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Fort Doom: Dead Lands

Capítulo 7: Jota de Picas

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03/10/2012, 22:39
Stephen Boyle

- ¿Pudiera ser plausible que sea lo que fuere que ha sido y tal vez lo sigue siendo dieran cabo y fin del cuerpo al igual que a los jamelgos cuadrúpedos que nos transportaban por dicha y angosta pradera de la que provenimos? - comentó al no ver materia ósea de ninguna clase en los aledaños interiores de la estancia

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05/10/2012, 02:31
Hank Bully

—Joder... a tí no hay quien te entienda...— Dijo Hank dirigiéndose a Stephen. —No sé, posiblemente algo se comiera a quien aquí hubiera. Yo no tengo intención de ver otro espectáculo esta noche. Tú, Bill, te quedarás ahí, pero yo duermo ahí fuera esta noche con la pistola en mano.

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05/10/2012, 19:27
Bill

Bill, tumbado en el colchón, hizo un gesto de despedida para Hank tocándose en el ala del sombrero.

- Saluda a los coyotes de mi parte, viejo.

Luego se tumbó con los brazos cruzados bajo su cabeza, contemplando el techo y disfrutando de su colchón.

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05/10/2012, 19:47
Farlane

Farlane parecía poco ilusionado por la posibilidad de dormir bajo este techo, pero tampoco acompañó a Hank cuando este salió de la casa.

A decir verdad, el espectáculo sangriento parecía haber sentado mal al viajero y a duras penas podía dejar de mirarlo. Mientras Bill parecía dispuesto a "dormir", él, que sí debería sentir el peso del cansancio, no tenía la mejor esperanza de pegar ojo esta noche.

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11/10/2012, 04:24
Danny Chang

Chang miró a Bully retirarse de la habitación con una expresión de sorpresa y luego se rascó la cabeza. Quedarse allí no le parecía nada del otro mundo, aunque sí que había un ambiente osco y sanguinareo que era difícil de negar.

- Pues... - murmuró, miró a los presentes y luego volvió a rascarse la cabeza. - Si usted mi buen amigo Boyle y usted Farlane se quedan aquí para descansar los ojos, me gustaría ofrecerme de guardia. Total - elevó los hombros - yo no duermo.

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11/10/2012, 14:05
Hank Bully

Hank salió de la cabaña refunfuñando. Buscó un árbol cercano para poder recostarse y se colocó mirando a la cabaña.

Mejor será que me quede vigilando...

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11/10/2012, 22:27
Stephen Boyle

- Se lo agradezco en grado máximo, que no óptimo, amigo Chang - tranquilo - Dicho reposo nos vendrá bien, para el cuerpo y la mente

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16/10/2012, 23:59
Director

Hank Bully vigilaba el paisaje justo a las puertas de la cabaña, desconfiando del maizal que escondería la llegada de cualquier enemigo hasta el último momento. Si pasar varias horas a la intemperie suponía alguna incomodidad para su difunto cuerpo, la ausencia de malos augurios y el aire puro debía de compensarlo a sus ojos.

En el interior, Stephen Boyle concilió el sueño sorprendentemente pronto. El británico había logrado una asombrosa capacidad para abstraerse a los horrores del Extraño Oeste. Envuelto en sus cálidas mantas y con su pijama, Stephen parecía un lord cualquiera rodeado de servidumbre, más que un aventurero maldito durmiendo a pocos pasos de una habitación repleta de cadáveres.

Farlane, por otro lado, no parecía tener ninguna intención de dormir en un futuro cercano. Bill, como para compensar, fingía roncar mientras disfrutaba de su colchón. No sentía cansancio ni, a decir verdad, placer en la comodidad de su lecho. La muerte le había privado de ello. Sin embargo su mente todavía estaba adaptándose a la defunción, y la sensación de normalidad le resultaba agradable.

Danny Chang completaba la guardia en el interior de la cabaña. Había más ojos vigilantes que cerrados cuando la tarde terminó y la luna asomó entre nubes, pero dadas las circunstancias la alerta parecía justificada.

Un chasquido de madera inarticulado y difícil de ubicar pudo escucharse. Desde la habitación adyacente sonó un crujido de cristal, como si la ventana se hubiera quebrado.

