Partida Rol por web

-Nos preparamos para defender una acometida, si es necesario. Somos mas, y es menos probable que todos fallemos si hay que destruir lo que sea que es eso.

Se encontraba totalmente tranquilo, a pesar de que aquella mujer parecía empezar a alterarse. Volvió a dirigirle la palabra, sin alterar en lo mas mínimo su tono.

-Escúchame, si empezamos a dudar de nosotros, entonces estaremos muertos en un abrir y cerrar de ojos. Debes de confiar en mi, y si, se que probablemente sea complicado debido a que no me conoces de nada. Pero si miras a tu alrededor, verás que todos estamos en un mismo equipo. Y también te darás cuenta de que si empezamos a separarnos, podríamos perder a algunos de este grupo. Y no creo que a nadie le guste ver morir a sus compañeros.

Dicho esto, se giró a los demás.

-¿Qué decís? Si decidís que en grupos pequeños, en grupos pequeños. Pero al menos he dicho lo que creo que es mas sabio, a mi modo de entender.

¿Anfitrión? ¿Sería la llamada de alguien lo que había sentido de camino hacia aquí? No estaba segura, no es algo que me hubiese pasado nunca en ninguna otra ocasión. Pero ya bastaba de tanta palabrería, sería mejor que lo averiguáramos cuanto antes, así que, sin mediar palabra, mientras todos discutían estrategias, me dirigí a paso rápido al lugar donde sentía... aquello que no podía describir.

-Seas lo que seas, sal de ahí. Aquí estamos, los veinte semidemonios provenientes de los tres legados. Es lo que querías, ¿no? Por eso has lanzado tu llamada... Ahora da la puta cara. -dije, con una voz excesivamente alta, para que se oyese en todo el edificio.

Avancé para descubrir la identidad de nuestro "anfitrión", a ver si daba la cara de una vez o sería yo la que lo sacara de su escondrijo.

Junto a los demás nos adentramos en aquella curiosa catedral...el escenario era impresionante, palomas aquí y allá. Me hice paso junto a Nanuk entre las columnas medio derruidas y los cascotes de la bóveda. Ensimismada en mis pensamientos, un gran estruendo me hizo volver a la realidad.

Grandes piedras taponaron la única salida, miré al resto de mis compañeros, me aferré con más fuerza al pelaje de Nanuk. Sabía que esto no iba a ser fácil, pero un escalofrío me recorrió por la espalda al verme encerrada allí, con gente que ni conocía:

- ¿Y ahora que hacemos?, es buena idea que nos dividamos e inspeccionemos el lugar-dije mirando a la chica y al hombre mayor que veía con contrariedad la idea-, creo que no avanzamos nada quedandonos aquí parados.

Seguidamente me acerqué a la invidente y a la chica que le informaba del lugar:

- Si necesitas ayuda, no dudes en pedirle, como ha dicho Domino- dije apoyando mi mano sobre el hombro de Cristie-.

Le pedía confiar, confiar en un grupo de desconocidos, en su vid había confiado pocas veces por temor a ser lastimada o abandonada, su vida no había sido fácil, y sus manos temblaron, confiar... dicen que en algún momento de la vida se deben tomar decisiones más allá de la naturaleza misma, más allá de los más profundos y arraigados males y principios, miró de reojo  a la chica ciega, y al resto, y se encogió de hombros, si hasta su barbilla tembló, como si hiciera un puchero -  es..está bien...- murmuró la chica, y lanzo una mirada más afable al anciano. otra chica alzaba la voz, - 21... somos 21...- le dijo encogiéndose de hombros, y pasando su mano por su cuello, sintiendo las marcas de su legado, y mantuvo el silencio a pesar de que alguien secundó su idea de ir a inspeccionar el lugar.

Cristie ladeaba ligeramente la cabeza para captar mejor las palabras de unos y otros. El eco de la estancia la ayudaba a hacerse una idea de lo inmenso que tenía que ser el sitio, pero no fue hasta que alguien se acercó a describírselo, que pudo hacerse una idea más precisa de dónde estaban. 

A su lado, el chucho se había echado, siempre en contacto con su dueña para que le fuera fácil orientarse. Era fácil entender lo importante que podía ser tener una referencia física.

- Gracias... pero no, no necesito ayuda - Se notaba un deje de orgullo en su voz, como si le molestase estar desubicada, pero momentos después su expresión cambia ligeramente, al seguir escuchando - Los tres... ¿Los tres legados? ¿Aquí? - familia...

Cuando la segunda chica se acercó, hasta ponerle una mano en el hombro, se sobresaltó un poco. Una cosa era que se acercaran, pero el contacto era algo a lo que no estaba acostumbrada. Tras ese primer instante, se obliga a serenarse y se medio-incorpora con la ayuda de la pared. 

