Partida Rol por web

¡Hay un primigenio en mi sopa!

I. Aguijón en la retina

Cargando editor
07/07/2021, 21:43
Kyle Angel

Tras leer el escueto mensaje de Benny, lanzo un resoplido de frustración por la nariz. La verdad es que no sé exactamente lo que esperaba, pero habría estado bien que el tal Myrick hubiese ofrecido un mínimo de información, y sin embargo, en vez de eso, me pide datos él a mí sin dar nada a cambio. Cada vez me escama más todo esto; desde luego, mi interlocutor no muestra la actitud típica de alguien que desea ayuda, y se me hace difícil atribuirlo a la simple paranoia. Ese uso de los condicionales y los puntos suspensivos... Parece que esté jugando. Además, me ha preguntado específicamente por la ciudad en la que vivo, y, aunque muchos de mis clientes, por una pura cuestión práctica, acaban conociendo mi ciudad de residencia, el mero hecho de que este desconocido se interese por ella me... inquieta, como mínimo.

Me acaricio los labios con las yemas de los dedos mientras doy vueltas a la respuesta que voy a darle. Creo que debo mostrarme seguro, directo, y al mismo tiempo dejarle entrever la necesidad de dar alguna muestra de buena fe. Veamos lo que surge.

Pues parece que no se ha estirado mucho, ¿no? ¿Tú crees que realmente quiere que lo ayudemos, o se está quedando con nosotros? En fin, respóndele esto:

«Buenas noches,

Me alegro de que mi mensaje haya llegado hasta usted. Después de tanto tiempo, temí que no fuese a recibir respuesta, pero aquí estamos, ¿no?

En efecto, no se equivoca al decir que estoy interesado en resolver su situación, y confío en que usted también lo esté. Sé que la información que usted custodia es comprometida, y coincido en que hay que extremar las precauciones, aunque debo confesarle que me preocupa que un exceso de recelo entre nosotros pueda suponer más un obstáculo que una ayuda en nuestra relación profesional. O tal vez tan solo me esté llevando una impresión equivocada de sus palabras; todos sabemos lo traicionero que puede ser el lenguaje escrito a veces.

Le agradezco enormemente que tenga usted la amabilidad de querer ahorrarme molestias y entrevistarse conmigo en la ciudad en la que resido, pero no me importa desplazarme si la ocasión lo merece, y en este caso es así. Aunque si lo desea, podemos vernos en "territorio neutral", por así decirlo. Últimamente, mi actividad se ha centrado sobre todo en la ciudad de Arkham, Massachussets, y el área circundante, así que podemos citarnos en esa zona, si le parece bien.

Espero sus noticias,

Kyle Angel»

Este tío es más listo de lo que parece, Benny. Cuidado con darle más de lo que él nos da a nosotros.

Y envío, sintiendo el familiar hormigueo de la expectación contenida.

Notas de juego

Estoy usando Regatear, básicamente. No sé hasta qué punto es «legal» utilizar Evaluar Sinceridad con un texto escrito, pero como mínimo, asume que mantengo una actitud escéptica todo el tiempo.

Cargando editor
07/07/2021, 22:50
Kyle Angel

Tras saludar de nuevo a Gage con una inclinación de cabeza cuando me abre la puerta, entro con paso decidido en la sala en la que dejé a mis compañeros, dedicándoles una sonrisa confiada en la que no hay ni un asomo de disculpa.

—¿Me he perdido algo?

Cargando editor
08/07/2021, 10:49
Jezebel Crowley

Volvía a escucharlo hablar. Lo que decía, por supuesto, lo conocía en un principio. La vida, obra y milagros de Crowley no se le escapaba. Era su objeto de estudio, o más bien de obsesión aférrima. Sin embargo había algo familiar en su tono. Un imposible tono familiar ya que Crowley había muerto hace décadas y ese hombre a penas contaría con cincuenta años. 

Estallaba en una nueva carcajada que le chirriaba en lo profundo y que le helaba la sangre. ¿Quién demonios se reía así por un puñado de niños muertos? Sintió un escalofrío recorrerle la espalda, mientras apretaba ligeramente el asa de su taza y fruncía el ceño. 

Lo que vino después era una historia desconocida. Una que bien podía ser cierta o tener retazos de viles mentiras aquí y allá, pero que era narrada en un lugar en el que no podía simplemente desecharla. Sabía que Aleister Crowley había viisitado cimas del mundo. Ese motivo concreto del que hablaba el Mago se le escapaba.

Pensó asimismo en el Mago del tarot Rider Waite mientras lo escuchaba hablar. Era un individuo con potencial para hacer lo que se propusiese. Pero invertido, también capaz de obrar de maneras deshonestas con tal de conseguir lo que ansía. ¿Era este un Mago al derecho, o uno Invertido? Lo imaginó sosteniendo la llave de plata, ante un fondo amarillo, con un símbolo infinito sobre la cabeza. 

Pensó en aquella Llave. En la Tierra de los Sueños. Si era allí donde se encontraba, ella, que nunca había entrenado especialmente para descender a aquellas cotas de lo onírico, ¿podría despertar?

- Cuando habla usted de hija, ¿se refiere a descendiente, ya sea en primera, segunda o tercera generación? -Aleister Crowley había muerto el día que ella había abierto los ojos al mundo- ¿Es la reparación contarme sus miserias? ¿O se refiere usted a otra cosa?- inspiró profundamente, notando que el aire le llegaba entrecortadamente. 

