Partida Rol por web

Talindra, concentrándose envió mensajes telepáticos a la rata terrible, que tras adoptar su forma corpórea comenzó a trepar por el muro en dirección del dragón. Su mente siguió los movimientos del roedor de gran tamaño, no esperaba hacer mucho da´ño con ella, pero sus poderes se estaban desvaneciendo.

aprovechando que estamos en la puerta echo un vistazo por si puedo encontrar algo de utilidad en lo que espero a ver si desciende el dragon

Galimatías continuaba atacando desde lo alto de la muralla al dragón pero esta vez no tenía ninguna suerte y no lograba traspasar su dura armadura de escamas. Talindra se mantuvo concentrada para mandar a la rata actuar y que atacara al dragón, instantes después ya estaba a su lado dispuesta a actuar.

Niererthi logró clavarle uno de sus virotes al dragón que soltó un bufido debido al daño causado, aquel grito indicaba que el dragón empezaba a estar malherido y que si seguían así seguramente su final pronto llegaría. Elvar recuperó el arco y se volvió a esconder detrás de los muros para apuntar al dragón.

Davak no pudo evitar salir corriendo del escondrijo que había tomado, y tras ver lo que estaba sucediendo allí no pudo evitar salir corriendo y huir como un cobarde de la Barbacana dejando abandonados a sus compañeros a su suerte. Parecía que en él la música de Medialuna no había influido tanto como en el resto, que a pesar de estar oculto entre los escombros se le escuchaba perfectamente.

Questin decidía hacer como Davak, pero al contrario y prefería adentrarse en el edificio a ver que es lo que encontraba. Mientras tanto el paladín desenfundaba también su arco dispuesto a continuar dañando al dragón. 

Finalmente el dragón volvió a dañar a Galimatías, esta vez logró encajarle un fuerte mordisco en una de sus piernas haciéndole un gran daño. Afortunadamente la magia en la que se había envuelto el ave estaba siendo de gran ayuda y le ayudaba a esquivar muchos de los ataques del dragón, pero desgraciadamente no parecían ser los suficientes.

En la nueva sala el hedor a muerte es tremendo. A través de los agujeros del techo parcialmente destruido se cuelan algunos rayos de luz. En el centro de la habitación hay un cuerpo de varón, parece que parcialmente devorado. El hombre llevaba ropas ocres que ahora están hechas trizas y manchadas de sangre. Cerca del cuerpo hay una maza pesada. En la esquina noroeste hay un cuerpo de mujer con espada, arco y armadura de cuero negra.

Elvar llegó al muro y apuntó al dragón.

Tenía un disparo claro, el dragón en las alturas y siendo entretenido por Galimatías y ¿una rata grande?, un blanco fácil.

Viendo que el maldito reptil no bajaba por la imprudencia de sus compañeros ante un enemigo de tal claibre y alcurnia, Xaod sale donde tenga una visión para lanzarle una flecha al dragón. Pero ve a Galimatías y no encuentra un buen blanco ante el que falla su ataque mientras espera que baje para volver a utilizar el combate cuerpo a cuerpo, mucho más honorable que el combate a distancia.

La chamán concentró todo el poder de sus ancestro para comunicarse con la rata que había visualizado a la terrible criatura roedora. Era más grande y desagradable que una rata común, y sus dientes y uñas eran afiladas. Fijó su mirada a su invocadora y arrugó el hocico enseñando los dientes. Talindra señaló a lo alto al dragón y la criatura comenzó a trepar por la pared a toda velocidad.

Mientras el dragón le mordía la pierna, Galimatías aprovechó y golpeó con fuerza la cabeza del dragón

Nierethi siguió con la misma planificación, disparó un nuevo virote y recargó la ballesta. El dragón seguía volando y algunos hacían de muros impidiendo que el dragón atacara al suelo. Elvar se situó cerca del gnomo y eso no le produjo buenas vibraciones ya que este había rozado con un virote a la muchacha. Así decidió no quedarse cerca suyo sin otra gente vigilando.

