Partida Rol por web

La manada se reúne en Portugalete. La villa, llamada por muchos jarrillera quién sabe por qué tradición absurda, descansa su casco antiguo en los aledaños de la ría del Nervión. Y allí se encuentra un monumental puente transbordador, de estructura metálica que recuerda ligeramente a la mismísima torre Eiffel, a cuya sombra descansa el Gran Hotel Puente Colgante.

El lugar definido para reunirse.

Frente al hotel, en una plaza llena de árboles, esperan varios miembros de la manada. La Ductus, Steff; el Sacerdote, Koldolak; y también Albret y Hunter. Un taxi trae a Luigi, Danny y Cagalli, y tras él acecha un motorista de aspecto rudo aunque carismático, que parece acompañarles.

Todos se reúnen al lado de un viejo quiosco de música.

De espaldas a la carretera con las manos en mis bolsillos mirando al vacio con muchas preguntas en mi cabeza. Casi todas relacionadas con nuestro sacerdote.

Me giro al oir el taxi, espero a que bajen mientras saco las manos y los miro. Casi no puedo creer lo que va con ellos, dios mio ¿de donde ha sacado esa ropa? parece sacada de un mercadillo de tercera o de uno parroquial. No puedo pensar en eso, yo misma he ido vestida mas de una vez asi para algun encargo

Me acerco con paso tranquila, me siento segura
Luigi, Cagalli, Danny les saludo uno a uno y me paro en su acompañante esperando que se presente por si mismo. Seguro que le han dicho a quien iban a ver y estaria presente en la llamada de mi hermano serpiente, asi que me imagino que sumara dos y dos.

Detengo el motor de la máquina entre mis piernas, quitándome el casco y echándome el pelo hacia atrás en un movimiento largamente repetido en mi vida.

Steff, supongo. - confirmo, levantandome de la moto y mirándole desde más de un palmo de altura, cosa que suele sucederme.

Por lo que dijo  - hago un gesto con la cabeza en dirección al bola de billar - eres la que está al cargo.

Sin dejar de mirar a la rubia, empiezo a sacar un arrugado paquete de tabaco de interior de mi parcheado chaleco de cuero.

Los unicos que me tutean son mis amigos, mis hermanos de manada, nuevos y antiguos.
Nota mental, comprarme unos tacones mas altos o estar en una plataforma para no tener que mirarle a distinta altura.

Asi es, pero tu sabes mi nombre y yo no se el tuyo.
Fumar, es un gusto adquirido por lo que parece, algo de cuando aun era mortal. Como mi mania a veces de beber una cerveza.
¿que puedo hacer por ti? mi desconocido contertulio

Espero que Hunter este preparado para saltar si ocurre algo. ¿Quieres tomar una cerveza?

Jules. - respondo escuetamente, entre las aspiraciones simuladas que realizo para que el pitillo coja fuego del mechero eléctrico que llevo siempre conmigo.

Escucho la invitación a tomar una cerveza y una media sonrisa aflora en mi boca.

Doy un par de caladas más, lentamente, mientras hago un repaso del comité de bienvenida que tengo frente a mí.

Tú mandas. - respondo encogiendome de hombros. - Pero lo mejor sería que el calvito guardara los juguetitos cuanto antes, en este país no les gusta demasiado...

Hola Steff, tambien conseguimos las armas, aunque las prisas no son buenas para negociar me habría gustado poder negociar con más tiempo... Le digo Jules estuvo dispuesto a ayudarnos para cerrar el trato No estoy seguro de si hay algo más pero ya hablaré sin estar él delante. ¿Para que las querías exactamente y por que tanta premura? pregunto. Sonrio a Jules.

Con no hacer mucho alarde llega, y si las bolsas de sangre molestan peor para ellos...

Me encojo de hombros ante el comentario de Bola de Billar, sin darle ninguna otra respuesta.

No me gusta montar espectáculo ni hacer ostentación de poder ante un humano pero sé que muchos hermanos creen que en eso consiste la Secta y no voy a ser yo quien trate de explicarles lo contrario.

Al menos, está respondiendo por mí y eso será algo que tendré en cuenta en un futuro.

Luigi sube las armas a las habitaciones del hotel. Mañana vamos a hacer una visita a ciertos viejos amigos.

Sonrio Jules, me acompañas a tomar esa cerveza al bar del hotel, seguro que tienen alguna cerveza de importacion americana, tal vez te gustaria una Budweiser.

Asi que le has ayudado a cerrar el trato, eso es muy interesante. le miro y me giro para ir hacia el hotel. Tal vez te interese formar parte de nuestra pequeña familia. Todos son beneficios, hasta podemos patear el culo a algunos rescoldos de la Camarilla que aun quedan en la zona. 

