Partida Rol por web

Miro fijamente al telmori y intento atacar de nuevo lanzandome a por el antes de prepararme lo suficiente, fallo de nuevo el golpe, mientras golpeo intento cubrirme con el escudo sin mucho acierto..

Ups! Perdón Kilder, con el lio de tu tirada y el follón que me he montado con el combate no había caído en que lo tuyo era éxito. En este caso va a haber cambios en el planteamiento del combate. Pongo aquí la opción correcta.

Bando Telmori: 3 lobos, 3 telmori, 1 Telmori confundido (en cuanto pueda, se incorporará al combate)

Bando orlanthi: Thormund, 1 Valle Sombrío y vosotros 6, 1 valle sombrio se reincorporará si puede curar su brazo.

O sea que en estos momentos son 6 ellos contra 8 vosotros lo que toca de la siguiente forma:

Kenvent contra un lobo; Aldar y Loranda están libres de ataques; Kilder contra otro lobo. Thormund, su guerrero y Erikand se enfrentarán a un telmori cada uno y Crixus a un lobo.

Ya sabeis como funciona esto:

Tirada de ataque con vuestros porcentajes normales, Tirada de Daño, Tirada de d20 y tirada de defensa. A ver si con un asalto mas acabamos ya con tanto bicho.

PD: Mira que tienes mala suerte en la vida, Erikand. Pero ya verás que a medida que los porcentajes aumentan, la cosa se va animando.

Veo al lobo que viene hacia mi, y decido lanzarle dos hechizos de disrupción, atacar por sorpresa con la lanza había surgido efecto, pero contra un animal que se movía rápido, no sería lo mismo, por lo tanto, decido usar mi especialidad.

El efecto no se si acaba de ser el que yo perseguía, pero cómo mínimo, el animal chilla y aulla.

Ya tendré tiempo luego para curar al compañero herido, lo primero en este caso soy yo.

Mi intención es deshacerme de los lobos lo antes posible para lanzarme a por los telmoris humanos. Después de ahuyentar a uno de los lobos, descargo mi arma contra el siguiente con toda la furia de mi brazo. ¡Orlaaaaaaaanth! Estoy a punto de fallar, pero en el último segundo, el espíritu servidor de mi dios que he despertado en la espada corrige la trayectoria del arma en dirección al animal.

Aguanto la respiración y me cubro con el escudo.

Dejo caer mi arco y empiezo a maniobrar mientras saco mi lanza, buscando atacar al lobo que acosa a Kilder, que parece ser el que está en más dificultades. Aprovecho que parece que su atención está fija en mi compañero para atacarle por un flanco.

Aprovecho que uno de mis conjuros ha surtido efecto y me dirijo hacia el telmori confundido para atacarlo con mi daga. 

Me muevo con destreza con mi vista fija en la... cola del lobo. Le lanzo una mirada furtiva a Kilder para darle ánimos y enarbolo mi lanza. 

Es demasiado grande y engorrosa, y el lobo se mueve con rapidez para atacar a mi compañero. Maldigo entre dientes mientras la punta de mi lanza no logra atravesar más que las hojas de un arbusto cercano.

El joven Crixus ataca nuevamente a uno de los hombres Telmori ,su intención era acabar rápido con este combate.

Viendose asaltados por nuevos adversarios, los telmori resttantes se reparten para haceros frente.

Erikand y su adversario comienzan un combate que por el momento no causa daños a ninguno de los dos.

Kilder apenas logra herir con uno de sus conjuros al lobo que se lanza sobre él, aunque si logra hacerse a un lado para evitar su ataque.

Kenvent,  apesar de su manejo envidiable d ela espada, no logra alcanzar a su lobo que en el ultimo momento se revuelve en el suelo y evita el filo de la espada.

Loranda salta sobre el telmori que está afectado por el conjuro y le clava la daga en un muslo. El golpe es certero pero por algún motivo no logra causar todo el daño esperado. Posiblemente estos telmori estén protegidos por algun tipo de magia tribal.

Aldar falla su ataque pero Crixus tiene mas suerte y logra clavar su espada en un costado al lobo que tiene delante, acabando con su vida en un instante.

Thormund y su hombre luchan con ánimos renovados y logran derribar a ambos adversarios telmori, dejandoles en una clara inferioridad numérica. Los dos telmori que se mantienen en pié lanzan un grito agudo y saltan hacia la espesura seguidos por los dos lobos restantes.

Thormund no parece especialmente satisfecho con ello y se apresura a soplar un cuerno que lleva atado a la cintura. Acto seguido mira a sus hombres; dos de ellos están heridos pero sobrevivirán. Entonces os mira de arriba a abajo y exclama.

-Vamos, debemos encontrar su guarida antes de que desaparezcan. Seguidme.

Y sin decir más, corre en la dirección en la que huyeron los telmori.

Miro a mi alrededor y me alegro al comprobar que todos mis compañeros están indemnes. Están demostrando una valentía digna de un orlanthi... pienso con orgullo y sorprendido sobre todo por Kilder y Loranda. Luego dirijo la mirada al cielo y doy gracias a Orlanth por una nueva victoria.

-Vamos, esto aún no ha terminado.

Sigo a Thormund a través de la espesura.

Salgo corriendo detrás del otro thelmori, y les digo a los aventureros:

-Corred, que se nos escapa, vamos a ver si encontramos el agujero donde se esconden.

Voy detrás de Kenvent, ya que no me quiero arriesgar demasiado.

Vuelvo a guardar mi lanza y, corriendo, recojo mi arco para lanzarme en persecución de los telmoris que huyen. No puedo evitar una media sonrisa, de momento estamos teniendo mucha suerte. Hasta un cabeza dura como Thormund tendrá algo en qué pensar después de lo que ha ocurrido en este claro. Lanzo una mirada cómplice a mis compañeros y me apresuro agachado entre los matorrales.

Veo como mi adversario muere y al verlos correr empiezo a seguirlos apresuradamente mientras mascullo

-Ese era mio...

Y con la mueca de rabia aun en mi rostro los persigo buscando nuevos adversarios a los que derrotar

Me siento orgullosa al ver como ha transcurrido la pelea. Hasta ahora todo ha ido bien y hemos demostrado que podemos ser buenos aliados. Thormund tendra que reconocerlo antes o despues y nos devolvera la reliquia. Mientras llega ese momento, guardo mi daga y sigo al grupo con el animo muy alto. 

Sin pararos ni a respirar correis tras Thormund que sigue a los dos telmori de cerca a través del cada vez más espeso bosque. En un punto se añade a vosotros otro grupo de cazadores de Valle Sombrío que acuden a la llamada del cuerno de su líder y se unen a la persecución. Finalmente vuestra carrera termina en un claro al pié de un acantilado.

Los telmori tienen aquí un campamento formado por varias chozas de piel donde en estos momentos solo quedan los ancianos, mujeres y niños. Los dos guerrros supervivientes levantan sus lanzas y escudos haciendo saber que lucharán hasta la muerte mientras las mujeres con sus bebés en brazos buscan un sitio por donde escapar.

Thormund mira la escena con frialdad. Sois doce guerreros y ellos dos y no parece dispuesto a tener misericordia.

-¡Matadlos a todos! No quiero que nadie con sangre telmori salga de aqui con vida.

Sus hombres obedecen y acaban con los dos guerreros en un instante en una lucha desigual para después dirigirse armas en mano a acabar con el resto. Las madres chillan y tratan de proteger a sus hijos.