Partida Rol por web

Exaltado. - Episodio Uno: Los veintidós demonios.

Reino de Wu: 1) Hsien Wu, Palacio de los Reyes Muertos.

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26/02/2011, 01:49
Primer Magistrado del reino de Wu-Chia.

Tras escuchar al Emisario del Dragón, el Primer Magistrado ordena un receso para comer. Indicando que dictará Sentencia tras la pausa.

Pasan dos horas, se reanuda el juicio con todo el mundo en silencio.

- "No nos son desconocidas las reputaciones de la Escuela del Halcón y del Templo de los Cinco Dragones.

Durante siglos, la Escuela del Halcón ha enseñado a generaciones de jóvenes patricios, no solamente las técnicas de su Kung-Fú básico para mortales, sino enseñanzas en letras, números, protocolo, historia, meditación y ceremonial.

Ha sido una Escuela útil en otras materias y ha perdurado mientras otras Escuelas no la tomaban siquiera como un rival. Quizá debieran haber abandonado las artes marciales y haberse convertido en una academia convencional de estudios diversos.

Hace unos treinta años, se estableció en el Bajo Hu el Templo de los Cinco Dragones. El reino de Wu-Chia ha sido tolerante con sus creencias y filosofía, aunque no las comparta. Desde ese punto de vista, el Templo de los Dragones no tiene autoridad legal para declarar herética a ninguna Escuela.

Sí tienen derecho a retar a cualquier Escuela, incluso si la lucha es desigual.

En este país es costumbre desde su fundación el permitir a los nobles, y a aquellos con al menos un ancestro noble en su árbol genealógico, portar espada. Cualquier joven patricio puede portar una. Ahora bien, portar espada implica que uno sabe usarla, y puede por tanto ser desafiado a duelo.

Los desafíos entre Escuelas de Artes Marciales son otra antigua y honrosa tradición. Si alguien afirma que la suya es una verdadera Escuela de Artes Marciales, entonces ha de estar dispuesto a aceptar desafíos. Si no es así, puede simplemente retirar el Kung-Fu de sus enseñanzas y pasar de ser un dojo a una academia civil. De lo contrario es como un joven patricio que exhibe una espada, orgulloso, pero que cuando sufre un desafío busca la ayuda de otros para no luchar.

Una antigua ley de nuestro país prohibe dar cobijo o ayudar en modo alguno a los Anatema. El propio Maestro Garra de Halcón ha reconocido que sus enseñanzas derivan de los Anatema, y son, por tanto, heréticas e ilegales.

No estamos juzgando a la Escuela del Halcón, ciertamente, pero tampoco veo el motivo por el que deba ser protegida judicialmente si no es capaz de usar su Kung-Fú del Halcón para protegerse a sí misma..." -

 

 

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26/02/2011, 11:46
Primer Magistrado del reino de Wu-Chia.

- "Este Tribunal desestima por completo la demanda del Maestro Garra de Halcón y le condena en costas.

También conmina al Maestro Garra de Halcón que no enseñe un Kung-Fú contaminado por las enseñanzas del mal más absoluto y que además no le ha servido siquiera para defenderse.

Esta es mi Sentencia." -

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26/02/2011, 11:51
Director

MAESTRO GARRA DE HALCON:

- Tu bolsa está ahora vacía.

- Tu Escuela destruida, y no tienes medios para reconstruirla.

- El prestigio de tu Escuela está ahora por los suelos, no puedes esperar ayuda de nadie.

- Podrías regresar al Pueblo del Halcón Rojo, pero sin medios para restaurar tu Escuela tan sólo sufrirías vergüenza.

- Tu padre se debe estar revolviendo en su tumba.

- Sin nada que hacer, regresas a la Posada del Viajero Feliz en la que te alojas. La hija del posadero se debe de haber apiadado de ti, pues te sirve sake cada vez que su padre no mira. Ni siquiera puedes pagar la deuda de la posada.

- Así pasan las horas, mientras buscas un nuevo propósito en tu vida en el fondo de una tacita de sake.

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26/02/2011, 11:56
Director

EMISARIO DEL DRAGÓN:

- Donas el dinero de las costas al sostenimiento del Tribunal tal y como te fue ordenado. El Abad desea congraciarse con la autoridades de Hsien-Wu.

- Pasas el resto de la tarde visitando a los principales funcionarios eunucos del palacio real, incluso el propio Regente accede a recibirte un corto rato.

- El fruto de tu esfuerzo es una mejora significativa de las relaciones diplomáticas de tu Escuela con la capital del reino.

- Por la noche, pasas algunas horas entrenando en lo alto de la muralla antes de retirarte a dormir a la posada en la que te alojas: la Posada del Viajero Feliz.