- Usted siempre sueña, ¿no? Llegó demasiado lejos... Y no podría salir si se lo propusiera, ¿verdad?-trató de deducir- Si era usted tan ambicioso como Él... Sin duda se arriesgó. Y por eso vive aquí. El tiempo no debe discurrir de igual forma en la Tierra de los Sueños. Por eso estamos aquí. No habría podido verme, hablarme, en otra parte.-añadió, retrocediendo disimuladamente, aún en su silla, apoyando la espalda, erguida, contra el respaldar- Corríjame si me equivoco, por favor, señor Mago. 

- Tiradas (1)
Cargando editor
09/07/2021, 15:32
Mago

Las brumas que pueblan el horizonte empiezan a agitarse como un mar embravecido, engullendo las cumbres de las montañas más pequeñas que componen aquella cordillera onírica. Es un hecho: pronto alcanzarán la cima.

El mago parece encontrar muy divertidas tus preguntas, pues no tarda en exhibir esa insidiosa risilla tan característica.

—Fraülein Crowley, este no es mi mundo... Es mi santuario. Mi refugio privado. Uno ajeno a miradas indiscretas, inmune a oídos curiosos. Usted es mi invitada en esta noche singular. Una de revelaciones, sin duda.

>> Nos queda poco tiempo, me temo. El sueño es territorio natural del misterio, y la consciencia se subleva ante la intriga—entrecruza los dedos adoptando un gesto bastante más solemne y, en cierto sentido, torvo.

—Es evidente que desconoce quién es su verdadero progenitor, Fraülein Crowley. Por ende, ignora la auténtica procedencia de su sangre. Aún considera el tiempo y el espacio como barreras, límites a lo posible. Yo he trascendido ambas, mi querida niña—su sonrisa aúna autosuficiencia con una escalofriante condescendencia, como la de un padre que habla a su hija más lenta. —La muerte de tu madre fue un mal necesario. Incluso, predecible. El suicido del hombre de paja, en cambio... Ssssssss... Digamos que empezaba a resultar un inconveniente—comenta sin dar trascendencia al asunto.

—Pero hete aquí, por fin—su sonrisa, torcida e hiperbólica, parece reflejar un atisbo de... ¿ternura?

—Entenderás todo a su debido tiempo. Despertarás con la sombra de una angustiosa duda en el estómago. Puede que te acongoje, incluso es probable que tengas un miedo insoportable a entregarte al sueño en un tiempo. Pero no debes preocuparte...—se inclina sobre su sillón, su mirada azul volcándose en tus ojos. —Siempre sabré dónde encontrarte.

>> Y ahora, querida... Mi encargo.

El mago vuelve a recostarse repantingándose en su sillón mientras reposa su mentón en el pulgar de su diestra, reconvertido oportunamente en atril de carne y hueso.

—Charles Kane, hombre que te resulta más que conocido, tiene en su biblioteca privada cierto libro que nos interesa para nuestros propósitos, entre otros, ungirte como la auténtica hechicera que eres. El nombre del volumen es Unaussprechlichen Kulten, traducido como "Cultos Innombrables". Se trata de un valioso grimorio escrito por la genial mente creativa de Robert. E. Howard. Sí, querida. Ese Robert. E. Howard.

>>Consíguelo para mí.

Parpadea un par de veces, muy sonriente.

que puedes hacerlo. Si vacilas, si dudas... Si fracasas, no volverás a verme jamás. Aunque yo no me olvidaré de tal decepción, puedo asegurártelo. Quizás algún día descubras la excepcional memoria que poseo—su risilla te hiela la sangre. —¿Crees entonces que podrás volver a dormir algún día...? ¡Jijijijijiji!

El mago se levanta y se dirige al risco de la cima mientras el mar de nubes asciende, fagocitándolo todo a su paso, salvo la luz del sol del mediodía que aún se alza imperial sobre la bóveda celeste.

—Buenas noches... Camille.

Y tras su despedida, caes de espaldas en una piscina de agua helada, negra e insondable como un mar de queroseno. El tiempo parece discurrir con suma lentitud mientras te precipitas estirando los brazos, tratando de agarrar su mano, casi suplicando en tu fuero interno que se gire a mirarte una última vez.

El mago no paga con oro, plata o cobre. Solo paga con conocimiento.

La bruma te devora mientras caes, sintiéndote consumida por el miedo a despedazarte contra los afilados colmillos de roca que pueblan la ladera de aquella montaña. 

Despiertas sobresaltada, bañada en perlas de sudor en cada fracción de tu piel. Distinguir la realidad de la fantasía es más difícil que nunca.

No ha sido una pesadilla, de eso estás segura.

Aún recuerdas su rostro. Y su risa.

Trastornada, compruebas que estás sola, tumbada sobre el suelo marmóreo de la biblioteca, rodeada por cirios con pabilos moribundos que humean en el aire. Un halo de luz atraviesa tus retinas, hendiendo con un agudo aguijonazo de dolor tu cerebro. Proviene de la puerta principal. Alguien está entrando a la biblioteca.

Notas de juego

Te anoto -1 punto de Cordura por toda esta experiencia onírica.

En adelante, tienes como trastorno temporal hipnofobia. Se desatará para tu siguiente entrada, ya verás por qué ;-)

Cargando editor
09/07/2021, 16:49
Benny

Benny responde a tu mensaje con una retahíla de las suyas. 

Si de verdad es uno de los autores de Foxtrot...

Vaya, se ha tomado la molestia de acortarlo. Qué considerado.

...vamos a tener que jugárnosla y confiar en él.

De momento, tenemos una ventaja.

Dirigirá su atención hacia ti, lo que me permite darte algo de cobertura.

Ventajas del anonimato en la Red.

Cierto.

Al menos, por el momento.

Voy a enviarle tu mensaje y te doy un toque si contesta esta noche.

