Partida Rol por web

La sonrisa de satisfacción que surgió en mi rostro era previsible. Había sido un disparo limpio, justo a la cabeza del objetivo que no tuvo ningún tipo de posibilidad de sobrevivir. Sin embargo, mi sonrisa no era por el trabajo bien echo, sino por la satisfacción de saber que había logrado cumplir correctamente con las expectativas del Príncipe. Esperaba que esto pudiese repercutir positivamente en su situación.

Pero ahora lo mejor será que salga de aquí- pienso mientras comienzo a caminar por el pasadizo hasta el tapiz que cubre mi salida de este lugar. Ahora lo mejor que podía hacer era quitarme de en medio y esperar hasta que todo el revuelo causado se relejase un poco. 

Con este pensamiento, me disponía a salir del edificio rumbo a mi casa...

Se pasea entre la multitud, observando los gestos y expresiones, viendo quien aprueba o desaprueba las acciones del Príncipe. Deseando obtener su premio, lanza algunas miradas discretas a Arnaldo, su Príncipe

  Bien, mis fieles servidores espero que hayan saboreado con deleite la muerte de un traidor como yo lo he hecho. ¿Acaso no denota esto procupación por mis súbditos? 

 Espero que comprendan me retire de la fiesta a tan tempranas horas, ya que si bien es cierto que la venganza ha mejorado mi ánimo, no quiero ensombrecer la noche de nadie con mi semblante.

 Tras estas palabras e intercambiando algunos comentarios obligados con un par de personas de la cúpula cainita, el príncipe se va, y ciertamente con mala cara.

 Dos noches más tarde en el despacho del príncipe, te ha mandado a llamar y poco después de hacerte entrar sin muchas contemplaciones ni miramientos te suelta:

 Me has servido con integridad, has superado el handicap de pertenecer a un clan del Sabbat, has apretado el gatillo por mi y has matado al ser que más he odiado en los últimas décadas. He hablado con MoÇada, está dispuesto a liberarte de las responsabilidades de clan, dejarte formar parte de la Camarilla, saldando algunas deudas que tenían con nosotros, el único requisito sería que nunca le enseñes a nadie el Don de la oscuridad. Estarías a mi lado, al rechazar tu clan te acogería como mi apoderado, a la altura de mis chiquillos y tu posición sería la de Guardían del Eliseo. Claro que deberías jurar lealtad a tu cargo y comprometerte a hacer todo lo posible para estar a la altura a partir de mañana. 

 No te quepa duda sobre mis palabras, podré ser reconroso, algo ambicioso, incluso en mis años de juventud algo atolondrado, pero puedo jactarme de ser uno de los príncipes más sinceros de Europa, así que te pido que no juegues conmigo como yo no lo estoy haciendo.

 ¿Cuál es tu respuesta?

 Un par de noches más tarde el príncipe te llama a uno de sus despachos, llegas pronto, como de costumbre, examinas las salidas, quién entra y quien sale, oculto entre las sombras, conocedor de que tu relación con el asunto de la fiesta no te haría muy popular si llegara a expandirse. Ves salir del Eliseo a Alexander, el otro lasombra que pulula alrededor del principe, deben ser tiempos duros para él. Llegas por fin al despacho, ansioso de conocer tu recompensa, pero el principe parece evitar el tema, parece ávido por hablar de algo más:

 Dos cosas me han quedado claras de todo este asunto, la primera es que mis ojos y mis oidos no me bastan para controlar este principado, y la segunda es que la peor mierda viene de dentro. Me has servido bien, pienso que eres leal a tus principios y podrías llegar a ser alguien de confianza. Tengo muchos informadores alrededor del mundo, pero ninguno me ha ayudado a mantener lo que más quería, necesito a alguien que sea mis ojos y mis oidos allá donde no esté, alguien que prevenga las cosas antes de que sucedan, necesito mi propia Gestapo. 

 Tendrás la recompensa que te prometí, soy un hombre de palabra, ahora quiero seguir hablando, llegar a algo más. ¿Estás dispuesto a comprometerte con mi persona?

 Algún tipo de droga o hechicería te ha tenido paralizado durante los últimos dos días, al contrario que tus músculos tus sentidos han seguido funcionando a toda potencia. Recuerdas fracciones de la realidad, a Eric, apareciendo en tu espalda en el último segundo, un hombre grotesco horas y horas sobre ti, un ruido ensordecedor, tu propio cuerpo desvaneciéndose en mitad del Eliseo, tu odiada hermana entrando y saliendo de una habitación sin puertas ni ventanas, a Eric de nuevo, fumándose un cigarrillo, otro tipo, entrando y saliendo de nuevo, el hombre grotesco, un nuevo compañero de habitación, una risa histérica. 

