Partida Rol por web

La mañana amanecía dulce y suave, una cálida brisa mecía las hojas de los árboles, todo parecía sincero y agradable, vuestros ojos miraban el lugar, con alegría pues aquella mañana ninguna mancha de sangre nueva manchaba el lugar…

Vuestras mentes cantaban victoria, y entonces….

Un sonido seco… roto…

Un cuerpo calló desde las ramas de un árbol… el golpe vació propagó un crujido entre los muros del lugar…

El cráneo de Vikonia, se había estrellado directamente contra el frió suelo… y ahora la sangre de su rostro corría por  las baldosas, impaciente por llegar al pebetero…

Mientras su  cálida sangre seguía la carrera, su cuerpo quedó sobre el frió e inerte suelo… rompiendo la brisa cálida de aquella mañana…

El silencio reinaba aquel lugar… tras las últimas muertes… todas os fijabais como la sangre de Vikonia poco a poco llegaba hasta el pebetero y al llegar…

Un blasón rosado relució…

Vuestras miradas relucían ante aquel fulgor cuando un grito desató vuestras miradas… El destino que encontraron vuestros ojos, fueron una agónica compañera… que se sin poder impedirlo intentaba calma su alma acariciando su cuello mientras, algo la destrozaba por dentro…

Pronto sus uñas rompieron su piel, y ante una mirada vacía Reis se venció ante la muerte…

La imagen más desesperada que nunca hubierais pensado ver en su rostro ya abatido…

Su sangre poco a poco fue hasta el pebetero... dibujando una estela sobre el suelo...

De repente un ligero chapoteo, dirigió vuestras miradas hacía el lago… con paso digno aunque quebradizo, surgía renovada… Gala… portaba en sus manos la espada que un día le fue otorgada con honores…

Su mira era segura… pero pronto su mirada parecía confusa, mientras su mano os invitaba a seguir una dirección…

Rápidamente girasteis la mirada, y encontrasteis ante vosotras una avanzadilla de almas furiosas que elevaban en el aire a Eowin… La postraron contra el techo… y con manos diestras arrancaron el alma de su cuerpo… Dejando tan solo un cuerpo vacío y sin suerte, sostenido aún el techo por ese patrulla de almas…

Fueron tan solo unas segundos pues luego esas mismas almas que la sujetaban, desaparecieron, haciendo que el cuerpo vacio de Eowin se diera de bruces contra la escalera…

Poco a poco su sangre descendió, escalón a escalón, buscando igual que la sangre del resto, el destino en aquel pebetero…

Maldita sea, Vikonia. Y Reis...de toda aquella sangre, a Nebaleth solo le complacía la derramada por Eowin. Ni siquiera sabía si alegrarse por la nueva presencia de Gala. El purgatorio trastocaba las mentes de las fuertes y quizás la guerrera de Gio no sería una excepción...

- Bienvenida de nuevo, Gala. Creo que la muerte nunca exige demasiado tiempo tu compañía-añadió con sosnrisa preocupada. Era una de las brujas que más había bailado entre la vida y la muerte, junto con Naivé. El último testimonio de la niña resonó en sus oídos, y su mente se sumió en un oscuro y dubitativo foso...

Nuevamente me encontraba entre las vivas. Caminé junto a todas, sin dejar de sostener mi espada en mi mano, era la única cosa que tenía y apreciaba antes que al resto.

Parece que cuando estoy cómoda en el cementerio, vuelvo a aparecer entre los vivos. No seré tan mala bruja cuando me requieren por aquí...

- Y si escuchaste a la vieja, ya sabes lo que tenemos que hacer... dijo la hija de Eglantine, sombría, mirando fijamente a las cuatro brujas que quedaban. El equilibrio se había roto hace ya mucho tiempo...Ahora solo importaba que las ladronas fuesen castigadas.

Sé muy bien lo que ha dicho la vieja como tu dices y lo que debemos hacer. Descuida que lo haré. Le dijo a Nebaleth

Shaira observó todo con horror pero manteniendo la compostura. La batalla aún no había terminado...