Como diría Larry David...

Modera tu entusiasmo.

Frase patentada muy empleada por Benny cuando no está totalmente convencido de que algo salga a pedir de boca.

Enviado.

Me está pareciendo todo demasiado fácil.

¿A ti no?

Por cierto, no sé en qué andas, pero si necesitas ayuda, dame un toque.

Cargando editor
09/07/2021, 16:57
Narrador

Cuando Kyle sale del aseo y vuelve a entrar en el salón, Charles le pone al día con unas rápidas pinceladas, pidiéndole que acompañe a Victoria, Armín y Farah al encuentro de Jessica, la hermana menor de Victoria.

Jessica trabaja en la biblioteca de la que es actual propietaria Jezebel Crowley, la hoy ausente integrante del club del profesor. Según Jessica, parece haberse desatado un intrigante y problemático incidente que podría afectar a Jezebel.

El profesor evita conscientemente la palabra "secuestro" para restarle carga dramática a una noche que, por lo demás, está bastante repleta de emociones fuertes. Resulta evidente que espera que Kyle lea entre líneas la gravedad de la situación, así como la discreción con la que ha de ser tratada.

Charles despide a sus pupilos con la cortesía y afecto habituales, solicitando al elenco que indaguen sobre el particular, le informen sobre el terreno y averigüen si Jezebel se encuentra bien. En el aire pende el viaje a Oklahoma City. Quizás también el destino de Aileen Collins y de su hijo.

No hay tiempo que perder.

Notas de juego

Mensaje resumen para Kyle.

Cargando editor
09/07/2021, 17:05
Jess

Bordeáis la medianoche cuando llegáis al Salem Athanaeum, el sanctasanctórum de Jezebel Crowley. La biblioteca es menos pintoresca de lo que pueda parecer a pesar de la vitola de tienda freak que atesora entre los lugareños de la supersticiosa Arkham.

Acechando cómicamente tras una esquina, una chica joven os chifla en cuando advierte vuestra presencia en la solitaria calle. Sin duda, se trata de Jessica, la hermana menor de Victoria, aunque lo cierto es que el parecido es anecdótico. Jess exhibe una larga cabellera dorada como el trigo en primavera y su cutis tiene la misma palidez lechosa que su hermana mayor, pero ahí mueren las similitudes fraternales. Es más alta y más espigada que Victoria, con un rostro aniñado que le resta atractivo, pero le añade un candor singular. Su mirada carece de la ferocidad icónica y penetrante que deslumbra en los ojos de Victoria, pero a cambio sonríe con una espontaneidad que desarma toda guardia.

La joven corre desgarbada sosteniendo el móvil en una mano y caminando con la misma agilidad y cadencia que un ganso a la fuga de una cocina con las alas desplegadas, listas para alzar el vuelo y eludir la cuchillada mortal del charcutero. Cuando os alcanza, ase a Vicky por el antebrazo, sus nervios enmascarando el dolor que le producen sus tacones al corretear por la calle.

—¿¡Pero por qué has tardado taaaaaaantoooo!? ¡Dios, qué miedo he pasado! ¡Ahora sé lo que sentía Leonardo DiCaprio en Infiltrados! ¡Buf, buf, buf! ¡Vicky, no estoy preparada para este rollo espía!

Paradigma de discreción, debe pensar Kyle Angel mientras reprime cierta vergüenza ajena.

¡Serás maleducada! ¿¡No vas a presentarme a tus amigoooos!? Uh... Caray, Vicky... Ese es muy viejo*... Te juntas con gente muy raaaaaaraaa... ¡Hola, Farah!—dice mientras agita la manita a la joven periodista, que tiene que hacer un notable esfuerzo para ocultar su sonrisa ante la tensión de la situación.

—Os resumo la situación, ¿vale?—dice aleteando con las manos. No suelta el móvil. Tiene la linterna encendida. —Tres tipos. Un perro. Uno de los tres tipos era alto. Otro gordo. Y otro con perilla, muy elegante. Entran aquí dentro hará cosa de una hora y largan a todo el mundo. El alto era muy rudo. El gordo se hacía el amigable, pero creo que iba armado. El de la perilla llevaba un perro y parecía estar dispuesto a lanzárselo a alguien. Fue él el que empezó a hablar con Jezzie—Jess hace una pausa para tragar saliva. Habla muy deprisa. Está muy nerviosa, pero trata de disimularlo. No lo consigue.

—Se han largado hará unos quince minutos en este coche...—Jess muestra en la pantalla de su teléfono móvil la matrícula de un vehículo. Parece un Chrysler PT Cruiser color negro esmaltado.

—Ayyyyyy, diooooos... ¿Estará Jezzie bien? ¿Vais a entrar? ¿Llamamos a los polis ya?

Notas de juego

Preguntas del Guardián:

¿Cómo llegáis? ¿Juntos? ¿Por separado? ¿En el coche de Kyle Voight? Que digaaaaa, ¿de John Angel? Cachiiiiiiisenlosmengueeeees... ;-P

Según el orden en el que posteéis, podéis elegir abrir la puerta a la biblioteca. El primero que lo haga, se dará de bruces con Jezebel tendida en el suelo y evidentes signos de desorientación. Ya lanzaré yo algunas pistas más. A partir de ahí, podéis incluirla todos en vuestras entradas.

Si alguno quiere dirigirse a ella, puede hacerlo sin problema.

Podéis ponerla al día, pero no ahora. Aguardad a mi siguiente entrada, que ya os lleva a Oklahoma City en avión. Ahí sí podéis poneros al día.

