Partida Rol por web

Elvar sacó su arco y se acercó a aquel grupo. No sabía lo que pasaba pero le parecía demasiado aquella descompensación.

Kendra reaccionó lentamente a lo que sucedía, pero una vez tomo consciencia de que una muchacha estaba en peligro, alzó su símbolo sagrado para ayudar en la lucha:

- Que la bendición de St Cuberth os ayude a derrotar al mal!

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Dejo caer la pesada estatua dado que dificilmente alguien podría llevársela y desenfundo el gran espadón que había conseguido en el templo mientras avanzo hasta llegar al lado de Tisha preparada para evitar que nadie pudiera llegar hasta la mediana o la clériga, basicamente abatiéndolo por el camino.

Los aventureros escucharon por el camino algún tipo de riña y no dudaron ni un momento en echar un ojo a ver qué pasaba. Solo Galimarías abrió sus alas para sobrevolar la zona y tratar de impedir lo que estaba a punto de ocurrir.

Cassandra se deslizó entre matojos, arbustos y troncos con el sigilo por la que su raza era conocida. Ni una rama se escuchó mientras la mediana atravesaba la zona de vegetación. Finalmente, Cassandra llegó a los límites de los arbustos y observó al grupo en cuestión. Ahora estaba preparada para sorprenderlos por la espalda si las cosas se ponían feas.

Elvar sintió como el aire se arremolinaba a su alrededor y vio como el hombre pájaro se acercaba a aquellos que parecían bandidos.

Se encontraba sólo ante aquellos salteadores así que Elvar decidió disparar su arco. Si hería a alguno podría minar su voluntad de combatir.

Todavía no sabía qué ocurría y ella no era de 'gatillo fácil' como parecía ocurrirle a alguno de su nuevo grupo. Decidió quedarse escondida a ver qué pasaba.

Cassandra se escondió en silencio entre los matorrales que había en el camino, así podría pillar a sus enemigos por sorpresa en caso de que fuera necesario. Mientras tanto Elvar trató de disparar una flecha contra... no quedó muy claro contra quién, pues se perdió en las profundidades del bosque.

Dado que el combate aún no parecía terminar de empezar, Medialuna prefirió dejar de lado su flauta travesera y prefirió cargar una de sus flechas y disparar a uno de los enemigos que tenía frente a él, con exactamente el mismo resultado que su compañero.

El grupo de aventureros que estaba luchando contra aquella mujer, no parecían preocuparse mucho por los que venían en su ayuda, por lo que continuaron el combate. La mujer logró esquivar tres de los cuatro ataques que le hicieron, pues parecía ser una combatiente bastante diestra. Pero le superaban en número, por lo que uno de aquellos golpes le provocó un buen tajo en el hombro.

Incapaz de huir de allí, la mujer conocida como Kella no le quedó más remedio que recurrir a las armas para defenderse, escogió enfrentarse al osgo, que le parecía la criatura más vil de las presentes y con su cimitarra logró provocarle un ligero corte en el pecho.

A la jóven mediana le daba igual aquel desigual combate. No iba con ella, ni tampoco habían atacado a su nuevo grupo de amigos, asi que siguió semi escondida esperando por si los bandidos decidiesenvolvers contra a alguno de ellos y asi encontrar una escusa moral para entrar en combate.

Cassandra ya había visto suficiente. Aquello era del todo injusto. Cassandra se colocó a la espalda de uno de ellos y le atacó con sus dos armas. Su maza impactó en sus riñones, haciéndolo doblarse hacia adelante y, entonces, Cass le clavó la daga entre los omoplatos y la retiró con celeridad, segura de haber perforado un pulmón.

Ante esa falta de cortesía, en la que los guerreros cobardes no habían sido capaces ni de responder a su grito, Galimatías hinchó las plumas, ofendido. Sus ojos se entrecerraron, y predijo la muerte del enemigo que tenía más cerca. Sus garras se levantaron, llevando con ellas un gran movimiento de alas.

¡Cobardes, dejad a la mujer! sentenció, mientras dejó que sus garras cayeran con toda la fuerza sobre Undra

Continúo avanzando hasta colocarme tras el ajeno, basicamente porque la armadura no me deja avanzar con mayor rapidez pese a mis esfuerzos.

Elvar volvió a encajar otra flecha, cubriría a su emplumado compañero.

Kendra se acerca a la zona del combate y apunta sus dedos hacia el que parece el más bruto de los cuatro, esperando poder afectarlo.

Por fin Galimatías logró llamar la atención de Undra, y la clavó una de sus garras en plena espalda. La mujer a la que estaban tratando de salvar, seguía luchando contra el osgo ajena a la ayuda que se acercaba. Cristal se colocó tras Galimatías mientras que Elvar disparó su flecha, aunque erró el tiro pues temió que se le pudiera clavar en un ala a su amigo.

Kendra se acercó hacia la batalla y lanzó una plegaria a su dios para que castigara a Baugh, pero no debió ser escuchada, pues el enemigo seguía comportándose de la misma forma. Cassandra salió de su escondite para apuñalar por la espalda a Fisturn.

Ahora que ya habían llamado suficientemente la atención, Medialuna decidió dejar de lado el arco y empezó a tocar su flauta. La música infundió de valor a sus compañeros y así podrían dañar a sus rivales.

Entonces llegó el contraataque, Undra se giró para atacar al hombre pájaro, sin mucho éxito, Fisturn también se dio media vuelta para enfrentarse a la que le había apuñalado por la espalda, con el mismo resultado, aunque fue más previsor y dio un paso lateral para evitar que le continuara golpeando de aquella forma. Los otros dos continuaron luchando contra Kella, pero no tuvieron ningún éxito. Realmente aquellos rivales parecía que iban a ser más sencillos de lo que en un principio parecían aparentar.