Partida Rol por web

-Gracias, profesor!- Expreso, contentísimo, mientras le dedicaba una amplia sonrisa…a su varita, antes de guardarla en el bolsillo y volverse hacia los estudiantes que entraban en la clase. –Ei! Buena suerte con vuestras recuperaciones!- Dijo, saludándolos con la mano, mientras se dirigía hacia la puerta, para salir al pasillo. –Gracias de nuevo, profesor.- Dijo, dándose un momento la vuelta y dedicándole una sonrisa al profesor. Se le veía feliz, ya que había podido aprender dos conjuros que había fallado durante las clases. Enfilo la puerta, y salio de la clase.

Gabi entró después de sus compañeros, concentrándose para recordar lo que tenía que hacer. Vio al pelirojo salir de clase con apuro, lo cual le pareció un poco extraño. Pero cada uno tenía cosas que hacer y seguro estaba apurado por ir alpicnic.

-Bueno.- Se dijo. -Es ahora o la otra semana, pero preferiría salir de esto ya.- Se arremangó la túnica cuando llegó su turno y estiró la varita, practicando un momento antes el respectivo movimiento antes de decir un definitivo:

-¡Flamine fulminis chimenea!- Agitó la varita, dirigiéndola al hueco de la chimenea y -Nada, otra vez nada.- Pensó frustrada. Frunció el ceño levemente y dejó pasar al siguiente, definitivamente estaba empezando a odiar esta asignatura.

La fama de asignatura difícil parecía hacer justicia a duelo. La mitad de los alumnos de primero se habían reunido junto a la puerta del despacho de los profesores de duelo. Al igual que en vuelo, era el único Hufflepuff, aunque si la memoria no le fallaba, no todos habían acertado con todos sus conjuros durante las clases. No es asunto mío.

Mientras esperaba, sentado en el suelo con la espalda apoyada en la pared, Maxwell mordisqueaba una manzana, distraído. No había practicado el conjuro, pero confiaba en no fallar. La primera vez había sido un despiste desafortunado, nada más.

Cuando llegó su turno buscó con la mirada un compañero con el que demostrar el conjuro, pero todos estaban ocupados de un modo u otro, y recordaba lo que había ocurrido la última vez que había decidido improvisar en clase. Si hubiera pensado que iba servir de algo, hubiera usado el conjuro con el profesor, gilipollas…, pero todavía no era el momento. Era mejor no joder a los adultos, si no se quería que ellos te jodieran a cambio, con mucha más fuerza. Algún día no estaría por debajo de ellos.

Dio un último mordisco a la manzana antes de dejarla encima de la mesa. Se alejó seis pasos y apuntó con la varita.

—¡Eleccella Fulminis! —exclamó, enrojeciendo levemente. Todavía le resultaba ridículo gritar los conjuros.

El rayo azulado se estrelló contra los vestigios de manzana, provocando que los restos de su carne se cubrieran con una costra cobriza.

Llego a Duelo con mis amigos, dispuesto a demostrarle a los Knowler que no soy un completo inútil y que he conseguido dominar los tres hechizos que nos han enseñado. Solo me queda uno por aprobar, pero la electricidad que se supone que debo conjurar ya me recorre por dentro con las ganas de que me salga bien. Voy viendo a los demás y parece que todos están teniendo suerte, así que yo dedico que no voy a ser menos. Cuando me toca, desenfundo la varita y miro a mis acompañantes durante un segundo antes de mirar al profesor Knowler.

—Buenos días, vengo a recuperar el Eleccella Fulminis, profesor —declaro, y apunto a una caja al no ocurrírseme otra idea mejor, y para una clase de recuperación me parece cruel atacar a un compañero que no se lo espere—. ¡Eleccella Fulminis!

Un rayo fino sale chisporroteando de mi varita e impacta en la caja, dejando una pequeña marca de quemadura allá donde toda la energía se ha descargado. Me aparto sonriente para que siga el siguiente y miro al profesor, esperando su aprobación. No puedo evitar también mirar de soslayo a mis compañeros, orgulloso de mí mismo y queriendo compartir con ellos la felicidad que esto me causa.

