Partida Rol por web

Mi idea es materializarme en la calle, subirme en un coche, ponerlo a maxima velocidad y teleportarme con coche y todo a la espalda del campo de fuerza para estamparlo.

Quizas me lleve dos turnos, tu diras.

A Wormhole se lo tragó la nada y no volvió a aparecer, dejando a Braddock como único objetivo a la espalda del matón de los brazos mecánicos. Sin embargo, no lo eligió a él, sino al enorme oso panda que golpeaba el piso sin moverse del sitio, tratando de desestabilizarlo para hacerlo fallar o quizá de hacerlos caer al nivel inferior. Aunque le costaba mantener el equilibrio, su razonamiento fue sencillo. Muerto el perro se acabó la rabia. Lo que también era aplicable a animales de mayor tamaño.

Se tomó unos segundos para apuntar, con el brazo extendido, hacia la mole rabiosa de pelo bicolor. Con un grito gutural de triunfo, descargó un nuevo rayo de muerte hacia el avatar milenario. El arco azulado brotó con un trueno, acompañado de un grito de terror en la mente del panda. Harris, en segundo plano, veía el final del camino en el extremo relampagueante de la descarga de energía. Sin embargo, en el último momento y haciendo gala de unos reflejos imposibles, el oso esquivó el rayo. Llevaba combatiendo milenios y lo seguiría haciendo durante muchos más. Esquivar ataques tan obvios era para él tan natural como respirar.

Dos saltos y estaba en el exterior, bajo la falsa luna que apenas iluminaba las calles de la ciudad subterránea. Localizar un coche fue tarea fácil, había un par de ellos aparcados fuera, en la explanada frontal de la fábrica, seguramente propiedad de los guardias que habían dejado incapacitados en la garita.

Gracias a su fuerza sobrehumana forzó sin problemas la puerta de uno de ellos, el que parecía mas robusto y entró en él. Arrancarlo tampoco le supuso un reto mayor. Sus conocimientos sobre electrónica alcanzaban para puentear un utilitario.

Afortunadamente para él la explanada era lo suficientemente grande como para que el coche cogiera velocidad. Cuando estuvo satisfecho y al borde de estrellarse contra el muro exterior, volvió a saltar, llevándose el vehículo con él.

Dos nuevas balas salieron del cañón de la pistola que sujetaba RC, directas hacia Reed y su escudo, esperando que cayera su acción y poder, al fin, hacerle algo a aquellas personas que atacaban al grupo. 

Una de esas balas fué disparada a la cabeza, la otra al dispositivo, por si en algún casual se desestabilizara el campo, poder destruir su fuente desde el principio.

El impacto me lanza disparado, fuera de control. Choco con algo, no se si el suelo o la pared, y termino rodando sobre escombros. Una fea costumbre que estoy adquiriendo, por lo visto. Esto de recibir y salir despedido es nuevo, y no me gusta. Sin embargo, sonrío. El destello en la barrera me dice que eso le ha hecho daño, y la cara del chulito repeinado me lo confirma: la barrera no es indestructible. Me pongo en pie pesadamente, a la espalda de la pareja. Al otro lado veo a Panda esquivar rayos y golpear el suelo. Me planteo seguir su juego, golpear el piso junto a la barrera y hacer que todo se venga abajo. Pero entonces recuerdo que esto es un examen, recuerdo los ojos imaginarios que nos observan. Daños mínimos, pedían. Derrumbar una estructura como esta es un daño estructural considerable, prefiero evitarlo si es posible. Además seguro que el derrumbe nos arrastraría a nosotros también. Oigo los disparos de RC. Eso, unido al saltimbanqui de Panda, puede tenerles entretenidos. Bien, veamos cuantos puñetazos aguanta esa barrera...

Las balas del arma de RC rebotaron sobre el campo de Reed sin llegar a impactar en sus objetivos. La barrera de energía se volvió a desestabilizar por una décimas de segundo, reapareciendo la red visible de luz sobre su superficie.

Mientras sus compañeros atacan por el frente, Braddock se concentra en hacerlo por detrás. Dos potentes puñetazos con la presión suficiente para doblar acero son descargados contra los límites de la barrera. Ambos golpes son repelidos con fuerza similar a la aplicada, haciendo que los brazos del luchador se resientan por el impacto. De nuevo la red de destellos de luz aparece mientras bajo el campo protector Reed manipula el objeto en su muñeca que hace las veces de generador.

Los sensores de RC no captan variación alguna, pero sin embargo se disparan las lecturas energéticas a su espalda. Sea lo que sea que haya hecho Reed, parece haber activado algo tras el hombre de metal. Algo que en breves segundos tendrían encima.

- Podemos estar así hasta que decidan rendirse o sean eliminados. - Dijo, tan arrogante y seguro de si mismo como se había mostrado hasta el momento - Mis recursos en esta fábrica son casi ilimitados mientras que los suyos van menguando lentamente...

