Partida Rol por web

Prólogo de Lord Ethan Patterson

Era uno de esos días lluviosos, horribles.

Apenas se veía a varios metros, pues la cortina de agua plomiza tapaba todo. A una docena de metros no se diferenciaba forma alguna, solo oscuridad.
El sonido sordo y golpeante de la lluvia creaba un murmullo en toda la mansión, fuera cual fuera el rincón en el que te encontraras.

El viento sonaba sibilante fuera, movía la lluvia y hacía que esta golpease contra los cristales de las ventanas, y además, creaba un sonido ululante que ponía los pelos de punta, sobre todo el de las chicas de la mansión, que, o se fueron a dormir pronto, o procuraban estar en zonas iluminadas...o trataban de estar acompañadas y protegidas.

Tu estabas frente a la chimenea, tomando una copa de brandy que te había traído una de tus nuevas sirvientas. Era una chica bastante modosita y algo vergonzosa, que rehuía de tí y evitaba quedarse a solas contigo. Seguramente le hubiesen llegado rumores de tus andanzas amatorias con media mansión y trataba de no ser la siguiente.
Te había servido el licor y había desaparecido, pero sabías que en cuento la llamases, estaría allí de nuevo, con sus gafitas pequeñas y su sonrisa inocente. Eso si, no recordabas su nombre, aunque te lo había dicho un par de veces.

Las llamas iluminaban la enorme estancia a medias, bajo tus pies una piel de oso, del norte de Europa, según te habían comentado, hacía cosquillas en tus dedos descalzos. Te habías aflojado incluso la corbata, y mirabas el fuego con el sonido del tocadiscos de fondo. Todo era perfecto...si al menos ese brandy estuviese servido en un escote femenino...

Miraba las danzantes llamas anaranjadas que se movian seductoramente ante mi. Sentia su calor acariciandome la cara como si fueran las manos de una mujer. Bebi un sorbo de aquel coñac Frances carisimo, saboreandolo como si fueran los labios de una preciosa joven. Primero me impregnaba de su fragancia, mientras movia la copa ligeramente y mientras sorbia mi nariz aspiraba los matices del licor.

Pensaba en el busto de la nueva sirviendome cada vez que le pedia que me volviera a llenar la copa.

¡Delicioso!- Me note una ereccion bajo el pantalon, pues todas las sensaciones que sentia con mis cinco sentidos me lo proporcionaban y por supuesto tenia que ser bajada.

levante la mano y chasquee los dedos, para llamarla de nuevo.- ¡A quien le importa como se llama, yo solo quiero que sus labios se abracen a mi polla!

Le dedique una sonrisa a las danzarinas de fuego y volvi a beber otro sorbo.

Minna Berg entró en la sala, con la bandeja del brandy en la mano derecha y un paño blanco en su antebrazo. Se acercó a Lord Ethan y le mostró el licor, preguntándole si era ese el que él quería.

Minna Berg es una chica que conoces desde hace tiempo. Lleva más de diez años sirviendo en tu casa, es mayor que tu, y nunca ha cedido a tus más bajas exigencias.

Es de procedencia alemana, hosca y no se anda con chiquitas. Si nunca ha compartido cama contigo es porque, seguramente, nunca lo haga, y no sabes por qué, en cierto modo, respetas eso. Hay algo que te ha hecho no sentirte especialmente atraído por ella. Puede que sea el que la asocias a tu infancia, o puede que sea su marcado acento alemán.

Mire a Minna, y aquella ereccion se me bajo como si me hubiera puesto la antartida de golpe.

¡Joder podia haber sido la jovencita apetitosa!- Mostre un gesto de decepcion., cuando la vi.

No esa no es la botella, llama a la jovencita, quiero que me sirva ella- Volvi a mirar al fuego y la hice un gesto con la mano- Vuelve a tus quehaceres, pues ella si que sabe lo que me gusta- Sonrei cinicamente

¿Donde coño estara Jean-paul?  Tirandose alguna, seguro...