- Has cumplido hasta ahora con todo lo ordenado por el Abad. Sin embargo, su siguiente orden es la más compleja. No debes regresar inmediatamente al Templo, pues un gran mal se cierne sobre todo el Bajo Hu. Deberás estar atento a la aparición de héroes que te ayuden a combatir el mal.

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26/02/2011, 12:01
Director

RIQUEZA EFIMERA Y PATAN SABIO:

- Tras el juicio, recogéis vuestro carro de baratijas y recorréis la ciudad intentando vender algo. Como de costumbre, las ventas son muy flojas.

- Riqueza Efímera utiliza su medallón mágico en varios puntos cardinales de la ciudad, hasta que puede asegurar por completo que está libre de demonios. Sin embargo, cuando se extiende el brazo con el medallón en dirección a la Puerta Este, una pequeña luz roja parpadea por unos instantes en un borde del medallón.

- En un momento dado, Riqueza Efímera utiliza el I-Ching para determinar que tres héroes ya están presentes en la ciudad, el cuarto  y último llegará enseguida.

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26/02/2011, 12:06
NOCHE Y DIA.

REGRESAMOS AL PRESENTE.

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26/02/2011, 12:18
Hija del Posadero.

- La Hija del Posadero parece una chica dulce y amable, si bien algo tímida. Atiende a todos los huéspedes de la Posada del Viajero Feliz con amabilidad, incluso a los que han bebido demasiado.

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26/02/2011, 12:22
Director

- El interior de la posada se ve austero y tranquilo, aunque lo cierto es que hay animación y muchas conversaciones.

- En una mesa algo apartada en un rincón hay sentado un Lord Carroñero, o al menos lo parece por su apariencia: porta una pesada armadura de acero que es obviamente una antigüedad, aunque perfectamente conservada, y sus ropas son de calidad, pero a la vez parecen ajadas por sus muchos viajes. Junto al Lord Carroñero, un enorme Automatón disfruta con un aceitero al tiempo que parlotea algo que se pierde entre el ambiente general de la posada.

- En otra mesa está sentado el Maestro Garra de Halcón, bebiendo sake despacio. Cuando se le acaba, la Hija del Posadero le cambia la taza con disimulo.

- En una mesa cubierta de comida de aspecto delicioso hay varios eunucos de palacio riendo satisfechos alguna ocurrencia del monje que les ha convidado a comer: Emisario del Dragón. Éste procura no mirar mucho al Maestro Garra de Halcón, pero a veces se le escapa una mirada en su dirección.

- Ante la barra bebe sochu un hombre de aspecto imponente. No es muy alto, pero algo en él sugiere la fuerza de una montaña. Porta una armadura de jade encantado y a su espalda cuelga un inmenso mazo del mismo material.

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26/02/2011, 12:34
Director

 

- La mujer del posadero es sin duda una excelente cocinera.

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26/02/2011, 12:35
NOCHE Y DIA.

Es pasado el mediodía.

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26/02/2011, 12:39
Aldeano.

- "¡¡PUES FIJATE LO QUE TE DIGO!! ¡SIGO CONVENCIDO DE QUE EL MAESTRO DE LA ESCUELA DEL HALCON PODRIA VENCER A ES JOVEN MONJE DEL TEMPLO DE LOS DRAGONES! INCLUSO APOSTARIA VEINTE KOKU POR ELLO." -

Es evidente que el hombre ha bebido demasiado, pues está alzando demasiado la voz sin ni siquiera darse cuenta.

* El Koku es un tipo de moneda basada en la escritura de jade (a menudo se presenta en la forma de billetes de papel impresos por la Casa Real de la Moneda). No es mucho dinero, pero para los campesinos sí lo es. En teoría un koku representa arroz para alimentar a una persona durante un año (o al menos era así antes de que comenzaran a subir los precios).

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26/02/2011, 12:46
Director

- En ese momento entra en la Posada una hermosa doncella, sin compañía alguna.

- Sus ropas de fina seda y rostro parecen sucios de ceniza, y en sus mejillas hay signos evidentes de llano.

- Parece agotada.

 

Notas de juego

- Es sin duda el estereotipo de doncella en apuros, parece sacada de algún cuento popular.

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26/02/2011, 14:11
[RIP] Mazo.

- Este Sochu es increible, por favor, sírveme un poco más para aplacar mi sed de caminante errante. - Dijo Mazo mientras extendía la taza hacia delante, buscando más líquido. - Es sencillamente, el Líquido de los Dragones. -

La taberna estaba concurrida, hoy más que nunca, a decir verdad. Los parroquianos hablaban sobre diversos temas, aunque el que le interesó a Mazo es el que nombraban a la Escuela de los Dragones. Era extraño como hablaban de ello casi sin saberlo, o al menos, eso parecía.

