Partida Rol por web

La cantidad de gente que hay ante el edificio de Estado Mayor del Astillero.

Unos acompañan a un almirante. El propio jefe de las construcciones, el Almirante Kawsewitz. Otros, son una Sección de Honores armada. Pero entre el gentío se encuentra la mayoría. El propio almirante se presenta ante el mando de la Sección. Un sargento que porta un fusil de francotirador. Saluda y se sube a ún atril tras dar el sargento la voz de atención y poner en firmes a sus soldados durante un instante. Lo que dura el saludo del mando y este luego va a dar un discurso:

- Señoras y señores, se proyecta ante los muros del edificio unos planos. Un crucero colonial. Una nave que a algunos les recordará a la trístemente famosa Clase Kinunir. la Armada Imperial aprende de sus errores y estos nos hacen aprender. Necesitabamos una nave con capacidades medias, no un gran crucero o acorazado, necesitabamos algo intermedio, que siviera para múltiples propositos, y si fuera necesrio, supiera pelear. Se frota el rostro, como si intentase alejar la alergia de su nariz. Les presento la Génesis. La primera de las naves, que cuando esté totalmente construida realizará las pruebas necesarias durante un año, y con las lecciones aprendidas de esos días de servicio, se construirán las hermanas, hace una pausa, hijas mejor dicho, de esta primera de su clase.

Se aparta a un lado y hace un gesto, hacia un Capitán de Navío. - Les presento a Sirio Khoren, primer Señor Comandante de esta nave, que ahora les dirigirá unas palabras.

Tal y como había sido prevenida el día anterior, Rachna apareció ataviada con el uniforme de paseo y sus guantes blancos de forma impoluta.

Tras seguir las indicaciones de la organización de la presentación, tomó su lugar asignado y esperó. El día anterior había conocido al que seguramente sería su superior y a su vez, se había entrevistado con el Almirante que empezaba a dirigirse al resto.

Sólo habían visto unos planos... los de una nave media que parecía diferente. Por lo menos en lo que a propulsión se refería. Claro que eso no era muy de su interés... La enfermería parecía muy bien equipada y eso sólo podía significar que tendría que usarse... y mucho.

Al oir las palabras del Almirante, un pequeño escalofrío le recorrió la espina dorsal. Parecía que alguien había decidido ponerla en un asunto "grande". Tragó saliva. Tendría que estar a la altura. Luego buscó con la mirada a Kohren... ¿estaría nervioso? El día anterior se había mostrado como hombre de pocas palabras...

Quizá fuera un discurso corto...

Fuiste a cumplir con tu confirmación, y viste el acto.

Tenías que pasar una vez a la semana por un centro de mando. Estabas de descanso por las misiones que había cumplido y en este instante, de permiso, hacías valer tu presencia para seguir cobrando el sueldo. Era un mero trámite que duraba unos minutos, y te valía para  no perder el contacto con el servicio.

Esta vez, al ir a firmar te dan una carta de órdenes.

Preséntese como Segundo Comandante ante el Capitán de Navío Sirio Kohren.

Nuevo destino Kinuir Génesis.

Te llamó mucho la atención de que el nombre de aquella nave desaparecida lo hubieran escrito y luego tachado. ¿Sería un presagio?

   Después del saludo, el sargento volvió con sus hombres, y aunque seguían firmes ya no estaban tan rígidos. Isaac siguió al Almirante con la mirada admirando a esa clase de mandos que, con su sola presencia, son capaces de atraer la atención de cualquiera. Había escuchado hablar de aquel Crucero y nada de eso es bueno. Fue un golpe muy duro. Pero como dice el Almirante, fue un golpe del que tienen que aprender. Estaba claro a lo que habían sido llamados. Eran los conejillos de indias que participarían en las pruebas de una nueva nave, la Génesis. Hasta el nombre vaticinaba desconcierto. Nadie podía decir cuales eran las limitaciones de la nave, sus puntos débiles. Nadie sabía como se desenvolvería en combate, en una huida... Para eso estaban allí. Y por su parte, no le parecía un mal destino. Él sabía que sus chicos estarían nerviosos. Se enfrentaban a bastante incertidumbre. Pero por otro lado también estarían contentos. ¡Por fin dejaban las maniobras y más maniobras!