Si todo va bien, el lunes estáis, ahora sí, IN THE MIDDLE OF SOMETHING.

* * * * *

(*) Armín, tirada de Sentir el Peligro para ver si escuchas las veladas injurias de Jess ;-P

Un poco de humor, que no todo sea muerte y destrucción.

Cargando editor
09/07/2021, 17:35
Director

Notas de juego

Nota del Guardián:

Queda a la espera de que tus compañeros te sumen a sus entradas. Cuando ocurra tal cosa, puedes replicar ;-)

Recuerda que ahora mismo acabas de perder un punto de Cordura. A efectos de juego, podrías estar desde histérica perdida a desorientada hasta el punto de resultar en extremo críptica sobre lo que te ha ocurrido.

Cualquier duda, aquí me tienes ^^

Cargando editor
09/07/2021, 21:30
Miss Kukoo

Tuve que aguantar un acceso de risa cuando recibí el mensaje de Jesse, y eso que tenía el corazón roto  y el alma destartalada. Esperé a que Charles nos diera las instrucciones como cabía conjeturar y sentí un inmediato alivio cuando aceptó ir a por Jezebel.

En el automóvil de Kyle* le leí el mensaje de mi hermana para ver si él reconocía por la descripción a los mafiosos de algún caso que haya investigado.

Son una extraña pareja.

Uno parece Walter Mathau, pero en gordo.

El otro parece el hermano alto y feo de Andy García.

Hay un tercero. Una especie de dandy.

Sonríe como el gato de Cheshire. 

Y va armado con un perro arrojadizo.

Al llegar mi hermana hace gala de su encanto y le sonrío entre severa y aliviada -increíblemente aliviada- de verla sana y salva. Le hago señas para que baje la voz, me da pavor decirle que todo puede ponerse rojo oscuro en cualquier momento pero quiero que se contenga. La referencia a Leonardo Di Caprio no se me escapa, pobre Jesse, desde Titanic que quedó mal de la cabeza... Si supiera que su mejor película es La isla siniestra... pero no quiere verla. A lo mejor hace bien, yo la uso de catarsis cada vez que pienso en nuestros padres.

Es tal su excitación que solo alcanzo a decir frases que quedan suspendidas en el aire: "Shhh... ¡Baja la voz!", "Perdona", pero cuando se refiere al señor Bahramí me pongo muy seria: -Jess, el señor Armín Bahramí es un escultor muy talentoso y respetado, no hables de él en ese tono -me sorprendo diciendo. Ni siquiera me atrevo a mirarlo porque sé que estoy con la guardia muy baja en ese momento, miro al detective -Él es Kyle Angel, detective privado -lo señalo con la mano -El señor Bahramí y ya conoces a Farah -me pongo al lado de mi pequeñina y apoyo mis manos en sus hombros muy suave pero protectoramente -Ella es mi hermanita Jesse -la presento con una sonrisa suave -Si le hacen algo les rebano el pescuezo -agrego estoica.

Dejo que mis palabras reposen unos segundos y luego miro hacia la librería -¿Vamos a investigar?

 

 

Notas de juego

*:-P

Cargando editor
10/07/2021, 00:15
Armín Bahramí

Viajo en silencio a bordo del Chrysler de Kyle, que me ha hecho enarcar una ceja cuando lo he visto aparcado cerca del bloque de apartamentos del profesor Kane. No imaginaba que el sueldo de un detective privado diese para joyas retros como esta; es evidente que el señor Angel guarda más de un as bajo la manga. Mis ojos miran por la ventanilla, viendo el pulso decelerado de la ciudad. Los coches van más despacio, hay menos ruido. Las luces de las farolas lo tiñen todo de un color anaranjado, entrando por las ventanillas ahora sí, ahora no, mientras Kyle conduce por la carretera. Es una sensación extrañamente relajante, que no por ello me hace olvidar la situación a la que deberemos hacer frente en cuando nos bajemos del coche.

La situación. Curiosa forma de evitar llamarlo detención ilegal o incluso secuestro. Charles nos dejó claro que no quería que la policía se viese involucrada, y que preferiría que evitásemos que la situación se saliera de control, empezando por no tomar medidas demasiado drásticas hasta que comprendamos qué está sucediendo realmente. Casi parece como si le importase más salvaguardar las apariencias y mantener en secreto los cadáveres en su armario que asegurarse del bienestar de su protégée, la señora Crowley. Y aunque eso ya de por sí es preocupante, no me molesta tanto como saber que nos oculta cosas. Cosas que podrían ser importantes, que quizá podrían acelerar nuestro aprendizaje. Aprieto los dientes, sintiendo un inesperado brote de rabia ante el pensamiento de que Kane pudiese estar poniendo trabas a nuestro progreso deliberadamente.

Pero ahora, me recuerdo a mí mismo, lo importante es Crowley. Asegurarnos de que esté sana y salva.

Nos detenemos frente a la Salem Athenaeum a eso de medianoche. Nada más bajar del automóvil, reconozco a Jessica Liebermann, la hermana de Victoria. No porque la haya visto antes ni porque la jovenzuela sea un calco de su hermana, sino por lo aspaventoso e indiscreto de su acercamiento a nosotros. La chica está tan alterada que sería incluso adorable si su pequeño numerito no pudiese poner en peligro la integridad de Jezebel Crowley. Habla de un modo tan rápido y atropellado que casi me pierdo la poca delicadeza con la que hace referencia a mi edad. No es que me importe lo más mínimo, pero el intento de su hermana más sensata por «defender mi honor» es un detalle encantador. Chasqueo la lengua.