Mazo conocía perfectamente a uno de esos maestros.

Fue el mismo Maestro el que expulsó de la escuela a Mazo por utilizar demasiada fuerza con uno de los Acólitos que no habían comprendido todavía las enseñanzas de los Dragones Elementales.

Lo único que espero es que al decir "joven" no se refieran a mí.

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26/02/2011, 15:58
Director

MAZO:

- Está claro que no se refieren a ti.

- Giras un poco la cabeza y ves una mesa llena de sabrosas viandas alrededor de la cual hay cinco comensales: cuatro eunucos obesos y enjoyados, envueltos en sedas, sin duda secretarios del Regente, y el quinto es claramente un monje a juzgar por su cabeza afeitada.

- Te fijas un poco más en el monje, sus ropas son sencillas, correspondientes a un monje inmaculado de poco rango. Porta una espada a la cintura. Parece ser su único armamento, pues no lleva armadura. Lo más llamativo de él es el tono rojizo de su piel, señal clara de que porta la bendición de Hesiesh, el Dragón del Fuego.

- El monje parece estar muy a gusto codeándose con mandarines, a juzgar por como ríe debe de ser muy gracioso lo que está contando. Además, parece que sea él quien paga la cuenta. Es curioso cuanto menos.

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27/02/2011, 11:35
Riqueza Efímera.

- Unas ganancias miserables las de hoy, Patán - dijo vaciando la bolsa sobre la mesa y contando las escasas monedas que habían tintineado sobre ella -. Estas gentes serían incapaces de apreciar algo bueno ni aunque se lo pusieran bajo sus narices. En fin, es todo cuanto se ha conseguido, pero tampoco vamos a quejarnos - dijo con una amplia sonrisa -. Las cosas hubieran podido ir peor y no vender absolutamente nada. O podía haber habido un terremoto. O caer el cielo sobre todos nosotros. Además, la ciudad está libre de demonios y eso siempre es bueno. Al menos, de momento. Mmm, esta carne especiada huele de maravilla - comentó aspirando con fruición y reflejando el deleite que sentía en su expresivo rostro -. Una lástima que no puedas probarla. Vaya - dijo riendo y deteniendo los palillos ante su boca -, el licor empieza a hacer efecto entre alguno de los parroquianos. Espero que nadie tome en serio su apuesta. Tras el juicio, dudo que el pequeño halcón que tenemos sentado ante nosotros esté para muchas tonterías y en un arrebato, quizá hasta estaría dispuesto a aceptar esa apuesta. Cuando acabe de comer, debería acercarme a él y entablar conversación. A fin de cuentas, es uno de los cuatro y...

El casi monólogo acabó abruptamente. Una muchacha, a todas luces necesitada, había irrumpido en la taberna. Es la cuarta, murmuró al tiempo que dejaba caer los palillos, se ponía en pie y se dirigía a ella. 

- Patán, sígueme.

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27/02/2011, 11:53
Riqueza Efímera.

El Lord Carroñero departía de forma tranquila junto al gran automatón, intercalando alguna risa que otra en medio de la conversación que ambos mantenían. Comía pausadamente, gesticulando ampliamente con los palillos que parecían bailar en su mano, pese a que sus palabras no excedían de los límites de su mesa.

A un buen observador le hubiera resultado evidente que el comentario del parroquiano borracho le había provocado una risa amable o que disfrutaba realmente de la comida servida en la taberna. Pero tal observación se habría detenido con la llegada de la joven doncella, pues ante su entrada en aquel local poblado solo por varones, el hombre había mutado su gesto de deleite ante la comida por uno inicial de sorpresa ante la inesperada aparición de la muchacha que fue seguido de otro de preocupación ante la suciedad de su vestimenta y las evidencias de llanto en su rostro. Dejó a un lado los palillos para ponerse en pie, murmurando algo a su automatón, y se acercó rápidamente a la joven.

- Muchacha - dijo tomándola delicadamente por los codos cuando llegó hasta ella -. ¿Qué te ha ocurrido? ¿Cuál es la razón de tu estado? ¿Un accidente? ¿Has sido asaltada por bandidos? Ven, siéntate aquí - dijo acercando una banqueta con una pierna -. Posadero, agua. O mejor, tú, grandullón, trae algo de ese licor que estás bebiendo para la muchacha. Necesita recuperar el color de sus mejillas.  

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27/02/2011, 13:43
Director

MAZO:

- Cuando el humano te llama grandullón es obvio que se refiere a ti.

- Si supiera quien eres realmente no te trataría con tanta confianza. Aunque mejor así, eso significa que en esta ciudad nadie sabe quién eres, de lo contrario enviarían a los guardias a por ti y te verías obligado a matarlos a todos...

