Partida Rol por web

La mañana se alzaba fría... El aire apenas corría por la ladera que envolvía el lugar... tan solo muerte se escuchaba en los alrededores...

Y esa ambiente donde la dama de la parca se paseaba, dulce y silente, hacía mella con la estampa con la que el aquellarre se levantaba aquella mañana...

Tres cuerpos, caídos...

Distribuidos a lo largo del lugar, donde ejemplo de la omnipresencia de la parca...

En el lago que acompañaba a la fortaleza junto a un árbol descansaba el frío cuerpo de Naivé... Sus labios ya tornaban azulados, a pesar de los escasos rayos del sol...

La pequeña risa de Naivé aquella mañana no sería escuchada...

En un lugar un poco más cercano al cónclave, era Sëren, la que ocupaba el gélido marmol del suelo, como si de un celebre feretro fuera... su cuerpo se tendía sobre el suelo... sus ojos ya no desprencían el fulgor de las hijas de Eglantine...

Su alma había abandonado su cuerpo, pero este seguía desprendiendo la belleza que la caracterizaba... tan solo ahora adornada por el frio matiz de la muerte...

Y por último, en el centro del aquellare, descansaba un ensangrentado cuerpo... Entre sus manos, descansaba una rosa, que acompañaba en color, a la sangre que de su cuerpo emergía por miles de orificios, alguien se había entretenido en ensartar su cuerpo, entre miles de zarzas... y ahora su cuerpo, parecía recordar a las rosas, que siempre adornarían su sepultura...

Cassie había caido...

Sangre, muerte... y un nuevo día, nada había cambiado, o sí... al menos esta vez, la muerte había sido engalanada con petalos y rosas...

La sangre del cuerpo de Cassie rodo hasta el pebetero lleno de agua y una vez más brillo un blasón... entre colores violaceos, que acompañaban a la tetríca pero romantica situación...

Vaya por todos los demonios y diablos.... esto no puede ser bueno, nada bueno, para nada en absoluto.... Yidorac, creo en tu implicacion de las muerte de esta noche, por lo menos en la de Cassie, y por ello te señalare a ti como una de las ladronas y causante de nuestros males.

Incluso la temida guerrera quedó petrificada ante tanto horror.

Tres... tres han caído... ¿Quien? ¿Quienes son los responsables de esta locura? - chilló poseída por la rabia, mientras lagrimas rodaban por sus mejillas - Os encontré traidoras... Juro que acabaré con vosotras... - finalizó casi como si se tratase de un sollozo.

Aquella mañana Yidorac realmente no quería levantarse. El que el poder de Naivé la cogiese desprevenida el día anterior había desarmado el precario equilibrio que tenía en su cuerpo. Entre sueños ya había elucubrado lo que la haría a su alumna para desquitarse, pero algo no iba bien. Las primeras luces del día le trajeron un temblor, el eco de una leve resonancia que le atraía el agua desde muy muy lejos. En el velo entre el sueño y la realidad, siempre había sido capaz de escuchar el leve temblor de sus hermanas de casa como gotas de agua en el interior de una caverna. Ahora el silencio le trajo a la consciencia un sentimiento que hacía mucho que no experimentaba. El Agua había dejado de fluir. 

Con un quejido, se esforzó en movilizar las pocas fuerzas que le quedaban a su cuerpo anciano. No había tiempo para preparar su infusión para mitigar el dolor, aquello era más urgente. usando un viejo bastón y con la espalda encorvada a pesar de su rostro de muñeca de porcelana, Yidorac avanza hasta que encuentra el cuerpo de la pequeña. En los últimos pasos sus pies se arrastran por el fango. No le importa

La última bruja de la casa Shaiya se arrodilla junto a su alumna sin emitir un solo sonido. No quedan más. No hay otra aprendiz digna en las casas del agua. Pasando los brazos al rededor de la tendida, atrae su cuerpo hacia sí. Su rostro queda oculto por la capucha oscura cuando apoya el cuerpo de la pequeña contra el suyo en un abrazo. 

Durante un buen rato, solo lo acuna sin emitir sonido, sin decir palabra...

