Liza asintió con la cabeza sin decir nada, suponía que no era necesario aclarar que el propio hada también necesitaba su sangre, y que ellos tenían alguna necesidad de que ese hada en particular siguiera viva.
Chuma miraba de reojo a Prieto ahora si y luego también, dando gracias de que sus gafas de sol no dejasen percibir este gesto, mientras sus compañeros le exponían lo vivido a su nuevo amigo especial. Casi consideraba que ya había hablado de más y era momento de dejar trabajar a los mayores, él poco más era que un abusón deseando que le diesen una oportunidad para encañonar a cualquiera que se saliese de madre sin venir a cuento, fuese del plano que fuese y se acostase con lo que se acostase, dentro de un ataúd o a pelo.
- ¿Se te da bien el ajedrez?- Le preguntó al final, como tratando de animarlo a mover pieza en aquel culebrón que estaba disponiéndose sobre el tablero que era ahora mismo el entramado de calles de Moscú.
Nitz descubrió una media sonrisa, con el cigarrillo aún en los labios.
- Se me da mejor el póquer.- le dijo a Chuma.
- Así que tú eres el inostrányets*.- dijo, adelantándose y apoyándose sobre la mesa para mirar a Pietro.- Vaya, vaya, fraile, tienes un tesoro entre las manos y tú sin saberlo.
- Bien, esto es lo que haremos. Pondré a esos vampiros sobre una pista falsa. Eso os dará... unas veinticuatro horas, calculo, hasta que cacen al pobre diablo que les voy a poner de cebo, lo maten y se den cuenta de que les hemos engañado. Para entonces, más os vale tener un plan, porque seréis los siguientes en su lista. Mientras estéis al lado de este- dijo, señalando a Pietro con el pulgar,- estáis en peligro.
Nitz apagó el cigarrillo directamente sobre la mesa de madera del bar, dejando una marca.
- Entregádmelo a mí- propuso. Seguía hablando de Pietro como si este no estuviera, o como si fuera un niño que no entendiera la conversación.- Lo esconderé en un lugar seguro hasta que se calmen las aguas.
* extranjero
Era imposible terminar de saber qué pensaba Chuma, los vidrios tintados ocultaban sus cejas y ojos, y su perenne sonrisa socarrona no solía querer decir que el cazador se estuviese divirtiendo tanto. Realmente la charla no había terminado de aclararle demasiado, si ciertamente la ciudad era un tablero de ajedrez de poderes que casi ni habían podido oler todavía, lo que allí se tramaba era añadir un movimiento diagonal de más a la partida. Puede que lograsen liberar a aquella adolescente extranjera por la que tanto se preocupaba el hada, pero...
- ¿Y tú que vas a hacer con nuestra campanilla particular?- Realmente su interés la respecto era muy relativo, peor sabía que Liza, que se preocupaba más por Pietro que él, se estaría preguntando aquello mismo. Tampoco lograba saber qué opinaba Grior al respecto, peor si la mortaja estaba quemando una nave por echarles una mano para todo aquello, también habría que saber su opinión, a fin de cuentas ya le debían una de las gordas por aquella reunión y ni tan siquiera sabían cuál podía ser su interés en todo aquello.
Liza hizo una mueca desconfiada. Ellos solamente habían pedido por un cabeza de turco, y el mago les ¿Ofrecía? ¿Demandaba a cambio? asilo político para Pietro.
Pero chuma ya se había adelantado a su pregunta. Liza miró de reojo al hada... en su momento hasta estaba dispuesto a entregarse por su amiga, seguramente estuviera dispuesto a pasar un día con aquel extraño, pero Liza no dejaba de desconfiar del mago, algo le decía que se traía algo entre manos, probablemente el hecho de que se refiriera a Pietro como un "tesoro".
- Simplemente me ofrezco a haceros un favor, puedo esconder a nuestro amigo en un lugar seguro, por unos cuantos días.- dijo Nitz, encogiéndose de hombros.- Ya encontraremos la manera de que me devolváis el favor.
- Todo depende de lo que penséis hacer, no sé si pretendéis salvar a la chica, o simplemente apartaros de todo este follón para ver si se olvidan de vosotros. Pero en cualquier caso, os irá bien no tener a este pegado a vosotros. Si os separáis de él, dejarán de buscaros a vosotros tres.
- Además, mientras pensáis qué vais a hacer, puedo hacer unas cuantas indagaciones para enterarme mejor de lo que está pasando, y cómo pretende Kutuzov sacar ventaja.