- Por otro lado la linda muchacha despierta tu curiosidad. Es obvio que algo grave le ha sucedido. ¿La habrán atacado los bandidos?

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28/02/2011, 10:10
Patán Sabio.

Patán Sabio pasaba el rato con el aceitero, del que cada poco tiempo ingería un poco. Se encontraba cómodo, aunque hubiera sido incluso mejor si hubiera podido estar al sol.

Intentaba seguirle la conversación a Riqueza.

- A lo mejor si cuento mejor las historias de los objetos, venderíamos algo más...

- Pues el aceite tampoco está mal... Nada viscoso... No es un aceite mineral refinado, pero no es el requemado que tienen en otros sitios. Se nota que la posada está en una gran ruta de paso, y pasan automatones de cuando en cuando. Claro, antes éramos muchos más, y en cualquier sitio tenían distintas variedades de aceite... - Patán Sabio podría hablar durante muchísimo tiempo seguido, salvo porque Riqueza seguía hablando como si no le estuviera escuchando siquiera. Por supuesto, cuando Riqueza empezaba a hablar Patán callaba.

Cuando Riqueza se levantó repentinamente al entrar la doncella, Patán reaccionó confuso, pero al poco comprendió y se emocionó visiblemente. "¿Es otra? ¿La cuarta? ¿De verdad?". Alguien que no conociera cómo funcionan los automatones y estuviera acostumbrado a ellos no se daría cuenta, pero Patán vibraba más ruidosamente.

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28/02/2011, 10:32
Patán Sabio.

El automatón se levantó detrás de su amo y le acompañó hasta la doncella, abriéndoles paso con su gran tamaño hasta la mesa donde estaban sentado.

- Por aquí, por favor... Por aquí...

Bajo la suciedad del camino, la joven era muy bella. Su belleza le recordaba la de su anterior ama.

Al llegar a la mesa, cogió la banqueta a la que Riqueza prácticamente había dado una patada pensando lo grosero que había sido, y se la puso a la joven esperando a que se sentara en ella.

- ¿Estás cómoda? ¿Quieres algo?

Preguntó con interés, pero casi no le dió tiempo a la joven a responder, pues Riqueza ya estaba pidiendo cosas, así que fue a la barra a por ellas.

Al poco llegó con una botella de licor y un viejo cojín de lana para ella, y se quedó de pie esperando por si necesitaban algo más.

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28/02/2011, 12:42
[RIP] Maestro Garra de Halcón.

Ya habían dictado sentencia aunque todavía no me hacía a la idea de lo que había escuchado. No podía ser cierto que ante los abusos cometidos mirasen a otro lado. Pero no podía ser tan sencillo, debía haber algo más, una razón para aquello que yo desconocía pues no podía haber gastado los últimos recursos que me quedaban para no conseguir absolutamente nada.

Ante mí se presentaba la pregunta sobre qué hacía ahora. No conocía la respuesta aunque sí sabía lo que no haría. No podía regresar a la escuela, frente a la tumba de mi padre le había dicho que en cuanto volviese le llevaría buenas nuevas. Pero ya ni en sueños podía librarme de aquel tormento, sueños que con la mayor de las ironías me ensalzaban cuando nunca me había arrastrado más por los suelos.

Allí estaba él, ocioso en una de las mesas, divirtiéndose frente a una generosa cantidad de comida. Al escuchar las palabras del ebrio parroquiano me levanté y miré con rencor al emisario. Los cálidos vapores del alcohol mezclados con la rabia me lo decían: con tan sinceras carcajadas él y los eunucos tan solo podían estar riéndose de mi desgracia. ¿Qué perdía muriendo en un combate desigual cuando ya nada me quedaba? Pero no, irme presentando por última vez batalla era más de lo que merecía, era más de lo que mi padre había obtenido.

Volví a sentarme para contemplar el pequeño vaso vacío.

- Gracias. Gracias, de veras.- dije a la joven camarera cabizbajo, tapando con la mano el vaso. No podía levantar la vista, ¿con qué cara la miraba no pudiendo costear ni siquiera el sake que me  servía? –Pero no merece la pena que se busque algún problema por ayudar a un don nadie, además ya he bebido demasiado. Le prometo señorita que en cuanto pueda le pagaré por todas las molestias.

En soledad continué meditando sobre el futuro que me esperaba hasta que llegó la joven mujer deslustrada. Aquel hombre se había levantado para ayudarla. Un buen hombre sin duda. Yo mismo me hubiese levantado pero por suerte para ella no lo había hecho, en lo único en lo que podía ayudarla en aquel momento era en hundirla aún más en la miseria.