Esta vez Galimatías se concentró bien y logró clavarle su ala en la cabeza del dragón. La criatura volvió a lanzar un grito desgarrador que os erizó los pelos y las plumas.

Talindra se concentró en dirigir a su compañera rodeadora, pero no fue suficiente para que lograse hacerla algo de daño. Nierethi volvió a disparar contra el dragón y nuevamente clavó la flecha practicamente al lado de donde había clavado la anterior. Pero Elvar fue quien puso fin a la criatura, clavando la última flecha en la garganta del dragón azul.

La criatura dio un batacazo contra el suelo de la muralla y después cayó al patio de la barbacana.

Lo habían logrado y entre todos habían vencido al dragón azul de la barbacana del foso. 

Tras aquella victoria ahora se sentían muy animados, contentos por porque a pesar de haberse conocido recientemente parecían formar un fantástico grupo.

Medialuna dejó de tocar, aunque su aura de valor aún permaneció en los corazones de los presentes, el otro hombre que les acompañaba y que había desaparecido, Chatrinosh de pronto se materializó volviéndose visible para todos.

Pero de quien no había ni rastro era de Davak, el muy cobarde había huido del combate dejandoos tirados como colillas. Por último la rata de Talindra se desvaneció.

En cuanto a Questin, aquel horrible y escurridizo mediano había decidido entrar por su cuenta al interior de la barbacana.

Avanzo hacia el cuerpo del dragón guardando mi arco y desenvainando la espada larga para decapitar a la criatura.

- Buen trabajo, señores- y girándome hacia Talindra - y señora. No he sido el mejor en este combate pero si de los que más han recibido, como suele tocar a un paladín de Heironeus. Ahaora hay un poco menos de mal en este lugar y en este mundo, pero nuestra tarea no ha hecho más uqe empezar. ¿Como estáis?

Galimatías vio caer al dragón y esperó desde lo alto a comprobar si había muerto. Tras ver que el dragón ya no respiraba, descendió para aterrizar. Sacudió sus alas y comprobó sus heridas

Algo magullado, pero dispuesto a seguir. No te preocupes, Xaod, no dudo en que haya más enemigos en el interior y que podrás batir a demasiados.

Nierethi no contestó al paladín ya que sabía que a este le importaba más bien poco su situación. Salió de los escombros en dirección al dragón donde se dedicó a recuperar algunos de sus virotes lanzados. Luego se quedó mirando al dragón pensativo.

- Habrá algo valioso de un dragón que me pueda llevar con migo?- Pensó

La chamán respiró aliviada. Cerró los ojos y trató de concentrarse para liberar la tensión que el conjuro le había causado. Su aura se había tornado rosado y eso era mala señal. Debía liberarse de las malas influencias. Respiró pausadamente y poco a poco su ritmo cardiaco. Musitó unas palabras para atraer su espíritu guía y comenzó a entonar unas palabras rituales.

Elvar sonrió cuando su flecha se incrustó en el cuello del dragón y éste cayó inerte desde las alturas.

Tranquilo Xaod, no estoy de acuerdo contigo, sí has sido el mejor, pero como carnaza. Has sido el mejor distrayendo al dragón.- dijo con una sonrisa y mientras observaba su nuevo arco.

Después de escuchar a Talindra....yo tengo una pequeña herida, de un virote, algo extraño porque el dragón no usaba ninguna ballesta.- Elvar esperaba que el pequeño Nierethi se hubiese disculpado por su herida, pero al ver que hacía como si no hubiera pasado nada le hizo sospechar.

Nierethi me clavó su dardo por la espalda mientras peleaba con el dragón, quizás Xaod no estaba tan desencaminado

Talindra quedó estupefacta ante las palabras de Elvar.
- ¿Un virote?
Se acercó hacia su interlocutor y susurró.
- ¿Acaso pensáis...?
Se interrumpió y inició su labor.
- Túmbate, Elvar y relájate - buscó al paladín con los ojos - Xaod acércate que te echaré un vistazo también.
Cerró los ojos y comenzó a musitar una plegaria entonada en voz baja. Sus manos se acercaron a la herida de su compañero. Su cuerpo fue envuelto por un área azulado.