Partida Rol por web

-¿¡¡¡¡Eso!!!?- se escucha una voz como si viniera de las catacumbas.

Los soldados se pusieron un poco rojos (si, cuesta imaginarlo, pero esfuercense) y parecían incomodos por explicar para qué pensaban usarlos, por lo que simplemente les dicen:

- Si quieren que los llevemos a la televisora. Morvo entrevistará a Lrrr y queremos ver si podemos pedirle unos autografos a Cálculon... No nos perdemos su novela... Oye! ese robot chiquito parece estar descompuesto. Habla raro.

En ese momento estan mirando con desconfianza a Oxido, pues la verdad es que sono muy raro escuchar hablar a Hank.

Era el momento de hacer que aquellas criaturas se fijaran en algo que no fuera Óxido porque sino me parece que el tema iba a estar jodido.

- Me parece que estos malditos humanos no podrían callarse ni en el mismísimo vacío.. - Pensé con resignación para luego susurrar al " oído " de Duncan: - Pase lo que pase no dejes que me cojan, que me dan miedito y al final me los voy a acabar comiendo a ellos también..

Carraspeé un par de veces para que aquellas criaturas me prestaran atención y luego hablé:

- Les estaríamos muy agradecidos si nos llevaran. La verdad es que necesito ir porque no encuentro a mi papá.. y yo.. -Comencé a hacer pucheritos y a lloriquear soltando lagrimones por mis tres ojos. - He creído que si salgo en la tele me podrá ver y así no estaré solita.. estos amables robots y tío raro rosa me están ayudando..

Ok...

Giro mi cabeza hacia Dean - Oye! No es nuestro asunto que harán con los cuernos! - Luego me acerco a oxido - No se preocupen por el pequeñin, es que ha comido demasiado esta mañana y le ha caido fatal! - Digo mientras golpeo a oxido en la panza suavemente - Jeje - Entonces pukky llama la atención de estos grandotes... - Ayy!  bueno, es por eso que buscamos la cadena televisiva, no es una ternura esta pequeñita? - digo mientras que la sostengo con mis brazos y cosquilleo su panza - Cuchi Cuuu!

Los omicronianos miran por un momento a Pukky y escuchan atento a lo que les cuenta acerca de su padre. Entonces se miran entre ellos y se ponen a llorar escandalosamente. Incluso unos mocos les caen de la nariz. Despues, cuando se han calmado un poco, dicen:

- La historia de esta pequeñita no s recuerda a ese niño terricula que busca a su madre por todo el mundo con un perro y un mono y al final la encuantra y ella.... ¡Buah!.... Desde que vi eso en la television es que deseo destruir a los humanos... Buah!. Suban, los llevaremos a la cadena, todo por esta pequeña ysu padre.

Uno de los omicronianos sac un llavero y apunta a la nave, después suena un bip de la alarma y los invita a subir.

Hank ya llevaba un buen rato allí dentro, y comenzaba a sentir como sus huesos se resentían.

-Ughghugh...- se escucha desde muy el interior.De pronto....

-PPPDDDDDDDDDDDDDDRRRRRRRRRRRRRRRRRR.....- un peo suena en la zona.Comienza a oler mal, y el gas se expande, y no es que oliera a rosas.

Ahora la cosa sí iba sobre ruedas aunque la verdad es que no sé de que serie humana me estaban hablando. Por suerte, me ahorraba ver la televisión ya que siempre que tenía algo de tiempo libre lo usaba para comer y para dormir..

No iba a decir nada más, aunque dejé de hacer pucheritos mientras me abrazaba de nuevo a la cabeza de Duncan, como diciendo que me cuidaba muy pero que muy bien y que me alegraba de que me acompañaran a ir hasta la televisión a ver si así podía localizar a " mi padre ".

Lo bueno de ser una criatura mona era que siempre colaba alguna así que aprobechando esa suerte, quizás pudiéramos aprobechar y hacer algo útil.

Muchas gracias amigos - Sonrío a los invasores... Luego me acerco a oxido y le doy un golpecito en el estomago - Hey Óxido que te pasa, acaso te sigues sintiendo mal? - levanto un poco el tono como para que Hank me escuche - Acaso lo que te comiste esta inquieto? jajajaja

Un olor nauceabundo comienza a salir del interior de Oxido que llega pronto a las narices de todos (incluidos los omicronianos) Lo cual le quitaría la ganas de vivir a cualquiera. La verdad es que daba la impreción de que un animal muerto y en descomposición se habia tirado uno en el interior de Oxido. Lo omicronianos se acercan al pequeño robot ylo miran con desconfianza y asco, mientras preguntan:

- No se supone que los robot de la tierra funcionan a base de alcohol etilico, no de conbustibles fociles? ¡Alguna explicacion para esto!.

Ya estábamos liándola, si con lo sencillo que era que no diese la nota cuando lo querían matar, o capar o así y tenía que hacer el " mono ". Ya había escuchado esa teoría de un humano que dijo que el hombre descendía del mono, pero cuanto más rato pasaba en ese planeta, más comenzaba a creer que era totalmente cierto.

- Sí bueno, es que el pobre robot se estropeó y tuve que arreglarlo como buenamente pude.. - expliqué a aquellos repugnantes bichos. - Y claro, como yo no entiendo muy bien la tecnología de este maldito lugar le hice un pequeño apaño..

