Partida Rol por web

El telmori pierde sangre a chorro y el vendaje de Kenvent parece no hacer demasiado efecto; el herido s epone cada vez más pálido y balbucea cosas en un idioma desconocido; Si no haceis algo inmediatamente morirá.

Pero de pronto algo llama la atención de vuestros oídos. No muy lejos de aquí suenan varios gritos extraños, como gruñidos, seguidos por el sonido inconfundible del combate; Entre las voces que se oyen hay gritos de hombres heridos, maldiciones en peloriano e incluso comienza a sonar un cuerno que es silenciado de inmediato.

Apenas acabo de descender del árbol para ayudar a Kenvent sin mucho convencimiento, cuando escuchó el ruido de pelea.

- ¡Maldición! ¡Seguro que son las partidas de guerra! ¡Deben haber encontrado más telmoris! Debemos averiguar qué es lo que ocurre, tal vez podamos pillarlos por la espalda.

Desconcertada miro a mi alrededor, no se que ocurre pero intentar salvar al telmori es inutil. Mi voz suena nerviosa cuando me dirijo a los demas. 

-Hemos tenido mucha suerte, estos solo eran dos. Por el griterio que se escucha parece que mas adelante hay muchos mas. Deberiamos ver que esta pasando como dice Aldar. 

Escucho ruidos, que parece que se estan peleando cerca nuestro, y salgo disparado a ver cual es su procedencia.

Lentamente y sin precipitarme, intento encontrar la fuente de estos sonidos.

Hago una señal a mis compañeros para ver si me siguen y que me den cobertur en caso de que sea peligroso.

-Venga, vamos hacia allí.

Recojo mi espada y escudo y empiezo a avanzar entre los árboles a paso ligero hacia el origen de los ruidos con el resto del grupo. ¿Maldiciones en peloriano? Hmm...

Me agacho e intento utilizar la cobertura que me proporciona el follaje del bosque mientras avanzo con una flecha colocada en el arco.

Les hago una señal a mis compañeros.

- Dejad que me adelante y desplegaos un poco, como un abanico, así cubriremos más terreno y si ven a uno no nos descubrirán a todos. No os apresuréis e intentad no perderos de vista unos a otros -exhibo una sonrisa amarga- Y si me oís gritar, matad a esos malnacidos.

Hago caso a aldar y avanzo por donde creo que he oido el sonido agachado, mientras camino arrastro la maza entre el follaje intentando limpiarla... no es bueno ir dejando un rastro de sangre por no hablar lo desagradable que es tener sesos de salvaje en el arma que he tomado como mia.

Con cautela pero sin perder el tiempo, os moveis a través de la vegetación en dirección a la batalla que se está librando entre los árboles. Al llegar al lugar os encontrais a cuatro orlanthis, entre ellos Thormund, que luchan una pelea desigual contra seis telmori y sus seis lobos. Al parecer han sido emboscados y han pagado un alto precio por ello.

Un orlanthi está en el suelo semiinconsciente con tres lobos sobre él; le han derribado y le están devorando vivo. El segundo tiene una fea herida en el brazo del arma y trata de defenderse con su escudo de los golpes salvajes de dos telmori, aunque no aguantará demasiado. A un lado podeis ver un telmori y a su lobo muertos y en el centro de todo, Thormund y otro compañero luchan espalda contra espalda contra cinco adversarios, dos lobos y tres telmori que están a punto de romper sus defensas. Thormund maldice por su mala suerte y se encomienda a Humakt.

Sin pensarlo ni un segundo, avanzo hacia el combate. Solo miro hacia atrás un instante para susurrar una propuesta a mis compañeros: ¡Loranda, confunde a los que puedas, Erikand, lanza tu magia de protección a Kilder!

Acto seguido, atravieso los arbustos y me lanzo contra los tres lobos que están devorando al orlanthi en el suelo, golpeando a diestra y siniestra y tratando de interponerme entre ellos y el cuerpo del guerrero.

¡Dios del trueno, danos fuerzas para ayudar a los nuestros!

Miro atonito el ataque kenvement conseguira que lo maten, que proteja a kilder sera mejor que te proteja a ti primero, Me lanzo al ataque contra el enemigo mas cerca de nuestra posicion, mientras hago de barrera para que no puedan cargar contra el resto del grupo, lanzo un potente golpe de maza intentado alcanzarle.

Haciendo caso omiso de mis compañeros, salgo corriendo a estrenar la lanza.

¿no creerán que con una oportunidad cómo esta me voy a quedar tirando hechicillos?

Salgo de entre la maleza lanzando un grito de guerra, por la falta de costumbre, parece mas bien un chillidito de niña, pero bueno, parece que ha funcionado:

-Iiiiiiiih!!!

Justo cuando llego al borde del claro, sabiendo que mis compañeros me siguen de cerca, apunto mi arco mientras murmuro mi Dardo Veloz. Disparo hacia el lugar más lógico: los tres lobos que están atacando al orlanthi que se debate en el suelo y que prácticamente lo cubren con sus peludos cuerpos.

Al ver el combate mi pulso se acelera, mis compañeros se apresuran para ayudar a los orlathis y yo dudo un instante antes de actuar. Cuando me fijo en el Valle Sombrio que lucha contra dos telmoris a pesar de su herida en el brazon decido ayudarlo a el. Si le salvo la vida, Thormund nos lo agradecera. Sin pensarlo mas lanzo mi conjuro contra los telmoris que lo atacan. 

Apunto con todo el cuidado de que soy capaz y lanzo mi flecha hacia la tumultuosa melee. No puedo evitar cerrar los ojos en cuanto la flecha sale disparada, rezando a Odayla de que la guíe hacia el cuerpo de un lobo.

El joven Crixus se dirige a ayudar a sus compañeros, los cuales se encontraban en problemas 

-Resistan! grita mientras lanza su ataque a uno de los enemigos

La situación de Thormund y sus hombres es desesperada debido a la inferioridad numérica de diez contra dos, pero vuestra aparición cambia las tornas del combate. Kenvent sale a la ayuda del orlanthi derribado y acaba con un lobo destrozandole una pata con su espada; El animal chilla y se aleja corriendo sobre sus tres patas sanas. La flecha de Aldar alcanza a otro lobo del mismo grupo, clavandose profundamente en una pata trasera con el mismo resultado que el anterior.

Loranda se concentra en los dos telmoris que atacan al orlanthi herido y lanza sus conjuros de confusión que afectan a uno de ellos; Inmediatamente el telmori deja de atacar y se agarra la cabeza con ambas manos tratando de despejar su mente. Desgraciadamente, Kilder, Crixus y Erikand fallan sus ataques y no lograis sentenciar le combate todavía, aunque en estos momentos la superioridad está de vuestra parte.