La muerte continúa - dijo con solemnidad - ¿Quien se esconde tras estas atrocidades? Una de nosotros cuatro es la última de las traidoras, pero ¿quien? - Miro hacia Nebaleth y Gala - ¿De que habláis? ¿Que se supone que hemos de hacer?

- Quedan dos traidoras.- dijo, respondiendo con seriedad a Shaiya. Y salvo que alguien recupere a la nigromante para que pueda subyugar a una de ellas...Estamos perdidas.

- Por suerte-sonrió- Gunhilda es la protectora. Dado que su blasón se activó, no tiene que temer a la muerte y si es capaz de proteger a una de las inocentes...todo volverá a ser como antes. El gesto de Nebaleth se fue ensombreciendo lentamente, mientras clavaba la vista en la única compañera de casa viva que quedaba. Eso suponiendo que no hayan cambiado sus lealtades, por supuesto.

Shaira observó con extrañeza a Nebaleth.

¿Dos? ¿Estás segura?

Después dijo con seriedad.

Pero eso quiere decir que piensas que... - se detuvo antes de finalizar la frase - Habla sin tapujos, Nebaleth, ¿En que te basas para creer que hay dos? ¿Y quien crees que son? Si hubiera dos, ¿No estaríamos muertas ya? Hasta ahora las traidoras parecen haber demostrado ser mas fuertes que nosotras...

- Las traidoras del cementerio se han confiado viendo tan cercana su victoria y no se han cortado en dar alguna información relevante.- volvió a mirar a Shaiya. Y ellas ya hicieron sus "tareas" a la noche.

- Pero no se quienes son las supervivientes. añadió, con tensa calma. Solo tengo certeza de mi inocencia. No pretendo insistir para convenceros pues lo harán también las traidoras, pero sabeis que yo ya he mostrado mis dotes de medium y que la muerte no ha podido alterar mi ser ni mis lealtades. Y no os ofendais, pero no se puede decir lo mismo de vosotras.

Se llevó la mano al cabello, apagada y nerviosa. Si sobrevivía a todo esto, no iba a volver a ser la misma...

- Por lo tanto...Su mente comenzó a arder, musitando las palabras en un tono bajísimo. ^{_{Es probable que Gunhilda no pueda caer bajo el peso de nuestras votaciones por la protección de su escudo. Tendré que confiar en vuestro criterio.}} rió amargamente, antes de alzar el tono de voz con una oscura promesa. Los dedos que me señalen serán los de las traidoras. Su risa se transformó poco a poco en una acelerada respiración. Asi pues, decidme, hermanas...¿A quién debería señalar mi dedo acusador antes de que caiga la noche y mi sangre?¿Por qué no deberíais ser vosotras?

Nebaleth, no dudo de ti. Eso sería absurdo, he muerto y he visto que tus don es real y no nos mientes.

Y es cierto, volver de la muerte puede habernos alterado pues muchos secretos se esconden en sus sombras. En múltiples ocasiones lo he dicho ya, pero yo soy una guerrera y no soy muy dada a las intrigas. Esto me supera en cierta medida.

Diré que soy inocente pero ¿acaso alguna no lo hará?

Tan solo puedo decir que tengo un don, al igual que todas nosotras. Nunca he tenido la oportunidad de expresar en que consistía pero ahora lo veo conveniente. Mi don es el de alterar las decisiones de las demás y, cuando ella aún vivía, tenía una conexión mental con Blavatsky, en la que confío plenamente.

Shaira las miró a las tres.

Esto se acerca al final, por lo que esta decisión puede condenarnos a la muerte o a la salvación...

Yo es que lo sigo teniendo tan claro con Gunhilda que...hasta que no me demuestren lo contrario seguiré sin creerla...lo siento brujas pero yo volví como la última vez.

Poco a poco aquellos rios de sangre llegarón hasta el pebetero...

Primero llegó la sangre de Eowin, dando pequeños saltos a través de los peldaños y aumentando su velocidad poco a poco... y al llegar... al pebetero...

Un blasón azulado brilló...

