JOSH ALBIE, MARIAH BARISHNIKOV Y PHOEBE TYLER
Un bar cualquiera en un barrio de Boston, Massachussets
Os reconocísteis con facilidad. Mariah y Phoebe habían visto una foto de Josh en el periódico digital de The Daily Dish. Josh aparentaba estar bastante cansado, las chicas, nerviosas.
Parecen conocer al escritor en el bar, y os proporcionan una mesa alejada del bullicio para que podáis hablar con tranquilidad. Se trata de un típico restaurante americano, con mesas con sillones, especialidad en perritos y en café amargo. Habláis un rato del tiempo, pero después de un incómodo silencio os da la sensación de que ha llegado la hora de tratar lo que habéis venido a hablar aquí.
La chica "en la que te metiste" es Phoebe. La chica que estaba sentada a su lado es Mariah.
Bueno... no quiero parecer impertinente... guardo silencio durante unos segundos. En realidad, me da igual parecerlo... Habías dicho que me estabaís buscando. ¿Por qué?
Phoebe jugaba entrelazando sus dedos por el nerviosisimo. Cuando el hombre empieza a hablar, antes de hacerlo ella, dirige una fugaz mirada a su amiga.
Verá... no sé muy bien como empezar... ¿usted cree en las cosas paranormales? Pregunta no muy segura de que el hombre no fuera a salir corriendo.
Digame lo que tengqa que decirme... no tema herir mi sensibilidad. Mi mente seguía dándole vueltas al último sueño. Debía saber si era verdad y rápido. Sonreí con calidez y le dí un sorbo a mi vaso de café. ¿Ha sido alumna mía? ¿Está obsesionada con mis novelas y uno de mis personajes se le ha aparecido en sueños. Sabía de sobra lo que era. O por lo menos quería saberlo. ¿Está bien?
¿Cómo? Pregunta confusa.
No, nada de eso. Niega con la cabeza.
Bueno, pues sé que no me va a creer. Pero hace unos días me pasó una cosa muy rara, me desmayé y me desperté en el hospital. No quería dar demasiados detalles de eso, prefería ir al grano. El caso es que cuando me desperté, y mientras hablaba con mi amiga - la mira- algo.. me...digamos que... me poseyó. Y lo que me poseyó aseguró ser usted. En su cara se dibuja una mueca, esperando a que el hombre reaccionase de forma violenta o exagerada.
La mire a los ojos e intentando ser lo más creíble le contesté. Creo que está en lo cierto. Y si es así tenemos un grave problema.
Abre los ojos sorprendida por su seriedad y no por haber oído una escandalosa risa.
¿Qué problema? Pregunta acercandose más al hombre, interesada. ¿Qué me pasa? Vuelve a preguntar ansiosa.
Pues... vuelvo a beber de mi café. Tal vez, me tome por loco, pero el mismo sueño que tuve con usted... lo he tenido con un yihadista que prepara un atentado en nuestro país. Quizá algo más grande.
¿Sueño? ¿Qué sueño? ¿Puede explicarse mejor? Sigue preguntando sin cesar, impaciente.
Yo... cuando veo esas cosas siento como si fuera un sueño... más real porque puedo actuar pero es como un sueño. Me pasó la primera vez con usted y la segunda con lo que le he contado.
En realidad, aunque atenuadas, sí que recibes experiencias sensoriales. Recuerda que sentiste calor cuando estabas en el cuerpo del sacerdote, y dolor en la nariz cuando estuviste en el cuerpo de Phoebe.
Gracias, no lo recordaba. De todas formas mi personaje todavía no entiende muy bien lo que sucede xq no ha podido pararse a analizar los límites de los "sueños"
¿Cuando ve qué cosas? Se estaba empezando a poner nerviosa. ¡Quería respuestas ya!
Cuando estuve dentro de usted... Máldita sea, nunca pense que haría este comentario sin ser algo pornográfico. Quiero decir, ¿que sintió?
¡¿Cómo que estuvo dentro de mi?! Exclama en un tono de voz más alto de lo normal. Cuando se da cuenta se tranquiliza, y decide que ya es hora de responder ella alguna pregunta.
Pues me sentí impotente, sentí como algo me alejaba de mi cuerpo sin yo poder hacer nada. Era consciente de lo que hacía y decía, pero no era yo... Intenta explicar.
Señoritas no sé de que va todo esto, pero tenemos que hacer algo. Si es verdad l oque he visto, el 11-S será una nota al pie de página en los libros de historia al lado de este atentado.
¿Qué atentado? Me puede explicar que es lo que está pasando... murmura ya casi suplicando.
¿Qué me ha pasado? ¿Qué me ha hecho? Sigue preguntando.
Sonrío irónicamente. No le he hecho nada. No controlo cuando entro en alguien, ni sé si es cosa mía o ha sido algún fenómeno paranormal que dificilmente nadie le podrá explicar. Yo no... mire sólo soy un escritor, yo escribo ficción... pero si es verdad... si es verdad... tenemos la oportunidad de hacer algo que de verdad merece la pena.
¿A qué se refiere? Pregunta aún confusa, cosa que se podía leer en su mente.
¿Estaba soñando o qué? Demasiadas cosas raras en poco tiempo...