Partida Rol por web

Finalmente los cinco aventureros deciden cruzar el portal que se había creado en la ventana de la taberna y lo atraviesan.

La sensación era muy similar a cuando el corazón te da un vuelco, o como cuando estás en un sueño y pisas mal.

Pero finalmente apareceis en Hommlet. 

Es la comunidad más afable y rural que hayáis visto nunca. Una gran torre situada en una colina domina el pueblo: sus piedras aún parecen nuevas y su muralla no ha sido asaltada. Aunque el pueblo está compuesto por centenares de casas y edificios la zona sigue siendo verde con árboles y arbustos por doquier.

El portal parece que estaba dentro de uno de los árboles de la villa, en un extraño hueco que había formado el tronco, a su alrededor, muchos habitantes de la villa miraban sorprendidos vuestra aparición. Otros gritaban vítores de alegría y aplaudían a Elmo por traeros consigo y por haber desempeñado tal hazaña. El pueblo parecía adorar a Elmo, todos sonreían y se alegraban por el suceso.

Durante el camino os fue contando un poco la historia de Hommlet.

"Veinticinco años atrás, las fuerzas del mal y las tinieblas se extendieron por el norte y el este de Hommlet y construyeron un gran templo. Este era el bastión de sus ejércitos gnolls, osgos, trolls y gigantes, además de los amos malignos humanos, de los demonios y de otros tipos de criaturas corruptas que les servían. Desde ese abominable lugar sus habitantes desencadenaron terremotos, tormentas, incendios e inundaciones sobre las tierras cercanas. Los monstruos fueron apareciendo en las zonas atraídos por él como el hierro es atraído por un imán.

Se tardaron tres años en completar la construcción del Templo del Mal Elemental, pero incluso en un espacio de tiempo tan corto, las fuerzas del bien se dieron cuenta de que no podían tolerar la existencia de un lugar así. Las tierras de Furyondia y Veluna aunaron sus fuerzas y asaltaron el templo veintidós años atrás en la Batalla de las Llanuras de Emridy -llamada así por el lugar donde se produjo el enfrentamiento pricipal- La mayor parte de las fuerzas malignas fue destruida o dispersada. El templo en sí sufrió graves daños, pero sus niveles subterráneos eran extensos y peligrosos incluso para esos héroes. Por lo tanto el templo fue sellado con una gran magia, atrapando en su interior a un poderoso demonio.

Nueve años más tarde los bandidos empezaron a molestar en los alrededores de Hommlet. En los caminos se empezaron a ver humanoides malignos y clérigos extrañamente vestidos. Durante el siguiente año se hizo patente que el Templo del Mal Elemental se estaba alzando de nuevo. Esta vez, los habitantes de Hommlet y de los alrededores fomentaron y coordinaron ataques por parte de grupos de aventureros hacia el templo en ruinas que de nuevo volvía a estar ocupado. Por último el mal fue derrotado de nuevo y esta vez se destruyeron los niveles inferiores del templo. Desde entonces el territorio ha prosperado en una paz aparentemente duradera. La sabiduría popular decía que ya no se podían encontrar más aventuras en Hommlet, pero ahora pienso que eso no es cierto y pronto entenderéis el porqué".

Minutos después el hombre de melena rubia os llevó hasta una posada llamada "La Bienvenida de la Moza".

La posada está formada por el patio, una zona abierta muy bien mantenida, con unos matorrales bien recortados y un césped suave, unos establos y el comedor, un lugar tranquilo y muy bien equipado a pesar de lo viejo que es. La clientela parece gente educada a la que le gusta la buena comida y la buena bebida. Los groseros y los borrachos parecen no ser bienvenidos. La pena es el elfo que trata de amenizar la estancia a los presentes pero que solo suelta terribles aullidos y estruendosas notas musicales provenientes de su viejo laúd.

Una mujer de pelo oscuro parece hacer guardia en la puerta y cuando Elmo entra con vosotros parece detenerle.

¡Alto Elmo! ¿Quién diantres son todos estos? ¿De dónde han salido?