 Tus músculos comienzan a doler, lo cual quieres creer que es bueno, tras mucho concentrarte pareces provocar una especie de tic en la megilla, el hombre que recuerdas vagamente entre sueños aparece en tu campo de visión, dice algo, pero tus oidos no parecen estar trabajando todavía.  

 Y de nuevo sombra y penumbra.

 Habia esperado este momento. Toda sus movimientos habian girado para hacerse un hueco en la camarilla, y si podia ser, lo mas cerca del Principe. La respuesta era clara y no dude ni un segundo:

Acepto. ¿Cuando empiezo con mis obligaciones?

 Te despiertas de nuevo, aún un poco atontado, tus ojos se muestran reacios a abrirse, pero parece que tus músculos comienzan a obedecerte, un haz de luz te deslumbra cuando consigues abrir los ojos por primera vez, pero a los pocos segundos consigues enfocar sin dificultad las primeras imágenes de lo que parece ser una habitación interior. Es austera sin llegar a ser una celda, no consigues ver tus brazos ni tus pies, pero no ves ningunas ataduras alrededor, te encuentras en una simple cama. Al intentar moverte un poco más una sensación súbita de vértigo llega haciéndote aguantar una arcada de sangre reseca que te escuece en las entrañas. A los pocos minutos llega el hombre que viste entre sueños.

 Te daré la versión corta, ya que deberíamos empezar a movernos cuanto antes ahora que has despertado. Aunque no me reconozcas soy Eric, el mismo que hace unas semanas, te sorprenderían los milagros que pueden hacer unos amigos. Te hemos salvado la vida, el príncipe te quería muerto después de, ya sabes, nuestra pequeña traición, pero no podías sólo huir, encontraría la forma de encontrarte por lo que te matamos nosotros por una parte, fingimos tu muerte en palacio, y ahora te hemos resucitado, no me preguntes cómo, a mi no me ha quedado muy claro, cosas de tremeres y tzimices, no quieres preguntar. 

 se queda dubitativo durante unos segundos

 mmm y bueno, eso es todo por ahora, hay más cosas, pero necesitamos movernos cuanto antes, céntrate en volver a mover tus piernas y en parecer algo más... humano.

 la pesadez se ha ido difuminando y poco a poco te vas levantando, hay manchas de sangre reseca en la cama, en tus ropas y en tu cuerpo, pero sobre una silla en lo que antes quedaba fuera de tu campo de visión reposa una muda limpia, ropa de calle, sin muchas florituras, un abrigo largo y zapatos de clase media, un pequeño baño te espera al otro lado de la cama también.

Nada más ver la cabeza del cainita saltar por los aires, un solo pensamiento cruza mi mente: "Discrección". Miro de reojo a mis aprendices, quienes acaban de aprender una valiosa lección, que nunca deben fiarse de ningún lugar ni de ningún cainita al margen de nosotros. Es por ello, porque nunca se sabe quien te acecha, por lo que los Tremere escogemos el secreto y lo guardamos con tal celo. Supongo que deberé discutirlo con ellos después. Sin más dilación, espero a ver como se desarrollan los hechos.

 Me incorporo de la cama, aún mareado y sin saber qué pasa. Y odio no saber qué pasa.

-¿Qué me habéis hecho?

Me miro las manos, la piel, buscando heridas o algún tipo de símbolo. Sé demasiado bien lo que es ser esclavo de algo, y no quiero serlo. Mientras espero la respuesta, escruto el rostro de Eric, buscando aquel muchacho, peor no logro descubrirlo. Hablan de traición, y soy consciente de ello. Hablan de parecer humano, pero sigo sin tener claro el porqué.

-Dame una respuesta, chiquillo, me la debes.

¿Un vínculo de sangre? ¡Por Caín!

Vacila unos instantes, en los que se dedica a pensar su respuesta.

- Mi Príncipe, sin duda es un honor. Mi lealtad está con vos, sin dudarlo un segundo. ¿Creéis que es necesario un vínculo? - pregunta con temor - ... Consideradme vuestro servidor, si así lo deseais y lo creeis oportuno, pero... ¿aceptaríais un vínculo mutuo?

