- Me parece bien, no tenemos prisa, ahora vamonos-
- Petrelli a ella aun tengo que encontrarla-
-De acuerdo, tengo billetes de avión para llegar en solo unas horas. - Digo, pues aún no me puedo mover.
- Tu mandas- digo soltandolo- Pero con cuidado-
-Vamos a mi coche, de ahí al aeropuerto y derechos a ver al señor Petrelli.
- Sabes que si el habla de guerra, es que abra una de verdad-
-Como ya he dicho antes, no me importa. He venido aquí porque tiene a mi hijo y haré lo que haga falta para recuperarlo.
- Lo lamento, es una perdida dificil, pero no lo entiendo no buscas venganza-
-No tengo tiempo para vengarme, ni fuerzas... ¿Sabes? - Digo en cierto modo abriéndome a aquél hombre a pesar de poderme haber matado hacía solo unos minutos. - Tengo un hijo que espera que lo saque de allí, no puedo distraerme con nada más.
- yo buscaria al hombre que mato a mi mujer y le haria sufrir durante toda su vida-
-En mi caso me preocupo más por mi hijo que por mi mismo, él no necesita venganza, él necesita que esté a su lado y lo mantenga a salvo.
- Si esta con Arthur me da que no necesita ninguna clase de protección, tiene que tener un poder terrorifico-
-Es un niño, y tiene el poder de aconsejar a la gente, nada más. Ese hombre lo apartó de mi lado y amenazó su vida si no hacía lo que me ordenaba.
- Creeme si arthur a dicho que el que le interesaba era tu hijo es que su poder es mas peligroso de lo que tu puedas creer y si es solo aconsejar tal vez pueda decirle a la gente adecuada que aga lo que Arthur quiera-
Quizás pueda hacerlo, pero te aseguro que no lo hará. Mi hijo es una buena persona... ha ayudado a mucha gente, se aparece en sueños y aconseja.
- No conoces a Arthur, podria combencer a cualquier persona de lo que el quisiera-
-Si hace algún daño a mi hijo, lo mataré. - Digo con firmeza justo antes de abrir la puerta del coche y entrar para poner rumbo al aeropuerto.