Han venido a ayudarnos, ya te lo dije, iba a ir en busca de aventureros y parece que he dado con ellos. Vienen de un lugar muy lejano y están aquí para echarnos una mano con nuestros problemas.

¿Qué problemas?

¡Basta Maridosen! Siempre estás igual, te he dicho mil veces que Elmo es de las figuras más importantes del pueblo, no debes cuestionar sus actos, en serio.

Maridosen, me estoy empezando a cansar de tu actitud, más vale que cambies o sino...

La muchacha no termina la frase y la interrumpe para mostraros una gran sonrisa. Después se acerca a Elmo para darle un beso en la mejilla, más fraternal que otra cosa y entonces le dice.

Parece que lo lograste, eh? ¿Por qué no os sentáis y os preparo algo de comer, imagino que estaréis hambrientos. 

Mientras vais tomando asiento y Maridosen os mira con extrañeza y cara de pocos amigos, Vesta saca unas jarras de barro de cerveza pulcramente limpiadas. Entonces la muchacha os da la bienvenida y se marcha a preparar algo que a jugar por el olor tiene muy buena pinta.

Cuando estáis todos sentados alrededor de la mesa y con las jarras de cerveza entre vuestras manos Elmo levanta una mano y el elfo que estaba tratando de tocar algo decente para y se acerca a vosotros.

¡Medialuna, ven aquí!

Enhorabuena, amigo. Parece que al final lo lograste. No lo dudé ni un momento.

¡Hola, muchachos! Mi nombre es Redithidoor pero todos me conocen como Medialuna. Elmo os ha ido a buscar porque parece que está habiendo algunos problemas en el pueblo, hace ya una semana y media fui a dar una vuelta por la Barbacana del foso y escuché algo en su interior, me parece que el lugar vuelve a estar repletos de muertos vivientes merodeando por el interior del edificio.

Volvería a ir gustoso, pero me temo que ir solo me da miedo. Cuando se lo comenté a Elmo pareció estar interesado y me dijo que iría en busca de aventureros, pero ya nadie viene a Hommlet, la historia sobre el Templo del Mal Elemental parece que ya no interesa a nadie y pocos aventureros se acercan por la zona. Así que Elmo tuvo que recurrir a la búsqueda de un portal. Hace tiempo descubrimos unos pergaminos que hablaban de la existencia de una ciudad, "La Ciudad de las Mil Puertas" y desde entonces hemos tratado de buscarla. Y cuando oímos aquellos ruidos nos pusimos con más ahínco y por lo que veo, finalmente, hemos tenido resultados. Me juego mi laúd a que ustedes no son de por aquí, ¿verdad?

A ti te comia yo todo el conejo. - Pensó el mone mientras miraba a la joven que les ofrecía comida. Carraspeo y se sento mientra decia: Gracias por la oferta, no diría que no a un plato de comida. Efectivamente, yo no soy de por aquí, si lo pienso con detenimiento no soy de ningun sitio. Vago por el mundo de ciudad en ciudad ayudando a quienes lo necesiten, asi que podeis contar conmigo para lo que necesitéis. - dijo Chuï mientras sonreía.

Talindra tuvo una sensación algo distinta cuando viajaba en el plano del Umbra. Esto era ligeramente distinto. Cuando atravesaba  la Umbra se sentía como si atravesara una capa líquida acuosa, era embriagador; esto era  una sensación incómoda. Su corazón dio un vuelco ys sintió un extraño vértigo, como si cayese en un vacío . Afortunadamente la sensación duró apenas algunos minutos y llegaron al otro lado.

En cuanto escuchó la historia de Elmo supo que había acertado con haber ido aquel lugar. Aquel pueblo necesitaba paz y alejarse de aquel templo maldito. Muertos vivientes , la muerte era parte de la vida y los espíritus viajaban hacia el Umbra, cadáveres sin almas no deben ir marchando con los vivos, no es natural, pensó Talidra. Esta pobre gente necesitaba de sus esfuerzos. 

- Pienso, Medialuna que has dado con la gente adecuada - replicó la chamán mostrando una sonrisa - mi padre Obad-Hai está conmigo y tienes mi apoyo. Estoy convencida de que mis compañeros actuarán con el mismo ahíncoque pretendo para resolver con diligencia vuestro problema.