   Mientras escuchaba, Isaac miraba disimuladamente a su alrededor. Miraba a la gente que le rodeaba. "¿Quien de todos los presentes va a ser tripulante?" la mayoría tenían diversos uniformes, uniformes de la armada, más marines. "Y esa mujer ¿que papel jugará?" pensó al fijarse en una mujer también uniformada. "Hmmm ¿habrá civiles?". Eran preguntas baladíes pero, para la curiosidad de Isaac, necesarias.

La visita al centro de mando era una rutina para John, cada semana el mismo tramite en unas merecidas vacaciones... las misiones en el espacio siempre son largas y es mejor aprovechar los días de descanso pues cuando te embarcas nunca sabes cuando podrás hacerlo de nuevo.

Esta vez había algo diferente, los adornos y demás parafernalia anunciaban un evento importante. Nada más y nada menos que la inauguración que tanto tiempo se había estado esperando en la sede espacial. En la tribuna hablaba un joven capitán Sirio Kohren, John no había tenido oportunidad de conocerle personalmente aunque su nombre estaba presente en los pasillos más de una vez.

Pasados unos minutos John continuó su camino hacia las oficinas para el papeleo rutinario, pero esta vez la rutina desapareció en forma de un sobre. Capitán Sirio Kohren...La Génesis leyó para si, al momento le vino a la cabeza la imagen del capitán que hacía unos minutos había visto en la tribuna.

El descanso había acabado y aquella no parecía ser una misión más, la Génesis estaba llamada a convertirse en la nueva nave insignia. John recogió los papeles y se dirigió de nuevo a la sala de conferencias en busca del capitán.

Está empezando un discurso.

El Comandante Kohren se estiro ligeramente los puños de la guerrera, acomodándolos a la longitud exacta en la que solo se viese una delgada franja de las mangas de la camisa. Di un par de pasos hasta situarse frente a la que sería su tripulación, y los observo en silencio durante unos instantes.

No era dado a discursos grandilocuentes, por lo que no había preparado mas que unas pocas palabras fáciles de memorizar.

- Tripulación de la Génesis. Hoy estamos aquí para iniciar una nueva andadura, una que contribuirá al futuro de la flota. Ningún ejército es mejor que sus soldados, y el éxito de esta misión dependerá del trabajo que realicemos cada uno de nosotros. No tengo ninguna duda de que sabremos estar a la altura de las expectativas que la flota ha puesto en nosotros, y quiero añadir que es para mí un honor haber sido elegido para ser su Comandante.

El Comandante de la Génesis dedico un impecable saludo a su tripulación antes de dar un paso atrás y ceder de nuevo el protagonismo al almirante.

Discurso del Capitán de Navío Sirio Kohren:

Tras este realizó un prolongado saludo militar.

No sabías quienes de todos esos era posible dotación, invitados o incluso simples mirones del acto de presentación.

El almirante relevó en el atril al oficial que había dado el discurso.

- Señoras y señores, en el pabellón de motores se va a dar un tentepié, y todos los presentes están invitados. Era una nave grande, a poco más de un par de minutos andando, donde se ajustaban las plantas de potencia y otra maquinaria antes de la instalación en cualquier pecio. Estaba repleta mesas con manteles de papel, atestadas de canapés, y otros picoteos, bebidas y platos con fiambre, tablas de paté y otros recipientes vacíos y bandejas con servilletas.

Una foto de prototipo. Una presentación hecha en ordenador y ampliada a varios metros de grande, presidía el fondo de la estancia.

Un Comandnate de Intendencia se acerca a ti. - Sargento, puede romper filas y retirar todo su personal.

El vehículo les está esperando para regresas a su compañía y descansar.

La sala de conferencias esta vez parecía diferente cuando John entró, esta vez ya no hablaban de algo que pudiera sonar ajeno o lejano sino que hablaban de su próximo destino. John tomó asiento en la última fila y se dispuso a escuchar la exposición para presentarse al servicio después.

Tras los discursos el evento continuaría de forma más distendida en el pabellón ajunto, sin duda una situación más distendida donde John podría presentarse.

