Partida Rol por web

Tras ver como apartan su espada del cuello de Alexis vueve a poner la espada en su lugar, el cuello de Alexis y no le deja marchar de rositas, si no que le sigue:

- Chui, igual eres tú el que mal interpreta las palabras del Bendito, habla de combatir el mal, y este hombre y "su hermano" son malignos. Ayudar a los demás si, pero no hacer el mal, ¿lo entiendes no? Te están utilizando y si no te das cuenta ahora con su actitud, lo harás cuando ya sea demasiado tarde.- Mirando fíjamente a Alexis- Sigue con tus insultos, pues esa es la dialéctica del mal, la tuya y la de los tuyos. No se cuál es el conocimiento de los dioses, pero no fanfarronees de saber más que el resto, como mínimo se lo mismo que tú, - mirando al resto- y eso debería abrir los ojos de los demás: su deidad no es maligna, en cambio el ha escogido el camino del mal, cuando podría seguir el de la neutralidad o el del bien, pero no ha sido así. Es un hechicero nigromante y primero su hermano y luego le seguirán hordas de muertos vivientes o nuestros propios cuerpos cuando acabe con nosotros, no se vosotros, pero yo no le deseo ese malestar a mi alma, ¿Vosotros si?.- Vuelvo a mirar a Alexis- Si yo soy una vergüenza para mi orden le compete a ella y a mi ponerle solución, en cambio tú, has corrompido tu alma y la memoria de tu hermano, y te fastidiaré ese conjuro y todos aquellos que crea necesarios.

Esto no va a acabar bien.- pensó Elvar mientras buscaba en la paredes. Si encontrara esa puerta seguro que por lo menos llamaría la atención sobre aquellos idiotas.

De todas formas tampoco le importaría ver un combate entre Xaod y el poderoso Berio, sería de lo más interesante.

-Vale, pues a ver como resuelves tu esto.-Digo retrocediendo hasta colocarme detrás de Berio.

Nierethi se separó un pelín del grupo cogiendo la espalda y cogiendo la máxima distancia posible del paladín. Conjuró un hechizo para que pareciera que la pared del fondo hablaba con voz propia. (si hay una antorcha que salga de ahí el sonido).

- Escuchadme mortales pues soy Heironeus, tu dios. Xaod aprovechate de los malvados que a tu lado se arremolinan pues un bien mayor serás capaz de encontrar. Duerme pues yo te protegeré ante ellos y el bien triunfará sin duda. No dudes que después ajustaremos cuentas con los creadores de abominaciones y muertos vivientes que insultan a la propia vida de la naturaleza.

Intento que mi voz suene diferente y que mi cara no muestre mi sonrisa de alegría e interés por ver como reacciona el paladín. Había estado tentado de hacerle hablar al esqueleto pero le pareció que enemistarse además con Alexis le iba a atraer peores consecuencias.

Miro al esqueleto evaluándolo y luego miro al resto:

- No he dicho que tuviese que luchar con vosotros ahora, ni tan siquiera os hemos atacado en cuánto habéis aparecido, pero si eso es lo que queréis, creo que está claro que sus intenciones no son las mejores para trabajar en grupo. Yo llegué hasta aquí y acepté, de mala gana todos lo sabíes y es una cosa normal, a Nierethi, y ahora viendo crecer la maldad en el grupo creo que lo mejor es dividirlo y que cada cuál vaya por su lado. No que nos matemos los unos a los otros aquí, y menos tras todos los combates que hemos tenido hoy que han mermado las fuerzas de todos, sobre todo las mías ya que he caído dos veces inconsciente. Así que os propongo dividir los grupos, uno iremos a Hommlet a descansar, y el otro se queda aquí descansando. Luego que cada cuál explore lo que quiera y de la manera que quiera. Pero si hay que luchar se lucha- levanto mi escudo y me pongo en posición de lucha frente al esqueleto tras el cuál se resguarda el hechicero malvado.

Pasando por alto la incongruencia de las palabras del paladín, busco a los demás con la mirada.

-¿Alguien puede registrar a los caidos y detectar magia? Tengo una pequeña corazonada.-Digo desde mi posición relativamente segura.

-No tengo ganas de luchar, Xaod.-Digo al ver como hace el idiota con su espada y su escudo.-No estoy aqui para luchar contigo, me he colocado aqui detrás para quitarme tu espada del cuello, nada más.

-Y pensar que podría matarlo si quisiera...-Pienso mientras miro hacia los demás.

En ese momento veo la pared empezar a hablar.

-¿Será posible?-Pienso desconcertado.-Hasta su dios le habla.

Chuï miró a la pared pero se dio cuenta enseguida de que era un burdo engaño. ¿Quien es el que osa hacerse pasar por Heironeus? Parad con esta burda farsa. - exigió el monje a todos en general. - ¡Xaod basta! Deja de comportarte como un idiota. El único que habla de destruir a 3 miembros de el grupo eres tu. No te recomiendo que empieces algo que no vas a poder acabar tu solo pues no derramarás sangre inocente delante mio. - dijo interponiéndose entre Xaod y Alexis. - Ahora bien, tu eliges. Te quedas o te vas. Pero deja de tirar por la borda los intentos de los demás de acabar con el mal que aquí habita.  - Las palabras del monje fueron tajantes. Se interpuso entre Xaod y Alexis y no se movió de ahí, si Xaod quería seguir atacando o molestando a el clérigo debería pasar por encima suyo.