Pero poco duró este color en aquel lugar... pues la sangre de Reis llegó hasta el agua y entonces el azul se tiño del rojo de la sangre hasta deslumbrar con un color violaceo...

Dos blasones que poco a poco la luz del atardecer borraría de aquel pebetero...

Y mientras las vivas reaccionaban a la luz de aquellos blasones, un sonido ritmico y sereno se escuchó en la lejanía...

Poco a poco el sonido se acercaba a vosotras, hasta que paró en seco...

Tras unos segundo de silencio... volvío a sentirse ese ritmico sonido pero esta vez con menos dureza... pero unos sonidos ya distinguibles en la lejanía...

Algunas se asombraban de su vuelta, otras a lo mejor la esperaban...

Lo cierto era que Ángel había derrotado a la muerte... y traía de nuevo a Arcano hasta el Aquellarre...

La tarde empezaba a cerrarse mientras que las miradas y acusaciones no tardarían en llegar como cada anochecer...

Mi blasón se activo, pero cuando me atacaron las traidoras y sobreviví dejó de funcionar, aun sigo siendo la protectora y puedo seguir protegiendome, pero al hacerlo no os puedo proteger a vosotras, mi lealtad no cambió, se que Nebaleth no puede ser la traidora Gala es la nigromante y va por su cuenta, aún así es peligro pero esta vez no la votaré, Ángel ya sabemos que no es una traidora, así que lo siento Shaira, pero mi voto irá para ti.

Te equivocas tu y el resto que pensáis que yo soy el nigromante, para nada nunca he tenido ese don lo tenía otra persona. Yo dije los dones que he tocado y no he tocado ningún otro.

Respiro profundo, llenando mis pulmones de aquel aire fresco que podia rejuvenecer cualquier alma, mire a mis hermanas...

Veo que aun no podeis dar con las culpables de toda esta masacre...que ineficientes son...y tu Gunhilda...se supone que vendrias a salvar a las inocentes que quedan vivas...pero no has hecho nada...ahora mas que nunca dudo de tus palabras...

Miro a Gala...y tu, que pasas de un lado a otro cambiando constantemente....dime de planes maquinas ahora...o tu Shaira...siempre callada...siempre en silencio...Cassie, proclama tu inocencia...Mi querida Nebaleth...tan noble de corazón...eres magnifica...

Acaricio a Arcano y silvo al viento llamando a Medianoche...mi cuervo...Los extrañe hermanos...ya es hora de acabar con todo esto...

Nebaleth, te voy a pedir que des este mensaje a Naive. Ya sabéis que no es de mi agrado esa mocosa niñata pero sé que ella me entenderá y explicará todo...

Dile esto: Naive recuerda mis últimas palabras antes de volver a la vida y mi mirada, visualiza esa situación y cuando estes relajada cuenta todo ya de una vez.

Los cambios se sucedían y nada parecía tener fin en aquel día...

Ahora la tierra era la que crepitaba... todas mirabais aterradas a vuestro alrededor... y finalmente de entre la tierra surgió una mano llena de runas y simbolos mágicos...

La mano os sonaba conocida, pero pronto ya no importó eso, pues la mano se aferró al cuerpo de Gunhilda... Instantaneamente, esta comenzó a gritar... el dolor y la angustía invadían su mirada mientras que su cuerpo se mantenía erguido y paralizado...

Poco a poco del suelo iba surgiendo aquella mano, que acompaño un brazó y otra mano más... y una melena... Según el cuerpo ascendía la vida se escapaba de Gunhilda...

Finalmente Gunhilda pudo hacer un último movimiento en el que su mano buscaba un consuelo ya perdido....

Poco a poco aquel cuerpo emergente se elevó hasta estar totalmente erguido... A sus pies descansaba ya la inerte Gunhilda de Baverstock, mientras que en ahora volvía a estar de pie, la olvidada Naivé...

La inocencia seguía marcando su rostro pero ahora sus ojos estaban enfundados con el fuego que antaño cubría los ojos de la hija de Eglantene...

Naivé había aprendido durante su muerte y había madurado... pero lo más importante... ahora conocía sus raíces...