Una pregunta arriesgada, sin duda, pero tal vez mereciera la pena arriesgarse

 ¿Quién ha hablado de vínculo de sangre? Lo que necesito es que trabajes para mi y sólo para mi, que no compartas tus secretos a no ser que sean necesarios para recabar información y que nada preciado para mi principado salga de esta habitación. 

 Cambia a una posición más tranquila, sus ojos pasean por la habitación, se posan en una presiosa figura de porcelana, una especie de máscara de carnaval. 

 Supongo que habrás odio hablar de Celina, una toreador muy querida entre los suyos aquí en Madrid, al menos hasta que descubrimos que estaba pasando información a los anarquistas. Era una chiquilla con talento, con un poderoso Sire, lleva un par de años encerrada en los sótanos del Eliseo, era una pena desperdiciar su poderosa vitae. Un trato es un trato, y yo soy un hombre de palabra. Amadeo, dice mientras chasquea los dedos haciendo pasar a un hombre bastante mayor pero en buena forma, lleva a nuestro compañero a los aposentos de Celina, tienen algo de lo qe hablar. 

 Se vuelve de nuevo a tu persona 

 En cuanto a lo nuestro, puedes entregarle a Amadeo tu respuesta antes de abandonar el Eliseo, se está haciendo tarde y tengo otros asuntos que tratar con urgencia.

  Mi chiquillo, tus obligaciones ya empezaron hace mucho, son tus ventajas las que empiezan hoy. Mañana en la noche te vendrás a vivir a mi refugio ya que estás al frente de la seguridad de tu principe, y disfruta de lo que queda de semana, pues a partir de la próxima luna comenzarás un duro régimen de instrucción, suavizando su rostro, no te lo tomes a mal, no estoy poniendo en duda tus habilidades, pero vivimos en unas noches violentas y peligrosas, si quiero salvaguardar tu seguridad y por ende la mía propia necesito que sobrevivas, y para ser sinceros no te hace falta más elocuencia, saber conversar sobre arte del s.XIX o conocer varios idiomas, para sobrevivir necesitas ser más fuerte, más rápido y más duro, eso es todo. 

 Suspira, en fin, ha sido una dura noche, sal, vuelve a la fiesta, relájate, vuelve a tu refugio, descansa, nada interesante sucederá hoy. 

 No hemos hecho nada, hemos simulado tu muerte para que ponerte a salvo, eso es todo, para ello tuvimos que empalarte y protegerte de los poderes de búsqueda con un ritual tzimice un tanto desagradable, pero todo eso ha pasado ya, lo más importante ahora es salir de Madrid sin ser descubiertos y alcanzar Francia cuanto antes. Desde allí podremos comenzar a urdir nuestro futuro. 

 Hazla pasar,  dice Erik levantando la voz, y una doncella de mediana edad y carnes rollizas entra en la sala, con la mirada baja, subyugada de alguna mágica manera. 

 Te presento a Verónica, necesitas reponerte, es un buen recipiente, tendrá bastante sangre para reponer la que has perdido y ayudarte a recuperarte de la magia antigua. Volveré en unos minutos cuando hayas terminado, estaría bien que te ducharas y te vistieras con las ropas que te he dejado sobre la silla. 

 Erik vuelve a tu lado, se sienta en la cama, cerca de ti y te mira a los ojos, yo confie en ti una vez, tuviste mi vida a tu merced, es hora de que confies en mi, soy yo, es hora de que confies ahora tú en mi, agarra tu camisa manchada de sangre a la altura del pecho y tira de ti acercándose un poco, y de que te cambies de ropa, estás hecho un desastre. Hay algo, en su tono de voz, en el brillo de sus ojos que te recuerda a él, la pregunta que te haces no es si verdaderamente es Eric, sino si alguna vez llegaste a confiar en él.

 Tras haber pasado un rato desde el incidente en la fiesta conseguís reuniros los dos en un rincón calmo donde poder hablar sin ser molestados. Felicia tiene algunas hipótesis que compartir con Alexander, y ambos deben decidir qué va a ser del futuro de la Changeling.

 Tus aprendices están en la fiesta, un poco impactados aún por lo que pasó, pero bien, para un trémere algo así puede parecer incluso normal. Dos de ellos, no se separan, mantienen algunas conversaciones, pero no se están relacionando demasiado, el tercero sin embargo parece haber hecho varios contactos en la fiesta, se lo está pasando bien y de cuando en cuando algún que otro grupo reclama su presencia. Algún cainita conocedor de vuestra relación, un par de toreadores, te felicitan por la enseñanza que le estás dando, están bastante sorprendidos de que un tremere pueda... no ser desagradable.