Ithan entró junto al grupo que venía desde la clase de Vuelo. Llevaba su escoba a cuestas, echada al hombro. Iba hablando con Kendra cuando entró al despacho y se cruzó con Arnold. - Ey, tío. Muchas Gracias, igualmente. - Le dio un par de palmadas en el hombro, despidiendose de él. - Luego nos vemos. - Se despidió de él, y una vez dentro, saludó al profesor. - Buenos días profesor. - Y permaneció junto a Kendra mientras los demás alumnos iban pasando y demostrando que habían aprendido y sacado sus conjuros.

Aunque seguía sin comprender por que seguían atacando a objetos. Aquel profesor ya les había echado al bronca a algunos de los alumnos por atacar a objetos, y no a nadie. Asintió a Asterope cuando hizo el conjuro sin problemas. - Felicidades, Asterope. -  La felicitó con una sonrisa. En cuando a Gabi, vio como fallaba otra vez aquel conjuro. Torció el gesto de la boca, preocupado por el poco éxito de su amiga últimamente. Cuando se acercó a ellos, le susurró a Gabi, - No te preocupes, te echaré una varita y la semana que viene podrás recuperarlo. Ánimo. - Intentó animarle, dedicandole una sonrisa y dandole un pequeño apretón en el hombro para que se sintiera respaldada.

Cuando Max y Will hicieron lo propio con sus conjuros -también atacando a objetos- Ithan levantó el dedo pulgar, dandoles el visto bueno sin borrar aquella sonrisa. - ¡Muy bien, Will y Max! Felicidades -  Y tras felicitarles, dio un paso al frente.

- He venido a recuperar el Crystallus Fulminis, Profesor Knower. Con su permiso, me gustaría practicar el conjuro con usted. Atento. - Y esperó a que el profesor se preparara. Ithan estiró el brazo izquierdo tomando su varita en la mano izquierda y apuntando al profesor con esta. - ¡Crystallus Fulminis! - alzó la voz, lanzando aquel rayo de escarcha contra el profesor.

Mientras los alumnos seguían practicando, Enya llegó a la recuperación.

¡Venga pasa! ¡Únete a los demás y enséñame lo que has aprendido!

Kendra llegó con el grupo de alumnos de primero al despacho de los profesores Knowler, hablando animadamente con Ithan, de quien iba agarrando la mano, hasta que se cruzaron con Arnold- Hola Arnold. ¿Que tal? - dijo Kendra, saludandolo amablemente- Muchas gracias, igualmente. -añadio, con un cabeceo, ladeando ligeramente su sonrisa.

Se sumó tambien a la cola de alumnos para recuperar, quedándose junto a Ithan hasta que les llegó su turno. Sonrio, al ver que Asterope habia recuperado el conjuro sin problemas, alzando un dedo, como gesto aprobatorio, hacia la chica- Bien hecho. - le susurró, contenta. Entonces llego el turno de Gabi y, al ver que volvia a fallar, Kendra fruncio el ceño, con cierta preocupacion. -Si, seguro que lo consigues... - se sumó a los animos de Ithan, dedicandole una sonrisa consolatoria.

Entonces llegaron Max y Will, quienes parecieron superar el conjuro sin problemas, o eso le parecio a ella. Dirigio su mirada hacia ellos, con una media sonrisa y un cabeceo de aprobacion, y su atencion acabo centrandose finalmente en Ithan, a quien le tocaba en aquel momento- A por él. - le susurró, con una sonrisa, fijándose en la actuacion del chico. Y, cuando vio que lo ejecutaba sin problemas, su sonrisa se ensancho, radiante, mientras asentia- Muy bien, Ithan. Muy bien. - dijo, cuando el chico terminó.