Pronto se dio cuenta de que, si seguía destrozando el suelo, esos dos hombres seguirían en el umbral de la puerta mientras que RC y él mismo terminarían cayendo al piso inferior.

En ese momento un cambio de estrategia era claramente lo mejor, y por ello pensó en utilizar aquella técnica. Pero agarrar la calabaza y ponerse a beber no era muy buena idea, sobre todo sabiendo que estaban vigilando cada paso que daban. Sin embargo...

Dejó inmediatamente de golpear el suelo, y allí, frente a la barrera, juntó sus manos de forma que entre ellas sólo cupiese una hoja de papel. Durante unos instantes, su pelo comenzó a erizarse, y las pequeñas piedrecitas que tenía a los pies comenzaron a vibrar. Sus músculos estaban tensos, pero permanecía completamente estático.
Hasta que de repente, expulsando todo el aire de sus pulmones, golpeó con la palma de su mano derecha la barrera.

¡¡¡Rrraaaah!!! - Una mezcla entre un gruñido y un quejido salió de sus fauces.

Retrocedo unos pasos, malhumorado y con los puños doloridos. La barrera no cede a mis puños, no le hago ni cosquillas. Y no termino de entender por qué eso es así, si anteriormente pareció sufrir cuando la golpeé con la plancha de suelo. ¡¡A la mierda!! No quería recurrir a esto, no quería causar más daños materiales de los imprescindibles, ni arriesgarme a aislar una parte del grupo. Estoy seguro de que esto me costará puntos a ojos de los supervisores de la prueba, pero es lo que hay. Me estoy cansando de estos dos, y no quiero entretenerme con ellos más de lo necesario, no sea que el "chispitas" le de por volver a chamuscarme el pecho. Me acerco lo más posible a la barrera y cargo de costado, golpeando el suelo diagonalmente para extender parte del impacto bajo ellos. Este suelo tiene que ceder, no solo temblar y desequilibrarles, sino ceder de verdad. Quiero que se venga abajo, joderles de una vez.

Todo se sucede al mismo tiempo y provoca una poderosa honda de choque que acaba por derrumbar el suelo bajo los pies de Thunder y Reed y enviar a todos los miembros del grupo a volar por los aires, proyectados por la descarga de poder al colapsar el campo protector del científico.

El aire en torno al Panda se energiza mientras el avatar chino va acumulando chí en su interior para descargar un poderoso golpe contra la barrera de Reed. La realidad parece combarse en torno a sus garras unidas mientras la presión espiritual que ejerce hace vibrar el suelo y levitar pequeñas piedras a su alrededor.

Mientras tanto, Braddock carga con la potencia de una locomotora, golpeando la barrera con el hombro y al tiempo el suelo con el pie, ejerciendo una presión de varias toneladas sobre el constructo energético. Cientos de lineas doradas aparecen por toda la zona de impacto mientras el piso cruje bajo sus pies, cediendo al asalto del luchador.

En el momento en que Panda descarga su poderoso golpe con toda la aterradora potencia de una deidad desencadenada por delante y Braddock presiona por detrás con fuerza sobrehumana, el aire a la derecha de Reed se llena de repente con el morro de un Ford de color crema que aparece de la nada. Al volante del vehículo, que irrumpe en la pequeña sala a más de ciento veinte kilómetros por hora, se encuentra Wormhole, al que solo pueden ver sonreír por una décima de segundo antes de volver a desaparecer. El coche se estrella contra la barrera y esta, superada por todos los frentes e incapaz de repeler la gran cantidad de energía volcada contra ella, revienta en una gran explosión de brillante luz dorada que envía a todos los miembros del grupo a volar por los aires junto a parte del morro del vehículo utilizado por el ex militar como improvisado ariete.

El suelo, bastante dañado por los envites de Panda y Braddock, se hunde con un crujido de derrumbe, llevándose con él a Thunder, Reed y buena parte del coche color crema. Incapaz de reaccionar, Thunder se ve atrapado en la lluvia de cascotes y metal y cae al suelo pataleando en el aire sin control hasta estrellarse contra el piso inferior, siendo sepultado por los escombros. Reed, que ya había previsto ese contratiempo, reacciona en el momento en que ve aparecer el vehículo por el rabillo del ojo, desapareciendo en el aire. Al hacerlo, RC puede leer que su firma energética es casi idéntica a la que deja Wormhole cuando pliega el espacio para "saltar".

En un abrir y cerrar de ojos todo parece haber acabado. Cubiertos de polvo y magullados por los cascotes todos parecían estar bien. En el centro del distribuidor, el agujero que se abría a la planta inferior tenía unos cuatro metros de diámetro y al asomarse a través de él podía verse el Ford volcado y con el motor en llamas sobre una pila de trozos de suelo, cables y tuberías. Una de las manos armadas de Thunder asomaba, inerte, por un lado.

