Partida Rol por web

Galimatías vio con éxito cómo su escarabajo aparecía al lado del ogro y le lanzaba un potente mordisco.

¡Dejad al ogro! gritó El escarabajo le retendrá. ¡Acabad con los soldados! Cada vez eran más y más, y eso podía ser peor. Tendrían que acabar con los que estaban en la sala para poder huir y planear otro ataque.

Apuntó con su varita a uno de los soldados.

El golpe del ogro fue realmente duro, pero nada al compararlo con la fuerza con la que la criatura aplastó a la mediana, estaba segura que no habría sobrevivido a ese golpe, pero como dudara en estos momentos todos estaríamos perdidos. Por lo que volví a golpear con toda la fuerza que podía reunir.

Cassandra vio caer a su amiga a través de la puerta. Dio un paso lateral para enfrentarse a uno de los soldados, pero estaba tan nerviosa que fue incapaz de encajarle ningún golpe. En cambio, Kendra, hizo caso de su petición y eliminó a otro de los humanos del combate. Galimatías dirigió sus proyectiles mágicos contra otro y también lo dejó inconsciente. Poco a poco iban obteniendo la ventaja numérica en aquel combate.

Entonces, el escarabajo que materializó Galimatías en el interior de la habitación golpeó con todas sus fuerzas a Azuzagusanos, encajándole una terrible herida en el abdomen. Casi del mismo nivel que la que había encajado a Tisha. Ahora era el ogro el que se sentía rodeado y acorralado en aquella diminuta habitación y fue Cristal quien terminó de rematarle. 

Mientras tanto, los tres últimos soldados en salir, fueron directamente a enfrentarse contra Alexis, pues aparentemente parecía no ser mucha molestia, pero tampoco parecía ser un rival muy peligroso y lo mejor era quitárselo de en medio cuanto antes, aunque no fueron capaces de encajarle ni un solo golpe.

Y entonces, tres nuevos soldados salieron de la habitación preparados para el combate.

Cass dió un paso para flanquear a su rival y descargó sobre él espada y maza. La espada corta de la mediana se enteró cerca del riñón, arrancando un grito del soldado.

Elvar se enfrentó al soldado que tenía delante. Hizo una finta hacia la izquierda con espada corta para asestar un doble golpe con sus armas.

Kendra ocupa la posición del enemigo caído para poder seguir atacando, pero sin demasiada suerte

Habiendo acabado con el ogro debía regresar a la sala principal e intentar echar una mano allí donde era en verdad más necesaria.

No fue por salvar a Alexis, si no porque tenían muchos enemigos a los que enfrentarse y el mago oscuro no parecía hacer nada por ayudarlos. Galimatías hizo que sus alas se abrieran, mostrando su gran volumen, y asestó dos rápidos golpes al soldado

Cass y Kendra se acercaron a uno de los nuevos soldados que salía de la habitación y la primera logró encajarle una herida bastante grave, pero no logró dejarle inconsciente. Mientras tanto, Elvar sí que lograba quitarse a otro soldado de en medio. 

A veces, en los combates cuerpo a cuerpo, herías sin querer a tus aliados, y eso fue lo que le pasó a Cristal, que al tratar de enfrentarse a uno de los soldados, hirió gravemente a una de sus aliadas más apreciadas. La pobre Cassandra se llevó un fuerte tajo en la pierna, sintiendo como una de sus arterias empezaba a expulsar sangre a gran velocidad. Por fortuna aún se mantenía con la suficiente fuerza para seguir combatiendo, pero quizá no la suficiente para perdonar a su supuesta amiga.

Galimatías logró eliminar a otro de los soldados que atacaban a Alexis, liberando así prácticamente la zona sur de la sala. Y entonces, algo asustó a los aventureros, pues un escarabajo gigantesco salió de la habitación del norte, afortunadamente, aquella sabandija enorme estaba de su lado y de un rápido mordisco se comió la cabeza de otro de los soldados. 

Los soldados, cuya superioridad numérica se iba viendo cada vez más y más menguada, atacaron a sus contrincantes sin ningún efecto. Afortunadamente para ellos, nuevos refuerzos llegaron a la sala por la puerta de entrada. Un grupo de cinco gnolls hacían su aparición en la sala dispuestos a ayudarles. ¡Aquella batalla parecía que jamás fuera a terminar!