Llegó entonces su turno. Kendra sacó la varita, con un gesto limpio y elegante y se dirigio hacia el profesor, cabeceando con un geso educado- Buenos dias, profesor Knowler. A mi tambien me gustaría practicar con usted, si no le importa. Prepárese, allá voy. - le avisó, con toda la cordialidad del mundo, esperando a que estuviera preparado para lanzarle el hechizo.

-Eleccella Fulminis. - dijo, con total claridad, moviendo impecablemente la muñeca y cuidando especialmente la pronunciacion, el unico fallo que tuvo la otra vez. Y un limpio y perfecto arco electrico salio en direccion al profesor, con la potencia suficiente para impactar, pero no dañarlo demasiado. -Muchisimas gracias. -dijo, antes de volver, con una sonrisa radiante, hacia el lugar que ocupaba antes, junto a Ithan.

Christopher llegó al despacho todavía de mal humor por no haber conseguido volar. Desenfundó su varita con desgana y miró alrededor. Vio algunas cajas allí, y decidió que las atacaría a ellas. Si se enfrentaba a alguno de sus compañeros, le mirarían mal, y no quería continuar así el día

Buenos días, profesor. He venido a recuperar el Crystallus Fulminis. Se aclaró la garganta y apuntó hacia las cajas.

¡Crystallus Fulminis! soltó, y un gran rayo azulado salió de la varita, golpeando a su objetivo.

Enya llegó de las últimas al despacho del profesor Knower. Tenía que recuperar dos hechizos:

- Buenos días profesor. ¿Qué tal está? Vengo porque tengo que recuperar tanto el "Eleccella Fulminis" como el "Flamine Fulminis".

Mientras hablaba con el profesor, vio cómo Kendra y un alumno que no conocía de Ravenclaw (aunque le sonaba su cara) conseguían sacar unos destellos de su varitas. Espero tener tanta suerte como ellos. 

- Bueno, me voy a lanzar primero con el "Eleccella Fulminis" con usted. Se preparó y se dispuso. - ¡Eleccella Fulminis! Nada. Joder, esto es lo que tiene no haber venido a clase antes. Ojalá hubiera venido.

Enya estuvo unos minutos pensativa intentando olvidar su fracaso anterior. Hala, allá vamos. Apuntó de nuevo al profesor:

- ¡Flamine Fulminis! Nada.

Enya notó como el pelo se le ponía de color rojo y cómo se cabreaba por momentos. Joder, qué mierda. 

- Nos vemos profesor Knower. 

Salió por la puerta y se fue dando un portazo por la frustración y rabia que sentía con lágrimas en los ojos y por lo mal que le salía todo. En realidad la culpa era de no haber venido a clase antes por sus despistes injustificables durante las primeras semanas y por sus días en cama, pero eso no le hacía reflexionar más, sino sentirse más frustrada.

Selena iba observando como los diferentes alumnos iban realizando los hechizos. Todos eran de primero. Eso le hizo volver un año atrás, cuando ella y la mayoría de primero también tenían que recuperar. La clase de duelo era la más difícil de primero sin duda alguna.

Pero al parecer, ella era la única de segundo. Si bien el hechizo que tenía de recuperar era porque no asistió a la clase...

"Venga, voy a enseñárselo al profesor." Se posicionó en un lugar con espacio libre detrás del objetivo y ejecutó el movimiento de varita. -Envertestatil!

Llego a la par que el resto de compañeros que abandonamos en conjunto el campo de vuelo. Lo hago con cansancio en el cuerpo, como siempre, hecho del que ya voy estando cada vez más cansado, aunque esta vez se trata de un cansancio anímico, me parece que estoy continuamente dando el cante con esto de no tener fuerza alguna.

Cuando llego a clase y el profesor nos indica que nos pongamos en fila hago lo propio y me mantengo a la espera de que sea mi turno.

— Buenos días, yo tengo que recuperar Crystallus Fulminis, así que... — dicho esto me pongo en posición y realizo las acciones que nos enseñaron en la primera clase, al no tener que hacer blanco sobre una persona la presión seta vez no me puede y consigo que el rayo salga de la punta de la varita al grito del nombre del hechizo.

