Partida Rol por web

-Así que ahí estás.-Digo comenzando a mover las manos mientras recito una pequeña salmodia a modo de conjuro.

Segundos después, dos proyectiles mágicos salen de entre mis manos y se mueven a través del aire hasta impactar en el misterioso hombre. 

Chuï avanzó junto con el paladín y vio a otro enemigo flotando sobre sus cabezas. - Enfréntate a un siervo de Heironeus si tienes valor. Mi dios me protege y tus flechas no podrán alcanzarme. - dijo mientras dejaba que la luz de sus manos se expandiese a todo su cuerpo. 

Nierethi estaba divagando sobre el obelisco que tenía delante cuando aquel virote lo sacó de su ensoñación. Miró hacia arriba y vio al mago lanzando virotes al suelo. Era extraño pero aquel tipo lanzaba dardos en vez de magia... No se atrevió a usar la magia cerca de algo tan extraño como aquel obelisco, sin duda podría producir reacciones extrañas o cualquier otra cosa. Sacó la ballesta de la espalda apuntó y disparó al enemigo mientras este se movía.

Galimatías observó a aquel hombre envuelto en unos ropajes antes de atacar. Desenfundó una varita y apuntó hacia aquella criatura.

Si no lo detenemos en la distancia, iré hasta él anunció.

Tras la serie de ataques a distancia y proyectiles mágicos que le mandais a aquel desgraciado. Éste se pone a reír de forma extraña y casi rozando la locura. El hombre os mira fijamente a los ojos y después se marcha de allí volando hacia la parte superior de la cueva.

Aquel hombre se escaba, a no ser que fuerais volando detrás de él, o vuestros virotes fueran ciertamente precisos.

Pero con el descuido, aquel loco desgraciado perdió una cosa, una extraña nota cayó lentamente mientras flotaba gracias a las corrientes de la cueva.

Elvar poco a poco notaba que sus músculos volvían a responderle. No había sido agradable estar paralizado, a merced de cualquier enemigo que por allí estuviera.

Galimatías fue a despegar, pero se lo pensó mejor. De todos, él era el único que podía volar, y no era tan estúpido como para ir detrás de ese hombre enfermo.

Sin embargo, sí que se lanzó a por la nota, para cogerla y leerla antes de que otra corriente de aire se la llevara.

El gnomo se encogió de hombros, el hombre estaba demasiado lejos como para dispararle un virote y no iba a malgastar hechizos con un enemigo en retirada. Pero aquella carta si le interesó pues podría tener algo interesante de historia del lugar. - Nos dirás que dice? - Si es que sabe leer el pájaro. - Dijo cuando este llegó a posarse de nuevo en tierra. Tener un "aliado" volador era útil según parecía, así la carta no había tenido opciones de caer al lago donde la corrosión la habría destrozado.

-A mi también me interesa la nota.-Digo sonriendo.-Sería francamente interesante ver lo que pone... o escucharlo si haces el favor de leerla en alto.

Dicho esto, miro ami alrededor esperando ver si algo o alguien nos rodea.

-No perdáis de vista las paredes.-Digo después.-O lo que se llevó a nuestra compañera podría volver.

Tu bien? - pregunto a Elvar mientras empieza a moverse de nuevo mientras espero a ver que hacen con la nota

Elvar asintió, todavía recuperando su movilidad.

Estaba paralizado, no sé qué conjuro me habrá echado pero no podía moverme.

Estoy harto de cobardes. - dijo el monje. - Nadie planta cara, todos atacan y huyen como ratas. Bah! Escoria... - terminó mientras se paraba a mirar a su alrededor esperando a que leyesen la nota.

Intento calmar a Chui tras guardar mi arco a la espalda de nuevo, le pongo una mano suevemente en el hombro y muevo la cabeza en señal de negación.

-Esa escoria es la que al final sobrevive.-Digo con un cierto deje melancólico en la voz.-Y lo se por experiencia. Mi pueblo estuvo huyendo años y años, generaciones, antes de que la dama roja nos diese el poder de plantar cara. 

Mi voz se va tornando más fuerte mientras hablo y adquiere un tono orgulloso con un tinte malicioso en la mirada.

-Entonces, cuando nuestras bajas se convirtieron en nuestros mejores valedores y nuestros muertos en nuestro recurso más preciado, entonces nos convertimos en los amos del desierto. 

Esa escoria esperará un momento de distraccion, un momento de flaqueza o una ventaja momentánea y volverá. Volverá más y mejor preparada, así que conviene que andemos con precaución.

El templo del agua va a atacar pronto a las fuerzas del Fuego. Vuelve pronto, Festrath, necesitamos tu ayuda. Juntos, podríamos ganar el favor de los Soñadores de la Perdición y de la propia Tríada.

Tras leer aquella nota en voz alta decidís continuar investigando la zona en la que os encontrabais. Ya que habíais llegado hasta allí era absurdo no hacerlo.

Un pasaje abovedado está excavado en la roca de modo que parece una masa arqueada de tentáculos y serpientes retorciéndose. Al final de la abertura hay una pulida pared negra.

Podías investigar aquel extraño pasillo o seguir avanzando por el final de aquella cueva.

Galimatías leyó la nota en alto y esperó la reacción de sus compañeros al tiempo que se quedaba pensativo por si recordaba alguno de esos templos de los que hablaba la nota.

Mientras tanto, continuaron caminando, esperando que más enemigos les atacaran por la espalda. Entrecerró los ojos para focalizar la pared.

Esa pared puede ser como la que casi se traga a Alexis hace unos instantes dijo Pero creo que deberíamos investigar el pasillo por lo que pueda pasar. Y algunos se deberían quedar aquí para que nos cubran las espaldas pluralizó, suponiendo que habría gente que se uniría a investigar el pasillo y gente que se quedaría.

Dicho esto, se metió en el pasadizo.

-Berio y yo iremos a explorar.-Digo.-Puede que en mayor o menor medida supongamos una barrera contra quien sea que nos espere alli. Ademas, si aparecen no muertos puede que haya que luchar con ellos y creo que soy el que mejor los conoce de los presentes.