Cagalli saluda levemente con la mano a Steff cuando la ve, y no dice nada mientras escucha lo que habla con el nuevo, hablan de tomar una cerveza, eso a ella no le llama nada la atencion, nunca le ha gustado el sabor de la cerveza, le gusta mas el sabor de otro liquido mas sabroso para ella y sobretodo si va acompañado de algunas hormonas o sabores mas particulares como a ella le gusta pensar que es, asi pues mira su reloj y a continuacion dice:

- Entonces Steff, exactamente para que hemos venido a este lugar?

La niña sigue sin escuchar, chasqueo la lengua.

Cagalli, este es nuestro nuevo refugio. Albret lo ha conseguido, ya sabes que todos teniamos misiones esta noche y la ha cumplido con creces.
Tenemos ya habitaciones preparadas, deberias subir a verlas

Cagalli sonrie y tras apartarse un mecho de pelo dice:

- Vaya, no esta mal algo clasico para mis gustos pero no esta mal en realidad, bueno pues supongo que si no hay nada mas interesante que hacer.

Se gira hacia Albret y pregunta:

- Bueno y cual es mi habitacion? que me apetece darme una ducha

En realidad...

El Sacerdote Koldolak se adelanta. Sus ojos negros e inexpresivos brillan bajo la luz de las farolas, con destellos vívidos. Su pequeña y perfilada boca muestra un pequeño batallón de dientes puntiagudos y afilados, como una piraña. Levanta su huesuda mano y extienda el índice, una solicitud formal de palabra demasiado inapropiada para una reunión informal.

...Sí que hay algo que hacer ¿Sí? Tenemos aquí a alguien que parece venir a trabajar con nosotros. ¿Nadie aquí se pregunta por qué? ¿Nadie aquí valora la posibilidad de que su labor a nuestro lado repercuta negativamente en nuestros intereses y nuestro futuro? Veo a mis hemanos, aquí presentes, demasiado seguros de que este... desconocido no es un agente enviado por la Camarilla ¿sí?

La idea queda en el aire, así como su repercusión e implicaciones. También podría ser un agente de otra manada, o de alguno de los Obispos...

Doy un paso hacia el demonio y escupo a sus pies, una masa pegajosa de sangre y ceniza.

¿Camarilla? - digo casi burlandome. Si era una provocación, debería aprender a hacerlo mejor o a intentarlo con los agitadores.

Os olvidáis de una cosa cuando os acomodáis en las ciudades, algo que no se olvida en la carretera, - doy un golpe a mi chaleco de cuero, a la altura del corazón, donde llevo el parche de 1%. - algo que es la base de nuestra hermandad, de la Secta, y es el protegernos unos a otros de aquellos poderes que tratan de aplastarnos.

Supongo que esos souvenirs que habéis comprado no son para celebrar el cuatro de Julio y yo acabo de llegar al pais y viajo sin manada.

¿Camarilla? - repito - He compartido la sangre de mis hermanos al otro lado del charco, debe ser que en esta parte la Camarilla también celebra así la lealtad... - termino con tono burlón mientras apuro el cigarro y lanzo la colilla hacia un lado sin apartar la cara del tzimisce.

La pondria una piedra a los pies y la tiraria a la ria para que aprendiera a tener la boquita callada cuando debe.

Albert te lo dira. MIro al Lasombra, que la mande a donde sea y ocupemonos de cosas mas necesari...

¿Por que no me dejan hacer mi maldito trabajo de ductus? voy a darles una lista de lo que significan determinadas frases, incluida la de tomar unas cervezas.

Koldolak por favor replico negando  no se pueden acelerar las cosas, paciencia hermanos. Necesito hacer lo que se espera de mi en este momento con calma

Miro a Jules y asiento. Te pido perdon si nuestro hermano  y sacerdote te ha ofendido, pero digamos que hemos tenido algunos problemas con otros no muertos.
Es cierto, no voy a celebrar el cuatro de Julio con lo que hemos comprado, mañana o mas bien dentro de unas horas a media noche tengo una reunion para poder atravesar territorio lupino y acabar con uno de los ultimos rescoldos de la Camarilla en nuestra tierra. ¿quieres unirte a nosotros?

El Tzimisce parpadea un par de veces, al ver acercarse al motorista malencarado. No hace más movimiento que ese, dejar que esas finas películas de piel crucen sus grandes ojos negros sin vida de lado a lado, de una antinatural manera horizontal. Su cuerpo, impertérrito, no hace el menor movimiento, como si se tratara de una repulsiva figura de cera en un museo de los horrores.

La intervención de la Ductus no provoca mucha más reacción. Cuando ella termina de hablar, la comisura de los finos labios que rodean la boca de pez del Sacerdote se retuercen en un atisbo de sonrisa, mostrando entre sus sombras los finos dientes afilados que pueblan el interior.

Las delgadas rodillas del demonio comienzan a doblarse, lentamente, a medida que Koldolak se agacha con la espalda completamente vertical, en una postura antinatura e inquietante, sin perderle la mirada al rostro del motorista. Uno de sus dedos acaricia el escupitajo sanguinolento del suelo, y al levantarse y situarse de nuevo en pie, se acerca el dedo a los diminutos orificios que reemplazan lo que debiera ser una nariz, y aspira en un par de ocasiones, como un perro olfateando el rastro de su presa.