Gabi agradeció el consuelo de sus compañeros aún haciendo morros.

-Gracias chicos.- Entonces sintió su estómago rugir y se llevó una mano a la panza avergonzada. -Perdonad, no desayuné bien. Me voy al comedor, nos vemos allá.- Dijo algo ruborizada y se marchó del despacho.

¡Ey, muy bien! Gritó Knower a Willow. ¡Eso se merece 10 puntos extra para las águilas! Después el rayo de Asterope apagó una de las velas del despacho y uno de los Knower se giró hacia el lugar. Al ver lo bien que había estado realizado el conjuro, felicitó también a la joven Bletchley y le otorgó ¡10 puntos, chica! ¡Buen trabajo!

Después el otro Knower vio como Gabriela no lo hacía nada bien. Así que se acercó a ella, la miró directamente a los ojos y la dijo: Lo lamento, pero tendremos que vernos en los exámenes finales. Practica mucho y ya verás como en diciembre lo sacas. ¡No temas! Dijo tratando de animar a la chiquilla.

A continuación, Maxwell e Ithan lanzan casi seguidos otro de los conjuros de duelo. Los rayos cruzan la clase para impactar en una manzana y en una caja, el resultado era el esperado, y los dos profesores gemelos gritan al unísono. ¡Genial, muchacho, 10 puntos para ti! La misma acción se repite, solo que ahora entre Kendra y Christopher y los profesores se giran 180 grados para mirarles y vuelven a gritar casi lo mismo. El premio había sido también de diez puntos para ellos dos.

Por último miran a los dos amigos inseparables, William y Edward. La ejecución del movimiento está perfecta, la resolución también. Pero el rayo es increíblemente flojo, como si aquello no hubiera emitido ningún tipo de dolor. Vaya. Dice uno de los Knower. Venid aquí, jovencitos. Dijo señalando a William y a Edward. Habéis hecho el conjuro demasiado flojo. Creo que vais a tener que venir al día del exámen y hacerlo bien entonces. Porque hoy me temo que no os ha salido como debiera. Lo lamento. Pero tendréis que volver a intentarlo. Dijo sin entendere como aquellos dos chicos tan inteligentes no habían comprendido como hacer daño con el conjuro.

Después se quedó mirando a Enya, que por más que lo intentaba los conjuros no le salieron. ¡Veis, esto es lo que pasa por no venir a clase! ¡Que luego los conjuros no salen como es debido! ¡Creo que tendrás que estudiar un poco más para Diciembre y dejar de faltar a tantas clases como hasta ahora! Dijo Karl cantándole las cuarenta a la joven Wood.

Por último, la única chica que había allí presente de la clase de segundo, hizo una demostración perfecta de uno de los conjuros contra el profesor. Si bien no pareció ocurrir nada, el profesor premió a la muchacha con 10 puntos más para Ravenclaw. ¡Enhorabuena Selena! Fue extraño no verte por allí, pero imaginamos que algo malo te habría pasado para faltar. Pero no pasa nada, está claro que se te da muy bien esto. Dijo Karl sonriendo a la alumna

Y ahora. Dijeron los dos mirándose a la vez. ¡Vámonos a comer! ¡Que el director tiene algo muy importante que deciros! ¡Vamos!

Asterope vio cómo sus amigos iban sacando sus hechizos sin problemas. Otros alumnos, por el contrario, tuvieron algún percance, como un par de chicos de Ravenclaw y las chicas de Gryffindor, Gabriela y Enya. Esta última no había superado ninguno de los dos hechizos que le tocaba recuperar y, al parecer, su problema era que no había acudido a clase. Se la veía muy cabreada y no le extrañaba: Después del fiasco con la escoba, ahora esto...

-Oye, que si quieres nosotros podemos... –Pero antes de decir "ayudarte", la chica ya había salido por la puerta. Asterope, después de su éxito, se sentía generosa y por eso había ofrecido asistencia. Se giró entonces hacia Gabi-. No te preocupes. Es una asignatura complicadísima, es normal que se falle. Pero puedes pedirnos... –Tampoco esta vez pudo terminar. La niña se marchó siguiendo a su compañera. Estarán frustradas y con pocas ganas de estar con gente ahora mismo.

