Partida Rol por web

Ishmael posa una mano en el hombro de Mir.

Tranquilo, colega.-exclama.

Sin dejar de apuntar ligeramente al hombre, le dice:

Identifícate y dinos qué ha pasado aquí. Haz un sólo movimiento que consideremos inoportuno, y te volaré la tapa de los sesos. Colabora, y saldrás de aquí. Habla.

Tíos, no deberíais tocarle... .- dice Xanthia que se aparta de aquel tipo sin dejar de apuntarle.- Que salga fuera y que hable con Cimbria, ella le sacara todo lo que tenga que contarnos.

"Repita Mir, repita. Hay interferencias"

Cimbria se echa al suelo para ofrecer el menor blanco posible y barre lentamente el area exterior del hab-block con su rifle, atenta a cualquier movimiento sospechoso...

"Mutantes... visto lo visto, pueden ser los propios habitantes... ya vimos en que estado se encontraban esos pobres desgraciados... mierda"

El hombre se encoge, aterrorizado ante la cara congestionada de Mir.

-¡No, socorro! ¡No me haga daño!

Al minero se le aflojan las tripas y pronto la pernera de Mir se llena de orín y excrementos. Aunque trata de explicarse, los sollozos y gañidos se lo impiden. Una imagen patética, ciertamente.

Praetus avanza hasta sus compañeros no por ello bajando la guardia.

Mutantes!... Mierda, mierda y mas mierda... Cuando salgamos este sitio tendrá que ser pasado a fuego.

JO-DER

Mir arrastra al hombre, agarrándolo del cuello, y con una mano lo lleva por el camino de vuelta, a la habitación anterior. Delante del boquete por el que él y sus compañeros han entrado al hab-block, lo levanta por encima de su cabeza y, todavía a una mano, lo arroja violentamente fuera. Sin dar explicaciones, vuelve junto a Ishmael y Xanthia.

Seguimos? O preferís volver a ver cómo Cimbria hace sus estúpidas preguntitas a ese capullo?

Mir parece realmente furioso.

Eso te queda muy bien, Mir.-le dice a su compañero refiriéndose a la mancha que ahora tiene en su pernera.-Te pega con el color de los ojos. Ha, ha, ha, ha.

Ishmael no es tan violento como su compañero. Se compadece de aquel pobre diablo, sin duda Cimbria no le va a hacer pasar un buen rato.

"Repitan, Mir, Xanthia, repitan. Hay interferencias"

De repente un enorme bulto cruza la ventana, destrozando lo poco que quedaba de ella, y aterriza a tus pies.

Es un hombre, o al menos se asemeja a uno mucho. Demasiado dírías. Despide un hedor asqueroso: a heces y meados. Solloza y se agita como un pelele, mientras pronuncia palabras ininteligibles. Los cristales le han hecho múltiples cortes y de ellos manan hilillos de sangre.

La ventana estalla en mil pedazos, con estrepito atronador, que obliga Cimbria a rodar lateralmente para luego incorporarse hasta quedar sentada sobre el suelo... La luz incorporada bajo el riifle ilumina una masa sanguinolenta, que rezuma un olor a podredumbre y descomposicion organica que se agarra alas fosas nasales de la arbites, hasta el punto de hacer que sus ojos se humedezcan... la repugnante cabeza de la criatura queda centrada en la mira del fusil y el dedo empieza a ejercer presion sobre el gatillo.

Le hará preguntas si es que sigue vivo, so animal.- le dice Xanthia a Mir.- Me voy con ella, mejor que nadie se quede sólo por aquí.

Xanthia sale por la ventana.

Ishmael recorre la habitación con la mirada al mismo tiempo que la barre con su linterna. Con cuidado de no tocar a los cadáveres ni a nada que le resulte extraño, hace un reconocimiento de la estancia, en busca de algo más de interés.

Al ver que Praetus entra en escena, exclama:

Bienvenido a la fiesta... Aunque como puedes ver hemos llegado tarde, ya se han bebido todo... ha, ha, ha.