Traté de salir de aquel embrollo, aunque la cosa volvería a repetirse si no se controlaban un poco..

Oxido empezo a sudar mientras todos le miraban.
¿Que mierda estará haciendo ese tarado alli dentro...? Pensó. Ya que en realidad Oxido no disponía de sensor de olores. Aunque si de tóxicos, el que le indicaba una fuerte perturbación en los niveles de toxicidad.
-Eh.. no... na-da... me h-izo una chap-uza... hehe...- Metió la mano dentro del bolsillo y sacó un calcetin podrido que ni el mismo sabía porque lo guardaba. -¿Ve-n? No es nad-a he he...- Dijo lanzandolo a la distáncia.

Los omicronianos parecen creerle al pequeñín. Aunque ponen como condicion de que deje ese calcetín afuera.

El interior de la nave es muy acogedor, con aire acondicionado, desodorante ambiental, unas hemosas fotos de los omicronianos paseando en un parque de diversiones (vastante maricas) y la musica era aun más sospechosa:

Ademas, había una bola de luces que giraba y unas estolas de pelo con unos lentes en forma de corazon colgados de un perchero.

Mientras se dirigían a la televisora, uno de llos intenta entablar una conversación con ustedes y dice:

- Me llamo Vrrr y me compañero es Gahhh. Estamos juntos desde que ingresamos a la academía del ejercito omicronianos. Y ustedes de dosde son?.

- Daen Capodian, crustacio para todo si el sueldo es adecuadoooooo...

Daen se queda mirando estupidamente la bola de discoteca y empieza a babear.

Puede escuchar esa horrible música que suena en la nave.Era bastnte traumática para él.Comienza a llorar y se pueden escuchar los llantos levemente si te fijabas.Cuanto tiempo más tardarían.Y no sentí ninguna parte de su cuerpo, se sentía como una anchoa enlatada.Por cierto, aún quedarían esas deliciosas anchoas en alguna tienda del futuro?

Su cabeza, ya falta de sangre, pensaba cualquier estupidez, y en cualquier momento se le iría la olla.

Pues yo soy un robot terrestre y mi nombre es Dunkan. Encantado de conocer a los omicronianos mas simpáticos del ejército - Sonríe a los invasores -

Oxido escuchaba llorar a aquel ser despreciable dentro de su bolsillo.
Aun me la va a liar otra vez...
-Uf... m-e han sentad-o ma-l los macarr-ones... he he...- Disimula nervioso.
Quiza tendria que entregarle y que le taparan todos sus asquerosos agujeros... Aunque desechó la idea.

Esperaba que eso de preguntarnos que de dónde éramos fuera por todos menos por mí bueno y por el rosita, ya que me parecía que muchos como ñel no habría perdidos por el espacio, quizás sólo por su planeta que seguro que olía a pescado que mataba. Tampoco tenía ganas de responder más a estas cosas grandes y feas, que parecía que habían salido de ... no sé mínimo de un armario.

Me puse cómoda sobre el hombro de Duncan, del que no pensaba moverme si no fuera estrictamente necesario, ya que hasta para disparar me ofrecía una buena posición.

- GrrrRRrrrRrg - Fue mi respuesta mientras me rascaba la tripa al " espatarrarme " sobre el robot.

Ese par de monstruos "tiernecitos" se van cantando sus canciones "pop" durante todo el viaje. No obstante, parecen muy agradables, a pesar de lo feos que son y de querer cortas los narices y... mmm... bueno... eh... campanitas de los humanos.

Al final llegan a la televisora, en los estudios de Los Angeles. Y el lugar esta lleno de robot que esperan ver a Calculon, el actor de Mirada de Robot. Cuando ustedes bajan del platillo, los dos omicronianos se dirigen a unirse al grupo de fanáticos que esperan al actor, mas como ustedes van por otro asunto, busca a alguien que los ayude a que Pukky pueda salir en televisión. Entonces llegan a un estudio donde se encuentra el jefe de los omicronianos con un extraterrestre cabezón quien decía:

- Bienvenidos  al programa de entrevistas de Morbo. En honor a nuestros nuevos amos, esta mos transmim tiendo por todas las señales y somos visto en cada rincon de la tierra. Asi que les digo, bolsas de carne putrefacta humana, rindanse y eviten la destrccción absoluta. Para ilustrarnos acerca de los horrores que espera a lo humanos, tenemos acá al lider de los invasores, Lrrr.

Ese programa estaba siendo visto en toda la tierra. Era la oportunidad precisa para que Pukky se comuicara con Mordisquitos.

Esta era mi oportunidad, no podía desaprobecharla, ya que seguramente si Mordisquitos no lo veía, alguien le diría que lo estaba buscando y eso siempre era mejor que nada, o que dar palos de ciego, que entonces podía no encontrarlo en la vida. Ahora sólo había un pequeño detalle.. necesitaba un teléfono que dar para que pudiera ponerse en contacto conmigo, pero estaba segura de que alguno de mis compañeros tendría alguna clase de tecnología de ese tipo, así que lo pregunté antes de ir a dónde el bicho verde.

- Oye, alguno de vosotros tiene móvil, teléfono integrado.. mail... algo que me sirva para que Mordsiquitos pueda contactar conmigo?

yo tengo un centro de comunicación en mi mismo, osea yo soy mi propio teléfono móvil... - Saco un papel y escribo el número - Aquí tienes el número

#(43252321432) 3623-8927138912649352346323846237463685432851