—No se preocupe, Vicky. Yo también tenía una visión distorsionada de la edad de los demás cuando era un crío. Es normal meter la pata de vez en cuando. —Y le lanzo a Jessica una sonrisa que no alcanza mis ojos.

La niña empieza a describirnos lo que ha sucedido, que viene a ser lo mismo que ya nos ha contado Victoria hace un rato, al leer los mensajes de su teléfono. Lo extraño viene cuando Jessica nos explica que el trío de presuntos secuestradores se ha marchado hace ya quince minutos, perro incluido. Frunzo el ceño en una expresión de fingida extrañeza.

—Espere un momento. Dice que esos hombres se han ido hace un cuarto de hora, ¿y en todo este rato no se le ha ocurrido entrar a ver cómo está su amiga Crowley? ¿Pero a usted qué le pasa?

Mantengo la mirada de confusión durante unos segundos más, enfatizando la ineficiencia de Jessica, y luego miro a Vicky, negando suavemente con la cabeza. Ver para creer.

- Tiradas (1)

Notas de juego

Saco un 4 en mi tirada de Sentir el Peligro. Dado lo indiscreto de Jess, supongo que no será especialmente difícil oírla, así que asumo que me entero de su «piropo». Así le damos más salseo y diversión, y Armín puede repartir también algo de amor para Jessica :P.

Hala, le cedo a Kyle el honor de entrar a la biblioteca, que me ha dicho que quería ser el primero :).

Cargando editor
10/07/2021, 09:20
Jess

Jess arruga la naricilla ante las palabras de Armín, entrecerrando una mirada inquisitiva hacia el artista. A todas luces, ninguno de los dos se ha caído en gracia. La tensión de la situación no ayuda nada, claro está.

—Oiga, Armín, no sé qué ha podido pasar ahí dentro, ¿vale? Qui-quizás haya algo muy... muy... malo. ¡Soy demasiado joven para ver un cadáver!—exclama aterrada al tiempo que lanza una mirada de soslayo a Vicky que explicita "¡Rebana al calvorota!". —Además, ¿en serio quiere que entre y me enfrente a lo desconocido sin un arma? ¿Acaso cree que pertenezco al Mossad? Dios, ni siquiera sé si se han llevado al perro... Ese animal es lo peoooor... Tenía una mirada torva, cargada de rencor hacia la especie humana...

Desde luego, tiene unos arranques de rabia parecidos a los de Victoria, pero algo más enternecedores e inocuos.

Salvo para Armín.

El artista da gracias de que su hija no haya heredado un sentido del humor tan cáustico como el de la hermana de Victoria.

Notas de juego

He soltado tal carcajada al leeros esta mañana que he tenido que añadir decorasió ^^

Esperamos a Kyle Angel para entrar en la biblio ;-)

Cargando editor
10/07/2021, 20:19
Kyle Angel

El motor del Chrysler ruge placenteramente mientras recorro Arkham a la máxima velocidad de la que soy capaz sin levantar sospechas ni poner a mis acompañantes en un peligro innecesario. Generalmente, respeto los semáforos y tengo cuidado en los cruces, pero mi pie está un poco más pegado al acelerador de lo que objetivamente debería.

Si albergaba alguna duda sobre mi decisión de comprar este cochecito, la mirada incrédula que me echa Armín cuando lo ve ayuda a despejarlas por completo.

—Sí, lo sé —digo con pretendida modestia—, pero he pagado por él mucho menos de lo que crees, ¿eh? Es lo que tiene tener contactos en el mercado negro —añado a modo de broma guiñándole un ojo.

La cinta que me regaló el irlandés sigue sonando en el radiocasete, y empiezo a dar golpecitos con los dedos en el volante al ritmo de la música.

—Roy Buchanan. Menudo genio, ¿verdad? —comento, incapaz de soportar el silencio nervioso que llena el Chrysler como un miasma—. Fue de los primeros en usar la Fender Telecaster en el blues. Bueno, en la música en general —me corrijo—. Por eso suena tan distinto a… todo.

Bendito Google.

Lanzo un rápido vistazo al retrovisor cuando Vicky me describe a los tres mosqueteros, con la esperanza de que, en mi larguísima experiencia de dos años como investigador privado, tal vez pueda conocerlos. La verdad es que no me suenan de nada, pero es enternecedor que ella contemple dicha posibilidad, y busco el modo de que siga contemplándola un rato más.

—No sé, es posible que me suenen —digo, deliberadamente ambiguo. Manteniendo el misterio—. Hay mucha gente en Arkham a la que he investigado… O a la que merece la pena investigar. Te lo diré cuando los vea.

Llegamos a la Salem Athenaeum bastante antes de lo que había previsto, y no es hasta que echo el freno de mano que me doy cuenta de que no hemos elaborado nada ni remotamente parecido a un plan. Bueno, tal vez sea mejor así; una estrategia demasiado encorsetada podría limitar nuestras opciones.

Antes de bajar del coche, me estiro para alcanzar la caja de Largactil de cien miligramos que guardo en el salpicadero y, partiendo una pastilla por la mitad, me la trago en seco.

—¿Todos listos?

Sin esperar a que respondan, bajo del coche y me abrocho la chaqueta hasta arriba, más por acto reflejo o por costumbre que porque realmente tenga frío. El tacto del revólver en el bolsillo derecho resulta tranquilizador, aunque en realidad, puedo contar con los dedos de una mano las veces que he tenido que sacarlo, y nunca lo he disparado contra un objetivo vivo. Espero que esta noche no sea diferente.