Bram se encontraba en posición de firmes, escuchando las palabras de unos y otros mientras, por el rabillo del ojo, no podía dejar de prestar atención a la nave. Génesis. No parecía un mal nombre, ni tampoco parecía una mala nave. Si no desconocía el funcionamiento de la armada, al menos cuatro años debería estar en ella.

¿Qué lugares visitarían? ¿qué podría haber en ellos? Una ligera sonrisa (quizás simplemente la sobre de una) apareció en su rostro.

Era, sin duda, una aventura que tenía ganas de vivir.

El pabellón esta lleno de gente, viejos conocidos con quien ponerse al día de destinos y nuevos viajes... pero la distendida situación esta vez tenía un toque diferente, John podía sentir ese gusanillo en su interior cada vez que un nuevo destino se abría camino.

Mientras conversaba con antiguos compañeros y colegas, buscaba con la mirada al hombre sin duda más solicitado esperando la oportunidad de acercarse a saludarle y presentarse al servicio para lo que pudiera disponer.

La gente se habái distribuido por clases y escalas. Cuando más rango, más cerca intentaba estar del Almirante, que acompañaba en todo momento al "Nuevo Jefe de Cafetera".

Hacía tiempo que habías paseado por aquella zona, pero no te sonaba demasiado la escena de la imagen con ninguna de las construcciones que estaban en curso. Escudriñaste tu memoria y estabas seguro. No había nada parecido en aquel astillero que se asemejase a esa nave.

Justo cuando empezabas a ver un camino libre para tu nuevo jefe tropezaste sin querer con Peter Branson, que charlaba con una Hermosa mujer vestida de traje negro, como si fuera una cantante de opera. No sabías que fuera a ir allí. Tu viejo amigo había desviado su carrera hacia la ingeniería naval y podías intuir que igual tenía algo que ver con el proyecto. Desde hacía como un año que no sabías nada de él, más que estaba siempre muy ocupado.

Como había imaginado, el discurso fue breve y algo "tópico"... aunque lo contrario hubiera sido quizá raro y no deseado. Al menos los actos protocolarios no serían demasiado muy extensos y durante el tentempié quizá tuviera la opción de conocer a más futuros compañeros.

Sin prisa pero sin pausa, se encaminó con la "masa" hacia el pabellón de motores. Por el camino, intentó identificar a aquellos que tuvieran un rango superior al suyo o a otros oficiales médicos presentes. Era difícil por la cantidad de gente, pero, aquello le ayudaba a acallar los posibles nervios por esta en una situación de "nuevas".

Rachna caminaba como siempre, de forma decidida pero tranquila y atenta, con una imagen impoluta.

Al llegar a la zona de tentempié, tomó con delicadeza un canapé y una copa de zumo. Paseó un momento su vista por el mapa y la animación. Lo que parecía novedoso acabaría siendo rutinario...

Finalmente decidió dirigirse hacia el Capitán Kohren... en caso de que estuviera ocupado se dirigiría hacia algún otro oficial médico o médico a secas...

Justo cuando ves la posibilidad de llegar al Capitán de Navío, un Oficial de Ingeniero bastante guapo te mira muy interesado. Es un capitán de Fragata. Cuando parece que te va a hablar, te habías fijado en la placa de su nombre PETER BRANSON, otro oficial del mismo rango, pero con distintivos de artillero, tropieza con este. Parecía intentando llegar a alguna parte, pero el encontronazo ha sido fortuito. No agresivo, pero si muy inesperado.

Parecía que nunca era un buen momento, desde luego la presencia del almirante no ayudaba ya que todos querían saludarle. Mientras John vigilaba la situación de reojo se encontró con Branson, hacía tiempo que no sabía de él y le había perdido la pista en el último año, un vistazo a su acompañante le valió a John para ver que en ese aspecto había tenido más suerte que él. Hola Peter Dijó John mientras mostraba sus respectos a la mujer de negro para centrar su atención en el ingeniero después Te perdí la pista hace un año pero seguro que has tenido que ver algo con esto Dijo John mientras señalaba la imagen holográfica de la nave.

- Pero qué con....? Y se giró malhumorado. Al darse la vuelta y ver quién era, chocó la mano de su colega.