Partida Rol por web

Kendra hace otro intento para convencerlo de que podemos conseguir más dinero vivos

Cristal sacó las 300 mo de oro que llevaba también consigo, entre todos habían llegado a más de 500, así que el dragón suspiró profundamente y chasqueó su lengua, después suspiró y un vapor de ácido nauseabundo salió por sus orificios nasales. 

No es mucho. Dijo mirando el paupérrimo tesoro que le habían dejado. Pero servirá. En este antro hay más tesoros, de eso estoy seguro. Encargaos de buscar más y de traérmelo. La próxima vez que paséis por aquí espero que vengáis con más que esta birria. Dijo volviendo a suspirar. Continuad. Dijo abriendo las alas para mostrar su tamaño y lo majestuoso que era.

Con un único camino posible los aventureros continuaron sin mirar atrás y sin una triste moneda de cobre en su haber. Tras llegar a la siguiente caverna pudieron ver que la mitad oriental es más baja que la mitad occidental y está inundada de agua oscura y lóbrega. La punta del sur es ancha, con el agua fluyendo hasta un estanque de casi 60' de diámetro. Las paredes y el suelo rocosos están húmedos y en la cueva el aire es frío y casi aceitoso. Aparte de algunos goteos distantes, la zona está en silencio total. 

Galimatías fue el primero en pasar sin dejar de vigilar al dragón. Parecía convencido de que le servirían, y al menos eso les había ayudado a salvar sus vidas.

Más vale perder el oro a la vida. Seguramente un dragón no esté aquí por casualidad, así que habrá algo interesante por estos pasadizos.

Miró todos los caminos que se planteaban Creo que deberíamos seguir bajando a ver qué encontramos

Cass aún no podía creer que hubieran salido con vida.

-El oro es sólo eso, oro. Habrá más, con el tiempo. De momento, pienso como Galimatías. Creo que, ya que hemos llegado tan lejos en esta dirección, vale la pena seguir un poco más.

- ¡Qué remedio!

Exclamo al ver cómo querían continuar explorando el lugar a pesar de haber escapado por las justas del dragón gracias a su codicia. Sólo esperaba que el destino no nos metiera en otro asunto tan complicado, pero sería prudente buscar un lugar para reorganizarnos antes de continuar más al fondo.

En lugar de perder el tiempo investigando posibles alternativas, Galimatías y sus compañeras optaron por seguir la misma dirección que llevaban tomando todo el rato. Tras un largo y estrecho camino, llegaron a una nueva cueva muy alargada y de techo alto que parece bastante natural. 

Las oscuras paredes, el techo, el suelo de basalto están cubiertos de hongos negros, violetas y bancos. En algunos lugares crecen en aglomeraciones de más de un metro. Junto a ellos también hay lo que parecen unas setas que por su apariencia probablemente sean venenosas, que llegan alcanzar más del metro y medio. Aquello parecía un extraño bosque subterráneo, había una sensación muy húmeda y además un olor muy agrio.

Toda la zona está repleta de tejones, murciélagos y ratones que parecen estar alimentándose de los hongos.

La caverna se extiende en tres direcciones, todas ellas hacia el sur. 

Siguiendo por el mismo camino, terminamos llegando a un lugar bastante extraño. Básicamente porque nunca había visto un bosque como este, pero esas setas gigantes resultaran venenosas, quizás convendría observar el lugar antes de tomar una decisión.

- Observemos a los animales antes de continuar. Quizás nos indiquen si es seguro seguir por aquí.

Sugiero al grupo ante lo peculiar del lugar. Si algo nos había enseñado este lugar era a andar con pies de plomo.

- Todos estos son animales pequeños, no creo que se muevan mucho, pero si podemos observar un momento por si averiguamos algo.

Tenemos que centrar nuestras ideas antes de continuar. 

Galimatías observó maravillado el bosque subterráneo que había nacido allí. Pero también era cierto que de todo ese lugar emanaba maldad pura, así que quizá no era muy sabio alimentarse o tocar cualquier cosa de allí.

Salvo el alimento, no creo que nos informen de nada más. Propongo ir por la salida más cercana. Con un poco de suerte, todas llevarán al mismo lugar

No sé, yo creo que el terreno cada vez es mas salvaje, creo que nos estamos alejando del templo. Me temo que quizás nos hayamos equivocado internándonos tanto...

Galimatías decidió tomar el camino más cercano y se encontraron con una cueva cubierta de más hongos. Estaban por todas partes, por las paredes, el suelo... Pero en el centro hay una gran seta de color violáceo que en cuanto entraron en la cueva, sacó cuatro tentáculos y empezó a agitarlos en el aire. Aquella criatura parecía estar más viva que el resto, y sus tentáculos parecían ser peligrosos.

Por lo demás, en aquella sala no parecía haber nada relevante.

- Que diablos es eso, que alguien lo mate!

Que extraña colección de criaturas hay aqui, esto parece que no termina nunca.

Cass se giró hacia la clérigo.

-¿Qué Pero si no nos ha hecho nada! ¿Qué clase de clérigo eres tu? - dijo la pequeñuela, con un mohín de indignación.

Huyamos dijo Galimatías, intentando apagar los ánimos. Si nos sigue, no tendremos más remedio que atacar. Pero hay otros dos caminos que investigar. ¡Vamos!

Al final de este pasadizo hay otra cueva con forma irregular, con parches de hongos oscuros que crecen sobre sus rocosas paredes.

Una oscura forma humanoide de grandes dimensiones y brillantes garras surge de la penumbra. 

Es de complexión poderosa y gigantesca tiene apariencia similar a un cruce entre un gran simio y un escarabajo. Su cabeza baja y redondeada está dominada por un enorme par de mandíbulas e hileras de dientes triangulares.

Tiene grandes ojos compuestos como los de un escarabajo, con otros dos más pequeños parecidos a los de un simio en medio de los anteriores.

Unas placas protectoras cubren prácticamente todo su cuerpo gelatinoso, cuyas dispersas antenas parecen un pelaje ralo.