Me levanto pesadamente, enderezando la espalda y sacudiéndome la piel para sacarme cuanto más escombro posible. Me acerco al borde del acantilado artificial que supone el foso por el que hemos hecho caer a ese imbécil, siendo consciente de que el otro tipo ha desaparecido un momento antes de terminar igual. Se ha escapado, y seguro que volveremos a verle, pero ahora ya no podrá ponernos esa cara de suficiencia. Strike one, canitas, vuelve a intentarlo. -Digo con una amplis sonrisa antes de volverme a los otros- Bueno, no ha sido todo lo limpio que me hubiera gustado, pero no ha estado mal dadas las circunstancias ¿De donde has sacado el coche, Wormy? Eso sí que no lo esperaba...

Wormhole no dejaba de sonreir. Él n tenia ni una mota de polvo en cima, sino que estaba en cuclillas en el borde el agujaero mirando hacia abajo.

-De la avenida principal. Era de una señora que se ha llevado un susto de muerte cuando se lo he requisado.

RC se reincorporó y se asomó por el agujero que habían formado. - #Al parecer, Reed ha escapado, Thunder está muerto.# - Luego observó "seriamente" a Wormhole. - #He captado una energía allí abajo en el momento de la caída, era muy similar a la energía que desprende cuando se teletransporta.#

El androide volvió a mirar hacia abajo, y volvió hacia Wormhole. Poniéndole una de sus frías manos en el hombro. - #Buentrabajo, no había contado con que un Ford Falcon de 1967 color crema apareciera. Y ellos tampoco.# 

A continuación, el personaje volvió hacia la puerta a la que tenían que avanzar. - #Vamos, debemos seguir.#

-Del 67? Si llego a saber que era un modelo clásico no lo hubiera destrozado! Hubiera elegido un modelo japones o coreano!

A espaldas de RC se escuchó un alarido sobrenatural emitido por una garganta que ya no era humana. La secretaria se retorcía con violencia en la silla a la que estaba atada y cayó de lado al suelo, pataleando en el aire mientras el cuerpo se le arqueaba en un ángulo imposible. Con un sonido de rasgadura, se liberó de la chaqueta que la mantenía atada y se desplomó sobre el piso. Durante unos segundos quedó inerte, de bruces contra el suelo, gimiendo de forma ininteligible para todos salvo para RC. Los sistemas del androide eran capaces de interpretar el chorro en código binario que estaba transmitiendo. Eran órdenes. Órdenes de exterminar a todos los intrusos.

Lo que se levantó del suelo no era una mujer. La piel de todo el cuerpo se le había derretido y la carne se le había deformado hasta quedar irreconocible bajo el uniforme entallado. En ciertos puntos su ropa se había rasgado y dejaba al descubierto el entramado de cables y fibras que componían su esqueleto mecánico. Sonreía con una mueca grotesca que le había convertido la cara en una máscara horrible e inhumana de puro odio. Su brazo derecho era ahora un amasijo de metal recubierto de piel que parecía un cañón de aspecto insano.

Los ojos de aquella cosa eran dos pozos sin fondo de los que emanaba una intensa luz roja. La aberración desencajó la boca y emitió un profundo alarido sintetizado por sus cuerdas vocales sintéticas que helaba la sangre.

Una última sorpresa de parte de Reed.

Aún no había terminado.
Aunque era algo inesperado, el enorme oso no se sorprendió con la increíble transformación de la chica. Lamentablemente Martin tan solo había visto estas cosas en el cine, sitio al que ya apenas solía ir, o en televisión.

Necesito un puto trago. - Afirmó el hombre.

Un trago...
Panda agarró la calabaza que colgaba de su cinturón, abrió, y vertió todo su contenido en su garganta. Tragó hasta la última gota y devolvió el recipiente a su lugar.

Después, sólo esperó a que hiciese efecto.

Observo la transformación de la secretaria con gesto incrédulo. Efectivamente estoy extrañado, pues mis impresiones acerca de esta prueba reciben mensajes contrapuestos. Dijeron que querían daños materiales y personales mínimos. Asumí que mantener con vida a esta mujer era un buen punto para nosotros. Ahora veo que nos hubiera convenido más haber acabado con ella. Pero si lo hubiéramos hecho habría sido algo malo... Es la pescadilla que se muerde la cola, un galimatías para el que no tenemos tiempo. Wormhole ¿puedes dejarme justo a su espalda? No se como de cansado le habrá dejado el truco del coche, pero este salto debería ser sencillo para el soldadito. Y con él puedo llegar hasta la nena sin que me detenga con ese cañón, y con factor sorpresa incluido. Mucho me temo que ahora mismo es inmune a mis encantos, así que tocará destrozarla. RC, dinos lo que ves ¿tiene campo de fuerza?

-Mmm...Iba a teleportarla a ella al interior de esa pared pero supongo que lo que propones también funcionará. 

Se volvio también hacia RC y esperó la respuesta del andoride de sus sensores.