Partida Rol por web

¿Humanos y trasgos esclavizados? ¿Cómo diferenciamos a los trasgos esclavizados de los que no lo son?

A pesar de querer luchar y acabar contra el mal, sabía que el equilibrio debía seguir manteniéndose. Y no le parecía honrado ni de un ser bondadoso matar a aquellos que estaban sufriendo penurias a manos de otros, por horribles y malignos que fueran.

Mi nombre es Karmerth, y no pertenezco a su tribu. Nosotros somos dueños de esta torre y ellos se quedaron con el templo. Por eso agradezco que acabéis con ellos. Después se quedó pensando ante la pregunta de Galimatías, no tenía muy claro qué dar por respuesta. Los humanos estarán encerrados, si es que no están ya muertos. Y los trasgos... pausó un momento durante unos segundos, supongo que a esos no tendréis forma de reconocerlos. Pero bueno, es algo natural en nuestra especie... Dijo mirando hacia la puerta para ver si lo dejaban marcharse ya de una vez.

El paladín tras asegurarse de que las palabras del trasgo eran ciertas o por lo menos dichas con el corazón, guardó su espada y se apartó, haciéndole una señal al trasgo y a sus compañeros para que le dejasen pasar:

- Hemos dado nuestra palabra, así que eres libre. Pero no vuelvas a cruzarte en nuestro camino con intenciones de mal o no tendremos tanta compasión.

Nierethi se echó a un lado, para después quedarse mirando al paladín. Cuando los trasgos se fueron, el gnomo volvió a abrir la boca. ¿Y cuáles son nuestras intenciones ahora? ¿Creéis que podremos hacer frente a todo lo que nos han contado?

Elvar sonrió e imitó la voz del paladín... Es el mal, debemos acabar con el malllll.

Y después se movió por la estancia para examinarla

Haco dejó que abandonaran el lugar los trasgos, y mientras decidían un plan de actuación respecto del otro edificio, Elvar se encargaba de buscar en los restos de aquella torre. Quizá encontrase algo suficientemente interesante.

Te das un paseo analizando cada zona de la torre, en aquella sala principal tan solo encuentras contenedores que contienen alimentos y provisiones muy viejos de tiempos pasados.

Después abres una de las puertas y unas cuantas ratas salen de allí para esconderse en algún otro lugar de la torre. Después continúas hacia la última sala de la habitación, que parece ser el dormitorio. Cuando te das cuenta de que tu búsqueda no ha servido para encontrar nada útil, te das cuenta que en una de las esquinas hay una baldosa que se mueve. Parece que los trasgos que se encontraban allí no lo habían descubierto nunca, pues tenía demasiado polvo acumulado. Al quitar la baldosa ves que hay una trampilla, que tras analizarla descubres que está libre de trampas.

La abres y descubres que hay un túnel vertical, bastante estrecho, con peldaños de bronce que desciende hacia algún lugar.

Ey aquí parece que he encontrado algo suficientemente interesante.

Elvar se apartó para mostrar a los demás aquella baldosa suelta que escondía una trampilla.

Después de asegurarse que no tenía ninguna trampa Elvar la abrió para mostrar a todos un túnel vertical, bastante estrecho, con peldaños de bronce que desciende hacia algún lugar.

Por el aspecto de la baldosa parece que por aquí no ha pasado nadie en bastante tiempo, dudo que los trasgos supieran de su existencia.

¿Vemos qué nos encontramos abajo?

Observo con paciencia como se marchan los trasgos, luego espero que Elvar revise la zona y cuando nos avisa de que ha encontrado un pasaje secreto avanzo hasta él:

- Pues si, ¿A eso hemos venido no? Marchas tú delante para descubrir posibles trampas o avanzo yo?¿Tienes luz Elvar?

Elvar desenvainó una de sus armas.

Una luz que provenía de un cristal engarzado a la empuñadura iluminó ligeramente la estancia.

Sólo dispongo de esto, lo suficiente para ver un poco más lejos de mí. Puede que nos sirva.

-No veo prudente haberlo dejado con vida, podría haber mentido.-Sonrío.-Pero bueno. Supongo que si has dado tu palabra...

Por cierto, yo si tengo luz.-Añado con una sonrisa en el rostro.-Si la necesitáis solo decidlo.

Algo me dice que ese no mentía meditó Galimatías en voz alta. Supongo que no todos tienen que ser iguales, al fin y al cabo... Se acercó a Elvar.

Si os parece bien, iré tras Elvar, le cubriré las espaldas

Miro al hombre pájaro y le digo:

- No es que no me fíe de tus habilidades, pues has demostrado en estos días ser uno de los más mortíferos, pero prefiero ir delante con Elvar ya que mi condición y estatus así me lo indica, gracias por tu ofrecimiento, pero ya sabes como somos los paladines.

¡Oh! ¡Pero yo también quiero bajar! Dijo animado a seguirles. ¡Me muero de ganas por saber lo que puede haber allí dentro! ¡Un lugar escondido durante tanto tiempo tiene que tener misteriosos jamás resueltos!

¡Que interesante! Dijo el gnomo mientras se colaba delante de todo el mundo y se asomaba por la escalerita. Bueno, vosotros dadme luz y yo ya me encargo de bajar. Dijo rascándose la cabeza un poco confundido.

Pues me parece que tienes un nuevo compañero de aventuras Xaod. Yo cubriré de nuevo la retaguardia. Pequeñajo y Estirado los primeros, Pájarito y Pelado detrás, los maguitos luego y el Pocacarne y yo iremos los últimos. Me gusta ir con gente que habla menos que yo qué le vamos a hacer.

Vamos en marcha, antes de que los trasgos vuelvan con refuerzos. Cuando esteis todos dentro dadme unos minutos para borrar nuestras huellas aquí arriba y volver a colocar esa losa en su sitio.

Y así lo hicieron.

Todos siguieron el plan de Elvar, pero hubo un pequeño detalle que se les escapó. El "peladito" se había marchado de allí sin decir ni mú. De hecho no estaba ya allí. Es más, cuando los trasgos habían abandonado la torre, el monje se había ido con ellos sin que ninguno lo viese. No dio razones, no explicó motivos, no dijo nada. Pero tan callado como había estado siempre, así fue como se marchó, para nunca más volver.

De todas maneras, los aventureros siguieron el plan establecido y descendieron por la trampilla hasta llegar a una pequeña sala en la que los siete estabais sumamente apretados. Casi no podíais ni moveros.

Cuando el último bajó, Galimatías golpeó la mesita que había allí y tiró el cofre y la caja que había encima.

Elvar echó un vistazo a los dos contenedores, y observó que las cerraduras que tenían, con algo de tiempo pronto serían abiertas. Y así lo hizo.

En el interior había un par de pociones, 800 po, y 200 pp.

Además había en una de las paredes, un colgador de madera junto a una única salida (además de la trampilla). Un largo pasadizo se adentra en las profundidades del terreno que antes pisabais.

Recoged esas monedas y sigamos ese camino dijo Galimatías, señalando a la trampilla Seguramente encontremos algo mejor por allí

Seguís el camino tal y como indica Galimatías, parece ser una parte de él natural y otra artificial, como si hubiera sido escavado y hubieran colocado material para que no se derrumbase. Pero llega un momento en que los escombros dificultan el camino hasta tal punto que está taponado. Los pedruscos son gigantescos, como si algo se hubiese derrumbado, dejando sin salida aquella posibilidad. Ese camino estaba totalmente cegado, así que solo quedaba volver a la torre y decidir que hacer respecto al templo.