Evanthë abrió los ojos, sintiendo como el peso del mundo pesaba sus hombros, y mientras algunas lágrimas escapaban de sus ojos, miró anonadada a los tres cuerpos que estaban dispersos por todo el cónclave, sin terminar de creerse que los estuviese viendo.
Un sollozo apenas se dejó oír mientras apretaba los puños y miraba al suelo, que a su alrededor, comenzaba a quebrarse, la lava comenzando a asomar lamiendo su piel, sin dañarla mientras se le oía decir - ¿Por... qué? ¿por qué? no váis a saliros con la vuestra. Y lamentaréis el día que habéis decido tomar éste camino. - interrumpiéndose, Evanthë alzó la mirada y dijo en voz alta, a nadie en particular - ¿Me habéis oído? ¡¡os arrepentiréis!! y os cazaré hasta que acabe con vosotras, una por una... -.

Tres más.....- dije casi en un susurro-

- Dije que se avecinaba...lo dije...- dije mientras miraba entristecida a la anciana Yidorac abrazando a la pequeña Naivé- ...hemos estado perdiendo el tiempo, acusándonos y hemos dejado sin protección a nuestras compañeras- dije entristecida-.

Grandes nubarrones aparecieron en el cielo, pequeñas gotas bañaban cubrían los cuerpos de las tres caídas...

No me importaba mucho la muerte de dos de ellas, pero si la muerte de Cassie.

A ella la veía inocente y pura, y quizás se cayo muchas cosas por miedo a que la mataran antes. Aun recuerdo las palabras de esta bruja cuando vine por primera vez.

Me dio algo que entender, como que sabia algo de la noche que fuera muerta Alandra... Me dirigí al cuerpo de Cassie y dije. Creo que esta bruja era mas que inocente y se han equivocado con ella, hubo unas palabras suyas que dejo entre ver como que sabia cierta información de la noche de la muerte de Alandra. Pero no se...creo que no decía mucho por miedo a morir antes.

Os habéis equivocado traidoras.

Miraba los cuerpos absorta en sus pensamientos, con pena y algo más de temor se acercó al cuerpo de Naivé junto a Yidorac. 

Madame ¿Y para que mataría a su propia alumna? Sería demasiado evidente... Digo mirando de reojo a Madame luego fijó su mirada en el agua donde se reflejaba el nuevo blasón.

Hemos perdido mucho tiempo y ahora hay tres hermanas más caídas y sólo un blasón... ¿No debería haber uno por cada cuerpo?

Por último me arrodillo junto al cuerpo.

¿Qué hacemos con los cuerpos en primer lugar? Ahora no está la pequeña para ayudarnos...

Eowin, una maestra no siempre esta de acuerdo con que sus pupilas revelen sus secretos....

Y antes de que empeceis a buscar parecidos y indicios sobre el origen del blason, este es sin duda alguna perteneciente no a mi casa, si no a mi propia familia, por lo que quien lo puso ahi, es sin duda para incriminarme en modo alguno, es por eelo que cortare de raiz este hecho, y dejo claro mi nula intervencion en muerte alguna, bajo ningun motivo.

Yidorac, me parece "muy enternecedora" tu interpretacion, pero Naivè ha muerto por los designios de otra de las brujas presentes asi como Sëren, la unica con la que se han ensañado ha sido Cassie, por lo que creo que ella como comente con anterioridad era inocente, aunque solo fuese por su actitud.

El día llegó y vi el cuerpo sin vida de Navié y me sentí culpable, no iba a llorar ya que siempre la había votado como traidora, pero me había equivocado con ella. Una vez me hube repuesto de la impresión vi el cuerpo de Sëren, no sabía nada de ella, hablaba poco, no entendía el porqué de su muerte. Pero cuando seguí mirando mis ojos si se llenaron de lágrimas, Cassie, ella no tenía razón ser. Una de las pocas brujas que habían compartido mi errado punto de vista. Valioso tiempo hemos perdido - dije enjuagándome los ojos - Tenemos que poner fin a esto y encontrar a las traidoras 

Tras hablar en ese ímpetu, caí de rodillas al suelo, era el momento de analizar la situación de nuevo.

Alejaos. Dijo Morgana con el rostro serio. Yo me encargo de Naivé y Sëren.

La Bruja de Gió se acercó a los cuerpos muertos de sus hermanas y colocó sus manos sobre ellos, concentrándose.

Lentamente, un ataud de cristal rectangular se formó en ambos cuerpos, cubriéndolos, pero dejándo que puedan verse desde fuera, con un tono ámbar producto del cristal mágico que los recubrían.

Ya está hecho. Así estarán protegidas y el tiempo no pasará para ellas.

