Se acaricia la cabeza algo aturdida.

-Wow... Oye... Tengo... Un nuevo mensaje de Shaiya... Si tú quieres... Podemos devolver los relicarios... Y vivir juntas.

Sonríe contenta de la noticia.

-Si quieres...

Evanthë la miraba con ansia en la mirada, acariciándole la cara mientras evaluaba que hubiese vuelto sana y salva, antes de abrazarla con fuerza - Oh, mi pequeña. Me alegro tanto de tenerte de vuelta... -.

- ¿Juntas? ¿a qué te refieres exáctamente, mi querida Naivé? - le preguntó Evanthë con los dedos enredados en su melena, mientras la acariciaba y la besaba.

-Mh...

Antes de responder a sus palabras, lo hace a sus gestos con besos y caricias, sentir sus dedos consigue que su pensamiento se nuble y sólo busque el calor de ella, acariciar su rostro, su piel, de un modo torpe e inexperto, pero no por ello menos pasional.

-Es... Es que ahora... Puedo devolver los relicarios...

Dice, entre beso y beso.

-Y controlar... El don de la luna... Para protegerte... Sin matarlas a todas...

Aunque la noticia es buena, para ella ahora mismo sólo existen los labios de su amada.

-Vaya... Ahora me piden que nos quedemos con los relicarios... Tenemos que seguir acabando con todas, querida... Lo siento. Pero a cambio me dejarán quedarme con lo que más deseo... Contigo. Y también nos dejarán llevarnos el relicario de Shaiya, lo siento... Pero no creo poder pedir también el de Eglantine.

Su mirada se torna triste.

-No me gusta usar mi don para matar... Pero es el único camino para poder estar contigo.

Por un segundo, Evanthë miró a Naivé con la duda en la mirada, mientras intentaba vocalizar las palabras que tenía atascadas en la garganta.
A los pocos segundos, carraspeó y acarició su mejilla - Sé que lo hiciste para protegerlos, mi querida Naivé, pero... ¿realmente podrías devolverlos? ¿éso nos permitiría seguir juntas... para siempre? -, dijo entre susurros, casi temerosa de su respuesta.

- Oh... en ése caso... - empezó a hablar de nuevo, desviando la vista mientras se mordía el labio - si éso nos permite estar juntas, mi pequeña Naivé... - continuó mientras cerraba los ojos apenas un instante antes de abrirlos de nuevo - haz lo que creas conveniente, mi querida, querida Naivé. Confío en ti. Es lo único que importa. -.

-Ahora no puedo devolverlos... Por que... Están en peligro, tienes razón.

Aprieta los labios, y le mira a los ojos, casi temblorosos.

-Yo también confío en tí... ¡Y haré lo que sea por que tú salgas de este cónclave con vida! Yo... Yo... Nunca me he sentido tan bien con nadie... Y...

Su voz va perdiendo fuerza. Algo le oprime en el pecho, pero debido a su inexperiencia no sabe qué és, sólo que no le gusta... En absoluto.

-Yo iré contra Cassie hoy... Es el único modo de demostrar mi inocencia... Otra vez, después de la duda que ha sembrado.

Sin poder reprimirse se abalanza contra los brazos de su amada en busca de sus labios, sin pedir permiso esta vez, envolvente como el agua y fogosa como nadie de su casa podría serlo, un largo beso seguido de algunos más cortos, tratando de alargar la sensación, justo antes de unas palabras.

-Gracias por tus palabras de apoyo... Han sido lo suficiente para volver a desvíar la atención...

Sin esperar respuesta vuelve a perderse en los labios de Evanthë, inexperta pero también incesante.

-No vuelvas a hacerlo, por favor... Gala está de nuestro lado... Y no podemos permitirnos que se ponga en nuestra contra... ¡O avísame antes para calmarla! Ahora querrá enarbolar su arma contra tí... En cuanto a Cassie... Ella es la niña, creo... ¿O hay algo más?

Miras dentro de los restos de la pútrida Cassie, y en ellas vez inocencia, dulce y candida inocencia, al igual que la que puede tener cualquier Niña

La pequeña niña espía  es una sinvergüenza señoras y señores ¡SI! como lo leen.

    Cada noche, esta pequeña golfilla escapa de manera subrepticia del control paterno para ir, ¡a saber donde!, a ingerir ¡a saber que! y bailar toda la noche como si no hubiera un mañana. Merecido se lo tiene si, por el camino, se encuentra con la indeseable estampa de un lobo atacando a algún desgraciado. La niña espía, en esta versión nuestra del juego de Castronegro, obtiene mediante una tirada de dados un “nivel de espionaje” con lo que podrá (o no) descubrir quién es lobo en la aldea.

    La noche que quiera espiar debera hacerlo saber... y hacer una tirada de 1d20 y sacar de 1 a 10 para ocultarse... si saca de 11 a 20 no se ocultará y estará pendiente de una tirada de alerta que los Lobos podrán usar o no cada noche.

Y junto a su cuerpo una pequeña flauta dulce... al parecer... Aquella dulce niña había aprendido a tocar una dulce melodía... y en el cuerpo de la flauta brillaba un rugiente blasón...

La Melodía Inocente

Ahora tu poder esta completo, y pronto podrás defender con gran vehemencia la aldea, pues ahora el valor inunda tu corazón... y ahora sabes como hacer para no caer ante los ojos despiadados de las traidoras.

De ahora en adelante, podrás elegir... si vigilar tu, durante la noche... o despertar a alguna de las reunidas para que lo haga por ti... Si así lo decides... deberas elegir a quien despertar, y tocar una dulce melodía que despertará a la elegida y la hará estar atenta a todo lo que pase en la noche...

Esa noche podrás dormir tranquila, y esperar a que la mañana siguiente, aquella que fue despertada por una dulce canción, se arme de valor y cuente lo que vió o escuchó

-¿Y sabes algo más de alguna... Que se me haya olvidado preguntarte... Como Morgana?

¿¡Otra conversación más!? T_T Acabo de superar a Shaiya... ¿Cuanto cobran las teleoperadoras por hora?

¿Es tuyo el Blasón nuevo, querida?

Pregunta con una leve sonrisa.