Davak no era un hombre de muchas palabras, pero las dulces palabras de Vesta y su ofrecimiento bien se merecían un gesto de respeto. Su cabeza se inclina ligeramente en su dirección, mientras una tímida sonrisa asoma por sus labios. Algo de comida no le iría mal, la verdad.

Poco después un elfo que parecía un músico se acerca a la mesa llamado por Elmo, su nombre, o apodo, Medialuna sonaba bucólico. Parecía un hombre parlanchín, muy diferente de cómo era Davak, pero parecía buen hombre. Un buen hombre que nos daba información sobre los primeros datos que obtendríamos del Templo. ¿Muertos Vivientes? ¡Oh dios mío! Espero en que mis compañeros estén mejor preparados contra ellos que yo.

Poco después también confirmó que era también un hombre curioso y en seguida se interesa por nuestros orígenes. Ante la pregunta de Medialuna, Davak simplemente se encoje de hombros, dando a entender que es evidente que no son de allí. Tenía ganas de sumergirse por completo en la aventura, pero la información recibida también le resultaba ciertamente inquietante.

- Lo sabía. Pues bien, ahora que estáis aquí y habéis venido, quizá sea un buen momento para investigar en la Barbacana. Hace días que no voy por allí y si algo de verdad está sucediendo seguro que podemos echar un vistazo. ¿Qué me decís?

- ¿La Barbacana del Foso? Maese MediaLuna, parece que estáis equivocados, no hace ni una semana que estuve por allí en busca de algún tesoro escondido y estaba decepcionantemente vacía. Todo estaba tranquilo y sin nada de interés. Me temo que no sirve de nada que vayáis allí, será perder el tiempo. 

- ¡Pamplinas! Lo digo en serio, cuando anduve por allí escuché algo, de verdad, hay alguien ahí abajo, en serio... ¿Por qué os iba a mentir?

- Yo solo digo que yo no vi nada, pero si que vi a extraños trasgos moviéndose por el antiguo templo. Que esas criaturas estén rondando por aquel lugar tampoco debe de ser nada bueno... no sé vosotros, pero yo que vosotros me iría al templo, la Barbacana parece estar libre de peligro y solo un imaginativo bardo podría escuchar sonidos allá donde solo hay silencios... No digo nada más.

- Bueno, estos aventureros han venido para ayudarnos, yo no seré quien les diga dónde deben ir... ¿qué me decís muchachos?

Lo cierto es que, como habéis adivinado, no siendo de aquí nos encontramos un poco perdidos y, al menos yo, creo que sería mejor seguir vuestros consejos. ¿Por dónde nos recomendáis empezar entonces?

Y sobretodo, ¿por cuánto? No es por ser descortés....continuó con una amplia sonrisa en la cara...pero todo trabajo necesita su recompensa, y todavía no hemos hablado de la nuestra.

Los dedos de Elvar repiquetearon en la mesa con un rápido movimiento. Después se recostó en la silla y observó las caras de sus compañeros y de los demás presentes ante sus palabras....se podía saber mucho de una persona simplemente con observar sus movimientos

Talindra observó a sus interlocutores con atención. No conocía ese sitio y en verdad necesitaban algo de orientación, pero pensaba que no estaría de más investigar la barbacana pues si es vedad lo que contaba maese MediaLuna, toda preocupación no sería desmesurado. No obstante guardó silencio y esperó lo que Elmo o cualquier otro se pronunciara con respecto a la recomendación que el gnomo demandaba.

- Bueno... ¿por cuánto? Ehm... pues mira, no habíamos pensado en eso... supongo que podría hablar con el pueblo para ver si podemos reunir algo entre todos, pero cuentan que en La Barbacana del Foso hay muchos tesoros escondidos aún no descubiertos, podrás tomar como recompensa cualquier tesoro que encuentres allí. Quizá ese sea suficiente motivo como para querer investigar, ¿no crees?

¿Empezar? ¡Sin duda por La Barbacana del Foso!