Partida Rol por web

Todos estaban a su rollo. Que si una broma, que si imitaciones...le resultaba gracioso pero en un escenario donde la radiación juega un papel demasiado elevado y siendo tan peligrosa, mejor dejarse de tonterías. A pesar de todo, no dijo nada. Él no se haría cargo de ellos ya son adultos.

Cuando Louise le preguntó, Sebastian respondió rápidamente - No es que no quiera ir pero deberíamos registrar la casa, como dijiste antes. Sólo tenemos comida para poco tiempo y nos vendría bien algo extra - Rehusó la oferta de su amada a pesar de que la acompañaría hasta el fin del mundo pero ahora lo que prima es la supervivencia y, al fin y al cabo, la mujer luego desapareció del lugar en donde estaba por lo que no se sabe dónde encontrarla.

Cuando la muchacha de las ojeras se presenta él también lo hace mientras se pone en pie - Sebastian, Svante Sebastian es mi nombre - Se presentó ante todos y se ajustó el traje. Comprobó el equipo y les dedicó unas palabras a los que quedaban allí aunque quizá no sirviesen de mucho pero por lo menos no estaba Evans para corromper al grupo - Deberíamos cooperar entre nosotros para sobrevivir. No quiero ser un líder ni un referente de liderazgo para vosotros pero creo que sería lo mejor. Propondría hacer grupos si queréis ir a ver a la mujer esa que mencionásteis - Hizo un pausa - Cuando esto fue diseñado no era con un principio lucrativo, esto está hecho para la supervivencia y estaba planteado para los militares pues es un buen entrenamiento para ellos. Va a ser duro y sin colaboración es imposible sobrevivir. No sé qué queréis hacer pero lo mejor es organizarse.Yo me quedo a revisar la casa ¿Alguien más? - Preguntó a la compañía pues esto realmente iba a ser difícil para todos, todo un reto era este escenario y él lo sabía mejor que nadie.

Cuando su novio alzó la voz Louise se replanteo la idea de ir con el grupo. -Me quedaré contigo cariño, revisemos la casa. No quiero separarme de ti. Sin mas que decir, espera a que Sebastian haga un movimiento para acompañarlo.

- Me parece buena idea.-dice Quico asintiendo- Podemos hacer dos grupos. Unos que salgan a por la mujer y otros que revisen la casa. Yo iré a por la mujer, ¿quién se viene conmigo?.

La granja fue abandonada y parece estarlo desde hace mucho tiempo. Si bien no presenta grandes daños salvo algunos ventanales rotos y agujeros en el techo el lugar parece haber sido abandonado rápidamente, dejando la comida servida en la mesa familiar. Una fina capa de polvo y cenizas lo cubre todo, incluso algunos animales domésticos que yacen dentro del comedor, un par de perros murieron debajo de la mesa tal vez esperando al regreso de sus dueños. La planta baja se compone por una cocina conectada a un comedor, un amplio baño y una habitación, La planta alta contiene tres habitaciones y dos pequeños baños. Afuera el panorama es desolador, la reciente nevada cubre la ceniza radioactiva y decenas de cadáveres de animales de granja.  Hay algún que otro árbol caído y vallas derribadas junto a un granero derrumbado. Las nubes retienen mucha luz y la visibilidad es pésima luego de los quinientos metros.

- Encantador- dice Quico arrugando la nariz mientras se termina de ajustar el traje y se dispone a salir al exterior encogiendo los hombros como quien sale a la calle en medio de una tormenta colosal. Mientras sus compañeros se encargaban de revisar la casa al detalle, él recorrió las ventanas de la planta baja intentando localizar a la mujer o cualquier otra cosa que pudiera ser de interés. 

Rain fue hasta las escaleras dando brinquitos, subió despreocupadamente hasta la planta alta donde visito todas las habitaciones esculcando todo, se metió debajo de las camas, sacó los cajones de los muebles abrió los armarios y sacó la mucha o poca ropa que ahí encuentro, no encuentro muchas cosas útiles, pero encuentro algunas otras cosas insulsas que le distraen de ves en cuando de su tarea, un diario personal, algunos casetes de música, lo que mas lamentaba era tener que usar el estorboso traje ese. La mascara no le permitía ver bien. Siguió buscando en los sitios mas recónditos de cada cuarto tratando de imaginarse como era la vida en esa granja antes de aquel infierno. 