Toma la mano de esa mujer y extiende la suya, buscando su rostro con el tacto - ¿Puedo?

Yannick había entrado con los demás en el lugar, y en cuanto comenzaron a oírse los ruidos había llevado la mano a su hoz instintivamente.

Era cierto, no estaban solos.

Sin embargo, él no conocía a ninguno de los presentes como para confiar en ellos más allá de la simpatía o antipatía de la primera impresión. Él no buscaba gloria, o ser un héroe. Si hubiera querido esas cosas, ya las tendría. Él sólo buscaba respuestas.

Los animales que los acompañaban le producían cierto rechazo, pero parecían bien controlados por el momento. Y probablemente ninguno de ellos pudiese enfrentarse a él. Cosas peores que un oso había matado a lo largo del tiempo.

- Deberíamos buscar otra salida. - dijo en voz alta - Y si se trata de una emboscada, ver cómo sorprender a nuestros amigos.

Tras estas palabras comenzó a caminar por el lugar, sin esperar a comprobar si alguien le seguía.

Por que pensais que nuestro anfitrión es nuestro enemigo, por que temeis a lo que ocurre aqui, ninguno de nosotros llego hasta esta lugar obligado, creo que compartimos el sentimiento que nos trajo aqui...Apoye una mano en la pared, para mirar hacia el pasillo y buscar con la vista a quien en mis sueños me llamaba...

Creo que el motivo por el cual nos han invocado a este sitio, pronto de revelara, solo hemos de tener paciencia...Me aferraba a la idea de que él apareceria a darnos una explicación...No debemos temer...

Admiro todo el lugar desde el centro de la sala, el bloque de la salida no le afectaba mucho. Tenia en la mente la posibiliad que si se unieran todos podrian escapar facilmente del lugar, pero no buscaba aquella idea en ese momento. Mientras los demas charlaban se acerco a uno de los bancos que se encontrara lo suficiente enterro para depositar su estuche. El cual abrio sin demora sacando su martillo de guerra*.

Lo blandio un poco en el aire preparandose para el posible ataque que ocurriria muy pronto, si sus sentidos no se habian oxidado luego de tantos años. Prestando atencion a los demas demonios no pudo evitar arrugar el ceño.

Con el martillo descansando en su hombro se acerco a Elizabeth que parecia la mas agreciva del grupo, aunque tambien la mas infantil Que haras cuando salga? pregunto con seriedad, aunque se burlaba un poco de ella.

Entré con los demás a la catedra. El lugar era tan frio y sombrío como impresionante. Al vivir toda mi vida en las afueras de un pueblito, nunca había visto nada como eso. La estructura era gigante y la arquitectura no se asemejaba para nada a la pequeña capilla que estaba en casa, la cual casi ni visitaba. Oí a alguien decir que era "gótica", pero para mi, que apenas conocía el significado de esas palabras, "oscura" y "retorcida" eran las palabras para describir ese lugar.

Luego empezaron a hablar sobre el que nos trajo aquí. ¿Nos emboscaría? Seguramente nos estaba esperando, de otra forma no habría abierto las puertas hacia nosotros para que simplemente entremos. Me puse en guardia, mirando para todos lados. Si alguien hostil se mostraba, esta listo. Puede ser que no sepa mucho de la vida en la ciudad, pero sabía lo suficiente como para darle de hostias a cualquiera.

También alguien barajó la idea de que el que nos está esperando no sea un enemigo. Si era así, mejor, pero de todas formas, había que estar listo.

la llamada habia sido oida... desde lo mas lejano del mundo...mis criaturas habian tambien oidio la llamada.....de entre ellas tome aa la reina e inicie el viaje...

tras dias ocultandome entre las sombras, cañizares, vaguadas y vegas.... alcance mi destino Ouckland. Sali de la orilla y me encamine hacia aquella vija edificacion. Era la ultima en llegar... tarde, pero al fin estaba ahì, entre desconocidos...que querrian, que buscaban y que esperaban encontrar en este lugar...

Todos parecen ser hijos de la noche son semejantes pero distintos a mi....Yo soy Escoria...escoria....coriaaaa....ria..riaaa.riaaa....aaaaa ... mi nombre resono en el hueco  y desolado castillo, catedral... este lugar antaño glorioso arora no era sino una parte mas de la basura mundana... pero es posible que el hecho de que estubiera aun en pie, nos indicase que su funcion aun no habria sido dada por terminada...

Mire a mi alrededor, busque algo familiar en los presentes... pero eran todos tan diferentes a mi... mi querido amigo...creo que ha llegado el momento de desvelar la vedadera naturaleza de nuestra progenie... mientras que con mi mano acariciaba a un ser alargado, reptante, que no hacia mas que entrar y salir por mis fosas nasales....

Me detuve y, dándome un poco la vuelta y girando el cuello, clavé mi mirada en Jacob.

