Partida Rol por web

Esta bien, no entraremos, pero dejare un minuto que al menos revise la sangre sin entrar en la cueva. No os alejéis demasiado e iré con vosotros hacia el árbol.
Me acerco a la entrada de la cueva e intento ver la cantidad de sangre que hay y averiguar si es humana o de algún animal. Me acerco en silencio y cauteloso por si hay algo dentro evitar llamar su atención.

Me dirigí con Nozomi hacia la puerta y el panel. Había algo que quería probar.

Hay bastante poca sangre, a simple vista no puedes diferenciar si es de humano o de animal, pero hace poco ya viste a alguien con una herida pequeña capaz de dejar esa marca.

Al volver a la entrada, la torreta vuelve a analizar a Kokoa, sin embargo ignora totalmente a Nozomi.

Cae la noche.

Cae la noche.

Cae la noche, la recolección a dado sus frutos y habéis conseguido suficientes bayas como para alimentar a cinco personas. Aunque ahora a penas quedan, quizá deberíais dejarlas crecer.

Lev estuvo silente mientras pensaba en lo que había soñado.. le empezaban a cuadrar algunas cosas. Sus compañeras tampoco parecían muy dispuestas a tratar con él... al fin y al cabo eran desconocidos. Tal vez desconfiaran de él o simplemente tenían cosas que pensar.

Cuando vio que tenían suficiente y empezaba a anochecer Lev dijo:

-Mejor que comamos aquí cerca del agua bajo las estrellas y dejemos lo restante en el almacén, ¿no?

En esta ocasión,  lejos de estar aterrada por la ametralladora me sentí totalmente indignada. Puse los brazos en jarras y miré furibunda a la peligrosa arma.

- ¿A mi me das el susto y a Nozomi nada? 

Sin embargo, la noche se nos estaba echando encima por lo que me apresuré a hacer lo que quería hacer. Ya tendría tiempo de saber porqué a mi me había considerado un peligro y a Nozomi no.

Me acerqué al panel.

- Bueno, si vinimos a esta isla puede que tengamos algo que ver con este lugar. Se me ocurrió que tal vez alguno de nuestros nombres podía ser la clave, o puede que sea Oasis - dije señalando las puertas con la palabra Oasis en ellas. Después, introduje mi nombre esperando que no pasara nada malo.

Intentas poner tu nombre en el teclado al lado de la puerta, pero al ser un teclado numérico se te hace muy difícil, por no decir imposible. Además el teclado de aquella puerta metálica parece bloqueado, por lo que parece que primero hay que desactivar la seguridad.

- Parece que no sirve, tendremos que buscar números como fechas de nacimiento o algo así - decepcionada encendí la linterna. Saqué la llave de la puerta de la valla y se la di a Nozomi - creo que tendrías que tenerla tu, Nozomi, y cerrar la puerta para que no entre nadie - sugerí.

-Parece que anochece... Yo voy a por agua por que la necesitamos. Si decides volver al pueblo y no estoy de vuelta a media mañana venid a buscarme. Voy desde este árbol hasta la charcha. Y señalo a Yoki ambos puntos con los últimos rallos de sol. Si se complica dormiré donde pueda...Se me hará más difícil que de día pero con este cielo tan despejado creo que podré orientarme.

Me cargo con la mayor parte de garrafas que pueda llevar, teniendo en cuenta que las traeré llenas.

A pesar de que ha anochecido, la luz de las estrellas ilumina todo bastante bien, por lo que Saigo es capaz de llegar sin problema junto a los recolectores de bayas, los cuales ahora andaban tumbados en el suelo al rededor de la pequeña charca que nutría los árboles y los arbustos, come que te come con las bayas que habían cogido antes.

-Vaya, creía que estaría solo. Pensaba que os habríais vuelto todos al pueblo... Vengo a por agua. Espero no interrumpir nada.

Me acerco a la charca con las garrafas que tengo y compruebo que el agua no huele a estacada ni esté muy turbia. 

Nozomi se sorprendió ante la madurez de la pequeña, casi tanto como se sorprendió de que aquella torreta la ignorara totalmente. - Si, yo también creo que lo mejor es no decir nada aún, sobretodo si hay un cadáver de por medio, no queremos que cunda el pánico. Está bien pequeña, cerraré la puerta y así nadie entrará ¿ahora que te parece si vamos a descansar? Ha sido un día duro, mañana si que deberíamos centrarnos en buscar algún animal que cazar, la comida se acabará pronto. - la miró con ternura. - Debes estar cansada después de infiltrarte aquí ¿quieres que te lleve como anoche?

El agua... No es la más limpia del mundo, pero si la hierves, debería ser apta para el consumo. Hay suficiente agua como para veinte raciones, lo cual sería llevarse toda el agua de ese pequeño gran charco del que se estaban nutriendo los arbustos que daban bayas.

Sigues el borde de lo que una vez fue un pequeño lago, al final ves un ligero fluir de agua, parece provenir de lo alto de la montana que por alguna razón, ha disminuido notablemente su cauce.