Miro al señor y sonrio ironicamente para mi misma

-Ella se ha ido a descansar Mylord,despues de atenderle de repente se ha encontrado...indispuesta..- Contesto con toda la intencion

En cuanto a la manera en que la chica sabia o no lo que él queria, le miro fijamente

-Que yo sepa simplemente le estaba sirviendo brandy, y eso es lo que yo le traigo ahorra. Si ha decidido el señor que no quiere seguir bebiendo mas me lo llevarre..-

Termino de hablar algo desafiante porque a mi ya no me asusta

Sonrei por su contestacion, la respetaba por eso, porque era sincera y eso en cierta manera me agradaba.

Sirveme porfavor- Apoye mi mano en la barbilla, mirandola con cierta cordialidad. mientras tendia mi copa.- Gracias.- Minna, era la unica que podia tratar con cierto respeto. Pues llevaba tiempo en la familia y casi era como una hermana para mi.

Minna, te respeto mucho como para pedirte lo que deseo ahora mismo- Decia lo que pensaba con sinceridad. A ella no le diria que me practicara una felacion, ya que eso lo dejaba para las fulanas y no las señoritas como Minna.

Dile a "Jean-Paul", que se saque el dedo del culo y que venga a verme ahora mismo.- me encantaba picar a Jean-Michel, cambiandole el nombre.

Dejame la botella a mano, porfavor. Puedes retirarte a descansar.- La sonrei con cordialidad, aunque en la mirada se me notaba hastiado y terriblemente aburrido.

Estaba harto de la rutina y de este jodido dia lluvioso.

Le mire menos enfadada y mas desarmada, en el fondo no era mal chico, excesivamente mimado y con ese punto cruel que tienen las personas cuando saben que quieran lo que quieran les sera concedido pero no malo.

Escucho con la cabeza vaga sus explicaciones sobre su respeto hacia mi y me rio de su inmadurez, coloco la copa frente a él y sirvo el brandy

-A lo mejor el señorr deberia dejar de beber y empezar a hacer las cosas por si mismo..- Contesto como si no hubiera importancia en lo que estaba diciendo..- Un ejemplo serria ir a buscar a jean- paul y otro dejar de pedir a sirvientas jovenes y sin experiencia que le den buenos ratos, fuerra hay muchas misses y alguna estara dispuesta a darrle mucho mas que eso.-

Dejo la botella y le miro esperando a ver si mis palabras tienen o no aceptacion en su hastiada mente, de la contestacion dependera irme a descansar y a leer a mi cuarto o ir a buscar al cabeza loca de Jean- paul.

Pareciese que la estancia se apaga un poco, como si por un momento el fuego de la chimenea descendiese, un segundo antes de que un rayo ilumine toda la estancia iluminándola y dándole un extraño efecto de blanco y negro.

Al segundo un trueno comenzó a sonar, y los cristales gemían y aguantaban estoicos la nueva acometida de lluvia que estaba cayendo. Parecía que se fuese a acabar el mundo. El trueno seguía sonando. Los dioses de la mitología estaban enfadados y hacían sonar sus rugidos en el cielo.

Cuando el trueno acalló, se escuchó la aldaba de la puerta principal.

Sonrei a Minna, con cordialidad.

Quiza algun dia lo haga...pero hoy no. Soy aun joven para atarme a una Damita, que solo buscaria mi cartera...ademas asi es mas divertida la vida - Rei, pero me asusto el trueno y escuche la aldaba de la puerta.

¿Quien sera a estas intempestivas horas.....?- Gruñi y me termine de un trago la copa.

Mira a ver quien es,anda....- Cogi la botella con el pulso aun tembloroso y me llene otra copa.

Suspiro, tal como pensaba mis palabras no han tenido ningun valor..

Voy a recoger la bebida del señor cuando un tremendo trueno resuena en la estancia y yo tambien me asusto dando un ligero brinco aunque en seguida recupero la compostura y escucho los golpes de aldaba de la puerta principal

-No lo se pero irre a ver-

Me despido del señor con una ligera reverencia y me encamino hacia la puerta..¿ Donde esta jean-paul cuando se le necesita?

Y Minna se marchó, dejándote la botella y una erección no resuelta, pues vuestro intercambio de cinismo y pullas no te había calmado la entrepierna.