Elevo las cejas cuando una atractiva rubia que debe de ser la hermana de Vicky sale a nuestro encuentro, pero tardo menos de cinco segundos (si llegan) en darme cuenta de que no va a proporcionarnos ninguna información de utilidad. Es un alivio cuando la oigo decir que los tres mosqueteros se han ido hace un cuarto de hora, y sin pensármelo dos veces me encamino hacia la puerta de la biblioteca con paso vigoroso. No se me ha escapado el detalle de que los malos iban en un Chrysler, y tomo nota mental de ello por si acaso necesitara tener unas palabritas con Pinocho. Demasiado casual para ser casual.

Me asomo discretamente al interior del local a través de una de las ventanas, pero no logro distinguir ninguna señal de peligro, así que me acerco a la puerta con la intención de abrirla. Es entonces cuando me doy cuenta de que he dejado atrás a mis compañeros, y me doy la vuelta para comprobar que aún siguen en medio de la calzada, discutiendo sobre vete a saber qué.

—Entramos, ¿no? —pregunto retóricamente. Antes de que nadie me responda, mi mano nerviosa ya está girando el pomo de la puerta. No tardo en distinguir la figura de Jezebel, tendida en el suelo a plena vista. Por un instante temo lo peor, pero aunque Jess creía que al menos uno de los tres iba armado, no ha descrito ningún disparo, y tampoco veo sangre en el suelo, así que por el momento también descarto heridas por arma blanca.

—¿Jezebel? —la llamo con cautela, acercándome después de comprobar con la vista los puntos de emboscada más probables. Agachándome junto a la joven, compruebo su pulso y le doy unas palmaditas en el rostro para intentar reanimarla. No reacciona—. ¡Jezebel! —La sonora bofetada que le propino a continuación resuena en toda la biblioteca. Quizá le haya pegado algo más fuerte de lo necesario.

Ups.

Cargando editor
11/07/2021, 12:37
Narrador

Suena *WHACK!*

Suena a hueco.

 

Se conoce que algunos guantazos, propinados con la adecuada curvatura en la palma de la mano para tomar una primaveral brisa en su vuelo a la mejilla, te pueden sacar de un coma.

Tal es el caso.

Jezebel despierta confundida y, pese a su palidez natural, una de sus mejillas presenta una viva erubescencia. Alguien parece haber considerado que su cara guardaba razonable parecido con el paseo de las estrellas de Broadway y que debía dejar su marca personal, en el más indeleble de los sentidos.

Duele, pero el dolor no eclipsa la desorientación de verse tendida en el suelo de su biblioteca, rodeada por los pabilos humeantes de un círculo de velas y observada con extrañeza por...

Un momento... ¿Por qué está Kyle Angel disimulando una sonrisa?

Notas de juego

Los cuatro, por fin reunidos.

Prosigo.

Cargando editor
11/07/2021, 12:50
Jess

El tortazo parece llevar onda expansiva porque, además de despertar a la gótica durmiente, agita la melena de una impresionada Jess, que se cubre la boca y la nariz con las manos mientras mira atónita a su hermana mayor.

—¡Dios! ¿Eso era estrictamente necesario...? Tu amigo es un poco expeditivo, ¿no te parece? Quiero decir, podríamos haberle echado un vaso de agua muy fría en la cara—sus ojos se cruzan con los de Kyle por un instante y la sombra de la duda hace su aparición. —Quiero decir... Era una sugerencia... Un guantazo a tiempo también te puede salvar la vida...—musita mientras se acerca a Jezabel para comprobar si no está aún más inconsciente. —Metafóricamente hablando, claro...

Jess se arrodilla junto a su amiga y patrona y la toma de una mano, toda dulzura ella. Una mirada de soslayo se escapa rumbo hacia Kyle con un mohín tan cargado de gracia como de recriminación.

—Creo, amigo, que la enfermería no es su camino en esta vida. Hum... Parece que no se han llevado nada... Jezzie, ¿te encuentras... bien? E-e-esto... Una preguntilla sin importancia... ¿El perro... si-sigue aquí?—inquiere mirando a su alrededor con un rehílo.

Cargando editor
11/07/2021, 13:00
Farah

Farah, la compañera de fatigas de Victoria, emite un silbido.

Buena derecha—dice sonriendo a Kyle. —El reto ahora es intentarlo con alguien consciente—su mirada tiene algo de desafío. A diferencia de la impresionable Jess, no desaprueba la reacción del detective.

—Tía, Jezebel, ¿Qué ha pasado aquí? Creíamos que te habían secuestrado unos satanistas... Cosa que por otro lado, no me habría impresionado lo más mínimo. Más te vale que te pongas en pie porque... En fin, tenemos trabajo—.

Cargando editor
11/07/2021, 13:04
Director

Notas de juego

Felicitación del Guardián:

Capítulo I concluido a un excelente -y nada abusivo- ritmo. Gracias por vuestro compromiso y buen hacer. Me está gustando mucho leeros con vuestros investigatas. Incluso, me estoy encariñando demasiado con algunos, cosa que no debo hacer porque tengo por aquí algún que otro PNJ que está calentando con ganas de verter sangre... 

Por suerte para vosotros, esto está muuuuuy tranquilo. Vamos a cambiarlo ;-)

Dejo a Armín, Kyle o Vicky poner al día a nuestra Jezzie con los detalles que entendáis procedentes.

Os desplazo al Cap. II, pero podéis mantener cierta continuidad con esta última escena con el mítico truco de los asteriscos (* * * * * *) si se os ha quedado pendiente añadir/preguntar algo, y luego proseguís en la escena en la que estemos todos metidos.