-Blandir mi martillo de guerra. - dije, seca.

Sin más, continué mi camino en busca de lo que sea que nos acechaba para acabar con esta intriga de una vez por todas. No habíamos venido aquí a perder el tiempo.

Al abrirse las puertas sintió un contraste de sensaciones: la inmensidad y belleza de aquel lugar, la fragilidad de su interior rompiendo con la solidez de su fachada, el carácter nostálgico que emanaba de él, la devastación de la que en otro tiempo debió de ser una imponente catedral…

-Estará satisfecho, señor Gael. Tiene aquí un magnífico escenario para su historia.

Se adentró con el resto del grupo. Sentía esa extraña quietud que precede a un mal augurio.

Miró a los descendientes de Grovehn. No les conocía, pero le agradaba su presencia. Sabía que habían nacido para el combate, y parecía que aquí iba a haber rock and roll.

Luego observó al resto de demonios. Le habría encantado saber más de ellos. ¿Qué …
Un sonido en un pasillo cercano rompió sus pensamientos. Se giró instintivamente. Luego, las columnas se desmoronaron tras ellos.

Miró a Elizabeth cuando mencionó que no estaban solos y asintió con la cabeza mientras desenfundaba su ballesta. Después vio cómo iba rápidamente en busca del desconocido. Sonrió. Impulsiva y con agallas. Aunque dudo que el desconocido siga ahí.

Unas palabras la desconcertaron.

-Verona –dice tranquilamente pero manteniendo la mirada en la dirección donde se produjo el sonido-. Un amigo no es un desconocido, y quien sea que se oculta, no se ha presentado. Un anfitrión abre las puertas de su casa, no las derrumba tras los “invitados”. Y además… no veo ningún buen vino sobre el altar. Así pues… qué te hace pensar que no es nuestro enemigo y que nada hay que temer?

Fijo su mirada en la hija de Grovehn...Claramente esto no es una reunión de festejo, que deba justificar la presencia de vino y otros lujos que hace años no se dan en este lugar, todos hemos escuchado el llamado de nuestro instinto, y si nuestro anfitrión se oculta debe ser por que de afuera quizas venga el peligro...y el derrumbe de la puerta yo que sepa no fue provocado por alguien, puesto nadie ha visto a nuestro anfitrión...

Verona se para en medio del pasillo mirando a los demas hijos del Legado...Asi como pensais que nuestro anfitrión pueda ser enemigo...yo prefiero barajar la opción que es amigo...cuando se presente ya preguntare por la extraña bienvenida que hemos recibido...

............Mi legado es pasivo y observador, no impulsivo e impaciente como otros...

Sonrio por primera vez aunque volvio a su gesto serio. No tenia nada mas que comentar si la dama preferia estar callada y la siguio mas por interes propio que para su proteccion, este era un escenario que preferia explorar en vez de quedarse parado en el centro.

Aun podia escuchar la discucion sobre si la sombra que habiamos visto era un enemigo o no, pero a Jacob le parecia que ya no importaba. Si se habria mostrado talvez elegiria otra manera pero ya era tarde.

Sacudió el polvillo de la roca destrozada en sus manos con su gabardina. Miró a todos los presentes, y rió ante la incapacidad de acción de todos, aunque él también era incapaz de hacer algo de momento. 

Camino hacía un pilar y tomo asiento en el suelo, apoyando su espalda en la estructura. Dio un silbido y Bheka se le acerco, recostándose a su lado. El animal no dejaba de ver a las otras bestias con cautela, más fuertes y peligrosas que el can, pero nunca demostrando temor. Eko le acarició el lomo, sonriendo.

- Tranquilo compañero, tranquilo, no te van a atacar. - Le dio un par de palmadas, y el animal apoyo su trasero en el suelo, relamiéndose el hocico, mostrándose mas calmado.

- Solo hay que esperar... Pronto pasara algo interesante. - Exclamo a los presentes.

Nybras se introduce en la iglesia de los últimos, movida más por curiosidad por ver hacia dónde se dirigen todos los hijos del legado que por sentir ninguna llamada especial procedente de su interior. Su caminar flexible es acompañado de forma acompasada por el de Nyx, que se desliza a su lado por los adoquines hasta el interior del templo.

Una risa suave al ver la ilusión creada sobre la fachada escapa de los labios de Nybras que avanza y retrocede un paso para ver la transformación más de una vez.

Finalmente se decide a entrar y dar un par de pasos antes del derrumbe que tapona la salida. Se gira sin alterarse hacia la puerta, ahora tapada y posa la mano en la cabeza de Nyx, que observa la situación con la misma tranquilidad que su dueña.