Morgana se alejó un poco de los ataudes de cristal, con la cabeza algo gacha.

Ese es mi poder, el poder de manipular el tiempo y todo lo que eso implica. Sus cuerpos no se marchitarán, y estoy seguro que pronto regresarán. Así que, si alguna vez confiastéis en mí, aunque sea por un segundo, no toquéis los ataudes y veréis lo que es la verdadera mágia.

Después miró a Eowin con una sonrisa.

Eres muy perpicaz, querida Bruja. Sólo un blasón, un blasón por muerte, esa es la mecánica. Tres cuerpos, un blasón. Ahora, saca tus propias conclusiones.

Aún sin dar muestras de escuchar lo que se decía a su alrededor, Yidorac mueve el cuerpo de Naivé despacio para dejar sus manos libres. Con gesto torpe, se coloca nuevamente el guante metálico que sostiene gran parte del poder de su casa... pero esta vez no atraviesa el corazón de la caída. Un corte... un solo corte en el cuello de la joven es suficiente, y sus labios toman la sangre espesa que se derrama antes de que toque el suelo. Aún después de su muerte, su sangre era dulce.

Suspira una vez más al separarse de ella, y entonces comienza a llamar a la magia que late en su interior, sumada a la esencia de cada una de las caídas. El agua retorna... y el poder también. La Mano no la reconocía como su dueña, pero sí reconoció su intención, por lo que el poder comienza a despertar.

Con dicha mano, primero un chasquido que suena en todo el espacio del cónclave. Una honda se expande desde el punto el que se inició el sonido, sacudiendo en su expansión todas las fuentes de agua cercanas. Cualquiera de las brujas presentes podría sentir un leve cosquilleo en la sangre cuando la honda invisible las atraviesa*. El primer efecto es el Silencio... el agua había quedado completamente inmóvil, desafiando al murmullo del viento y a cualquier honda anterior. Refleja la luz como un espejo. Entonces el lago se agita, primero despacio, gota a gota resuena sobre sí mismo cuando las aguas se alzan, separando al lago y acudiendo a la llamada de la Mano. Tan solo los blasones permanecen inalterables. 

Dos inmensas lenguas serpentean sobre la tierra, desafiando a la gravedad, hasta alcanzar los cuerpos de Kaleshie y de Lissandra. Al alcanzarlos, cada lengua rodea sus cuerpos marchitos, flotan con delicadeza y comienzan a ser arrastrados de regreso al lago. Una mirada curiosa se percibiría de que la imagen de las brujas del agua parece diluirse y hacerse translúcida en el contacto con su elemento madre. Yidorac sigue presidiendo el movimiento, hasta que todo regresa a su lugar. Entonces toma con sus propias manos el cuerpo de Naivé y se hunde con ella hacia las profundidades. El lago brilla con luz interior un momento antes de que todo regrese a la normalidad. Aparentemente a la casa Shaiya no le es problema respirar bajo el agua, porque está tardando en salir.

Cuando finalmente lo hace, lo hace sin emitir ningún sonido. Ni una sola de agua chasquea contra el suelo ni sus pasos dejan manchas tras de si. Con pasos lentos y agotados comienza a hablar para quien quiera escucharla.

- El agua siempre encuentra su camino. Si no estoy aquí cuando el cónclave finalice y la barrera caiga, el agua se encargará de hacer que sus esencias regresen al océano al que pertenecen. - Pausa - La Limpieza de sus cuerpos servirá si cualquiera de las presentes pudiese revivirla. 

Sigue andando y esta vez se para para observar directamente a Shaira Aira - Si exceptuamos a tu hermana de Gió, tu eres la única Guerrera que le queda al cónclave. Espero que estés a la altura de dicha responsabilidad. - Aparta la vista - Oficialmente retiro mi petición de escrutación sobre ti.

Da otro par de pasos y se detiene para mirar en esta ocasión a Gunhilda de Baverstock con expresión inescrutable. - Espero que estés satisfecha, ya he confirmado una de tus teorías. En lo que te burlas, hazme el favor de reencender el fuero del hogar. - Necesito mi infusión...

Otros dos pasos y sigue hablando, esta vez sin mirar a nadie - Oráculo de la llama, si es cierto que puedes comunicarte con ellas... estoy deseando escuchar lo que ellas puedan aportar. Han sido demasiadas muertes, es... improbable que ninguna haya visto o averiguado nada de sus atacadores. - Se ensancha en sus labios una sonrisa cruel - Porque no voy a descansar hasta entregar a las caídas la sangre de quienes se hayan atrevido a profanarlas.