Xaod guarda su espada y mirando con pena a Chui le dice:

- Te equivocas, compañero, y lo siento por ti. Este hombre no es inocente y su bestia tampoco, son servidores del mal, como lo es ese gnomo- Nierethi- Pero si vuestra ceguera no os permite verlo siento deciros que al menos yo, no pasarré la noche con ellos. ¿Alguien me acompaña a descansar a Hommlet?

Pobre iluso hechicero, cree que con su escaso poder mágico nigromántico tiene siquiera una oportunidad contra un servidor del Archipaladín, Heironeous. Pero aún no realizado ningún crimen ante mi mas que ir acompañado de una abominación a la que llama hermano. Déjalos que se den cuenta por ellos mismos, aunque sea demasiado tarde...

Tras estos pensamientos el paladín mueve la cabeza en señal de negación y mira hacia el techo como si pudiese ver el cielo desde aquí, donde mora su Dios. Esperando la respuesta, sobre todo de Talindra, ya que el resto no parece servir al bien con tanto ahínco como él, y Chui que parece engañado por su bondad hacia los demás como suele pasarles a muchos servidores del Bien que sólo buscan ayudar a los demás auqnue éstos se aprovechen de ellos y luego los abandonen al mínimo signo de peligro o ganancia.

-Bla bla bla bla bla bla-Pienso mientras me separo de Berio.-De acuerdo, entonces voy a sondear esas cosas.-Digo señalando los trastos de la mesa.

Dicho esto, me siento y empiezo a concentrarme.

Mientras todo esto sucede y las discusiones parece que al final pueden terminar en derramamiento de sangre, Questin se acerca a los cuerpos caidos y comienza a registrar los cadaveres a ver si Alexis tiene razón y tienen algo de utilidad o simplemente un botin para repartir.

- Bueno, tranquilo Xaod - interrumpe la mujer, en sus leves contactos con la sociedad había aprendido a tratar a los "civilizados" con mesurable tolerancia, se ofuscaban con facilidad y cerraban sus corazones ciegos, incapaces de ver la obra de la naturaleza en su propio interior - Voy contigo, Xaod.
Trata de dar fin al conflicto. Comprendía que aquellos dos no eran el foco de su atención, aunque la presencia de aquella criatura no le confortara, pero no tenía sentido derramar sangre. No eran trigo limpio pero no eran el enemigo.

Galimatías se acercó a Xaod. No se había metido en la discusión pues era algo que no iba con él. Tenía claro cuál era su misión.

No debemos irnos, Xaod. El mal residirá en ellos, no te lo voy a negar, pues su magia es negra. Pero el bien y el mal conviven, pues sin uno, el otro no existiría, y eso lo sabes. Debemos quedarnos aquí y derrotar al mal que amenaza al pueblo de Hommlet. Además, Xaod, si son malvados, debemos vigilar que no intenten volver a levantar este templo de maldad. Y desde la distancia, no podremos.

Mientras algunos de vosotros discutíais sobre el bien y el mal o sobre lo correcto y lo incorrecto, Elvar decidía buscar la puerta secreta de la que había hablado Zahar.

El pícaro se puso a buscar tal y como le habían comentado hasta que en un determinado momento encontró un mecanismo que decidió accionar, en efecto, una puerta secreta se abrió para dar lugar a unas escaleras que descendían a algún nivel inferior de la barbacana.

Nierethi siguió con la mirada a la pícara cuando sonó el resorte que abría la puerta. - Bueno eso nos deja trabajo para mañana, vuelve a cerrarla y descansemos. - Dice con tono cansado. Con un poco de suerte el paladín se iría y podrían dormir tranquilos. Dicho esto Nierethi extendió su manta en el suelo y se sentó. - Tal vez deberíamos dividirnos las guardias, yo a la primera hora tengo que estudiar al igual que otros supongo. Por ello tendré que hacer mi guardia antes si es posible,. El estudio, cosa más grande no existía en el mundo... salvo tal vez resolver misterios.

Miro a mis compañeros, en especial aquellos que no irradian auras malignas: Chui, Elvar, Questin, Galimatías, Redidithor, Zahar y digo:

- Muy bien espero que paséis una buena noche, si alguno quiere esperarnos para continuar la búsqueda por nuestra parte mañana intentaremos estar aquí a primera hora. Vigilad vuestras pertenencias y vuestras espaldas de estos- señalo a los malvados: Alexis, Berio, Nierethi.

Finalmente empiezo a caminar hacia la salida.

Elvar sonrió cuando encontró aquella anomalía en la pared. Y lo hizo aún más cuando descubrió el mecanismo y consiguió abrir aquella puerta oculta.

Se volvió hacia los demás... 

Tenías razón Zahar, aquí está la puerta y parece que hay unas escaleras que descienden, ¿alguna idea de lo que nos podemos encontrar abajo?

Elvar, el pícaro humano VARÓN, volvió a colocar la puerta en su sitio y se dispuso a buscar un sitio para descansar. Eligió un sitio pegado en la pared en el medio de la sala, se sentó y aguardó.

Si queréis yo me encargo de la primera guardia