- Si quisiéramos salir no debería costarnos demasiado. - Comenta la joven en voz baja, pensando en la cantidad de poder que se almacena en esas personas. Luego, decide presentarse sin dirigirse a nadie en concreto. - Me llamo Nybras. Y no busco gloria ni poder, tampoco he sentido una llamada especial. Simplemente estoy buscando a mis padres. Ella - añade, señalando a la enorme pantera negra que permanece a su lado sin inmutarse por la presencia de otros animales. - es Nyx.

Después, sin esperar a nadie, se dirige con pasos descuidados al fondo de la iglesia, explorando su belleza oscura junto al felino que la acompaña.

Elizabeth se aproxima nerviosa hasta una de las pequeñas naves semicirculares de la galería central… aquella desde la cual se produjo aquel ruido.

Cruje sus nudillos nerviosa, mientras los músculos de sus brazos se tensan, queriendo destrozar aquello que se encuentre en su paso.

Aprieta sus dientes a pocos pasos de un pálido retal de seda que aún penda desde el quicio del arco por el que se unen ambas naves. Y tras retirarlo… un maullido iracundo enloquece, tras un pelaje oscuro que se engrifa a la vez que muestra unos afilados colmillos.

Un precioso gato negro, reta a Elizabeth… y tras mostrarle su tentativa sale corriendo, dejando a un lado cualquier suposición de que se trate de un gato normal… pues en su huida, atraviesa el cuerpo de Elizabeth, como si de humo se tratase…

Al momento vuelve a conformar una forma densa, y se vuelve para miraros.

Bheka, Asfaloth y Nyx se alzan y esperan cualquier señal de sus dueños para salir a la caza.

Como queriendo burlarse de ellos cambia su dirección y volviendo a ser etéreo como el humo, los atraviesa, sin dejar más que una estela de humo en su camino. Vuelve a materializarse junto a Cristie…  Y su lazarillo no soporta aquella figura arrogante a su lado, y comienza a ladrar desesperado.

Los ladridos, ofuscan a Nanuk, el cuál, empieza a erizarse obligando a Avla a bajarse de su lomo. El enorme oso comienza a gruñir, haciendo que su grito resuene en el lugar, dejando que varios cascotes caigan al suelo, mientras Raven grazna sin control a la vez que Louch ulula mientras comienza a batir sus alas...

Escoria parece también querer participar en la caza, relamiendo sus afilados dientes mientras de sus fosas nasales salen cual madriguera unas sanguijuelas que se aposentan en la piel de sus brazos.

Todo empieza a romperse entre un estridente sonido que no hacen sino que Mark se postre de rodillas mientras intenta tapar sus oídos… al parecer el sonido es más efecto en él… y mientras grita, su cuerpo comienza a contornearse mientras un centenar de abejar sale de las aberturas de su camisa, esperando lista para atacar…

No podéis dejar que todo siga a si, o el lugar se vendrá abajo en un santiamén.

Al ver caer trozos de la iglesia al suelo, el propio animal mira hacia vosotros, como reclamando vuestra atención y con paso lento y altivo, avanza hasta el único pasillo de la estancia, aquel que había en la derecha.

Bajo la bóveda que surge del entramado del techo y las paredes del pasillo, se para el felino como esperando que lo sigáis mientras acicala su pelo.

Debéis mantener la calma o creareis de aquel monumento un mausoleo… guardián en el tiempo de vuestras almas.

Observa a Escoria, y a punto de decirle algo cuando el maullido captura su atención.

Entonces todo se precipita, el sonido de algo romperse, caer de rodillas y centenas de abejas.

Poco a poco todo vuelve a su cauce y se pone en pie mientras los insectos voladores vuelven a su interior. Ajusta su corbata recomponiendo su compostura.

Vamos.

Sentencia sencillamente. Y se dispone a caminar tras la felina silueta.

Acompañando al resto, penetro en las puertas de la extraña catedral, un sentimiento de angustia se aloja en mi pecho, jamás estaré cómodo en un templo, sea Suyo o de cualquier otra entidad como es el caso.

Una vez dentro me muestro sereno y firme, como si estuviese acostumbrado a ese tipo de situaciones, lo que realmente es algo absurdo.

Me giro un momento hacia una fémina que no deja de insistir en que hemos sido llamados hasta este lugar.

-Me temo que estás equivocada, solo un nombre en los labios de un cadávern me han traído aquí, ningún pálpito, ninguna estrella, ninguna profecía, solo eso.

Después me vuelvo hacia Azhariel, el chico que había hecho la mención de las estrellas, no le digo nada, solo detengo un segundo mis ojos y echo a andar hacia el felino de humo, no pasándoseme desapercibido mis compañeros de legado... me pregunto si ellos habrán sido educados en lam isma filosofía que yo.

a mi alrededor algunas miradas se cruzaban... era interesante la tension que en el ambiente se condensaba como la sangre cuajaba al caer de la herida abierta.....

me mantube esperando ver quien daria el primer golpe... el primer paso...

el nerviosismo era plenamente palpable.....