no quería que más tarde le reprendiesen por abandonar la formación. Ya tendría otras ocasiones para destacar.

 Así pues, avanzó lanza en mano contra el osgo que estaba frente a Orión, ayudando a su compañero.

Habíamos logrado avanzan  a paso rápido pero en silencio sin que nuestra presencia y avance fuera notado guiados con pericia militar por la teniente, para cuando tuvimos al alcance de nuestra vista la escena , un grupo de nuestros compañeros se encontraba en plena lucha contra las bestias, algunos quisieron entrar al combate pero la teniente los detuvo y mando a que los rodeáramos  para atacar por la retaguardia y tomarlos por sorpresa, el fragor de la batalla que era sostenida y el sonido de la las armas, así como el grito de los guerreros en contraste con las gruñidos de aquellas bestias ayudaban a que nuestra presencia pasase desapercibida, las armas golpeaban con estruendo contra los escudos y la frondosa vegetación del bosque se teñía con las salpicaduras de la sangre.

Su pulso estaba acelerado y gotas de sudor marcaban su paso sobre el rostro de Sargon, al interpretar las señas de la teniente, seco el sudor de su frente suspiro para luego tomar aire y continuar el rodeo sigilosamente evitando se descubierto en su andar y en el intento de sorprender y matar a aquellas bestias los más rápido posible.

Vigilando su paso avanzaba en silencio, observando claramente el camino que transitaba evitando cualquier obstáculo que fuera ruidoso en su andar, con el escudo y la lanza fuertemente asida se acercaba a la retaguardia de los Osgos acechando a sus víctimas como un cazador a su presa, cualquier cosa podía pasar y él debía estar preparado un paso delante de sus enemigos.

Una vez llegado a lugar y distancia más adecuado para atacar por la espalda a aquellas bestias tomo su lanza y ya cerca de una de las bestias, la levanto sobre su cabeza y con fuerza intento clavarla en la cabeza de la fornida y gran criatura con todas sus fuerzas. 

Viktorio acabó con un Osgo, e Inex logró herir con su magia a uno de los Osgos que rodeaba a Robb, que ya tenía una vía para alejarse, pero seguía con dos Osgos poco amistosos atacándole. Los demás envites habían fallado, y era momento de sus compañeros continuar

Robb se levantó como pudo, intentó tener cuidado de que no le golpeasen pero uno de los osgos le alcanzó en el brazo del escudo. Una vez estuvo en pie, el joven atacó con un lanzazo al osgo que tenía delante pero no tuvo éxito.

A pesar del miedo y la tensión, Orestes estaba atento al combate y aprovehó el movimiento de Balin para rodear al Osgo que le atacaba y poder buscar un hueco entre sus defensas. Dando un paso a la derecha, volvió a atacar, con su lanza, pero de nuevo sin éxito.

Ya espada en mano. Orión procede a cortar al Osgo (8)* y enseñar a todos lo penoso que son esta raza. MUERTEEEE! grita moviendo la espada de un lado a otro y propinando un buen corte a su rival.

Helios avanzaba junto a sus compañeros, aunque no seguía las ideas de estrategia de su teniente... no pensaba dejar tirados a sus compañeros, sin mucho problema continuaron hacia delante, siempre con la lanza bien cogida y el escudo sujeto con fuerza, por si acaso empezaba cualquier pelea... fuera como fuere consiguieron llegar a su objetivo sin ser descubiertos y la cara de Helios cambió de golpe, se escuchaba a esos bichos asqueroso, pronto podría entrar en pelea y demostraría lo que valía su apellido... o caería en combate "padre... abuelo, observad pues será mi lanza la primera que va a atravesar al enemigo... eso tenedlo claro, dejaré el nombre de nuestra família en lo mas alto"

de quien es el turno?

Inzuel se desplazó con todo el cuidado que pudo siguiendo a la Teniente. Le gustaba eso, no era lanzarse de cabeza como hacían la mayoría. Había ingenio, destreza y habilidad, y el ver que sus compañeros eran también bastante buenos en el sigilo le hizo sonreír. Serían unos buenos cazadores, aunque él prefería el mar.

Cuando llegaron a la retaguardia, con cuidado, alzó el arco y lo tensó. Fijo su objetivo, intentando clavar una flecha entre los hombros de uno de los osgos. Inspiró profundamente y expiró despacio a la vez que soltaba la cuerda y la flecha salía disparada hacia su enemigo.

Helios, has tirado 14d20 para moverse sigilosamente, repite solo esa tirada, tenías que tirar uno con tus modificadores para esa habilidad, las otras dos tiradas están bien.

Seguí atacando al osgo que luchaba contra nuestro capitán, está vez centré todo mi ataque en una zona específica del cuerpo dónde sabía que se podía descargar gran parte de mi espada haciéndole un gran daño si el golpe acertaba...

Mientras entre dientes " muere hijo..uta..."

mientras me acerco al osgo con el cual Robb estaba peleando, chequeo el estado del resto de la linea.

intentando que este osgo (Nº 4) no me ataque en respuesta de mi acercamiento. lo ataco. pero al ver las linea me desconcentré en el ataque. y erré.

Después del intento anterior fallido, Brand vuelve a cargar contra el Osgo (Nº1) al que había herido al comienzo del combate. Con la lanza en ristre lanzó una estocada directa al pecho de su enemigo que no pudo esquivarlo.. la lanza le atravesó para, segundos después, salir de su cuerpo junto con trozos de su piel y sangre. Había sido un golpe certero y, seguro, crítico. Si aquel ser moría podría centrarse en el que tenía a su lado.. si no, esperaba que Ketaros pudiera darle el golpe de gracia. 

Los gritos se sucedían a su alrededor, lanzas y espadas chocaban contra los cuerpos de estas criaturas, y la sangre salpicaba en todas direcciones. Apuntó con su lanza al osgo mas cercano e intentó hundir el filo en el pecho de la bestia. La carne le resultó mas dura de lo esperado, y el metal se desvió de su objetivo como si de una piedra se tratase. Levantó su escudo mientras recobraba el equilibrio para dar un nuevo golpe.