El profesor premió su hechizo con 10 puntos, algo que la alegró. Le gustaba saber que, a pesar de no haberlo conseguido en la clase, sus esfuerzos se veían recompensados. Felicitó a Kendra y a Ithan en cuanto se acercó a ellos-. ¡Genial! Una preocupación menos. Y ahora tenemos toooda la tarde libre. ¿Vamos yendo al comedor para aprovisionarnos para el picnic? –Esperaba que a Linc le hubiera salido igual de bien su hechizo. Sabía que no había razón para temer nada, habiendo visto lo bien que le había salido cuando le estuvo ayudando. Pero, aun así, los nervios o el cabreo que llevaba por la respuesta de Krum podrían jugarle una mala pasada.

-Bueno... –Miró a la pareja antes de marcharse-. Si eso yo voy saliendo y luego ya nos vemos en el comedor, ¿vale? Que... bueno, voy a ver si me encuentro con Linc de camino y le pregunto qué tal –Era una excusa un poco mala, ya que a Linc iba a verlo igualmente. Pero algo tenía que inventarse, no iba a decirles que quería dejarles solos. Y tampoco conocía muy bien el protocolo que había que seguir cuando se estaba con unos novios. ¿Tenía de verdad que dejarles su espacio? Ella suponía que sí, igual tenían cosas de las que hablar o querían intimidad para darse un beso o algo así. No estaba segura, pero, por si acaso, se despidió de los profesores cortésmente y salió sola de su despacho.

Gabi y Enya habían fallado, e Ithan se sintió responsable de tal fallo de alguna forma. Se sentía responsable de sus compañeros, y ayudarles con los hechizos era una de sus autoimpuestas obligaciones. Por lo que pensó que, todo aquel tiempo que había pasado dibujando, pasandolo bien, correteando de un lado a otro o metiendo las narices donde no debía, era tiempo que no había invertido en ayudar a sus compañeros de casas. Cuando se marcharon sin esperar siquiera el resultado del profesor, se sintió tentado amarchar detrás para consolarlas y ayudarlas. Pero eso le habría metido en un buen lío con el profesor.

- Gracias, Profesor Knower. - Agradeció que lo felicitara y le diera los puntos. Dio un paso atrás, para poder hablar con sus compañeros más tranquilamente. - Gracias Asterope, tu también lo has hecho muy bien. Tu también, Kendra. - Le dedicó una sonrisa a esta última. Las palabras de Asterope sobre recoger las cosas y marchar al lago le parecieron de lo más acertadas. Pero, él, al menos se quedaría un poco en el Gran Comedor para ver cual era aquel mensaje que debía dar el director. Algo importande debía ser.

- Yo iré a por estas dos primero. - Contestó a la chica, mirando un momento hacia la puerta, y haciendo referencia a enya y Gabi. - A ver como estan. Después bajaré al Gran Comedor a recoger algunas cosas... esperadme en lap uerta del Gran Comedor ¿si? - Y miró tanto a Kendra como Asterope. - Ahora nos vemos. - Se despidió de ellas, con un saludo con la mamo y una sonrisa. Cuando pasó junto a sus demás compañeros, se paró un momento.

- Willow, Max, Chirst, felicidades por esas recuperaciones. Así se hace. - Y siguió andando, hasta detenerse junto a Will y Ed. - No os preocupeis, la próxima vez seguro que lo conseguis. Si necesitais ayuda decidmelo ¿vale?- Les dijo amable, acercandose ya hasta la puerta. - ¡Hasta ahora! - Alzó la voz, despidiendose de todos en general y miró a ambos lados del pasillo, pensando hacia donde se podían haber marchado las chicas. De Gabi lo tenía mas claro, pero de Enya... no tanto.

