Partida Rol por web

Esta habitación está básicamente vacía. De hecho parece como si hubiera sido limpiada a conciencia. En el centro de la habitación hay una sabana sobre la que hay esparcidos una serie de objetos extraños. No muy lejos de allí hay una linterna en el suelo que ilumina la habitación. Hay una puerta en dirección sur desde donde os encontráis.

En el centro de la sala están los cadáveres de una mujer vestida con una capa negra al igual que los dos gnolls que también yacen en el suelo. Junto a ellos, está la cabeza decapitada y a escasos metros el cuerpo de Chatrilon. Todo está lleno de huesos que sin duda daban el aspecto de haber pertenecido a muertos vivientes que se habían movido por allí.

Sin duda aquello era el resultado de la batalla que habíais escuchado, pues justo cuando entrasteis visteis como un esqueleto se convertía en polvo gracias a algún conjuro lanzado por Talindra.

Lo más extraño de todo aquello es que a pesar del tamño de la habitación, allí había un escarabajo astado gigante que no parecía ser para nada agresivo. De hecho parecía estar del lado de Galimatías.

Questin parecía inmerso observando todos los objetos de la manta.

Para vuestra sorpresa de la habitación de donde habían venido los esqueletos aparecían vuestros compañeros junto a dos hombres que no conocíais y un esqueleto que parecía acompañarles.

Por fin estabais juntos de nuevo y a pesar del estado de cansancio y del mal color del gnomo, allí os habíais reunido de nuevo todos.

Miro a mis compañeros y miro el esqueleto con visible desacuerdo:

- Buenas, hemos dado fin al traidor de Chatrilion que a punto estuvo de acabar con mi vida. ¿Qué es esa aberración que va con vosotros?- Señalando al esqueleto- No aceptaré en el grupo a ningún adorador de la muerte- Mirando a los desconocidos mirando sus auras.

- Me alegro que estemos todos juntos - viendo el aspecto de l gnomo se acercó a él tratando de ayudarlo si es posible.

Entonces Talindra percibe al esqueleto. Sus ojos se abren como platos. Se incorpora de un salto con el hacha en la mano.

- ¿Qué significa esto? - señala a la criatura no muerta - ¿qué hace esta abominación a los ojos de la naturaleza con vosotros? Se supone que venimos a destruir el mal y no a unirnos a ellos.

Tranquilo Xaod, vienen con nosotros y no necesariamente tenemos que estar en el mismo grupo. Hasta ahora nos ha ido bien sin ti, aunque si he echado de menos a la encantadora Talindra.

Elvar hizo una reverencia ante la joven sin abandonar su eterna sonrisa.

Además hay que reconocer que es más guapo que tú. Os presentaré, estos son Zahar, Alexis y su hermano Berio

-Vaya.-Digo ante las palabras de Xaod y Talindra.-Según parece la educación no es el fuerte de la gente de por aqui, ¿Verdad?.-Mientras hablo, miro a Berio con cierta lástima. No es la primera vez que nos pasa, pero sabíamos a lo que nos exponíamos.

-Os agradecería que dejáseis de insultar a mi hermano sin tener ni idea de quien es, qué es o qué hace aqui.-Digo tratando de disimular mi enfado.-Tanto hablar del bien y de la maldad y de destuir la maldad y vuestro primer pensamiento ante lo que no entendéis es destruirlo... me dáis lástima. No os preocupéis por Berio. No atacará a nadie si yo no se lo pido o no corro peligro. Zahar puede dar fé de que hemos estado descansando junto a él y no le ha hecho nada.

Pasando por alto el uso de adorador de la muerte como un insulto, me dedico a curiosear por la habitación.

-Si no os importa, me gustaría echar un vistazo a eso.-Digo señalando a los objetos sobre la mesa.-Probablemente tenga que ver con esas cosas que casi nos matan hace un rato o con el dragón que nos mantenía apresados aqui.

Sin esperar respuesta, me acerco a los objetos y echo un vistazo sin tocar nada.

Nierethi se quedó un momento repasando la escena que se abría ante sus ojos. Ni siquiera se percató de que el paladín estaba de nuevo hablando de malvados, de buenos y de tonterías suyas. Tampoco se fijó en como la Talindra daba un salto de horror, su única preocupación eran ciertos objetos que había sobre una manta. Su color su poder le atrajo sin remedio y se dedicó unos segundos a contemplar su belleza.

Galimatías sacudió las alas al ver al esqueleto. No aprobaba la utilización de muertos en ningún caso. Ese tipo de magia le parecía repugnante y, en muchas ocasiones, es lo que se dedicaba a combatir.

He viajado por el mundo destruyendo muchos tipos de males, males que asolan las poblaciones y devastan a los pobres inocentes. Decidme, ya que no pretendo juzgaros, ¿por qué os retenía el dragón? Seréis alguien de valor, bien para esa criatura alada, bien para estos seres que acabamos de derrotar dijo señalando a los cuerpos sin cabeza que estaban en el suelo

-Nada de eso, señor... no conozco vuestro nombre, así que no se como llamaros. Señor será apropiado, espero.-Digo sonriendo para quitarle hierro al asunto.-No teníamos más valor que el de ser los guardaespaldas de Zahar, quien nos honra con su compañía.-Digo señalando al mago.

-Fruto de la curiosidad a menudo inherente a la práctica de la magia y de los rumores, Zahar decidió venir a explorar las ruinas y me contrató como ayuda. Al llegar fuimos sorprendidos por el dragón y nos refugiamos en una de las salas del piso de abajo, donde no pudiera alcanzarnos, para descansar y recobrar fuerzas. Afortunadamente mi hermano nos protegió durante ese tiempo. Como supondréis, el no necesita descansar.

Yo, Questin - gruño con una daga de la mano cuando Alexis se acerca a los objetos - Botin nuestro.

Hablar mucho pero no decir nada. Estar aqui de guardian y nada mas.

Hola chicos. - dijo Chui - Me alegro de veros a todos bien. No os preocupéis, a mi también me chocó al principio pero Berio ha luchado a mi lado y tiene mi confianza.

La mia no - Respondo con sequedad.

Tumbate Questin, nadie va a cojer nada. - dijo Chuï preocupado por su pequeño compañero. - Yo te relevo, ahora tumbate y tapate las heridas.

-Gracias, Chui.-Digo inclinándome ligeramente en señal de respeto.-Significa mucho para mi que aceptes a mi hermano tal y como es y quiso ser.

Tu gozas igualmente de mi respeto y confianza, y por supuesto de los suyos.

Miro al mediano con detenimiento.

-Tranquilo, no iba a coger nada, puedo examinarlo sin tocarlo y deciros lo que es si lo se. Por otro lado, echaría un ojo a tus heridas, pero mi magia es limitada en ese sentido y ya la he usado por hoy. Lo lamento. Si descansamos unas horas podré atender a cuantos haga falta y ser de más utilidad en combate... Y hablando de combate, Zahar y yo nos refugiamos en una armería. Hay algo de material decente para quien lo necesite. Por desgracia no habia más que espadas y lanzas, pero si las queréis pueden ser de utilidad.

Questin, toma esto dijo acercándose hasta el mediano y se agachó para quedar a su altura. Se llevó las manos a la cintura y cogió dos pequeñas esferas. Le puso una en cada mano.

Aprieta primero una y espera a que dejes de sentir su efecto sanador. Después aprieta la otra. Sanará en parte tus heridas, ya veras.