Como por vuestra reacción entiendo que no os fiais mucho de él, si queréis podéis intentar Calar a alguien tirando con Mente. ;-) Aunque recordad:
Cita:
Grigor conocía a Nitz desde los tiempos de la Guerra Fría. Como todos los miembros del servicio secreto, era lo que se conocía como "una rata de cloaca". La única razón por la que Grigor le había ayudado a entrar al Círculo Interno era porque todavía le desagradaban más. A falta de ángeles del cielo, el monje tenía que servirse de demonios para hacer el trabajo del Señor.
Siendo a la vez un oráculo y un ex agente de la CIA, Nitz no iba a ninguna parte sin un plan de contención: todo lo que hacía servía a un propósito. O varios.
Grigor examinó a Nitz cuidadosamente. El Metallicheskiy Shabash marcaba el rango y los logros de sus miembros con discretos adornos: tornillos, pernos de metal, remaches... hacía días que no miraba sus progresos.
-Dime, oráculo ¿qué has visto en el porvenir que te preocupa?
Gasto mi punto. La pregunta viene a ser ¿Qué le preocupa que ocurra?
Motivo: Calar a Nitz
Tirada: 2d6
Dificultad: 7+
Resultado: 9(-1)=8 (Exito) [4, 5]
Éxito parcial. Un punteque.
Calar a alguien
Cuando intentes calar a alguien, tira con Mente. Si superas la tirada, obtienes 2 puntos. Con un 7‑9, la otra persona obtiene también 1 punto que puede gastar en preguntarte a ti. Mientras estés interactuando con ese personaje, gasta cada punto en hacerle una pregunta al jugador que lo interpreta:
- ¿Quién mueve los hilos de tu personaje?
- ¿Qué problema tiene tu personaje con (...)?
- ¿Qué espera conseguir tu personaje de (...)?
- ¿Cómo podría yo hacer que tu personaje (...)?
- ¿Qué le preocupa a tu personaje que ocurra?
- ¿Cómo podría yo hacer que tu personaje contrajera una Deuda conmigo?
- Si pertenecéis a la misma Facción, hazle una pregunta más, aunque hayas fallado la tirada.
Liza asintió con la cabeza, las deudas en esta ciudad eran las cadenas que evitaban que todos se destazaran en una masacre constante. El mago le resultaba una pared imposible de leer, pero la regla tácita compartida por todo aquel submundo es que las promesas se forjaban en hierro y romperlas se pagaba con sangre.
—Distrae a los chupasangre, cuida de nuestro amigo, y yo responderé a tu llamado tan pronto como me sea posible— atinó a decir mientras el espectro revisaba las insignias del arcanista. Liza ofreció su mano enguantada en cuero para dar un tono de oficialidad al trato.
Luego, se volteó hacia el Hada.
—Lo siento, pero no podemos intentar un rescate y protegerte al mismo tiempo. Si puedes darnos algo de "suerte" o alguna otra ayuda, ahora es el momento, pero necesitamos que estés seguro para poder concentrarnos en lo nuestro.
Liza acepta la deuda para que Nitz proteja a Pietro.
Ante la pregunta de Grigor, Nitz volvió a recostarse en la silla y a encenderse otro cigarrillo.
- ¿Qué me preocupa? ¿Cuánto tiempo tienes, fraile?- dijo, tras la primera calada.- Oh, claro, toda la eternidad.
- He visto una marea de sangre que inundaba las calles de Moscú. Se avecina una guerra entre las hadas y las criaturas de la noche, y los que van a perder en el proceso son los mortales. Qué quieres que te diga, siempre he sido del equipo local, no me gusta que a los humanos nos machaquen criaturas que ni tan siquiera son de este mundo.- su preocupación parecía sincera, aunque fuera simplemente porque él mismo pertenecía a ese grupo de posibles víctimas.
Nitz estrechó entonces la mano de Liza, cerrando el trato. Después se giró de nuevo hacia Grigor:
- ¿Qué hay de ti, viejo amigo? Al contrario que los otros dos, no pareces muy preocupado porque me lleve al bajito... ¿Tienes algún problema con él?- dijo, con una sonrisa en los labios.
- Gracias, Liza. La idea de Chuma de visitar el mercado de hadas era buena, os puedo indicar cómo llegar hasta allí y que os dejen pasar. Podéis intentar comprar algún hechizo para pasar desapercibidos o algo así.- propuso Pietro, quien abría la boca por primera vez. Parecía algo impresionado (¿asustado?) por la presencia de Nitz.