-Aaargh!!!- gritó Cass cuando su compañera casi le arranca una pierna co su torpe ataque.

La herida era horrible, con un buen pedazo de carne colgando tan sólo por un pellejo de piel. Aún así, la valiente mediana conservó la calma y, aprovechando que no tenía nadie cerca, sacó una poción curativa y se la bebió.

Galimatías y su escarabajo se movieron a la par, cada uno a por un enemigo diferente. Ese combate no tenía fin, pero ellos aún tenían fuerzas y podían con mucho más.

Galimatías, todavía con las alas en alza, golpeó con rabia a otro de los soldados que acosaban a Kendra y a Cristal. Mientras tanto, el escarabajo hacía lo propio para seguir alimentándose.

El grupo de Gali parecía tener a sus enemigos controlados y el enorme escarabajo, si estaba de su lado, tenía pinta de poder contener a casi cualquier enemigo.

Así que Elvar se movió para parapetarse tras una de las mesas, dejaría que el escarabajo librara su batalla.

¡Maldición!

Rabio apretando los dientes. La caoticidad del combate casi me hace llevarme la pierna de la mediana por delante. No podía permitirme otro fallo similar al atacar nuestros enemigos o todos acabaríamos muertos, así que prestando mucha más atención a acertar el golpe que a causar daño, volví a atacar a uno de los soldados.

El frenetismo del combate continuaba y Kendra seguía avanzando y dando golpes.

Cass sintió el dolor que Cristal le había provocado así que prefirió sacar una de las pociones que llevaba consigo y bebérsela. Así fue como poco a poco la herida se curó, y aunque no estaba sanada del todo, al menos había dejado de sangrar. 

Galimatías y su enorme mascota quitaron un par de enemigos de en medio, reduciendo más y más las filas de sus enemigos. Finalmente el resto de los aventureros se cargaron a los soldados que aún quedaban en pie.

Tras aquello, tres nuevos gnolls se adentraron en la sala, pero dejaron que el escarabajo se encargara de la más de media docena que había allí presente. Los últimos en pie trataron de escapar para solicitar más refuerzos, pero ni las flechas de Elvar, ni los proyectiles mágicos de Galimatías, ni las fauces de la sabandija dejaron que ninguno se escaparan.

Había logrado controlar la situación, aunque habían perdido a Tisha durante el combate. La pequeña ya no podría continuar la aventura, pero el resto tenían aún mucho que explorar, pues tan solo habían entrado en las primeras salas de aquel enorme subterráneo que parecían tener frente a ellos.

Tras repartir las pertenencias de los cuerpos caídos, incluso de cerrar los ojos a la joven que moría luchando por la causa, Galimatías se alzó todo lo alto que era y su voz resonó en esas paredes ahora manchadas de sangre.

Creo que nos hemos librado de unos cuantos guardias de la fortaleza. Ahora toca elegir de nuevo. Teníamos un camino a la izquierda y otro a la derecha. Cualquiera de los dos puede ser una buena o mala opción. Yo opino que podemos probar por la izquierda.

Cass elevó una breve oración a los dioses para que acogieran el alma de Tisha. Después, contestó a Galimatías.

Cuando estoy explorando a mi me gusta siempre seguir una pared hasta haberlo registrado todo. Si decidimos ir por la izquierda, sugiero seguir eligiendo siempre el camino más a la izquierda. ¿Qué os parece?

Tras repartir el botín decidís continuar por el camino de la izquierda para adentraros hacia el sur de las minas, llegais hasta un habitación en cuyo centro hay una mesa redonda con una pata de animal a medio comer y cuatro frascos. Al rededor de la mesa hay también cuatro taburetes. Un armero sin armas cuelga de la pared norte y una cadena se balancea por encima de la mesa. Las sillas están tiradas en el suelo, como si alguien hubiera estado comiendo y hubiera tenido que salir corriendo porque ciertos intrusos hubieran entrado. Aquel lugar parecía un puesto de guardia, y la cadena parecía terminar en una campana. 

Probablemente, los gnolls que estuvieran aquí habrían dado la alarma, lo que implicaba que si había más soldados en las minas, estarían preparados para un posible encuentro. Eso indicaba que el factor sorpresa ya no estaría de su lado.  

-¿Seguimos por la izquierda? -dijo la picara. Dejadme que me adelante un poco por si hay trampas o sorpresas parecidas.