Los cristales se veían como cascadas de agua incesantes y la chimenea volvía a ofrecerte esas sensuales llamas naranjas amarillas y rojas. De nuevo el olor del brandy inundó tu nariz, de nuevo la calidez de tu sofá, la suavidad salvaje de tu alfombra de oso bajo los pies...

¿Quién cojones sería el que venía a perturbar tu descanso? Puede que hubiese sido el viento, que de tan fuerte hubiese movido la aldaba, o puede que fuesen bandoleros...Y tu has mandado sola a Minna...
No todos la pueden respetar como tu lo haces, y si fuese alguien externo a la casa, y les abriese la puerta una señorita como ella...A saber qué le podrían hacer...

Aunque a ti, en cierto modo, te daba igual.

Saboreaste el brandy y comenzaste a pensar qué sería lo siguiente que ibas a hacer...

Saliste de la habitación, dejando a tu señor bebiendo y bebido, pues ya llevaba bastante de la botella gastado.

Tus pasos se escuchaban con eco por la casa, la madera y el mármol sonaba bajo tus pies a medida que avanzabas hacia la puerta. Cogiste una de las lámparas de aceite antes de internarte en los pasillos oscuros que iban desde el salón de tu señor hasta la entrada principal.

¿Qué persona decente iría a una casa privada, a esas horas? Además, bien sabido era que vuestra mansión estaba a buen recaudo, que no estaba en mitad de una ciudad, sino dentro de una zona boscosa y a varias horas en carro del primer pueblecito, a algo menos yendo a buen paso en caballo.
¿Qué persona cuerda iría entonces, a mitad de un bosque, a llamar, precisamente, a vuestra puerta?

Y allí estabas tú, sola, desprotegida, yendo a abrir la puerta, con la única luz de una lámpara que iluminaba poco más de medio metro delante de tus pies. la lluvia sonaba fuerte fuera.

Y llegaste a la puerta.

Claquee la lengua saboreando el delicioso Brandy Frances. Sin pensar en otra cosa que mi hastio y mis ganas de beberme la vida.

Que abra ella y si la violan, algo que se lleva..- Sonrei con malicia, viendo como el sonido de las gotas resonaban mas que la musica del tocadiscos.

¡Que aburrido me parecia todo cuando no habia jolgorio ni fiestas!

Necesito hacer algo distinto, algo que calme mi sed de diversion, algo nuevo, algo gratificante que me saque de esta parsimonia y de este tedio.

Cogi mi cajita de plata labrada en plata y la abri.

Meti la cucharita en el polvo que contenia colmandola y llevandomela a la nariz.

Aspire el opio y lo repeti con la otra fosa nasal, echando la cabeza hacia atras con una sonrisa triunfal.

Aguarde a que me subiera la nube que despejaria mi mente y animara mi alma.

No tarde mucho en sentir sus efectos psicotropicos y de un salto me levante.

Abri la puerta doble de mi despacho con aire triunfal y me asome a la barandilla que daba al Hall de entrada.

¡PREPARARME EL CARRUAJE EN 10 MINUTOS, EL SEÑOR DE LA CASA SE VA A DAR UNA VUELTA!- Grite con voz potente para que se me escuchara en toda la mansion. Con una sonrisa en mi rostro me dirigi a mis aposentos para vestirme....

No muy segura de la situacion salgo hacia la puerta dejando al malcriado con su bebida y sus propias pesadillas de rico

Caminar por esa casa tan grande es como hacerlo por un camino al aire libre, cuando cae la noche todo se vuelve oscuro y el hecho de que toda la mansion este rodeada de bosque solo ayuda a inquietar mas la estancia con sombras que te acompañan extrañas y amenazantes a cada paso

Enciendo la lampara de aceite y continuo hacia la puerta, se que ningun vandalo vendria hasta aqui, esta demasiado lejos y le costaria mas llegar que lo que pueda encontrarse , todo el mundo sabe que el dinero esta en bancos

Suspiro un momento antes de abrir la puerta para recibir a quien sea que le gusta trasnochar. En el mismo instante que veo su cara el señor grita que desea irse de nuevo a probar suerte de fiestas fuera de aqui y simplemente me da tiempo a pensar que se las apañe Jean- paul con eso porque yo no pienso ni mover un dedo..

