Partida Rol por web

Elvar aguardó a que se pusieran de acuerdo.

Sea lo que fuere decididlo ya, que aquí hace un montón de frío. A los demás podemos ir Questin y yo, iríamos más rápido los dos solos y los encontraríamos antes. Vosotros nos esperáis por aquí. O bajamos todos juntos ahora mismo.

Ir tu y yo y volver rápido entonces

Mientras esperabais a que Elvar y Questin regresasen, Chui y el resto os alcanzaron de nuevo.

Tras avanzar por el pasillo y descender unos cuantos metros, a través de unas largas escaleras, llegais a un lugar tan frío que incluso la persona más insensible percibe que una corrupción gélida sobrenatural flota en el aire. En el centro hay un gran hoyo de bordes húmedos. Y junto a él están cuatro de vuestros compañeros, aunque no hay rastro de Elvar y Questin por ningún lado.

Se ha colgado una polea del techo y de ella desciende una cuerda que se une a cuatro cuerdas más. Éstas, a su vez, deben sujetar algo más que está colgado más abajo. Sin duda debía ser algún tipo de plataforma o algo, pues Questin y Elvar no estaban allí, y era muy probable que hubiesen bajado por ella.

Una linterna encima de un taburete en la esquina suroeste ilumina la sala. Cerca del borde hay picos y palas esparcidos por el suelo y en la esquina más alejada de la entrada hay una estatua. En la parte norte de la sala hay una gran losa de piedra redonda, exáctamente del mismo tamaño que el agujero que había en el suelo.

Y a los pocos segundos de reunirse ambos grupos, los otros dos que habían descendido por la plataforma aparecieron sanos y salvos aunque tiritando de frío.

Nuevamente estaban todos los grupos reunidos.

-¿Alguna novedad?-Pregunto al ver a todos reunirse de nuevo.-Ibamos a descender por aqui, pero parece que la cosa no tiene el tamaño para alojarnos a todos. ¿Que sugeris que hagamos?

Segun aparezco, observo al grupo al completo, y sin decir palabra salgo un poco de la habitación alejandome un poco del frio y frotarme los brazos mientras doy saltos para volver a entrar en calor del todo.

Abajo frio. Mucho mucho frio. Piedras y madera para bajar mas.

Talindra se mantenía algo irascible y observaba de reojo a las nuevas incorporaciones. Ahora estaban todos juntos lo que incrementaría las posibilidades de éxito, pero no podía evitar sentir escalofríos cada vez que veía al nigromante y la criatura.

Elvar comprobó como el grupo se había vuelto a juntar. Aún con los labios morados y con las manos temblándole ligeramente se dirigió a ellos.

Abajo hace un frío de muerte, del que se te mete en los huesos y después te las ves y deseas para quitártelo. Voy a acercarme a la habitación de las camas para coger unas mantas. Si vamos a bajar quizás las necesitemos

Molesto por haber vuelto a encontrarse con el paladín, Nierethi espera a que gente más lanzada decida tomar la decisión. Aunque había magia para evitar esos problemas, consideraba un gasto innecesario si podía solucionarse de forma mundana con unas mantas. Debían ir bien protegidos pues un frío mágico si fuera así sería realmente peligroso para su delicado cuerpo. Decidió seguir a Elvar y escoger su propia protección.

¡Hombre haga el frío que haga allí abajo yo creo que deberíamos investigar! Sea lo que sea que haya allí, debe ser lo que estos clérigos han andado investigando. Aquí hay clérigos oscuros, gnolls a sus órdenes y muertos vivientes levantados o renacidos por la oscuridad que yace en este lugar. Todo esto no puede ser casualidad.

Algo se esconde en la Barbacana del Foso, y ese algo tiene que estar ahí abajo.

Talindra no puede reprimir un escalofrío cuando el elfo nombra "muertos vivientes". Esa alteración a la naturaleza. Si allí estaba el nigromante, no había duda para la chamán que allí es donde debían ir.
- Cacemos esa abominación de la naturaleza y acabemos con el nigromante - su voz denota furia y pasión - si pensáis maestro Medialuna que allí se encuentra el origen del mal que buscamo, entonces es allí a donde debemos ir.

Abajo no haber nada, solo oscuridad, pozo y ffrío. - os explica el pequeño ya con bastante menos frío

Algo para bajar pero mas frio. Alli no ver nadie

-Mi hermano se siente halagado.-Digo sonriendo.-Y yo por la parte que me toca tambien. Lamentablemente no todo es tan sencillo, señorita. 

Me explicaré. Los muertos vivientes no siempre son creados, algunos se generan de forma espontánea cuando el hombre, mujer o niño en cuestión ha fallecido en circunstancias violentas o en entornos como este con una fuerte carga de... digamos energía negativa.

Los cadaveres de los necrófagos que nos acabamos de cargar no mostraban signo alguno de nigromancia, con lo que es más que probable que no debamos buscar un quien sino un que. Algo contamina esta tierra con una plaga descontrolada de no muertos, pero no soy yo ni a simple vista es un nigromante. Algo más poderoso se esconde detrás. 

Miro al nigromante con una media sonrisa de sorna y digo:

- ¿Y no puedes utilizar tu poder para localizar esa fuente de poder que debe serte tan conocida? Decidamos, hay otros caminos que tomar y podemos con gusto volver a separarnos.

-No.-Respondo.-Mi poder para detectar se reduce a detectar no muertos, pero la distancia a la que puedo hacerlo no es demasiado amplia, con lo que pueden quedar algunos. No puedo detectar ese tipo de energías "familiares" del mismo modo que, asumo, muchos de los aqui presentes no pueden detectar el bien o el mal.

Por otro lado, detectar el mal aquí es como detectar arena en un desierto... sin embargo el frio procedente de ahí abajo puede ser una buena pista. ¿Habéis encontrado algún otro camino o indicio sospechoso?   

- Nada digno de ser seguido, por eso hemos vuelto hasta vosotros. Aunque nos atacaron unos no muertos, un extraño ser escamado y un nigromante que logró huir corriendo.

-Es curioso.-Digo mesándome la barba con cierta intriga.-¿Podría echar un vistazo a ese ser escamoso? Puede que el nigromante haya vuelto a recogerlo o incluso a levantarlo... convendría hacer algo al respecto, ¿No crees?

Miro con cara de severidad y cabreo a Alexis:

- Los muertos no deben profanarse, ni aún cuando sean del enemigo.

-Vamos a ver porque creo que o no me he explicado o no me has entendido.-Trato de razonar.-Lo que quiero decir es que debemos impedir que el enemigo use a los muertos contra nosotros. No estoy sugiriendo profanar ningun cadaver, sirvo a la diosa de los muertos por si no te has dado cuenta aún. 

Hago una pausa tratando de serenarme. Desde luego el alcohol le ha pasado factura a sus neuronas.

-Si ocultamos el cuerpo o lo enterramos como se debe, podemos evitar que el enemigo lo alce, y si lo examinamos podemos averiguar su naturaleza, su procedencia y si hay más como el.