Partida Rol por web

¿¡Pero que demonios es esa cosa!?

Pues, ante la imposibilidad de flanquear a la criatura y atacarla por la espalda, Cass retrocede lo que puede, guarda las armas y saca la ballesta.

Ante la imposibilidad de continuar, sólo les quedaba un remedio. Luchar.

Cubridme, voy a por él dijo el plumífero, envalentonándose y dirigiéndose a por el simio-bicho que estaba frente a ellos.

Mientras Cassandra se preparaba para hacer frente a la bestia con la que se habían encontrado. Galimatías fue el primero en salir a ayudar a sus compañeras.

Con sus alas logró golpear a la criatura y encajarle un buen golpe. Después aquel ser le devolvió el impacto arañándole en pleno pecho y encajándole una terrible herida en su ya de por sí cuerpo magullado.

Al menos ahora el resto ya podrían intervenir para ayudar a su compañero, pues parecía que lo iba a pasar francamente mal como siguiera enfrentándose a esa bestia el solo.

Galimatías se lanzo a por la criatura sin pensárselo dos veces, pero pago su osadía con una grave herida, si queremos sobrevivir hay que golpear rápido y con decisión:

Con sus gestos cuidadosamente estudiados y las oraciones aprendidas con gran esfuerzo, que por suerte ahora le salían perfectamente aunque estuvieran en una situación tan peligrosa Kendra consiguió solidificar su voluntad en un arma que emulaba la maza como la que ella llevaba.

-Galimatías retrocede con cuidado para que pueda curarte! 

Galimatías vio a la inmensa criatura. Salir de su garra no iba a ser sencillo, quizá lo mejor era hacerlo poco a poco.

Así, el plumífero arremetió con sus alas y retrocedió. Poco a poco podría salir de esa situación, pero sus compañeras debían tener cuidado

Tenía la sensación de que este combate iba a ser más complicado que si hubiéramos enfrentado al dragón, por lo que consciente de que no duraremos mucho si no íbamos relevándonos, avanzo dispuesta a cubrir el lugar del ajeno conforme lanzo una fuerte estocada con el gigantesco espadón.

Kendra convocó una maza que empezó a golpear a la mole, logrando traspasar su defensa e hiriéndola ligeramente. Después Galimatías volvió a golpearle con sus alas y después dio un paso atrás para que la clériga pudiera sanar sus heridas. Cassandra apuntó con su ballesta que impactó en su duro cuerpo y atravesó su férrea piel. Poco a poco iban debilitándole y si seguían así pronto lograrían derrotarle. Y por último fue Cristal la que retomó el hueco que había dejado el hombre pájaro para hacer frente a él y evitar que la bestia lo devorase.

La mole sombría cambió de objetivo, pues tenía a la mujer más cerca, y esta vez descargó sus dos garras y sus dientes para comérsela. ¡Tenía una pinta más apetitosa que el avoral! Por suerte logró esquivar su boca y sus afiladas zarpas, pero cuando estaba agachada casi a punto de librarse, otra de las garras la dañó clavándosela en el estómago y haciéndoa vomitar sangre.

Cassandra vió con horror cómo la criatura hería también a Kendra y casi le arranca las tripas en el proceso. Sus amigos estaban resultando heridos y ella estaba acobardada?

-De eso nada- gritó.

Dejo caer el arco, saco la espada corta y se zambullo entre las piernas de la bestia 

Sus compañeros seguían luchando pero ha este ritmo no se veía capaz de sanar a sus compañeros lo bastante rápido, si alguno caía contra la bestia no se lo perdonaría nunca.

Se acerco a Galimatías y entono una plegaría esperando aliviar sus heridas.

Galimatías sintió las manos de Kendra y cómo sus heridas se cerraban rápidamente. Asintió con la cabeza y dijo

Gracias, Kendra y volvió a fijarse en la criatura que tenían enfrente. Su poder era grande, pero poco a poco parecía ir cayendo bajo los golpes de todos y cada uno de ellos. Así que Galimatías lo vio claro: Quizá un golpe fortuito y fuerte podría dañarlo de muerte. Y así, convocó sus energías en sus alas, desplegando una sacudida eléctrica que cruzó rápidamente la distancia que los separaba.

Cassandra aprovechó para pasar por debajo de las piernas de la criatura y ya de paso colocarse en su espalda y aprovechar la posición de ventaja que obtendría. Mientras tanto, Kendra se limitaba a mantener las distancias para poder curar a Galimatías.

Mientras el avoral recibía las curaciones de su compañera, optó por recurrir a sus habilidades especiales. Frotó sus alas y un rayo eléctrico se descargo sobre la mole. La criatura no tardó en caer al suelo completamente chamuscada. ¡Se habían librado del enemigo!

Pero ahora que Cassandra estaba al otro lado, pudo ver como, dentro de unos instantes, llegaría otra mole sombría al encuentro.

Cass rodó por el suelo y se reincoproró justo a tiempo para ver caer a aquella cosa.

-Erm... chicos, malas noticias. Otra de esas moles viene hacia aquí! Aprovechad para prepararos - dijo mientras se volvía a reunir con el grupo.

Por si una bestia no era bastante, ahora aparece otra más, cada vez me queda menos poder para luchar y para mantener vivos a mis compañeros.

- Cristal acércate.

Sin preámbulos canalizo mi poder para sanarla y envío a mi arma espiritual contra el enemigo.

Galimatías asintió satisfecho por la caída de la criatura. Lástima que ese tipo de conjuros no los pudiera utilizar continuamente, pues la presencia de otra criatura similar les ponía de nuevo en un aprieto.

Mientras el grupo volvía a unirse, Galimatías sacó su varita. Quizá el daño que le iba a hacer a la criatura no era mucho, pero por lo menos minaría su salud en algo.

Kendra aprovechó parar curar las heridas de Cristal que tras el último impacto se había quedado algo atontada porque no hacía absolutamente nada. Galimatías aprovechó para lanzar un par de proyectiles que simplemente rozaron a la bestia. La clériga aprovechó para mandar al arma espiritual convocada contra ella, pero no pudo evitar su movimiento. 

Mientras tanto, Cassandra se escondió para poder aprovechar su cobertura y encajar un golpe mortal. Las fuerzas del grupo cada vez estaban más agotadas, pero seguramente si lograban vencer a esa bestia, al final podrían terminar descansando.