Sus últimos pasos la sitúan frente a frente a Madame Blavatsky. Despacio se hiergue tan alta como es, mirándola a los ojos sin pestañear. Cualquier bruja cercana notará nuevamente ese cosquilleo en la sangre cuando Yidorac comienza a hablar.

- Madame Blavatsky, Oráculo de los Pantanos, cuya sangre pertenece a la casa de Salem. La más anciana de las presentes - Cada palabra está cargada de ponzoña - Aquella que no ha aportado absolutamente Nada de utilidad en el tiempo que llevamos, quien lleva acusándome sin pruebas desde hace días y que ahora se regodea en la última pérdida de la casa de Saiya, faltándome al respeto a MI y faltándole al respeto a la TRADICIÓN de mano de la cual acabo de dar sepultura digna de una hija de Shaiya a todas mis hermanas caídas. - Inspira y sigue hablando despacio - Dame... una... sola... razón ... para ... no ... destruirte ... en ... el... acto. - termina con un susurro envenenado - La traición brilla en tus ojos.

hace una corta pausa y sigue hablando antes de darle tiempo a responder - Tus acciones te delatan. Nos tenías miedo porque la casa de Shaiya era tan capaz de ahogar los Misterios como de Desenterrarlos. Tenías miedo de que ella descubriese tus Mentiras... Pero a mi no me engañarán más

Alza la voz de tal forma que no haya nadie en el cónclave que deje de escuchar sus palabras - ¡Acuso a la bruja Blavastsky de traidora de su sangre, de instigadora de confusión y del asesinato de al menos una de las muertes de esta noche.

Tras lo dicho por Morgana sobre los blasones, empecé a pensar y a divagar para mi misma pero en voz alta, por si estaba equivocada.

Si es verdad todo lo sabido hasta ahora sobre los símbolos aparecidos: Un blasón por cada caída... Y a la vez que cada muerte es inocente, por ahora claro. ¿Significaría que sólo una de ellas era realmente inocente y que las otras dos eran las ladronas o cómplices de estas...?

Pero Madame ha dicho que no es de ninguna casa casa, sino de su propia familia... Eso es lo que me desconcierta. ¿Ahora resulta que los ladrones son de la familia o están relacionados con ella?, 

Miro a Madame, pero sin estar acusando realmente solo viendo los casos.

Otra cosa es ¿por qué el único cuerpo maltrecho es el de Cassie? Y los de Naivé y Sëren no. ¿Eso quiere decir que ellas tuvieron algo que ver...? No lo entiendo. Miro a mis hermanas y sonrío algo avergonzada por hablar demasiado.

Lethalia se abanicaba lentamente al ver el espectáculo: Primero Morgana sello el cuerpo de las dos caídas, luego Yidorac hizo lo propio con su alumna y la devolvió al elemento del que provenía.

Una mirada llena de odio cruzo a Yidorac cuando hablo de las guerreras y excluyó a Gala, esa estúpida vieja bruja no sabía cuál era el autentico poder de la Espada Larga de los Espíritus.

Es curioso tanta charlatanería y de la casa de Shaiya solo queda su integrante mas antigua Dijo la hija de Gió mientras se tapaba la boca con el abanico y esgrimía una sonrisa ponzoñosa Dime vieja bruja amargada ¿aceptarías un obsequio de parte del Oráculo de los Avernos? Tras eso cayo aunque seguía abanicándose, lentamente, de tal forma que aquella sonrisa cargada de cínico júbilo era tapada por el instrumento.
Por cierto,Morgana,si no os ocupáis también de Cassie comenzará a oler.

Cassie ha sido atacada por las traidoras, que se han ensañado con su cuerpo. Dijo Morgana. Al morir, su alma dejó el pentáculo o la marca que todas podéis ver.

La bruja sonrió.

No hay que pensar mucho para darse cuenta que los otros dos cuerpos, que no han sido profanados, no han sido atacados por las mismas traidoras que mataron a Cassie. Por eso os he pedido que los dejéis allí, para que puedan regresar a la vida en las mismas condiciones que han dejado este mucho esta noche.

Morgana miró a Lethalia por un momento.

No puedo hacer nada por ella.