Y se fue andando pasillo adelante, hacia la sala común.

Kendra dibujo una sonrisa radiante en su rostro al ver que tanto Asterope como Ithan habian logrado ejecutar el conjuro sin problemas. - Gracias, profesor Knowler. - dijo, antes de nada, dirigiendose acto seguido hacia los dos, con aquella enorme sonrisa pintada en sus labios- Bien hecho, chicos. Habeis estado geniale..- pero Kendra se interrumpio, al darse cuenta de la forma en la que Enya y Gabi habian salido de la clase, sin ni siquiera esperar al profesor.

La sonrisa se le borró de los labios y miro a Ithan, asintiendo simplemente. Adios a ir juntos al comedor y a pasar un rato a solas. Torcio ligeramente su sonrisa, mirandolo fijamente y cabeceo en direccion a la puerta- Ve con ellas, si. Te veo ahora... - dijo, observándolo marcharse, con un suspiro que delataba cierta resignacion y comprension.

Y, justo iba a volverse hacia Asterope para ir con ella al comedor cuando, de repente, se dio cuenta de que la chica ya se habia marchado. Miró a su alrededor, descolocada, y solo encontro al resto. Alzo una mano hacia ellos, amable- Hasta ahora, chicos. Espero veros en el lago. - les recordo, por aquello de disimular un poco su frustracion al verse, de repente, totalmente sola.

Y, sin decir nada más, salio del despacho, en direccion al Gran Comedor.

Tras felicitar a aquellos que habían logrado superar la recuperación, les dedicó una sonrisa de agradecimiento a los que habían hecho lo mismo con ella.

Luego se dirigió a Will y Ed.

- No os preocupéis, ¿vale? Duelo es bastante más difícil de lo que parece, ya no solo es tener en cuenta tus propias habilidades sino las del resto... -Puso una mano en cada espalda de sus compañeros.- ¿Vais al Gran Comedor? Hay que coger fuerzas para la fiesta. -Bajó la voz.- Yo además aprovecharé para investigar algo más para Conocimiento de Criaturas Mágicas. -Y les guiñó el ojo.

Cuando vi que al menos salió algo de mi varita, me ilusioné con haberlo hecho bien, pero parece que no ha superado las expectativas del profesor. Cuando nos llama a Ed y a mí miro a mi amigo con el gesto algo derrotado y con el rubor arremolinándose en mis mejillas. Con la cabeza algo decaída, miro hacia arriba, al alto profesor Knower mientras nos dice que tendremos que recuperar en los finales. Asiento, sin contestar hasta que acaba de hablar.

—Gracias, profesor Knower —lo cierto es que ha sido muy amable, no se ha metido con nosotros en ningún momento, solo ha querido que aprendamos; así que eso me tranquiliza un poco, pero aún así me da bastante vergüenza, más aún porque vine con toda mi confianza.
 

Tras escuchar, satisfecho, el veredicto del profesor, Maxwell se sentó a un lado a observar cómo lo hacían los demás. Faltaban unos minutos para que abriera el comedor, tiempo insuficiente para disfrutar de un rato de biblioteca o de dormir una siesta o buscar a sus compañeros de Hufflepuff.

Cuando Ithan le felicitó, lo señaló con el dedo en un gesto de reciprocidad. El rubio de Gryffindor era uno de esos chicos que le daban demasiado importancia a todo, pero al menos era agradable, algo que no se podía decir de otros. Ni de mí.

Fue divertido ver cómo Asterope trataba, por dos veces, de consolar a las que no habían conseguido realizar los conjuros, y las dos chicas huían de ella antes de dejarle terminar. Probablemente solo quería hacerles sentirse mejor, pero Maxwell sabía que eso no funcionaba. Uno se sentía bien o mal consigo mismo. Loo que los demás dijeran, a la hora de la verdad, importaba bien poco.

Cuando llegó la hora de abrir el comedor, salió del despacho acariciándose la tripa. Todavía no había decidido si salir al lago o pasar por esa vez de la comida de grupo.