-Buenas noches ¿Que es lo que desea?-

Abres la puerta y una joven rubia aparece ante ti.

Está empapada por la lluvia y tiritando de frío, aunque bajo su pelo echado por alto y sus ropas empapadas, se aprecia lo que puede ser una chica de clase alta.

Te sonríe timidamente.

- Hola. Su voz temblaba de frío, y nervios. Sus ojos no paraban de mirarlo todo, como diciendo "¿Dónde me he metido?". Estaba yendo a Peterstone y creo que he debido equivocar el camino, porque he llegado aquí... Se acurruca en su capa. El caballo está muerto de miedo, de hecho, el ultimo kilómetro lo he tenido que recorrer tirando yo de él...Le ruego, señora, que me de cobij...

El grito imponente Ethan hace que la chica abra los ojos como dos platos, y comenzó a hacer reverencias.

- Lo siento, lo siento. Si molesto me voy, lo siento. ¿Sabe hacia dónde esta el pueblo? Estaba histérica, debía sentirse enormemente perdida. Se restregó los ojos con una mano ¿Estaba llorando?

Su caballo piafó a varios metros, pero con la lluvia tan fuerte no podías ni verlo.

Miro a la desconocida con desconfianza mientras la lluvia lejos de arreciar se volvia mas virulenta

Pienso un instante antes de contestar. En esta casa siempre se ha sido cortes y hospitalario con el que lo necesita aunque solamente si vienes de una clase alta y eso parece que la desconocida lo es

Ante los gritos del señor ella reacciona como lo haria cualquier persona normal y se asusta, trato de hablarla con la mayor tranquilidad yo, ya que estas escenas son normales. Saco la cabeza un instante para comprobar si esta el caballo pero la oscuridad solo me permite oirle

-Pase, al menos dentro podra calentarse algo mas que fuerra..-

Abro la puerta del todo para que entre en el descansillo mientras le hago un gesto para que me acompañe a una de las habitaciones cercanas donde hay mantas y le tiendo una..Cuando veo que al menos se ha secado algo le hablo

-Perrdonefroilain que le pregunte o que quizas no la trate como quien seguramente sea pero yo solo soy la sirrvienta de esta casa y si quiere quedarse aqui primero debera decirme quien es y que le ha traido hasta aqui...Despues irre a presentarla al señor..-

La chica pasa contigo, agradeciéndotelo a cada instante.

- Que descortés, no me he presentado. Me llamo Citerea, Citerea de Peterstone. Soy descendiente de los fundadores del pueblo, venía de viaje, a visitar a la familia, pero ya le digo, me perdí por el camino...hacía mucho que no venía y es la primera vez que lo hacía sola... y con esta lluvia...imposible no perderse...¡Si no se ve a más de un palmo de la nariz!

Comenzó a atusarse el pelo y a recolocarse el peinado, con manifiesta elegancia y con bastante éxito, pues de nuevo recobró su volumen y presteza, como por arte de magia.

- ¿Quién es el señor de la mansión? ¿La familia de Handsome tal vez? ¿La de Pole?

Aquellos apellidos te sonaban de gente conocida y bien posicionada de la ciudad, la chica no debía mentir.

Al parecer, el sentirse por fin con un techo en al cabeza se sentía más cómoda.

- Siento las molestias que pueda causarles, de verdad...Y muchas gracias.

Dijo con una sonrisa sincera.

Cuando el tiempo es una mierda y no hay nada interesante que hacer, las drogas son una buena salida. Y el opio y el alcohol eran la tuya. Así solían empezar muchas de tus mejores bacanales, y esta, aun con lluvia, no iba a ser menos.

Pero a tu grito la casa no se movió. Nada.

Las respuestas no podían ser tan inmediatas como uno desearía.

Cuando te dirigías, con una enrome sonrisa, a tus aposentos, viste la sombra de Minna acompañada por otra más alta y rubia, que se metían en una habitación. ¿Quién era la otra sombra? Al menos era una chica, por el pelo largo y el vestido, pero tu servicio no iba ataviado con esos cancanes ni esas florituras que parecía llevar la sombra rubia.

¿Quién había metido Minna en tu casa y sin tu permiso?