Chuma se encogió de hombros tratando de transmitir aquel gesto como una afirmación de que vale, de que lo que sea. La verdad es que se había ido calentando desde el anterior encuentro con los mierdasangres y cada vez tenía más ganas de repartir estopa a quien fuera o lo que fuera, y ciertamente sería más fácil sin tener que preocuparse de salvar el culo a Prieto, más que nada por si a los dentudos les bastaba con darle una chupadita al hada para que les saliesen cuatro brazos o se volviesen más rápidos (No tenía muy claros los efectos de la sangre de las fatas en los no muertos), la cosa se les podría poner muy difícil.
- Pues por mi vale. Así que te mandamos a la guarde un par de días mientras vamos a ver si a tu amiguita se le ha pasado la gripe en esa casa tan siniestra en la que vive antes de volver a juntaros para que podáis ir a l parque de atracciones, yo pago los algodones de azúcar.- Le comentó, socarrón a Pietro. - Gracias por el sato y seña del mercado, si quieres que haga gasto a algún familiar lejano, solo dímelo. Espero que todo vaya bien estos días y volvamos a verte la purpurina cuando esto acabe.- Hizo una seña aproximando el puño a Pietro para que este l chocase los nudillos en caso de que todo le pareciese fetén.
Pietro chocó el puño de Chuma con la alegría de un niño (un poco lo que era, en el fondo), y les explicó como llegar hasta el mercado clandestino.
- Se accede al mercado por la estación de metro de Novoslobodskaya. Hay una de las vidrieras de colores que en realidad es un portal por el que llegaréis al mercado. Os habría dado mi collar para que os franqueara el paso, pero por desgracia lo perdí anoche...
- Por tanto, tendréis que esperar y vigilar hasta que alguien vaya a cruzar. Los mortales ni tan siquiera se dan cuenta de cuando alguien cruza al otro lado, pero vosotros sí, porque sabréis donde mirar.
- Como crucéis, ya es cosa vuestra.- dijo, encogiéndose de hombros.- Podéis intentar convencer al visitante para que os deje acompañarlo, amenazarlo, o intentar colaros justo tras él cuando se abra el portal.- sugirió.
A falta de que Grigor confirme (y conteste la pregnta de Nitz), entiendo que estáis todos de acuerdo en que se lleve a Pietro, por lo tanto se confirma la Deuda con Nitz. Basta con que se la apunte uno de los tres, lo normal sería Grigor que es quien lo conoce, pero en realidad parece que es a quien menos le importa el destino de Pietro, así que... vosotros mismos. :)
Apuntada la deuda para mi, habría que actualizar el mapa.
-No es un hombre de palabra y su lógica extranjera resulta... perturbadora-dijo Grigor sencillamente como si Pietro no estuviera allí-Prometió ayudar a un niño enfermo para luego echarse atrás culpándome por no querer pagarle a cambio de nada.
Grigor había pasado muchas noches intentando entender al hada sin éxito. Lo más parecido a una conclusión a la que había llegado era que los fata no pertenecían al orden natural de este mundo y, por tanto, sus métodos resultaban incomprensibles.
Chuma tomó buena nota de las instrucciones dadas por Pietro y realmente se le hizo un nudo en la garganta cuando le tocó agradecérselo, pensando en si tal vez estarían haciendo lo mejor para el hada, esperaba que aquel tipo cumpliese y no le hiciese daño al canijo. Puede que el cazador nunca fuese a reconocer ciertas cosas en voz alta, pero eso no quería decir que careciese de conciencia... O corazón. Estaba memorizando todos los pormenores de la reunión, y si el tal Nitz se la jugaba, se las acabaría pagando, no sabía cómo, porque los oráculos y hechiceros eran un dolor de culo con el que no se las solía ver, pero así sería.
- Vamos a salvar a tu chica, medio moco. Cuídate bien mientras y que estos te traten a cuerpo de rey ¿Eh?
—Novoslobodskaya, entendido— asintió Liza.— No te preocupes, traeremos a tu amiga.
Y sin querer dilatar más la despedida, la motoquera se bebió de un trago la taza de café que casi no había tocado, dejó unos cuantos rublos sobre la mesa y se encaminó a la puerta. Tenían tiempo, pero era mejor no desperdiciarlo.
Por mi, ya podemos saltar directamente al metro ;)
- Gracias, chicos. Sam es... muy importante para mí.
- Una última cosa. Aquí en vuestra tierra, las hadas con más poder e influencia son las de la Corte de Invierno. Pero en ese mercado no encontraréis súbditos leales de la Reina de Invierno. Más bien son parias y descastados... tened cuidado, no obedecen a las leyes tradicionales, sino que son imprevisibles.
Grigor no pudo contener un bufido. Como si el resto de hadas sí que se comportaran con lógica y no fueran un hatajo de caprichosas incomprensibles...
OK, pues cierro escena y pasamos al mercado.