-¿En serio creéis que lo mejor es separarnos? Pues yo no. Si tenemos alguna posibilidad de ayudarnos a sobrevivir es colaborando. Pero en fin, no voy a pelearme por eso.

Revisar la casa, por si algo se les había escapado al primer golpe de vista, eso debía hacerse.

Se entregó a la tarea antes de salir, esperando a que los demás decidieran si se quedaban o se marchaban también.

Se preparó y fue hasta la puerta para despedirse de los que irían a buscar a la mujer - Nos encontramos...en un rato aquí, en la entrada. Estimamos un rato cuando el Sol - Señala al astro* - Se mueva pues lo hace cada 30 minutos, creo recordar. Es tiempo suficiente para que busquéis y no os metáis en problemas sino es necesario. Hasta luego y cuidad los unos de los otros - Terminó recordando.

- Yo tampoco de ti, Louise - le susurró cuando escuchó sus palabras.

Se dió vuelta y comenzó con la búsqueda en la casa. Lo primero que revisó fue la despensa y a cocina mientras tambén buscaba un posible sótano que podrían haber usado los inquilinos para guardar ciertos alimentos. Cogía todo lo que encontrara útil pues nunca se sabe qué podrás encontrar ni si te valdrá en un futuro.

Rain no se puede realizar dos tiradas juntas, por esa razón se anulan. El sistema contempla una tirada por aspecto no dos. Puedes volver a realizarla y de acuerdo al resultado te informaremos que encuentras.

Revisando la casa encuentras un único objeto que llama tu atención, una extraña llave con un grabado que dice "Al norte".

Sebastian al no tener éxitos en tu tirada no encuentras nada.

él recorrió las ventanas de la planta baja intentando localizar a la mujer o cualquier otra cosa que pudiera ser de interés. 

En la distancia, entre arbustos vuelves a ver a la mujer corriendo, tal vez escapando de algo, se la nota aterrorizada y nerviosa por sus movimientos hasta que por mirar hacia atrás cae en una depresión del terreno y la pierdes de vista. Quedas un tiempo observando la zona pero no descubres nada mas.

-¡La vi!, ¡la vi!-dice Quico-¡parece que está en apuros!, ¡vamos!-y sin esperar confirmación  de nadie, sale de la casa 

en la dirección donde vió a la mujer.

Quico sale corriendo, pero mientras, en distintos lugares de la ruinosa casa, algunos siguen buscando.

Entre ellos Dayna que, de pronto, se agacha en un rincón, y se queda observando algo. Lo recoge, es una llave, una llave extraña. La mantiene sobre sus palmas abiertas, durante unos instantes.

Entonces se la pone en la frente, y cierra los ojos mientras murmura algunas frases que cuesta entender.

-"Al Norte..." ¿Por qué...? Una llave, de nuevo, como la de mi sueño recurrente, "No fui perdonado, no perdones..." ¿Por qué una llave... al Norte...?

A través de esa premonición que no sólo logras esbozar una frase comienzan a surgir imágenes que en cierta forma están unidas a tu primer sueño. Puedes ver a lo lejos una mansión rodeada de árboles, como si estuviera en un bosque, a medida que afinas tu visión, puedes notar la presencia de una persona guarecida dentro de un bunker. Se encuentra sentada frente a un aparato emisor de radio. Te das cuenta que es él, quien emite la única señal de civilización hallada. Se trata de un breve e inquietante mensaje radiofónico que se escucha de manera intermitente, en el cual, aparte de un repetitivo S.O.S. en código Morse, se habla de manera confusa de la existencia de un gran refugio subterráneo y del último vestigio de la civilización que conocimos, que sobrevive a las afueras de un Langley ahora remoto, fantasmagórico y prácticamente imposible de alcanzar.