Da un par de pasos hacia atrás, ampliando su sonrisa, pero ni una palabra brota de sus labios. Solo se aleja a un segundo plano, con los ojos clavados en el motorista.

Y espera…

Observo a la extraña criatura olisquear mi sangre mientras escucho las palabras de la Ductus.

El Sacerdote solo ha hecho para lo que fue elegido, proteger la unidad de la manada y la de la Secta. - respondo a Steff mientras hago una leve inclinación con la cabeza a la grotesca criatura, transmitiendo que no hay rencor por sus palabras.

Parece que os gusta jugar a lo grande pero me gustaría conocer los motivos que os impulsan a meteros en la boca del lobo. - digo con una sonrisa.

Aceptaré encantado esa cerveza pero espero que Koldolak - hago un gesto con la mano - quisiera acompañarnos. Seguro que se queda más tranquilo de esa forma.

Cagalli observa las reacciones al comentario del sacerdote, ella no estaba realmente acostumbrada a ir en manada mas alla de la que tuvo hace mucho tiempo, por eso tal vez no le interesaba demasiado la organizacion de esta ni tampoco el como admitian o no a nuevos miembros, sabia que Steff era extremadamente quisquillosa en algunos temas y le extrañaba mucho que aceptara sin mas a ese tipo y el hecho de ir a tomar unas cervezas con el le corroboro eso.

- No huele a estirado para nada, y no creo que sea de la Camarilla, aun asi bueno es un asunto que os dejo a vostros que seguro lo llevais mejor

Se da la vuelta y dice con un tono infantil:

- Voy al hotel a ducharme, a que hora quieres que salgamos? porque a lo mejor me voy a dar una vueltecita

- Lo que nos faltaba... otro pordiosero -

La primera impresion que tengo del melenudo no es buena. Como iba a serlo? Viste como un macarra sacado de una pelicula de Lorenzo Lamas, habla como si el mundo le debiese la existencia y huele a... bueno, ni siquiera sabria describir la nauseabunda mezcolanza de hedores que el sudoroso y humeante cuero de su chupa de macarra de tres al cuarto emite.

Pero no sera mi rostro quien dibuje la desconfianza ni mi sonrisa el desconfort que me produce su presencia.

Mi boca dibuja su tipica media sonrisa maquiavelica. Contemplo no sin cierto entretenimiento el teatro de actitudes desplegadas frente al melenudo.

No se si la ductus quiere jugar con el o simplemente que follarselo a lo salvaje encima de su moto, pero desde luego a nuestro sacerdote no le hace ni puta gracia la actitud del melenas. Bueno, siempre es divertido ver a nuestra Toreador babear un poco y al Tzimisce sentirse incomodo.

- Lo que realmente me sorprende es que el cazador no le haya saltado aun al cuello para arrancarle la yugular... Aunque nunca es tarde si la dicha es buena.  - pienso ensanchando mas aun mi sonrisa - en fin. "Let's play, bitch" -

Desde las sombras, como me corresponde, tras el resto de mis hermanos que se cierran entorno al recien llegado, hablo primero respondiendo la pregunta de nuestra juguetona Cagalli

- Sube al ultimo piso y disfruta de un buen baño - le digo guiñandole un ojo - necesitaras compañia? - miro de reojo a Steff - que nivel y tipo de celos puede expresar el hedonismo de los Toreador? - me pregunto.

A continuacion me dirijo hacia el nuevo:

- Estas un poco lejos de tu tierra, yankee. - lo digo sin tono despectivo alguno, solo para constatar la realidad de su origen foraneo - Que te trae a estos parajes oscuros donde las sombras acechan al incauto en cada esquina? - Agacho la cabeza y le miro con el entrecejo ligeramente fruncido y las comisuras de mis labios tornadas en una expresion de cinismo astuto. - Seguro que la carroña del Jo Ta Ke no es lo unico que atrae a alguien como tu tan cerca del Viejo Reino -

Tenemos a la lider, al sacerdote, los músculos, la barbie, el apañador... por supuesto que no podía falta el bufón chulesco en un grupo como este.

Sonrío ante sus palabras. No una sonrisa grande y abierta, no. Una pequeña, casi imperceptible, como la que podría poner cuando un peatón se acerca y trata de aparentar que entiende de motos y de asfalto y no se da cuenta que lo único que demuestra es su incultura y la cantidad de peldaños por debajo que se encuentra.

Si quieres unirte a la cerveza, - le aguanto tranquilamente la mirada - seguro que Steff te da permiso por esta noche...

Cagalli sonrie y dice:

- Bueno, si gustas, puedes venir nunca dire que no a un poco de compañia.

Tras esto comienza a caminar a saltitos hacia la puerta dispuesta a dirigirse a la habitacion a ducharse, por supuesto pasando antes por la recepcion para preguntar