De todas formas, os actualizaré mañana en OKC para no avasallar, que soy consciente de que estoy espoleando a los caballos. Así pues, si queréis añadir alguna cosita a este divertido reencuentro sois libres de hacerlo. Es más, os invito a hacerlo ;-)

En lo sucesivo, como la partida es un carrusel, intentaré ir como os dije de inicio: Posteo, dejo un día para que vosotros posteéis, vuelvo a postear, vuelvo a dejar un día para vosotros, etc.

Normalmente no será indispensable que posteéis los cuatro para que yo avance. Si lo es, os lo haré saber y os esperaré. No os agobiéis si no encontráis hueco por lo que sea. Si alguno cree que tiene algo interesante que aportar a una escena, me lo decís sin dudarlo. Os esperaré ;-)

Y ahora, lo que todos estabais esperando...

Viajamos a OKC.

 

Cargando editor
11/07/2021, 15:02
Armín Bahramí

Lejos de ofrecernos una explicación razonable que justifique su inacción, la joven Jessica pone excusas, ninguna de las cuales me parece especialmente buena. Según lo que haya pasado ahí dentro, Crowley podría haber necesitado primeros auxilios. Si Jezebel sigue viva, será por suerte y no gracias a su «valiente» «amiga». Aburrido, me limito a parpadear un par de veces, deliberadamente lento y con las cejas ligerísimamente levantadas. Es entonces cuando Angel, llamando nuestra atención desde la puerta de la biblioteca, me da a mí también una excusa, pero para ignorar a la chiquilla.

—Sí, vamos —respondo cuando el detective ya está entrando en la Salem Athenaeum.

El interior de la biblioteca está completamente vacío, haciendo que nuestros pasos creen un eco ominoso entre las estanterías. Todavía me estoy preguntando qué debe de haber ocurrido, cuando todos podemos ver a Crowley tirada en el suelo. La escena me resulta inesperadamente impactante, trayéndome instantáneas de recuerdos devastadores, y me quedo congelado en el sitio, mirando a la joven que podría estar o no respirando. No estaba preparado para esto, y solo ahora acabo de darme cuenta. Eso me hace empatizar un poco más con Jessica, quien no se ha atrevido a entrar en la biblioteca hasta ahora, a pesar del tiempo que hace que esos tipos extraños se han marchado. Hay que ver las maneras en las que la cosa más insospechada puede afectarlo a uno.

El señor Angel, sin embargo, no se lo piensa ni un segundo, poniéndose en cuclillas junto a Jezebel y atizándole una sonora bofetada que incluso a mí me hace dar un ligero respingo de sorpresa. ¿Hacía falta? La hermana de Victoria parece pensar lo mismo, acercándose a Crowley y preguntándole por su estado. En cualquier caso, Jezebel parece encontrarse bien, habiendo sufrido únicamente un desvanecimiento. A pesar de ello, no puedo evitar pensar que estamos llevando la situación de un modo un tanto precipitado y errático. El hecho es que no sabemos si nuestra compañera está realmente bien; Jezebel podía haber sufrido un traumatismo craneal al desmayarse, y Kyle va y le arrea una torta para despertarla. Madre mía. Observando la curiosa situación sin saber muy bien qué sensaciones debería producirme, decido mantenerme un poco apartado: Angel y Jessica ya están invadiendo suficientemente el espacio personal de Jezebel, la segunda atosigándola con preguntas estúpidas sobre el perro. Parece que nunca hayan oído eso de mantener la calma y no agobiar al accidentado; lo último que necesita Crowley en estos momentos es que le provoquen un ataque de pánico. Además, ¿qué pasa con el puto perro que tanto terror le causa a la pava de Jessica, si puede saberse?

La señora Amari es un tanto más pragmática, comentándole a la bella durmiente que tenemos una tarea pendiente en cuanto parece claro que la cosa está controlada. En un incómodo silencio, miro de reojo a Victoria. Probablemente lo mejor sea que ella informe a la recién despertada Crowley sobre lo que ha pasado y nuestro inminente vuelo a Oklahoma City. A fin de cuentas, es a ella a quien Aileen ha hecho su última llamada. Es Vicky quien ha escuchado las que posiblemente hayan sido sus últimas palabras.

Aileen. Después de todo lo que pasó, de lo que hubo entre nosotros, ni siquiera se ha dignado a llamarme. ¿Acaso me odiaba? ¿Acaso le daba… miedo? O quizá simplemente ya me hubiese olvidado. Mi corazón se encoge al pensarlo. Sin ninguna duda, esa es la peor de las alternativas que me pasan por la mente. Pero, ¿por qué? ¿Por qué he dejado que siga siendo alguien tan importante, incluso después de tantos años sin saber nada de ella?

¿Incluso después de lo cerca que estuvo de destruir mi vida?

Cargando editor
12/07/2021, 15:54
Miss Kukoo

Al ver que Kyle y Jesse están sobre Jezebel voy a la cocina del local y sirvo un vaso de agua del grifo a la bibliotecaria. La ausencia de gritos me hace pensar que no está muerta y luego del bofetón que escucho resonar por todo el local pienso que va a necesitar un poco de amabilidad.

-Apártate -digo con demasiada poca paciencia a mi hermana pero mi mirada le dice que no estoy enfadada, solo inquieta. Me pongo en cuclillas junto a la mujer en el suelo -Jezabelleza -la llamo en nuestro código secreto -Como ha dicho Farah tenemos trabajo que hacer -le alcanzo el vaso -Ha sucedido algo, algo con Aileen... -dejo flotando en el aire, le he contado de aquella parte de mi vida a ella, tiene que saber que esto es serio, delicado y urgente, mientras bebe la miro con la mirada vidriosa -Al parecer ella y su hijo han tenido un... accidente -alzo las cejas y hago un gesto circular con la mano indicando que no estamos seguros de la última parte de la frase -Y el profesor quiere que lo investiguemos. Vamos al auto que te explicamos todo.