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17/10/2012, 22:33
Stephen Boyle

En mi sana intención de corroborar el origen de esa fuente sónica, acerco el pabellón auditivo a la plancha de materia vegetal que separa esta estancia de la siguiente, en un intento de, cuando menos, corroborar el número de pasos y hallar cuantos seres vivos, o decesos, pululan allí.

- Tiradas (1)
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17/10/2012, 23:30
Bill

Bill resopló mientras desenfundaba su colt. Sería demasiado pedir el poder pasar una noche tranquilos bajo un techo.

- Eh pisaverdes... yo que tú no me pegaba tanto a las paredes, a ver si te va a entrar algún bicho por esa tierna oreja.

El vaquero se incorporó con cuidado, vigilando la zona de la que parecía proceder el ruido.

- Chang... avisa a Bully fuera, que eche un vistazo por detrás. Yo voy por dentro.

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18/10/2012, 16:41
Hank Bully

Hank escuchó el crujido, pero supuso que vendría de los vaqueros, por lo que decidió permanecer retozando en su lugar de descanso.

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20/10/2012, 23:29
Danny Chang

El chino se levantó de un salto de donde descansaba sus marchitas piernas, agarrando su arma en un fluido movimiento y yendo hacia la puerta para avisar al cochero.

- Bully - llamó Danny. - Ya nos aguaron la fiesta.

Chang no entró a la casa, esperando a Hank y si éste entraría a husmear como los otros,

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21/10/2012, 17:16
Hank Bully

Cuando Chang llegó, ya Hank estaba entrando en un profundo sueño. Al oír al chino, Hank se levantó del golpe y recogió sus cosas mientras gruñía. —Uno no puede descansar... más vale que sea algo importante, porque si no van a ver lo que es bueno—. Una vez recogidas sus cosas, apresuró el paso hacia la casa sin siquiera esperar a Chang.

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21/10/2012, 19:45
Director

En el interior de la cabaña, cualquier atisbo de sueño se disipaba. Bill echó un vistazo a la habitación ensangrentada sin entrar en ella, mientras Boyle junto a él escuchaba a través de la pared. Farlane abandonó el pasillo para entrar en la cocina. Danny Chang salió de la casa para volver a entrar en ella inmediatamente después, acompañado de Bully.

Se oyó otro chasquido. Algo estaba pasando.

Bully miró hacia atrás, a la puerta de entrada que acababa de cruzar. Un alambre de espino cruzaba el umbral de lado a lado. El cable, armado con pequeñas púas oxidadas, estaba a la altura de su pecho y estaba tan tenso como la cuerda de un arco. Murmurando una maldición, Hank cerró la puerta, que afortunadamente se abría hacia dentro.

Stephen Boyle escuchó una rama romperse ahí fuera. En la parte trasera de la casa había alguien o algo. Era difícil precisar más, a través de la madera y con otros ruidos en el interior.

Bill ojeaba la sala de la matanza y le sorprendió ver un nudo del ahorcado, hecho en alambre de espino, colgar desde el interior de la chimenea. Eso no estaba ahí antes... La ventana de esa sala estaba cruzada por otro de estos alambres, apretado tan fuerte que el cristal se había fracturado un poco.

Cuando el pelirrojo se dio la vuelta, vio lo mismo que acababa de ver Danny Chang. Pronto todos se fijaron en ello. Algo en la entrada de la casa había cambiado.

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21/10/2012, 19:51
Calabaza

La calabaza que adornaba la mesita de la entrada les miraba.

Tenía poco de amenazadora, pero ahora resultaba evidente que tenía cara. Si bien le faltaba un ojo, los demás rasgos estaban bien cortados. No estaba así cuando llegaron, aunque les resultaba difícil recordar qué había cambiado exactamente en ella.

Una calabaza tuerta era la menor de sus preocupaciones, y sin embargo había estado todo el tiempo ahí, junto a ellos, y por ello su cambio resultaba más inquietante que aquellos que habían podido ser hechos a sus espaldas.