Notas de juego

Perdón por meter un pequeño bocadillo pero necesitaba hacerlo XD

Gracias por las felicitaciones jefe, lo estoy pasando bomba aunque no tengo tanto tiempo para elaborar mis posts como querría.

Cargando editor
12/07/2021, 16:19
Narrador

Ever since The World ended, I don't get out as much...

* * * * *

El viaje a Oklahoma City lo realizáis en una lujosa primera clase al amanecer del día siguiente. Charles Kane puede ser muchas cosas, pero no es proclive a escatimar en gastos. Varias borrascas atraviesan el país en esos días y dejan un reguero de nubarrones conformando una densa e impenetrable madeja que parece envolver el cielo en un amenazante sudario. Por suerte, el vuelo hasta OKC es tranquilo, sin turbulencias apreciables.

Armín, meditabundo todo el viaje, calibra si llamar a su amigo y camarada, James Ragin, y aplazar unos días la próxima exposición. Sus pensamientos pivotan alrededor de la funesta imagen del cadáver de Aileen en el interior de una bolsa de lona oscura. Por alguna razón que no comprende, no puede sacársela de la cabeza. Y está empezando a obsesionarse poco a poco. 

Lo que Armín aún no contempla es... ¿Y si sigue viva? ¿Qué le diría entonces? ¿Podría siquiera decirle algo?

Kyle se reconoce melancólico tras dejar aparcado en el aeropuerto su nuevo y flamante coche, otrora insigne posesión de Jon Voight. Tiene que reconocerle cierto mérito a Pinocho, porque con un burdo truco cuya veracidad no hay forma de comprobar ha despertado en él cierto orgullo de poseer ese Chrysler Lebaron. El motor aún ruge como un león aletargado. Ha nacido para surcar la carretera y dejar su huella grabada a fuego en asfalto. Como alguien se lo raye durante su estancia en OKC, decide que revisará las cámaras de seguridad y vengar la pintura de su carro. Jon Voight no merece menos.

En estos pensamientos se halla el detective cuando recibe un halagüeño mensaje de su colega, Benny.

Cinco días. En el Irish Garden's. Ha accedido, tío. ¡HA ACCEDIDO!

Kyle sonríe.

Le encanta que sus planes salgan bien.

Por su parte, Victoria viaja arropando a una errática y silenciosa Jezebel, la cual aún no ha revelado exactamente qué le ocurrió la pasada noche en su biblioteca, la cual ha quedado al cargo de Jess en su ausencia, algo que puede confirmar una más que probable subida de nivel para la más joven de los Liebermann. Puede que tenga un don para sacar de quicio a Armín, pero Jess es competente en su trabajo.

Viajar en compañía de Jezebel sirve a Victoria para alejar los fantasmas que la acechan desde la llamada de teléfono. Una llamada que le ha confirmado que la vida, de algún modo, siempre se las arregla para golpearte cuando menos te los esperas. Una bestia indomable e impredecible a la que le gusta dejarte pensar que tienes libre albedrío. 

Las preguntas que Victoria trata de acallar son diferentes a las de Armín. Ella piensa en Aileen, claro; pero también piensa en Alex.

¿Quién es Alex? ¿De dónde ha salido? ¿Cómo es posible que Aileen -su Aileen- tuviese un hijo?

Una vez más, la vida ríe a carcajadas en los límites de su capacidad auditiva. Una risa ensordecedora aun en su mutismo que reverbera por el fuselaje del avión, como emergida de la garganta de un actor británico salido de una película de Roger Corman y de cuyo nombre no quiero acordarme.

Farah ha eludido sacar el tema con Victoria en todo momento. A la joven de rasgos aguileños se le da bien elegir la oportunidad adecuada para abordar los temas de conversación más espinosos. Ha decidido que va a reservar su ocasión para un momento de mayor intimidad, confiando en que el hospital sea el lugar propicio. Ella no conoce a Aileen personalmente, algo de lo que empieza a pensar debe sentirse agradecida. Tiene un mal presentimiento, pero conoce bien la capacidad de Vicky y confía en ella. Del resto, poco puede opinar por el momento, pero observa con singular interés a Armín y a Kyle.

En su fuero interno, espera que el profesor les confiase esta especie de misión por las razones adecuadas.

* * * * *

Cargando editor
14/07/2021, 13:48
Miss Kukoo

Mientras el avión cruza el cielo de argento fulgor me alejo de Jezebel un instante y voy por un café, negro como mi alma y sin azúcar. Al mirar por la ventana miles de pensamientos cruzan mi mente, todos ellos confusos e inconexos; me muerdo el labio y decido que es hora de empezar a ponerlos en orden.

En el camino de regreso me siento junto a Armín, lo observo unos segundos en silencio, mi mirada lo busca y quiero que si hay expectativa crezca, y si no ha notado mi presencia lo haga. Bebo un sorbo del café que está increíblemente bueno, pequeños detalles que hacen de los segundos que se nos escurren algo verdadero y hasta en cierto sentido azarosamente benevolente.

Mantengo la tacita entre mis manos buscando calor, no tengo frío pero necesito esa percepción que trae reminiscencias de un lugar seguro -Hablemos de Aileen, por cómo la has descripto estoy casi segura de que es la misma mujer con la que estuve hace ya tantos años -tuerzo la boca y carraspeo -Supongo que intuyes que no es casualidad que ambos la conozcamos y que ahora ambos vayamos en su búsqueda y de su hijo, quiero desenredar un poco esta madeja... ¿Cómo la conociste?