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21/10/2012, 22:33
Stephen Boyle

- Señores míos, sea mi despiste en grado extremo el que no me dado la percepción de aquesta decoración vegetal que no estaba antes a mis perceptivos ojos, aunque el cansancio sea reo y culpable a medias iguales... Me resulta extraño y curioso in extremis que haya una de estas en la estancia. Según las tradiciones orales, verbales y de palabra del país del Leprechaun, el pote de monedas y el trébol de 4 hojas iguales, el vecino al del narrador en primera persona, este elemento se pone como indicador a los entes ectoplásmicos mal avenidos como faro costero, no para que no encallen o se hundan, sino como digamos... punto de reunión... ¡Y no para tomar el té! - Mirando a Hank y a Danny - ¿Ustedes se sienten más extraños, raros o incómodos de lo habitual?

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22/10/2012, 22:47
Bill

- Me parece que no somos los únicos muertos vivientes de esta casa ¿eh chicos? - el pelirrojo tenía su revolver desenfundado y no apartaba los ojos de la calabaza - ¿Un fantasma? Vaya, vaya... ¡Eh! ¡Espíritu! No sabemos de qué va tu movida pero solo estamos de paso... mejor déjanos salir y nos vamos en paz... no querrás que te quememos tu choza ¿verdad?

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24/10/2012, 06:40
Danny Chang

Chang ya estaba demasiado viejo o demasiado muerto para estar creyendo en historias de fantasmas, que al ver la calabaza allí, la transformación de la casa y todas esas cosas que parecían ser traídas del otro mundo frunció el ceño, se llevó la mano al estómago y puso sus sentidos más alerta, nada ansioso de pasar por la misma experiencia de la garrapata que le atacara antes.

- No entiendo muy bien lo que quiere decir, mi buen amigo - dijo el chino hablándole a Boyle -, pero de que esto no es bueno, no lo es.

Danny miró una vez más a la calabaza y luego a Boyle y Farlane.

- Si yo estuviera en su condición, me cuidaría el pellejo. - Agarró firmemente el arma en sus manos. - Vamos, amigo - dijo hablándole al espíritu que parecía haber embargado la casa -, sé buen anfitrión y déjanos salir por las buenas.

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24/10/2012, 12:31
Hank Bully

Hank sintió un escalofrío cuando vio la calabaza tuerta mirándole. Esto no me gusta... Al ver que sus compañeros ya estaban dedicando su atención al nuevo elemento, el cochero prefirió echarle un vistazo al resto de la habitación, en busca de algo que hubiera pasado desapercibido y también estuviera observándoles desde otro lugar de aquella cabaña. 

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24/10/2012, 21:59
Director

Saliera de donde saliera ese alambre de espino, lo cierto era que lo había en abundancia. En el sucio cristal de la ventana de la entrada apareció un tercer alambre, tenso y amenazante con sus púas. Era como si alguien estuviera envolviendo la casa para regalo.

La sensación no resultaba agradable, pero lo más extraño estaba por venir.

La puerta se abrio hacia dentro con fuerza hasta que chocó ruidosamente con la pared. Fue tan inesperado que el susto provocó un gritito agudo en uno de los presentes. Cualquier impedimento por ese lado había desaparecido: los cables de metal ya no estaban y la salida estaba despejada. Las peticiones y amenazas de Danny y Bill parecían haber funcionado.

Cuando el chino y Hank, los más cercanos al exterior, se asomaron, vieron algo sorprendente. El inglés y el pelirrojo se acercaron un poco y contemplaron el pasillo que se había formado de la nada a cielo abierto. A un lado y otro de la puerta, al menos una docena de alambres de espino a distintas alturas partían desde la casa hasta desaparecer en la espesura del maizal. Los cables se cruzaban y doblaban, creando un cercado de ocho pies de altura tan efectivo que hasta un gato tendría ciertos problemas en atravesar.

Aunque la falta de herramientas lo haría difícil, con paciencia el alambre de espino podría ser cortado. Trabajando con cuidado, se podían abrir salidas sin resultar herido. El mensaje estaba claro, en todo caso: ese es el camino que los espíritus querían que los intrusos tomasen.

Parte de las implicaciones de esta visión se escapaban a Stephen Boyle, porque estaba más ocupado en mirar fijamente y con la boca entreabierta a la calabaza. Todo el mundo había supuesto que el gritito agudo de sorpresa al abrirse la puerta había salido del inglés, pero él sabía que esta vez no había abierto la boca...